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viernes, 21 de mayo de 2010

LA LITERATURA EN CHICLAYO

LA LITERATURA EN CHICLAYO

Por Nicolás Hidrogo Navarro
Lo que ocurre en Chiclayo-Lambayeque, en el auditorio del INC-Lambayeque, los viernes desde las 8.00 hasta las 11.00 p.m., es que la gente empieza a perderle vergüenza al quehacer de escribir “como actividad de ociosos y muertosdehambre” y temor a la crítica, como oficio de apaleadores.
Lambayeque siempre tuvo tradición e irradiación de sólo poetas, pero a partir del surgimiento del espacio Nochesdecuento, hace unas 30 semanas atrás, en el 2004, grande fue la sorpresa de tener que comprender que hubo un desborde: universitarios, alumnos de pedagógicos, espontáneos y autodidactas, se quietaron la careta de ficcionadores e inició a rodar el hilo narratológico.
Empezaron con recelo, continuaron con expectativas y luego con religiosidad a presentar sus cuentos y poemas y asistir al único espacio en el norte del Perú donde se habla de literatura no academicistamente y como cosa de otras latitudes o historia literaria de corrientes pasadistas y autores ya leídos por obligación, sino como un hecho recurrente y algo que está jalando como un llamado vocacional, en grande parte de los jóvenes de hoy a los que criticamos de andar sumidos en subumundos (drogas, alcohol, anarquías, nadismo), eran verdaderas revelaciones del narrar asolapado. Eso alentó nuestra idea, y lo que se pensó que sería una cosa esporádica, hoy se ha reafirmado que continuará como una tradición. Por supuesto que no faltaron quienes, pretendiendo escudarse bajo la gran cortina azul de la literatura, para revelar sus aficiones alucinógenas y beodas y creyendo que el espacio debe ser una parranda rocambolesca donde lo más importante debe ser el embriagarse y hacerse el Diosito barboncito caminando por las calles de Chiclayo, y no el ejercicio literario. Una cosa es la bohemia, proyectiva literaria; otra, es la juerga, diversión improductiva.
A ningún escritor famoso, Hemingway, Poe, Baudelaire, Balzac, se les recuerda por borrachos – hecho anecdótico y hasta cierto punto justificado en su vida agitada y martirizada por sus propias incomprensiones de su tiempo-; se les admira, hoy, por su talento, no admiramos el ridículo espectáculo de un borracho, sino tu genio y portento creador.
El espacio abrió horizontes nuevos y oportunidades antes nunca generadas, pero también permitió bajar del pedestal a aquellos que, creyendo que por tener dinero o amigos para autopublicarse, y el dar a conocer una obra con el favor de un prologuero “amigo”, podían sentirse los divos sin que nadie los haya leído, menos haber tenido la oportunidad de qué dicen los lectores de su obra entregada.


Lic. Nicolás Hidrogo Navarro
Narrador
Coordinador General Conglomerado Cultural-Lambayeque-Perú
hacedor1968@yahoo.es
MICROCONFERENCIA

EL ROL DEL ESCRITOR Y SU COMPROMISO CON SU TIEMPO

Por: Carlos Bancayán Llontop


La primera preocupación de un escritor joven debería ser la de edificarse a sí mismo. Cuando no ha accedido al riguroso adiestramiento intelectual que implican los estudios superiores, siempre es factible dedicarse a las lecturas escogidas (historia, divulgación científica, biografía... aunque, para la amplitud, añadimos que las novelas de autores talentosos contienen también información implícita: Somerset Maugham confesó en una entrevista que había escrito El filo de la navaja sólo para desarrollar sus ideas sobre filosofía hindú, y la buena ciencia ficción -nombre corto para el subgénero- toma de la sociología, de la religión, de la psicología, de la polìtica...).
También es excelente acudir a las conferencias libreta de apuntes en mano, conversar con entendidos, viajar con espìritu de observación...

Mas también hay talentos espontáneos para quienes una experiencia de vida puede ser mejor que una conferencia, si la anota en detalle y -después de un tiempo- la utiliza como material literario.

