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viernes, 21 de mayo de 2010

LA VOCACIÓN LITERARIA Y LA PROHIBICIÓN SOCIAL Y FAMILIAR

LA VOCACIÓN LITERARIA Y LA PROHIBICIÓN SOCIAL Y FAMILIAR

Por: Nicolás Hidrogo Navarro

La imagen fatalista, marginal, desgarbada y estigmatizadora, licenciosa, desordenada, perromundano que se tiene del poeta como un pobrediablo o “un loquito que se computa en otra frecuencia”, ha signado y maculado la imagen del poeta o narrador. La tradición misma ha proyectado que el ser poeta o narrador es sinónimo de desarraigo, desocupado, infeliz, descarriado, muertodehambre y alguien que encuentra en la bohemia y en la escritura sus refugios y evasiones propias de su soledad, incomprensión y conflictuación permanente consigno mismo y con la sociedad de su tiempo. Pero este abonamiento a la imagen no ha sido gratuita y hasta ha sido exacerbada y emulada como un sino enclichado y que debe ser consustancial a lo que es y debe ser un poeta, por los hacedores mismos de poesía y narrativa.
Más que éxito económico, ha sido el halo de misticismo, fama, leyenda y misticismo lo que ha incentivado las vocaciones literarias entre los jóvenes, sumado a conflictos existenciales, retraimientos socio-emocionales, falencias empáticas, incomprensiones emotivos-familiares y la necesidad de buscar las compensaciones comunicacionales y asertivas que no logró en el feed-back directo con sus interlocutores. El éxito de un escritor ha sido siempre su trascendencia en espacio y tiempo, su admiración por el portento creador, transgresor y transformador. La fama mítica ha sido el gran imán que ha cautivado al metalector que cree encontrar en este oficio una manera de ser admirado, recordado y mostrarse por siempre alguien que debe tomarse en cuenta.
Pese a que esta estirpe rara, dinosáurica y en vías de extinción, pareciera que nadie le da la bienvenida ni los lee, ni los comprende ni escucha, aún se resiste a desaparecer. Y es que la vocación literaria se inicia con la lectura y el hechizo del libro, la profundización y diversificación comprensiva que uno encuentra en ellos. Un lector se anima a ser poeta o narrador en le medida en que se somete a un reto emulatorio y encuentra que la literatura no sólo es arte cuando se lee sino cuando se inicia desde la hoja en blanco y se llega a construir mundos ficticios tachonados de experiencias e historias verosímiles.
El gran problema para un joven que depende de la obligación del padre mientras menor de edad y del favor mientras se es ya mayor de edad, es revelar abiertamente su vocación. “Papá-mamá ya terminé secundaria, ahora quiero elegir ser… poeta…”, sería una expresión y declaración inverosímil. Uno es poeta, ante la familia, muchas veces, clandestino y se lo toma en cuenta cuando otros empiezan a admirar y valorar lo producido.
La reacción de la familia, esperanzada de que el hijo estudie Medicina, Derecho o Ingeniería, cuando se conoce que el hijo quiere meterse de lleno a producir y marketear su imagen poética-narrativa, es cortante, desvinculante, coactiva y bochornosamente peyorativa: “no vas a vivir de la poesía y cojudez y media… los poetas o son borrachitos, vagos, haraganes u orates que se refugian en cursilerías…”. El efecto inmediato de la familia es coactivo, chantajista: “o dejas de estar pensando en tonterías y te metes seriamente a estudiar una profesión o te vas de la casa y se acabó toda ayuda…, bueno y en el mejor de loa casos, ten a la literatura como un hobby y nada más”. Sentencias resolutivas y vitales y posiciones radicales de la familia muchas veces castran y matan vocaciones. Esto demuestra que nuestra sociedad no sólo a desembocado en utilitarismo pragmático, sino que la familia, la escuela y la sociedad en general se mofa y se ríe socarronamente de un oficio y aptitud creativa, sino que le dan la espalda a una grey marginada, marginal y rotulada como una cofradía de loquitos que sueñan con los ojos abiertos.
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Lambayeque, marzo 21 de 2006
Nicolás Hidrogo Navarro
Coordinador General Conglomerado Cultural –Lambayeque-Perú




A) Teresa Liliana Menor Alarcón(Gen. 2000)
De temática filosófica, hay en los poemas de Teresa un resabio de melancolía y preocupación por el tiempo, por el pasado, el futuro como una unidad de oposiciones que se conjugan en el presente.
Sentada sobre la base temporal, la disertación del amor, la vida, las penas, representan constantes de resignación y aceptación que la vida es un incesante bullir de conflictos y sufrimientos.
A través de este pensar en voz alta, Menor, aborda una temática disertiva poco usual en las mujeres, con gran tenacidad y profunda experiencia de vida.


