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viernes, 21 de mayo de 2010

La poesía esa vieja rueda que muestra las fauces de los sentimientos humanos

La poesía esa vieja rueda que muestra las fauces de los sentimientos humanos

“Sino construyes, no tienes ningún derecho a destruir nada de nada”

Buen poeta, pendejo como persona; propone humildad y le rinde culto a la egolatría; endulza con belleza las praderas, pero ensalina con sus actitudes su propio universo verbal; bonitas metáforas, mataperro en sus acciones; buen sentimiento expresado, mala actitud frente a los demás; excelente mensaje de sublimidad, pero hace todo lo contrario de lo que dice, quiere y propone. Eso podría resumir epigonalmente parte del endiosamiento al que se ha visto tentado gran parte de los creadores de la palabra: sus acciones matan el mito de sus creaturas literarias. En consecuencia: ¿las palabras y las expresiones dicen lo que dicen, expresan lo que expresan, vende lo que venden del mundo onírico y personal del poeta? Si el poeta dice “tengo frío en el alma y estoy a un cuarto menguante de tu efluvio”, ¿querrá decir que está sufriendo y que un amor lo puede aplacar? Eso lo escribí así de corrido y ni estoy enamorado y ni estoy sufriendo, sencillamente lo fingí, explícitamente lo construí artificiosamente, como correlato didáctico. ¿La poesía desnuda el alma y los sentimientos? ¿Expresa la interioridad totalmente? Creo que sí y no. Sí cuando es una constante congruente vida y obra; creo que no, cuando hay un divorcio entre la propuesta estética y la vida misma. ¿Que son separados y lo uno no tiene que ver con lo otro? No puede funcionar el cuerpo perfectamente sino hay la mente; no puede haber dicción sin pensamiento ni laringe; no puede haber poesía sino se vive y se siente; nuestra poesía es ser el resultado de nuestra vida, escamoteada o fingida, vivida y sufrida, hay una imbricación y puede que un poema salga del alma, del corazón, del hígado o las tripas, al final un poema esconde y muestra nuestras vísceras y perturba nuestras propias emociones y la de los demás.
La noche estuvo silente, frígida y lúgubre: de los cuatro inscritos sólo aparecieron dos:

JONATHAN LARREA COLCHADO.- Nos presenta dos poemas El día en sus 24 horas de historia, un título bastante sugerente y prometedor, existencialista que recrea su propio asombro por el misterio del tiempo, ese barbado y angurriento personaje silencioso. Este joven que se cocina como poeta, busca el artificio del reflexionar del tiempo, el filosofar de su propia vida y hace un recorrido por las etapas de la vida apelando a su propia experiencia. Simboliza neorromáticamente en anta ga suki desu, a su amada ausente, a la musa que no fue ni será. He allí el elam vital de sus resquemores y de sus acicates creativos. Los amores y empresas imposibles no sólo te hacen sufrir, te hacen vivir y escribir y morir lentamente como un caracol.
Jonathan se debate en un trance: apela a la estructura clásica de métrica y rima, pero se pierde y faulea yéndose al terreno del versolibrismo. Si alguien quiere seguir la tradición debe someterse a las preceptivas aristotélicas, pues debe ser consciente que ese terreno no sólo es laborioso, complicado y encuadriculado, sino que es una camisa de fuerza que puede distorsionar lo que quieres primigeniamente decir. Lo clásico sorprende por la artificiosidad, por el ingenio, allí es un duelo de talento; lo vanguardista, sorprende y obnubila por las libérrimas y novedosas formas de las posibilidades lingüísticas, allí irrumpe el genio e ingenio creador aplastando la cabeza a los cánones. No se puede patear divergentemente con los dos pies una misma pelota. Es necesario que reperfile su forma, porque su mente elucubrativa tiene mucho fondo, muchas ganas de decir y mucho impulso por las grandes ganas de vivir que se traduce en su poesía, llena de cotidianidades y un romántico espíritu rebelde y juvenil, gran caldo de cultivo y un pasaporte perfecto para emprender grandes hazañas y arrebatarle el mismo fuego a la muerte.

TERESA MENOR ALARCÓN.- Femeninamente tierna, pero como el escorpión peligroso: da y aguijonea. En su poema Amor ido, presenta un hiperbatoneado juego sencillo y tierno con el sentimiento y la nostalgia y casi sentenciosamente elucubra y ensaya un misiva versificada que nos habla de un desobsesionamiento de amor, de una purificación del recuerdo, dándose aliento así mismo: te puede liberar de un viejo amor, buscándole todos sus defectos y minimizando los grandes momentos, parece querernos decir. Es casi una cura y un resetear cuando el programa del amor se cuelga y ninguna tecla va hacia el pasado ni lo hace volver a la realidad. Es un poema de autocataris y una pócima de palabras del autoolvido.
En su segundo poema Vanidad: veo un dos en uno, un mismo título para dos momentos poéticos; en los dos primeros párrafos intuyo una anatematización del egocentrismo juvenil, pero al mismo tiempo -por sus propias palabras de la autora- un tributo al cuerpo ido, al amigo ausente, al que no sufre ni siente ni piensa, pero hay un encaramiento a la propia juventud que, mientras rezogante, derrocha vivacidad y autosuficiencia, vive alejado de todo miedo y previsión.
En los tres párrafos inferiores sentenciosamente el reproche es mayor al mismo vanidoso del ayer, hay un fino e iracundo –eufemístico- sentenciar gitano “Nadie te espera, tu nombre/ en el mañana no existirá”, un epifonema que castiga sin insultar, que difumina sin disparar, resolutamente un veredicto del pensar y sentir de una mujer herida, quizá enamorada, quizá sufriente, quizá amiga, quizá poeta, quizá soñadora disrrupta que despertó de un sueño metamorfoseado en pesadilla del ido.