La única condición indispensable para quien desee llegar a ser escritor es, y ello parece perogrullada, que escriba, escriba y no se canse de escribir. Veinte páginas por semana, al menos.
Luego, que desarrolle capacidad de autocrítica y, si su temperamento lo ayuda, que busque consejo en otros autores, entendidos y objetivos (para ello se requiere humildad, cualidad muy escasa en nuestro medio alienante y contundente, donde el sano amor propio se desmesura fácilmente hacia la petulancia, la cual es una manifestación de nuestro subjetivo "deseo de ser importante" que dijera Adler. Todos somos pretensiosos, en mayor o menor grado: lo importante es que no se nos note).

Cuando el escritor se sienta ya cuajado, su rol es tan diverso como diversas son las personalidades humanas. Si también es poeta de ánimo cuestionador, ya tenemos a un Juan Montenegro Ordóñez, en Chiclayo; si su afán es el rescate telúrico, se orienta hacia la leyenda autóctona: Joaquín Huamán Rinza; si tiene bagaje y vuelo imaginativo a la vez, la ciencia ficción: Rubén Mesías Cornejo...

Al igual que todas las artes, la literatura es también un oficio, "carroñero" como dijera Vargas Llosa porque toma de aquella pulpa de la vida muy cercana de todo aquello que para los no escritores es obscenidad, impudor, prejuicio o misterio. Y la explicación es sencilla: quienes escriben han leído primero, y por lo tanto han accedido al conocimiento, el cual es el gran liberador de las telarañas mentales y anímicas que envuelven a noventa y nueve de cada cien mortales.

Otra cualidad, bastante escasa por cierto, es la pasión por escribir, aquella euforia creativa que nos arrebata y nos atrapa como el huracán al ave. En un hermoso relato aparece un editor sumamente utilitario que, por ser el único en un país extraño, pagaba bicocas al más talentoso joven de su plana de escritores. Y cuando su mujer le pregunta cómo es que, pagándole tan poco, estaba seguro de no perderlo, "es que no puede dejar de escribir", contestó el tacaño.

Estudio, práctica y fervor, pues, son las condiciones y las cualidades del buen escritor. Quien llegue a poseerlas, también llegará a merecer realmente tan alto calificativo.