B) Ronald Calle Córdova(Gen. 2000)
El tono elegiaco y casi vivencial le dan a la poesía de Ronald Calle un existencialismo puro que nos recuerda el humanismo doliente de Vallejo. Esto se evidencia en La muerte vista y sentida, que representa casi un responso borgiano. Con asunciones espectrales, el tono del poema nos trasmite el mismo pesar que el autor evidencia: una mirada lánguida que recuerda el óbito del amigo y que en él lo eleva a la categoría de un canto fúnebre y testimonio de recuerdo.
En La partida del amor en esta noche, hay una alegoría al amor como “sustantivo de hechos”, para ello se valen de elementos tristísimos, maleta, cartea, baúl, monte y la propia noche como un manto fúnebre. Es evidente que la intención de los poemas es conmover, antes que impresionar, busca transmitir soledad, ante que alegría, busca romper el alma, antes que cantarle un claro de luna perfumada.


C) Marhie Linares (Gen. 2000)
La poesía de Marhie es sensorial, emotiva, metastásica, intensa, preñada de vivencias metaforizadas. Es un trabajo lírico profundamente arropador de un lenguaje atípico, dejada atrás del tufillo romanticón de chica embobada. Es una propuesta dura, cósmica, con un buceo temporal, con un manejo de lenguaje intenso y un acaparamiento de neologismo y préstamos lingüísticos que le dan una connotación de una poesía madura y profunda en su esencia.
En ambos poemas en King y ¿Quién está del otro lado?, hay un sentido metafísico, capaz de entrar al espejo del tiempo y buscar en el otro lado de la oquedad, el silencio la respuesta a las grandes interrogantes de la vida. Pese a que el poema, al decir de la propia autora, está inspirada en hechos anecdótico y personales, los poemas parecen rebasar su propia pretensión y representan un vivo eco del tiempo en la profundidad de la vida.



I BLOQUE LEIDO
Por: Teresa Liliana Menor Alarcón

Qué feliz sería
Jaula de pajarillos no quiero ser, eclipse de luna, tampoco. Ser sol radiante, me alegraría. Y, si al unísono lograra escuchar a los pajarillos, su libertad cantar… te digo: ¡qué feliz sería!
Hoy
Qué es el tiempo, sino un prolongado e infinito hoy.
En el hoy las cosas son y no fueron, eres y no fuiste, amas y no amaste.
El hoy es el presente, cuando vives, sientes, amas, dices.
El hoy no es el pasado cuando otros amaron lo que amas, cuando otros tuvieron lo que tienes.
El mañana existe en el hoy cuando seremos lo que somos.
La vida
La vida es el aire que no se ve pero se siente, es un jardín donde se confunden espinas y rosas perfumadas; es como una sombra que no se moja, pero se acaba; un libro con páginas contadas y una historia que tiene final de ilusiones terminadas. Pero sobretodo, la vida es como una ruleta que rueda y rueda sin saber dónde irá a parar, como muchos en el mundo que viven sin saber a dónde van.
Yo pregunto
Díganme, señores. Quién vendrá a salvarnos de esta situación: de la violencia y desunión, del morir no por ley natural, sino porque, ante el hambre y las armas, el hombre no es de metal.
Quién vendrá a salvarnos de la muerte que vive por doquier y de aquellos que se matan por un querer.
Quién vendrá a salvarnos de la guerra e injusticia que hay en el mundo, de la indiferencia que siente aquel famoso sin rumbo; del niño que roba y camina cabizbajo por tu lado; y del vicioso que se droga para sentirse liberado.
Que el futuro es incierto, es una falsedad. Pues, si la muerte vive, en el futuro no morirá. Si el hambre existe, en el mañana seguirá. Y si la pobreza ahoga, en el mañana matará.
Entonces, quién cambiará lo que es un hecho. Quizá, sólo quede aceptar nuestra realidad y vivir, sin esperar ni preguntar hasta yacer en un lecho.

Después De Tu Partida
Te veo en el recuerdo
de aquel atardecer
cuando el regazo de tu seno
lentamente perdía,
y cuando de tu boca tus suaves
besos ya no sentía.

Te lloro en el recuerdo
de aquella noche
cuando por plegaria
de mis labios salía un
“no te vayas” sabor a ti

Te siento en el recuerdo
de aquella madrugada
cuando el calor de tus manos
lentamente perdía.

Te hablo en el recuerdo
de aquel aletargado día
cuando tus miradas lejanas
y frías me hacían sufrir.

Es por todo eso que tu hija
muy sola para no seguir
quiso también contigo partir

Pero, el tiempo no pasa en vano.
Hoy, después de tu partida,
he logrado entender
que padecer es parte de la vida.

II BLOQUE LEÍDO

Por: Ronald Calle Córdova

LA MUERTE VISTA Y SENTIDA

Desde aquí, desde este recuadro te miro;
hoy, me he sentado y otra vez he llorado
en el mundo, por el mundo.
¿Quién sabe de nuestro llanto?
Sólo tus cansados ojos de parpados caídos,
de mirar cansino, triste, moribundo…
Ellos si saben del canto triste, de lluvia a pleno sol,
de lluvias que mojan los labios
y queman el alma.

Desde este recuadro te miro,
desde este recuadro te admiro
y es por eso que escribo.

