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lunes, 4 de julio de 2011

ENTRE LA TIRANÍA Y LA FELICIDAD- Discurso de presentación del libro De Papel o de Madera - Por: William Smith

Discurso de presentación del libro De Papel o de Madera
ENTRE LA TIRANÍA Y LA FELICIDAD

Por: William Smith

Escribimos por que hay en nuestros dominios internos una necesidad de urgencia que se parece más a la angustia, que a un placer humano de este u otros mundos. Por que como los fantasmas, los poemas, los cuentos, los relatos, los artículos, los ensayos, aparecen a cualquier hora y en cualquier lugar, y nos reclaman hacerlos tangibles en una realidad que es propia e íntima y que más pronto que tarde ha de pasar a ser colectiva y pública. Porque como los súbditos de un rey antiguo, hemos de levantar enormes e innumerables castillo de palabras que se han de convertir muy rápido en historias que nos dejarán descansar sólo después de haberlas entregado a nuestros posibles lectores. Y es que la literatura tiene, precisamente, esa naturaleza autoritaria, despótica, absolutamente imperiosa, haciendo de los escritores los seres más subyugados de la tierra, los entes más sometidos de entre todos los entes que pueblan la humanidad. Por eso tenemos, debemos, despóticamente también, que publicar. Por que sólo así nos vemos, nos sentimos, libertados, excusados, redimidos, de ese absolutismo voluntario que es la literatura. Por eso, a aquella angustia, a aquellos fantasmas, a todos aquellos castillos de cientos y miles de palabras, los convertimos, los cristianizamos, en libros. Por eso, amigos y amigas, los escritores tenemos que publicar: para despojarnos de la servil condición a que nos somete la poesía, la literatura. Sólo de esta manera, es decir, entregando a las gentes nuestras obras, nos hacemos libres y capaces de seguir en la vida sin culpas, sin rencores, sin conflictos para poder entender la posibilidad de la existencia de la felicidad. Por que la literatura, también, posee ese grande encantamiento que únicamente puede ser comprendido a través del acto o el hecho creador, que nos ofrece el estado mayor de toda condición humana y sobrehumana: el sentir el estupendo prodigio de la realización y la placidez intelectual.



Es por eso, y no por cualquier otra razón que hoy, en esta noche, les presento mi De papel o de madera, una obra que reúne -creo yo- todo lo posiblemente rescatable de esta tiranía y felicidad en las que durante poco más de 25 años he lidiado en contra y a favor de la literatura. Sólo para honrar a ésta y para reivindicar mi propia condición de escritor. Por su parte, esta obra contiene 7 poemarios: Esotra Guerra, Libro del mismo amor, Poemográficos y Otros poemas, que hacia el año 1997 reuní y publique con el título general de Libre invención; De una nueva estación y otros poemas de amor, Reencuentro y otros motivos de amor, que son inéditos hasta antes de esta publicación; El parque está lleno de fantasmas y otros poemas, que ya fue publicado en el 2004; asimismo tres cuentos cortos y un relato más o menos largo con los cuales participé en algunos concursos y que benévolamente fueron acogidos y premiados; 35 artículos periodísticos y 5 ensayos que son las consideraciones críticas de obras de poetas, escritores, compositores y otros artistas coleccionadas bajo el título de De papel o de madera; y finalmente una pequeña obra de teatro titulada Para qué la navidad, por la cual guardo un cariño especial por tener ésta una temática que va muy de acuerdo con mi expresa fe cristiana.



Finalmente, ¿Por qué De papel o de madera? Simbólicamente el papel representa a la poesía, y la madera a los otros géneros retóricos que se abordan en esta obra general. Significa la relación misma que he venido sosteniendo, a través de los años, con las desiguales formas de crear, de escribir, y que muestra de muchos modos aquel estar conviviendo con diferentes entidades, las mismas que, paradójicamente, se juntan en una única pasión: la literatura. Allí está, constituyó por muchos años el voluntario encierro, el servil apego intencional al despotismo de la literatura, y ahora en las manos de vosotros la singular liberación de la independencia que, sin ninguna duda, pronto volverá a su eterno círculo vicioso del volver a volver. Muchas gracias.