CUENTO LEÍDO Nº 01


EL EUCALIPTO DE ANNEL

Por: David Huanilo


“Había una vez, en un reino muy lejano una bella princesa que estaba encantada por una bruja” - ese sería el inicio de tu historia –le dijo Rómulo tomándole la mano -y seguro que la bruja sería tu madre - si seguro contesto ella -y tú el príncipe, pero ahora estas en forma de sapo...hasta que te de un beso.
Caminaban juntos bromeando y riendo, a la sombra de cómplices algarrobos y molles, el sol brillaba en su orgulloso cenit, con paso lento pasaban el tiempo deteniéndose a observar las mariposas de colores primarios que revoloteaban alrededor de respetuosos girasoles, que inclinados, parecían hacerles venia cuando se deslizaban por el caminito de hexágonos de cemento con figuras preincas. Les gustaba este parque solitario, era el mas antiguo de la ciudad, aunque la gente decía que estaba construido sobre un olvidado cementerio de parvulitos de otra época donde las comadronas obesas mal atendían los partos de nuestras bisabuelas.
Ya fue haciéndose de tarde, el aire dominical acarreaba los compases borrosos de bailes populares que empezaban en algún barrio de pobres y sus recuerdos volaron a su infancia feliz jugando en cachitas de tierra o saltando acequias sin canalizar, llenas de plantas acuáticas y renacuajos asustadizos, y con amigos para toda la vida como lo era Annel , su compañera de esa tarde y de tantas otras , sombrías o alegres .
Sería un día cualquiera, sin embargo Annel viajaba en cuarenta y ocho horas a Alemania y las despedidas siempre son difíciles.
Creo que ya esta bien de paseítos -le dijo ella acomodándole la mochila - a lo que vinimos pues- así que avanzaron hacia la parte mas alejada del parque , donde los esperaban desde hacia ya buen rato , Gómez , un gordito orejón amigo suyo desde la infancia ,Anita Gonzáles , la morenita de ojos negros y mirada de ángel y Jeremías Orozco , todos juntos caminaros hacia la lomita cercana , que ya no pertenecía al parque pero estaba unida a él por un sendero de canto rodado –ya muchachos saquemos los arbolitos – pero Rómulo - interrumpió Jeremías falta agua tu y el gordo cojan los baldes y tráiganla del canal – es así que se pusieron a trabajar , en su viejo proyecto muchas veces postergado , el de resembrar la loma ,tenían pequeños sauces , chirimoyas , rosales de varios colores , muchos algarrobos y ceibos enclenques, que los compraron en la facultad de agronomía y otros los robaron del vivero del abuelo de Anita que vivía de vender sus árboles y flores a las señoras ricachonas del otro lado de la ciudad que los plantaban en sus enormes jardines aristocráticos .
La vida entre amigos y las cosas que hacían juntos siempre fueron agradables para el grupo, todos ellos se conocieron desde la primaria cuando el barrio de La Compañía de Jesús, estaba aun formándose, llamado así por la antigua Iglesia “San Ignacio”, perteneciente a esta orden, alrededor de la cual fueron asentándose las casitas de la emergente clase obrera a la que pertenecían sus padres o abuelos , así que aprendieron a crecer con olor a catequesis dominical y escuchando cada hora el campanario solemne de los Jesuitas , con la inscripción ”Ad majorem Dei gloriam” , escrito en molduras de yeso y que ellos memorizaron inconscientemente cuando aprendían a leer sin saber lo que significaba ; y cuando estudiaban en una escuelita solitaria en medio de un gran solar , muy bien implementada gracias a donaciones de turistas extranjeros que visitaban las huacas aledañas.
Después de clases y sobre todo en días calurosos iban a refrescarse al canal donde Rómulo , el gordo Gómez y Jeremías hacían bromas acerca de la desnudez de bronce con que las campesinas se bañaban sin pudor. Fue regresando de estos paseos que conocieron a Annel , su cabello negro, falda corta que dejaba ver sus piernitas chuecas y anteojos , vigilaba atentamente a su cachorro pequinés que caminaba con el potito apretado en busca de un árbol para satisfacer sus necesidades biológicas , al día siguiente en el plantel la profesora Rebeca , la presentó a todo el salón , saluden a su nueva compañerita – y todos “ hola Annel” – muy bien niños – “Annelcita siéntate adelante” añadió la maestra -ah una sobona -pensaron ellos.
La madre de Rómulo pronto se convirtió en buena amiga de la abuela de la niña , pues los recién llegados vivían al costado de su casa .Asi que empezaron a compartir mucho tiempo en el jardín común que tenían y en conversaciones por la tarde en el regazo del calor tropical.