Ha desaparecido mi hermano ante mi vista;
como Dios; está acá, está allá, por todas partes.
¡Dios, haz humano al hombre!
¡Haz hombre a mi hermano!
No te cruces de brazos cuando tu creación
se destruye.

De todas las muertes, esta es más muerte
y mis ojos ya saben del dolor más caro,
ya saben del dolor que sólo tú me causas.

“RoCa”
Chiclayo, 09 de enero de 2005.

La partida del amor en esta noche
Cantaba tu partida una lágrima esta noche,
dime si llevarás tus culpas o las mías,
si llevarás mis días tristes llenos de tarde,
o talvez cargarás con las horas cantadas contigo;
todo, todo, en tu cartera, tu baúl o tu maleta;
dime si todo viajará contigo al sin retorno.

Beso tras beso dibujaste un adiós sobre mi cuerpo,
andabas por la historia recogiendo nuestros pasos,
montada en el lomo del ayer y su presente;
ibas mirando auroras, medios días, atardeceres
y en tu sueño me decías ya no puedo,
vagabunda, casi tarde, casi humana.

Cantando te has perdido en el silencio,
corriendo te has parado en el cansancio.
Una mano se ha movido tras la puerta,
unos labios se han cerrado tras un beso
y un adiós se ha sumado tras tus huellas
sin saber que talvez escapas de tu sombra;
has partido del jardín hacia otro monte.

Una lágrima, un beso y un adiós
han calentado la partida del amor en esta noche.
“RoCa”
Chiclayo, 24 de noviembre de 2005.


III BLOQUE LEÍDO
Por: Marhie Linares

1. Título del poema:
Se han suicidado las letras del diccionario
al borde de tu mesa, poeta;
y tu hemisferio izquierdo, quebrado,
se ha caído al abismo de la impaciencia,
y en el hades de tus preguntas se ha despertado,
descosiéndose al compás del segundero…

Esos respiros sepultados por la nada de un papel
se han vuelto puntos suspensivos al colarse
el más grande odio de lo infecundo
en ese hoyo donde dejas las escamas platinadas
que llamas piel,

tus pasos sin rumbo
han cuarteado la noche
y en las aceras de la avenida de tu desorden
escribes con crayón: “Me llamo King”

¿El rey de qué?
del segundero.

Y el poema es: KING

2.Título del poema:
Y allá donde el universo carece de nombres para sus estrellas,
y de luz para las tinieblas,
mi alma en exilio
(la media luna quebrada)
deambula quejosa,
oscilante,
con el vértigo de los moribundos
y la zozobra de los condenados.

Allá donde no hay abismos para aventarse,
mares para ahogarse,
y armas para lastimarse,
reside mi esperanza en su casa apolillada;
sentada está sobre la nada y…
se la comen los gusanos.
No hago más que llenar de puntos suspensivos
el letal abismo de mis preguntas...
¿dónde ahora mora tu nombre?
¿dónde descansarás la cabeza
mientras garabateo mis cuadernos con corazones?
¿qué soledad estarás curando?
¿en cuántas sonrisas te habrás columpiado?
¡cuántos violines me parecieron tu voz!
¡cuántas mañanas sentí esto más real, más carnicero!
¿Quién mojará su cabeza en la lluvia de marzo?,
pisará la grama salvaje y fuerte de mi arrebato?,
caerá de su figura la sombra, en celeste alivio al corazón?,
regará con sus mil sonrisas las áreas eriazas del mundo
al otro lado de la luna?...
¡¿Quiéeeeeeeeen?!
Y ese quién… ¿apagará todas las luces al partir, o me dejará una vela?

Y el poema es: ¿QUIÉN ESTÁ DEL OTRO LADO?

3.Título del poema:

Aún no se pasean las luces de mayo
por este abril ceniciento,
y la alcoba agrietó sus paredes de tanto llorarte…
y de extrañarte…
¡Veinticinco minutos!

En este carro de recuerdos se va huyendo mi tristeza,
y mi ser se parece a…
¿te acuerdas de mi sombra?
Mis ojos ya no desnudan el cielo de la tarde
que ayer murió sin perdón en el capitolio de un no…
¡Veinticinco minutos!

Y deliro…

Debajo del cenicero escondí tus uñas apretando mi cuerpo,
Tus manías, detrás del espejo,

Tu rutina, en mi mesa, como alimento;
Tu voz, en mi infierno,
Tus cartas, en el silbido del cartero
y tu ausencia, en el ladrido de mi perro.
Los silencios tuyos aún merodean la esquina de mi cuarto
Y llueve…
llueve mucho en esa parte…
cada madrugada
¡Veinticinco minutos!

Y me muero…
Muero con los calambres del miedo,
al insoportable poder de este amor sempiterno…
no sé si te odio…
no sé si te quiero…
y mi grito es de dolores parturientos
al intentar quemar tu recuerdo.
¡Veinticinco minutos!
¡Y será la última vez que abuse de tu tiempo.!

Y el poema es: “Veinticinco minutos”

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