Ferreñafe 25 de junio de 2011





AHI ESTÁ LA LUNA PERO NO LA MIRES

(Antipoética de la luna)



Ahí esta la luna

pero no la mires.



El último romántico

fue un marinero inglés viejo y barbado

inflado de pasión y navegando insomne

entre los vestigios de un naufragio

gradual.



Ahí está la luna

pero no seas reverente.



Es difícil ante un torso desnudo

y equilátero como es

pero no por eso puedes alargarle.

Voltearías a mirar y si lo haces

ya no tendrás más tiempo para aprender:

el meneo infinito de las aguas

el lumbre del sol en días de verano

y para siempre serías sumiso y sensible

como una mariposa ebria.



Ahí está la luna

pero no seas reincidente.



Has de saber ante todo

que más vale un astronauta músico

que cien poetas oscuros

y que la poesía solo conduce





a desconfiar de los caminos, de las playas

de los autos estacionados en los parques

y nada es más peligro que mojarse

bajo la lluvia o detenerse

frente a una mujer nos mira desde

la esquina, ya lo sabes.



Ahí pues está la luna

pero no la mires.



Te volverías un danzante

como los ciegos ilusionistas

a la entrada de un convento, y tú

ya no eres más un ciego.

Hoy miras al norte y al sur

al este y al oeste de esta ciudad

consumidas en las llamas de un fuego fatuo

que nunca conocimos.



Ahí pues está la luna

pero no la mires.



Posa sobre ti como una mujer

pero se incrédulo.

Puede pasar que después de esta noche

ya no seas el mismo y después de beber

te tires a los burdeles

como un inmigrante

a decir tonadas que ya nadie

gusta recordar y cada vez

son menos necesarias

y olvidables

como un indumento

inútil.



Ahí pues está la luna

pero no la mires, ni reverencies

ni reincidas y se incrédulo

ya lo sabes.



Y recuerda por siempre

que más vale un astronauta músico

que cien poetas oscuros

y que la poesía en un follaje:

con sus ramas prendamos una hoguera.



De: Libre invención (1990)





INÚTIL VECINO DE LA CIUDAD



Solitarios son los actos del poeta

como aquellos del amor y de la muerte.

Luis Hernández, Vox Horrísona.





Todos alguna vez abrimos una puerta

que puede ser una campana.

como ciegos tanteamos en la oscuridad

de las imágenes.



A veces

sólo a veces

escribimos un poema memorable

larga canción como una danza guerrera.



Un buen día llegamos al mar

o a una isla.

Allí descubrimos que la poesía es un velero azul

Y que el tiempo lo vuelve de papel

o de madera.



Papel y madera sobre las aguas infinitas.

Inútil es la sustancia humana parta todo eso.



Es allí donde no llegan los aeróstatos

donde pastan peces y se entrecruzan

vírgenes y malhechores

donde se escucha la voz de una flor

(metalenguaje de la vida y la muerte)



Es allí donde miro

(con solvencia)

Una estrella apagada en el firmamento

constelado.



Inútil, no lo entendería.

El vecino de la ciudad no lo llega a entender.



De: Esotra Guerra (1993)





EL MISMO AMOR



El mismo grito

que irrumpe la noche

tercia nuestros cuerpos dormidos

pero no sólo es el grito

también la vida.



La misma vida

que fusiona la noche

entrama nuestros cuerpos prorrogables

pero no sólo es la vida

también el frío.



El mismo frío

que lapida la noche

define nuestros cuerpos petrificándolos







pero no sólo es el frío

también el viento.



El mismo viento

que asalta a la noche

tira nuestros cuerpos indecibles





pero no sólo es el viento

también el tiempo.



El mismo tiempo

que gasta a la noche

olvida nuestros cuerpos indomables

pero no sólo es el tiempo

también el amor.



El mismo amor

que obstruye a la noche

falsea nuestros cuerpos displicentes

pero no sólo es el amor

también el vacío.



El mismo vacío

en que cae la noche

destina nuestros cuerpos impidiéndonos

pero no sólo es el vacío

también la muerte.