Después de seis meses de haber llegado Annel doña Hilda , madre de Rómulo le ordenó a este que acompañe siempre a la pequeña de la casa al colegio y del colegio a la casa -pero mamá , no quiero caminar con esa niña , no me hagas eso además todos en le colegio me van a fastidiar –y es que Annelcita no era la hermosa chica en la que luego se convirtió sino una nenita escuálida , con anteojitos de fondo de botella que parecía pesaban mas que su cabeza – no se Romi – replico doña Hilda – a esa niña me la tratas como si fuera tu hermanita y nada de dejarla sola cuando te vayas a bañar al canal con los vagos de tus amigos , además te puede ayudar en matemáticas mira que no andas tan bien hijito y ella es tan estudiosa – y no le digas cuatro ojos si es tan linda y educada- ya sabes pobre de ti si no cumples.
Por lo que Rómulo a partir de ese día empezó a meterse la idea de la hermanita casual, aunque al principio fue difícil ; y un día frío con garúa de invierno se peleo con Tomás Herrera, por decirle ;dile a la sobona de tu novia que te sople en el examen de matemáticas – te he dicho que no es mi novia huevón es como mi hermana – algunos años después recordó este suceso cuando se dio de golpes con Gustavo Herrera hermano del primero por decirle – oye chino tu hermanita esta echa un hembrón tres días antes de la fiesta de quince años de Annel , al que también llegaron los insufribles hermanos Herrera con sus mejores ternos de casimir inglés , siendo el centro de atención de las tiernas féminas que recién estrenaban zapatos de tacón y hormonas de mujer oliendo a los perfumes importados de sus hermanas mayores que tomaban prestados cuando eran niñas ;y estaban que- Gustavito para arriba o Tomasito para abajo -o que- que bien bailas o bonita tu corbata cariño , todas excepto la quinceañera ,ella se la pasó bailando con Augusto Carvajal el segundo de la clase y del que Rómulo decía que nunca entenderá como una persona tan inteligente diga tanta estupideces juntas .pero es que estaba enamorado y ya no podía escapar del escalofriante universo marrón de los ojos de Annel o de su cabello negro o su silueta de bailarina árabe .Que distinta a la niña que llegó aquel lejano día, empujada hasta ellos por la banca rota de su abuelo y la muerte del padre , venían del otro lado de la ciudad abandonando sus jardines enormes y empleados humildes que tal vez serían hermanos o primos de las campesinas desnudas del canal .
Fue en aquella fiesta que conoció a la madre siempre ausente de Annel , que viuda la abandonó con los abuelos para irse a vivir a Lima con un respetable abogado , cuyo amor estaba condicionado a no tener ningún nexo con su compromiso anterior y esto incluía a la nena de 4 añitos que tuvo que quedarse con los dos viejos.
Durante su crecimiento pudieron ver el progreso del barrio de la Compañía , y ya no existía la pampa de tierra donde jugaban sino una plaza de cemento muy bien cuidada con ramadas de madera adornadas de flores coloridas , abundante gras y farolas de fierro que emitían luz blanca , aunque seguía siendo mas íntimo el otro parque antiguo en el limite de la ciudad , cerca del canal y de la lomita ,que Annel le gustaba visitar y donde enterraron a Pufi , el perro pequinés que siempre la acompañaba; pero estos lugares iban cambiando conforme lo hacia el barrio, tristemente los algarrobos , mangos y otros árboles fueron depredados , inclusive los huaqueros cavaron la loma , pensando que se trataba de una antigua tumba precolombina , pero no encontraron nada, solamente la abundante madera y leña de la floresta.
Ellos siguieron asistiendo al parque antiguo , y en días calurosos al canal aunque ya no se bañaban pues las aguas cada vez bajaban mas turbias , ya no encontraban campesinas desnudas , sumergidas en las aguas ni renacuajos .
Los fines de semana se quedaban hasta el anochecer , Anita contaba sus historias de fantasmas con la complicidad del llanto imaginado de las criaturas enterradas en el cementerio desvanecido debajo del parque inmemorial, o Jeremías acompañado de su guitarra cantaba los pasados valses con que las abuelas se enamoraban o los abuelos se emborrachaban llorando sus penas a las rocolas arcaicas de los primeros bares de la ciudad, y matizaba estas canciones con otras más modernas que hablaban de “las cosas buenas que no se van ,y es que es uno el que se va …” o de amores esquivos en noches desenfrenadas , que todos coreaban sobre todo Annel , con su preciosa voz de sirena mitológica ;le encantaba entonar canciones en ingles que Jeremías algunas veces no podía acompañar , y el resto del grupo decía – cállate Annelcita que vas a despertar a los inocentes malparidos -que dormían desde no se sabe cuando ,pero la dulzura de sus canciones extranjeras no hubieran hecho otra cosa mas que arrullarlos en su infinito sueño . En otros anocheceres Rómulo leía a poca luz sus versos de enamorado con el mínimo de retórica, pero eso si una pasión abrumadora por Pelusa Gómez, la prima del gordo una negrita agraciada con mirada de animal salvaje y caderas sinuosas de mujer mayor, que nunca lo tomo en serio pues le llevaba tres años.