Lambayeque, setiembre 03 de 2005

Nicolás Hidrogo Navarro
Coordinador General Conglomerado Cultural –Lambayeque-Perú


I BLOQUE POEMAS LEÍDOS
Por: Jonathan Larrea Colchado (Gen. 2000)
angel_inedito@hotmail.com


El día en sus 24 horas de historia
…Los días no transcurren…
Te lo digo en sinfonía de tu canto partido
Julio diez blasón de un guadañero.
Solo es la universal amiga ingrata
Que le confiesas que has vivido,
Y al saber de tus anhelos, sueños
He íntimo secreto cantaras bucólicas plegarias
Desde tu humano infierno
Ah no me crees pregúntaselo al viento
Ella Te convierte en su historia
Más otros se acordaran de ti…
Mi cuerpo de ceniza más fuerte
Que el soslayo metal, será un día
Enterrado en el olvido diáfano
De la verdad.
La tierra me mira por ser
Forastero.
La madre pregunta por el antepasado
Que ya no volverá.
¡Día a donde fuiste! …te llevaste
Sin querer mi niñez y me dejas ahora
Con una juventud que no tiene
A los linderos de Luisabel para ser guiado.
Y en una cerrar de ojos
Me convertirás en algarrobo viejo
Que volverá a ser otras ves cenizas
Cuando muera por la naturaleza calcinado.
Y sin darme respeto, de un minuto
De silencio pasaras por mis mercenarias penas
Como si nada hubiese pasado...
Por no tener sentimiento te quedas siempre soltera
Y seguirás como siempre adoptando hijos ajenos
Cuantos años estériles tendrás
Podría deducir que eres una amarga vieja que no puede
Caminar lento. A donde iras tan rápido
Acaso te perdiste. Que me mutilo el pensamiento, que por
Preocuparme por ti, en mi comarca
Ya había pasado la hora 24.

anata ga suki desu
No hay constelación brillante
Ni astro tan resplandeciente
Como el brillo apasionante
De este amor tenue y paciente.
Eres el consuelo principal
Que hace latir mi corazón
Eres el diáfano manantial
Que me hace perder la razón
Sueño tanto en ser poeta profano
Sin corazón solitario y herido
Donde la ímpetu de tu suspiro
Me harén en el lago de tu llanto
Bendigo aquel día, más a un al destino
Por la dicha de haberte conocido.
A ti que llenaste de paz el vació
Que me tenia contrito y deprimido
Al verte respiro tan acelerado
Soñarte me vuelve bienaventurado
Pues en mi osario mente se ha grabado
El nácar deidad de tu rostro anhelado
No hay palabras de libertad tan sabias
Como la que salen de tu corazón
No hay pureza de tu alma a luz lejana
Como la insomnita paz de tu interior
A veces a solas deseo tu caricia
La gozo a tu contacto y puedo suspirar
El suspenso de tu enigmática alegría
Me lleva aun sueño cual no quiero despertar
Me diste fe al decirme que me esperaras
Llenando así a mi implacable corazón
El más humilde y hermoso libro de poemas
De ternura y alegría tuya es su inspiración
Ahora no deseo en mi sueño tu presencia
Tampoco tu amistad pero si tu amor
Por tu ausencia una eternidad esperaría
Sabiendo que mi única perdición............

II BLOQUE POEMAS LEÍDOS

Por: Teresa Menor Alarcón(Gen. 2000)
teresamenor1@hotmail.com


AMOR IDO

Tus vestidos no fueron usados
quedan como la sonrisa mía
colgados en el ayer.

Cual tranvía que a su vuelta
desgastado regresa, así el corazón mío
por tu querer perdido, queda.

Cual gota que desprendida
baja para la rosa hacerla florecer,
así una lágrima mía
cae para del llanto hacerme desvanecer.

Y si alguien no ha vivido
amor ido, sólo no sufrirlo espera.




VANIDAD

En el ayer que joven eras
derrochabas hasta quedar en vela.
no sufrías ni llorabas y
cuando guapo te veías,
ante la ilusión de vanidades
tú, sonriente suspirabas.

Hoy vives sin querer y
cansado de eso estas.
miles de campanadas has escuchado
y tus ganas de volver, atrás
han quedado.

Tu mirada, que intenta encontrar
un nuevo rumbo, se nubla
en la oscuridad y enfrentar quiere
a la soledad que habita
en tu triste mundo.

Marcados caminos mal recorridos
descubre de tu rostro el empañado cristal,
y tintineantes granizos
ya no brillan al hablar.

Nadie te espera, tu nombre en el mañana
no existirá.

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