La misma muerte

que detiene a la noche.



De: Libro del mismo amor (1996)





QUÉDATE



Quédate con tus 23 y no vayas a dejar de caminar por la calle

con tu gorra de aviador y tus zapatillas de muchacho.

Entra en la cafetería y espera que alguien te hable de la noche, del mar o de cualquier otra cosa,

es mejor que permanecer en casa controlándote el periodo, el acné, el clima de la mañana

que ha de humedecer muy temprano tu acera, tu jardín, tu loco corazón insurrecto.

No dejes nunca de pensar en ti como en una ciudad o como en un velero de aguas recónditas,

y en mí como a un inmigrante sin hotel o como un marinero sin puerto a punto de varar.

Haz de cuenta que no es el tiempo lo que avanza o se detiene, sino el río, el amor,

el soplo de un beso sobre tus ojos entrecerrados.

Y no te alejes demasiado del estanque de aguas dormidas que es mi deseo.

Ni de mi silencio de pájaro. Ni de tu forma de descubrirte feliz como una marmota en febrero.

No te asustes por que llamo siempre a tu puerta como un ciego,

no siempre el pan y el vino que recibo es vasto para mi avidez de escribiente.

Quédate con tus manías de puritana mayor que no consiente faltar a misa y al confesonario,

pero sigue inclinando tu balanza a la aventura de tu amor en timo.

Duérmete en mi pecho y despierta entre mis manos que han viajado toda la noche

las montañas de tu cuerpo sin límites.







Quédate con tu pelo de viajera a la ventanilla y con tus labios de pájaro frutero:

llama mi nombre por la carretera en verano, pica la manzana de mi corazón dormido.

Y no te conformes con pasar por mis libros, entra en sus poemas

y nómbralos como los reyes lo hacían con sus árboles y sus cisnes, con sus esclavos y comarcas.

Ofrécete a la tarde y a las alas de la tarde

y ensaya volar otras azoteas fuera del territorio de tu deseo heterosexual,

pero no sueltes mi mano para salvarme de la rutina de la noche sin alas.

Quédate para siempre con tu edad de célibe y no dejes de imitar a Elena de Káprica

con sus minifaldas de popelina pedaleando a todo aire su bicicleta rosa.

Haz de cuenta que no es el azar el que entra o sale, sino la playa, el amor,

el vuelo de un palabra muy cerca a tu oído en sosiego.

No devuelvas a la felicidad tu alegría de petirrojo ni al sol tu lumbre de estrella titilante.

Quédate con tu concepto nihilista del matrimonio

y con tu noción entusiasta de la salvación de las almas.

Anda siempre como Urco silbando por plazas y parques una balada de figuras.

Y no pierdas nunca tu voz de gaita. Ni tu lengua de durazno.

Ni tus ojos de voyeur. Ni tus caderas de potra.

Y sobre todo no renuncies jamás a tu amor en ejercicio de su propia libertad.

Y no abdiques a tu risa y ternura.

Y no dimitas a tu peso y medida.

Haz de cuenta que no es la muerte la que asecha y desiste, sino la luna, el amor,

el roce de unos dedos sobre tus pezones crispados.

No te vuelvas actriz de otras vidas.

No te hagas intérprete de otras canciones.

No te mires reflejada en otros espejos.

No te cuides de no tener prole y pecados como se tiene bragas o recuerdos.

No te finjas adulta, puntual, inequívoca, temporal.

Quédate con tus 23. Quédate como ahora.

Pequeña como una cereza.

Dócil como un pañuelo.

Limpia como la lluvia.

Secreta como una plegaria.

Sin miedo como la noche.

Desnuda como el vacío.

Así como ahora. Así, ahora que yo, viejo,

me principio -me regreso-

a enamorar.