En época de vacaciones se quedaban hasta la medianoche , a veces el gordo tomaba la palabra y contaba sus chistes subidos de tono y anécdotas graciosas de sus eventuales amores con damitas inexpertas y contaba- la Karinita se fue bien contenta con todo lo que le enseñé – o aconsejaba a Rómulo acerca de su prima Pelusa –ya sabes hermano -le decía- la negra es como todas no te conviene , ni siquiera lee los papelitos con versos que le mandas , pero bueno pues el que persevera alcanza – tranquilo gordo respondía Rómulo para su cumpleaños me los llevo a darle serenata , si a la antigua ,y seguro que con Annel haciéndome dúo la morocha cae, pero a la cantante no le agradaba Pelusa ,pues decían que una vez la vieron con un hombre casado y esas cosas.
Una de esa noches Annel tuvo la idea de resembrar la loma , y dejarla igual a cuando eran niños , todos decidieron apoyarla y conseguirse los árboles - claro decía ella y cada uno podemos sembrar un árbol , para cuando seamos viejitos vengamos a sentarnos a este mismo lugar cada quien en su árbol rodeados de nietos , para cotarles nuestras historias y los nietos del gordo aprendan sus chistes groseros o se rían de los versos a tu negra, Rómulo- no me digas eso hermanita respondía él esa pasión ya pasará .
A Annel se le había dado por la ecología y ya no cantaba las pistas musicales en ingles que su madre , ya viviendo en Europa, le mandaba , si no que se la pasaba yendo y viniendo de la biblioteca Comunal con libros acerca de especies en extinción o árboles ornamentales que pensaba podían sembrar, de la misma manera estudiaba la posibilidad de valerse de un parentesco lejano con el alcalde para gestionar la revalorización del parque antiguo y su anexión a la loma , incluyendo limpiar el canal , entre otras cosas, así que sus compañeros la veían de un lado para el otro , con Rómulo que se había convertido, ahora ,en su inconsecuente secretario ayudándola con solicitudes a indiferentes autoridades, para mejorar los espacios públicos olvidados al borde de la ciudad.
Y la veía también Augusto Carvajal , enamorándose más de sus cabellos largos y perfectos o imaginándose dentro de sus enormes ojos marrones , o estrechando su cintura sutil , la veía pasar sin poderle decir nada – ya pues Romulito ayúdame con tu hermanita – no te pases Augusto , por ahora a ella solo le interesan los arbolitos raros y los animales en extinción a menos que te conviertas en eso ella ni te va a mirar- y volvía a pensar –“ tan inteligente y tan cojudo”.
Todo se postergó cuando una mañana aciaga, su abuela encontró a Annel desmayada al borde de su cama, el barrio se congeló al conocer el diagnóstico, leucemia. El grupo sin ella ya no volvió a reunirse si no de noche para ir a la Iglesia Jesuita y desempolvar las oraciones que aprendieron en la catequesis Parroquial y luego retirarse en silencio a sus casas.
Dado el tratamiento y sus horarios, la siembra fue postergándose por algunos meses hasta , que la madre lejana y por la gravedad de la enfermedad , convenció a los abuelos para llevar a la chica a Alemania donde seguiría el proceso de curación .
A dos días del viaje por fin se llevó a cabo su ansiado plan, y todos plantaron los arbustos jóvenes , Annel sembró un eucalipto en lo mas elevado al costado de un sauce y decía el eucalipto soy yo y los otros árboles mis amigos tu eres el San Pedro, gordo y Gómez reía y tú hermanito el sauce, a Rómulo”
Se marchó de madrugada un lunes; todos la extrañaban sobre todo Rómulo cuando ojeaba el libro de aventuras que Annel le regaló , con imágenes de piratas malayos matando marinos ingleses , y una inscripción en la primera hoja “ Para mi hermanito de toda la vida…que seguro va a leer este libro sentado en una banquita del parque de siempre…”
Tres meses después, con la llegada de la primavera, Annel moría a los 17 años en un hospital de Frankfurt, sin poder soportar el tratamiento contra la injusta enfermedad.

Dedicado al inacabable recuerdo que me dejaron los seres entrañables que perdí en el tiempo y en lo más absurdo de los contextos…

CUENTO LEÍDO Nº 02

ELLA Y MIS LUCES

Por: Antonio Serrepe Ascencio
(Actual director Regional del INC-Lambayeque)
ANSEAS

Todo comenzó cuando tuve un sueño y extenso. Soñaba a colores, con un sol radiante que se ocultaba en el poniente, como un rojo incendio, muy redondo y muy brillante.
Luego soñaba con un coro de adolescentes que vestían con tules celestes muy brillosos, blondos y transparentes. Soñaba también con luces del arco iris y con un desordenado tropel de caballos azules y verdes.
Pero, no sólo en estado subconsciente, sino que despierto y despreocupado, también veía unas láminas de luz que se desplayaban en lenta procesión. Unas tras otra, pasaban las láminas parecidas al mercurio de los termómetros. Grandes y delgadas, dejaban ver sus transparencias.
A veces me reía a solas. Pero, no preciso desde cuando me río delante de la gente, en la calle, en los “combis”, en el mercado. Pero, no solo es risa; viene mezclada con llanto persistente y ruidoso. La gente me observa; se miran entre ellos y no dicen nada. Será porque mi aspecto es fiero, tal como me vi en espejo de mercurio.
Pero, no solo era risa y llanto; me sobrevino un tic nervioso muy pronunciado, que comenzaba en los hombros y terminaba en la cintura, al tiempo que yo me golpeaba la base del cráneo porque me dolía mucho. Le pegaba fuertes puñetazos a ese cráneo, porque sabía que de allí provenía todo.
Yo había vivido feliz, tranquilo y reposado, hasta que ella apareció. Sutilmente me fue conquistando, y su coqueteo, medido y agazapado, fue tendiendo su red sobre mi voluntad y mis sentimientos. Era muy bonita, coincidía con la mujer que yo había soñado. Al llegar, llenó el vacío que en mi vida se había hecho persistente, tenaz. Despertó mis posiciones, y le dediqué candorosas poesías y hermosas canciones.
Recuerdo que de niño ganaba los concursos de poesía y de composición, de joven, también; de adulto escribía libros. Era famoso, por eso un poeta al vernos dijo que formábamos una pareja ideal.
Yo era feliz; ella fingía serlo, sin que yo lo notara. Hasta que los encontré en un cuarto de alquiler. Escuché primero su risa, después sus gemidos de placer. Y esto, naturalmente, me conturbó y salió la fiera que siempre tuve en mí.
Por eso comencé a destruirle, a tomar venganza. Y la perseguí en sus estudios, su trabajo, su economía; su felicidad. Fui destruyendo el poco pero feliz camino que ella había andado, fui quemando sus esperanzas y sus ilusiones. Yo le hice magia negra, espiritismo y brujería. Parece que por estar en esta última, me excedí de “ayahuasca” y de “guarguar”, las hierbas que desenfrenaban y enloquecen. Ellos también las bebieron, pero extrañamente a él no les hizo daño. Es probable que fuera a la brujería a desintoxicarse, algo que yo no hice, ni ella tampoco.
Y bueno, me tienen aquí, dando lástima y molestias, viajando interminablemente. Me doy cuenta que viajo cuando subo a los ómnibus y veo pasar interminables los campos y las ciudades. Los veo desconocidos, cada vez más nuevos; nunca los mismos viejos pueblos que conocí. La gente, generosa y extraña, siente piedad y me ofrece comida. Pero, yo no tengo hambre. Me doy cuenta que es comida por olor. Cuando en las noches frías no hay luz, me alumbro con mis láminas de mercurio, por eso he aprendido a querer a mis brillantes luces.
Ahora duermo en las calles, en los mercados, en los basurales, ahí donde encuentro calor. A veces, pasan mis láminas de mercurio y veo mi dormitorio elegante y mi cama grande. A veces veo los exitosos momentos cuando ganaba los concursos, o cuando dirigía los cuales o cuando disertaba en las universidades.
Hasta que un buen día mis láminas luminosas pasaron conduciendo esa pareja, pero por separado. A ella la vi, vieja, andrajosa y enferma, la sarna la cubría y la desdentada boca pedía limosna por misericordia. Entonces me sentí feliz, aunque de esto me arrepiento.
También lo vi a él, pero, elegante y exitoso, llevaba del brazo a otra mujer hermosa y rica en vestidos. Pasaron entre mis láminas de luz, pero por supuesto, no me reconocieron.
Desde entonces, comencé a sentirme mejor, ya hilvana ideas, ya me hacía entender. Desapareció el tic y ya no hubo risas enlazadas con llantos. Ya no más luces rojas, celestes ni verdes. Debe ser porque piadosos amigos me llevaban al brujo, quien me tendió una “mesa” y me sanó.
Lo que si no recuerdo es cuando escribí este relato; si fue antes del rojo sol que se ocultaba, o después de él. No lo puedo precisar, porque ella y mis luces siguen llenando mi mente.