De: El tiempo sobre la palabra (2010)

"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant

jueves, 30 de junio de 2011

"AZUCARADAS", UN NUEVO TEXTO Y PRE-TEXTO EN LA LITERATURA LAMBAYECANA

"AZUCARADAS", UN NUEVO TEXTO Y PRE-TEXTO EN LA LITERATURA LAMBAYECANA

Por Gilbert Delgado Fernández

“Azucaradas” (2011), con este título se designa a un acopio de textos diversos entre los que encontramos relato con poesía popular insertada, discurso académico, artículo periodístico, ensayo…; donde la realidad y la ficción han sido azucaradas con el humor que se desliza a través de los personajes, aderezados los discursos académicos con un toque artístico en el lenguaje y sazonados los comentarios literarios con la lucidez que presta el enunciador a sus lectores. La acción de azucarar le corresponde al panadero, así como aderezar o sazonar al cocinero en general. Las imágenes culinarias, en concepción de Bajtin, están íntimamente relacionadas con la cultura popular.



Ha de ser, entonces, hacia la cultura popular a la cual va dirigido el acopio en cuestión que asume la función no sólo de entretener, sino también de educar a través de la exposición que informa (El rol motivador de Runakay) e invita a la reflexión y a la crítica (Universidad y docencia).



La sección de relatos breves denominada Creatividad, liberados de cualquier atadura formalizadora por lo que nos recuerda a Osho cuando afirma que creatividad es libertad, recrea el espacio de lo cotidiano y coloquial, el desenlace jocoso en que el autor se mueve con soltura quedando manifiesta una vez más su simpatía hacia el folklor, al tiempo que se permite ensayar diversas tesituras dentro de su registro lingüístico.



El relato que da inicio a la sección Creatividad, ha sido rotulado como Porque su gusto es…, título que invita a la indagación puesto que constituye una proposición cuyo complemento habrá de encontrarse en el contenido del relato que por su brevedad física refuerza el ánimo del lector por la lectura. El autor, conocedor de nuestra idiosincrasia, ha barajado dos de nuestros rasgos en provecho de su éxito: la afición por el chisme y el afrontar la lectura con repelús.



Dicho relato contiene la confrontación, mediante un contrapunto poético, entre una acreedora quien intenta incentivar en su deudor el ánimo de cumplir con una arruga de hace un año. Para ello, elige una forma muy peculiar además de extraña: recitar un epigrama. El contenido es muy evocador del triolet Para verme con los muertos de don Manuel González Prada:



No son muertos

los que yacen en la tumba fría.

Muertos son aquellos

que me deben hace un año

y… ¡No me pagan todavía!



Un mal muy difundido en nuestros medio consiste en la amnesia pospréstamo, más conocida como perromuerto, la cual ha servido de motivo para este relato breve que desde su dimensión moralizadora zahiere esta actitud al tiempo que advierte de la ingenuidad de quien aún accede a dicha práctica.



La función competición o lucha del programa narrativo fundamental de este relato, atiende a los momentos ataque, defensa y soslayo. Variante, esto último, que ensaya el deudor y de esta manera queda configurado como el típico conchudo; es decir, aquel recubierto por una indiferencia pétrea, como la epidermis del molusco, lo cual impide que su sensibilidad sea afectada.



Por la calle, me han cobrado

y de eso, vengo riendo.

Tengo plata y no les pago

¡Porque mi gusto es… seguir debiendo!



En Para felicidad de la patria, se recrea la patinada de un joven locutor durante una emisión radial. Lo de “joven” no es gratuito, pues el relato invita a la reflexión con respecto de lo que han venido convirtiendo las emisoras radiales, hoy invadidas por locutores chicha. El fenómeno satelital les impone una competencia abrumadora y para sobrevivir alquilan sus espacios a cualquiera que demuestre condiciones para asumirlos económicamente, antes que ética o, al menos, decentemente. En las combi, por ejemplo, donde somos oyentes cautivos, hay que soportarlos con sus fórmulas repetidas hasta el hastío, sus bromas de doble sentido con los infaustos oyentes que osan llamar, sus insinuaciones con el operador acerca de cuestiones privadas que a nadie le interesa conocer… Sobre este punto gira el segundo relato cuando el “joven” locutor, por inercia e irreflexión de sus actos elocutivos, inmiscuye en el discurso necrológico un retazo de otro que no viene al caso, pero que le otorga el tono jocoso al relato: “¡Descanse en paz para felicidad de la patria y del Perú!”.



En Lo ha dicho usted, el programa narrativo presenta la función contrato; es decir un mandato y su cumplimiento. El pretender salir ganando aun cuando nos sabemos perdedores, inventar una excusa para lo inexcusable, el aupar sobre los hombros de otro la carga de culpa que nos corresponde soportar a nosotros y, sobre todo, los artilugios a que recurrimos para conseguirlo es un asunto muy atractivo y digno de la reflexión que el autor toca en uno de sus relatos mejor logrados— es una apreciación personal— de esta sección. El mandato del viejo hacendado es: “¡De aquí en adelante, no quiero escuchar de ustedes que tal caballo, res o carnero ha muerto!”. Al fenecer un caballo, Pedrito, uno de los encargados de cumplir con el mandato, se dirige en los siguientes términos al patrón: “… el caballo “Lucero” está en el prado, le entran las moscas por la boca y le salen por el rabo… ¿Quieres decir que mi caballo ha muerto? Yo no dije eso patroncito… ¡Quien lo ha dicho es usted!”. Conocedores de nuestra incompetencia e irresponsabilidad y en atención a la necesidad de sentirnos bien nosotros mismos, aunque el ceño fruncido del otro exprese la incredulidad con respecto de nuestros argumentos, es que ensayamos, a veces, las más increíbles salidas.



En Voy a relatarte lo que cierta vez me contaron, la historia parece salida del subconsciente colectivo y se orienta a revelarnos los más comunes deseos reprimidos y la manera más práctica de realizarlos. Un hombre que duerme solo en su chacra en épocas de cosecha (hay que entender el “solo” como “solamente”, adverbio, y también como “sin compañía”, adjetivo). Determinada noche, se le aparece una mujer de hermosa cabellera para jugar con las partes íntimas del susodicho. Adviértase la prioridad que adquiere el cuerpo, “hermosa cabellera”, aún tratándose de una entidad espiritual. Él, no pudo soportarla y con indignación le arrancó un mechón de sus cabellos. ¿Con indignación? ¿Esa indignación no expresará, más bien, un sentimiento de culpa? Pero, ¿de qué? Lo indudable es que no convenció a nadie con su historia, pues en vez del cabello de la mujer sólo contaba con pajas de arroz. No es casual que con la palabra “paja” se designe también a los procedimientos de autosatisfacción sexual. Entonces, queda claro lo que estuvo haciendo el hombre en esa noche. Además, que el sentimiento de culpa era por un cargo de conciencia posmastubatorio.



Hallamos, también, relatos en los que prima el absurdo como en Por el incendio de su casa, Para que no entre el temblor; actitudes negativas y su merecido castigo como en Por tener asco; situaciones donde la jocosidad ha sido confiada a una confusión paronímica como en Por conocer su enfermedad; ironías del destino como en Por saber hablar, cantar y bailar…



Finalmente, si bien de alguna manera se ha logrado precisar, es necesario también destacar la importancia de este trabajo como texto motivador para la lectura en las aulas al igual que para el lector que busca el entretenimiento desprendido de cualquier pretensión académica; en cualquiera de los dos casos, se tratará de un ejercicio provechoso para el pensamiento.



Mi saludo maestro Carlos Horna Santacruz y quedamos a la expectativa de los efectos que produzca ésta, su reciente entrega.



Gilbert Delgado Fernández.
Maestros Constructores de Textos
(MACOTEX)

"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant

NOCHE AURORAL EN LA PRESENTACIÓN DE "VISIÓN CRÍTICA DE LA LITERATURA"

NOCHE AURORAL EN LA PRESENTACIÓN DE "VISIÓN CRÍTICA DE LA LITERATURA"

Por Bernardo Tineo Tineo


Un saludo a todos ustedes, amigos escritores, periodistas de los diversos medios de comunicación, que se han congregado en este auditorio, en donde me han acogido y siento el abrigo del calor humano que me brindan y vuestras miradas que acarician este ambiente, hacen de esta noche, una noche auroral.