CUENTO LEÍDO Nº 03

CLAVO DE OLOR

POR ABRAHAM IBAÑEZ MELENDEZ (PERIODISTA)


No es una historia normal, tampoco pretende ser diferente, quizás solo sea la simplicidad del enojo que había evolucionado para perpetuar algo abstracto equivalente al símbolo que marca la frente. Tenía que ser el significado de los ancestros pues ellos entendían que más allá de la auto superación estaba el fin de siniestras etapas donde podían haberse estancado.

Un individuo marca la línea que oscila en su existencia y el aroma de los mundos son lo que obligan a permanecer absorbiendo la etapa menos nebulosa en las constantes, reiteradas, reincidentes y permanentes fases promovidas por el teniente quien comanda un pequeño grupo de salvajes con el pensamiento de obtener el título que les ha sido negado durante toda su existencia.

Necesitaban explorar mundos totalmente genéricos haciendo lo imposible por llegar a lo más alto. En ocasiones pasaron por hambre, frío, desolación y abandono obligándolos a retorcerse en su padecimiento. Esta fue la responsabilidad asumida por un líder a quien habían apodado Moby.

Él cantaba durante las noches y tocaba una especie de instrumento arcaico creado con huesos de animales que sacrificaban para subsistir. Este elemento le proveía de absolutismo sobre su alma e interpretaba versiones oscuras de marchas medievales que hacían del campamento un lugar preciso para la locura.

Algunos tenían temor por su sarcástica risa, otros intentaron escapar de la tarea pero al avanzar unos pasos eran cegados por la fragancia que expandía desde una grada construida con piedras que le permitían ser superior al resto, esta especie de fuerza les obligaba a retroceder y a contemplar como sus vidas se iban extinguiendo.

Al parecer el rostro de Moby jamás fue visto por el resto de individuos que le acompañaban pues era una máscara la que evitaba encontrarse con la luz de los demás, pero en un descuido al mirarse en el reflejo del agua cristalina en el lago del olvido y la incertidumbre uno de ellos pudo observar una marca en su frente, aquella que nadie había apreciado. Hasta ese momento ningún ente sobre el lugar se atrevió a espiarlo y desde allí Moby presentía que el ocaso estaba llegando.
Pasó algún tiempo que no se define por fechas u horarios sino por las ocasiones en que la luna expandía su brillo para darle dominio a este teniente que preocupado y con dolor continuaba en la música y había llegado a explorar algo con la pintura.
Un fuerte hedor se sintió cuando apareció el sol y Moby se incrustó una filuda piedra en alguna parte de su frágil cuerpo, desde allí las almas se liberaron de la prisión olvidándose del objetivo por el cual estaban en ese terreno para escapar hacia el horizonte que jamás se propusieron por ser sumisos, ahora la sombra de Moby los persigue en sus pesadillas cuando el teniente sueña con volver al campamento.

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