En la década del setenta, en esta ciudad me inicie en mi actividad literaria, siendo aún estudiante en el nivel secundario en el Colegio Federico Villareal y hasta ahora continúo escribiendo y publicando mis libros.

La creación literaria y la investigación de la cultura regional, nacional, como historias, mitos, leyendas especialmente de Olmos, me han dado muchas satisfacciones. La adversidad, la incomprensión no han podido vencerme; porque continúo recorriendo este camino áspero, pero luminoso. Digo incomprensión, porque a los poetas y escritores, la sociedad los considera “locos”, pero no somos dementes, sino lúcidos. Este calificativo se debe por el bajo nivel cultural de algunas personas, porque no comprenden que echamos luces sobre sus sombras.

Aprecio la producción de los más notables poetas y escritores lambayecanos, en donde tengo muchos amigos, cuya amistad la guardo en el cofre arcano de mi corazón, como algo perdurable, que ni el tiempo, ni la distancia podrán apagar la luciente estrella de la amistad.

Entre los poetas y escritores que más celebro sus creaciones son los de Alfredo José Delgado Bravo, sus versos trasuntan sentimiento social, visión local de contenido universal. Sus libros de ensayos han merecido mi atención, como los que titula LA POESÍA DE JELIL, LOS MÓVILES EXISTENCIALES DE TRILCE, son de alto valor académico, por sus análisis e interpretación de los poemas de José Eufemio Lora y Lora, de César Vallejo, con los que nos muestra su verdadera maestría analítica.

Narraciones de gran contenido social y humano son los libros PAREDES DE VIENTO, RASTROS SANGRANTES, de Andrés Díaz Núñez; el último libro es el que más lo han preferido los lectores, porque su autor ha realizado numerosas ediciones hasta la fecha.

Las tiernas y candorosas poesías infantiles de Javier Villegas Fernández, son bien acogidas por los niños. También Leonela Másquez Solís, continúa publicando, sus creaciones que me ofrecen un aire de ternura y candor.

Los trabajos antológicos de Néstor Tenorio Requejo, son una muestra de infatigable investigador, admirador de las obras de Julio Ramón Ribeyro, uno de nuestros clásicos narradores peruanos; de Mario Vargas Llosa, hoy Premio Nobel de Literatura, que los peruanos celebramos con gran regocijo, porque es el primer compatriota que pone en el más alto relieve del mundo nuestra literatura. La temática y los escenarios de la mayoría de sus obras representan la realidad social del Perú, que continuarán analizando los estudiosos en los círculos culturales y académicos del mundo.

Nuestro crítico literario y ensayista de mayor prestigio, que prosigue en plena actividad es Luis Rivas Rivas, con su LITERATURA LAMBAYECANA, nos presenta un verdadero panorama de la historia literaria de nuestra región. En este libro se aprecia un informe cronológico de la labor literaria y periodística de Nicanor de la Fuente (Nixa), nuestro patriarca de la literatura regional. En los siguientes capítulos expone su valoración de otros literatos. También Rivas Rivas, en las páginas del Dominical y de Lundero, del diario La Industria, publica valiosos análisis y comentarios de obras literarias de autores locales y nacionales y de otras latitudes.

Existen otras valiosas plumas fecundas y creadoras de renombre nacional e internacional, que han llevado el nombre de Chiclayo a ponerlo en el más noble sitial de la literatura en el exterior de nuestra patria. Son varios; pero sólo voy a referirme a uno de ellos, que es José Eufemio Lora y Lora, conocido como JELILI, que nos dejó su primigenio libro ANUNCIACIÓN, es una muestra del genial poeta modernista, admirado por el gran escritor colombiano José María Vargas Vila, al ser presentado su libro inédito por Chocano, pidiéndole un juicio crítico. En esta noche de fiesta cultural, en que confluyen nuestros sentimientos por la admiración a tan insigne poeta, permítanme que invoque su espíritu iluminado de lirios de ternura, para que se levante desde la tumba, como Lázaro y venga desde Paris a acompañarme en esta ceremonia de presentación de mi libro VISIÓN CRÍTICA DE LA LITERATURA, en este ambiente donde se reúnen los más selectos espíritus de la cultura y me hacen sentir gratamente fortificado. Porque después de estar alejado por un tiempo, he venido a esta reunión, gracias a la gentil y amical coordinación del poeta Javier Villegas Fernández, y Nicolás Hidrogo Navarro para reencontrarme con amigos de mi generación y de varias generaciones y me place verlos que continúan siendo jóvenes, porque el hombre intelectual que continúa escribiendo y publicando libros, no puede envejecer espiritualmente. Por eso el poeta tacneño, Federico Barreto, decía:

Muertos no son los que descansan

en dulce paz en la tumba fría,

muertos son los que tienen el alma muerta;

pero aún viven todavía.

Como ejemplo de lo que digo, es Nixa, poeta y periodista que nos acompañó más de cien años, en plena actividad intelectual. Sus obras permanecerán en las bibliotecas para que las nuevas generaciones lo lean, se nutran espiritualmente de sus poesías, de sus anécdotas que tienen sabor y humor a chiclayanidad.

Recuerden que los grandes imperios del oro pasan, las pinturas se descoloran, se deterioran; pero los libros sobrevivirán en el tiempo. Y el que tiene un libro o una biblioteca en su casa, tiene el tesoro más valioso para su espíritu; porque la lectura de un libro nos mantiene siempre en comunicación con el mundo, por muy aislado que estemos; porque leer un libro es como si conversáramos con su autor y nos permite avizorar bellas escenas, reales o ficticios. Toda obra literaria nos brinda información agradable, es como si ingresáramos por primera vez al Museo Tumbas Reales de Sipán y nos sentimos con el espíritu exaltado, admirando tanta belleza artística de los Moches. Aunque ellos no conocieron la escritura que dominamos; pero si nos han dejado sus mensajes en sus objetos de arcilla, de oro, en el que apreciamos hermosas escenas de sus rituales, es decir, lo más atrayente de la cosmogonía andina.

La literatura es una obra de arte y el arte es universal, porque los libros, pueden viajar por el mundo y conservarse en cualquier biblioteca, como los libros de los primeros filósofos griegos, que hasta ahora lo leen los educandos, los maestros, los políticos y toda persona que desea enriqueces con más conocimientos.

Como toda obra literaria es producto del espíritu, si este libro sirve para iluminar el espíritu de sus lectores, me sentiré satisfecho de haberlo publicado y lo dedico como un homenaje a todos ustedes.



Gracias.

Intervención del escritor Bernardo Tineo Tineo en la ceremonia de la presentación de su libro VISIÓN CRÍTICA DE LA LITERATURA, realizado en el auditórium de la Alianza Francesa, en la ciudad de Chiclayo el día 19 de noviembre del 2010.



"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant

MANIFIESTO- NEPER PERÚ- POR LA CULTURA EN LAMBAYEQUE

NÚCLEO DE POETAS Y ESCRITORES REALISTAS

“ NEPER- PERÚ “

MANIFIESTO



Los poetas y actores del NÚCLEO DE POETAS Y ESCRITORES REALISTAS “NEPER-PERÚ”, se dirigen a los intelectuales de Lambayeque y el Perú, a los grupos artísticos, asociaciones culturales, personas jurídicas y público en general para manifestarles:

QUE:



- Siendo la cultura el universo de nuestros bienes materiales e inmateriales y el arte “LA EXPRESIÓN DE LA INTELIGENCIA HUMANA” PUES UN PUEBLO sin arte es pueblo sin alma.

- Que el ministerio de cultura promueve, defiende y protege EL Alma de los peruanos.

- Que el funcionario que administra y dirige la noble creación de LOS INGENIEROS DEL ALMA, debe ser una persona proba.



POR LO TANTO:



1. Rechazamos el haber convertido al I.N.C.-LAMBAYEQUE, en una Institución de cierra puertas como una “empresa privada”.

2. Que esa no es la forma de controlar el orden de quienes deben y como deben ingresar, es una actitud “elitista” y marginadora de LA CASA DE LA CULTURA DEL PUEBLO LAMBAYECANO.

3. Que al arte , como parte de la cultura, lo expresamos todos los intelectuales, grupos, asociaciones ampliamente reconocidas en nuestro departamento, los que debemos ser apoyados sin distinción de credo, raza o corriente artística, con la única exigencia: Que nuestro arte tenga calidad.

4. Que malversar los fondos económicos, de cualquier entidad estatal, es MALVERSAR NUESTRO DINERO, que diariamente el estado mediantes los impuestos acumula en el PBI. Eso es ROBO, inmoralidad y un FUNCIONARIO DE CULTURA debe ser INTACHABLE.

5. ANTE ESTA SITUACIÓN, respaldamos la separación del Sr. Carlos Mendoza Canto, por los puntos arriba mencionados y EXIGIMOS que el actual encargado de TAN ALTA RESPONSABILIDAD o, a quien se elija en la TRANSFERENCIA DE GOBIERNO, abrir las puertas del INC, dar mejor trato y sin formar grupo, en el universo grupo DE LOS ARTISTAS.



“ MÁS ARTE PARA QUE NO MUERA LA VIDA” –

LA DIRECTIVA: Chiclayo, 19 Junio 2011


"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant

"LATIDOS", EL POEMARIO DE EMOCIÓN DESBORDANTE DE JOSÉ FÉLIX MAQUÉN GAMARRA

"LATIDOS", EL POEMARIO DE EMOCIÓN DESBORDANTE DE JOSÉ FÉLIX MAQUÉN GAMARRA

Por Fernando Odiaga Gonzáles

El poemario Latidos que ofrecemos hoy día al público, es una muestra de sereno y a la vez desbordante lirismo, el sosiego verbal de un poeta apasionado que nos trae una muestra de una sensibilidad acunada por las delicias de la exótica selva nororiental y alimentada por la titánica vitalidad de la costa norte urbana y progresista.

En el aspecto formal, encontramos una poesía de tradición lírica, por lo cual entendemos, una poesía cuyo signo es la musicalidad, vertida en un ritmo regular, accesible al compositor melómano o al declamador histriónico, una poesía que busca la eufonía, aunque a veces prime el instinto emocional y catártico pero cuyo rasgo esencial es su tendencia a ser canto del alma.

Es así que Félix Maquen Gamarra, con el universal y eterno pretexto de la mujer amada y el amor universal, la vida y la muerte, nos presenta una poética de sabor neorromántico, ello demostrado por el uso de un lenguaje en el que se trata de simbolizar la intensidad de la experiencia del amor hacia una mujer, la belleza de ella, el latido perenne que emana de los momentos vividos a su lado, la nostalgia en la ausencia, el dolor de la separación definitiva, el erotismo, la sensualidad y la canónica alternancia de lo grotesco, lo informe, lo caótico, notable en su altisonancia retorica y en el recurso a las imágenes de elementos reales en medio de la fantasía amorosa, de juicios facticos sobre la vida y su otra cara, lejana de toda belleza; esta antítesis del estrato sentimental es manifiesta en los siguientes versos: “¿Quién despertó/ las campanas/ del cristal de tu risa,/ cuando la soledad/ asolaba/ la tristeza de tu vida?”; entiéndase que lo bello y lo feo se conjugan aquí entre los significados de risa y despertar, por un lado y del otro, los de soledad y tristeza.

Los versos de Félix Maquen Gamarra conservan una métrica homogénea que oscila en frases cortas dispuestas como pentasílabos, hexasílabos, heptasílabos y octosílabos, pero de manera irregular. Dicha estructura métrica es parecida a la que adopta el inmortal Gustavo Adolfo Bécquer en las Rimas XL (“Su mano entre mis manos/sus ojos en mis ojos…”), en la famosa rima LXXIII (“¡Dios mío que solos/ se quedan los muertos!”) Con la diferencia que el uso de la métrica en Bécquer es más regular e intencionado; para Félix Maquen basta la musicalidad lograda a través de los versos cortos así entendidos y el ritmo interior de los significados, propios de su poesía verso librista.

Profundizando en el fondo de los significados dentro de la temática romántica de Félix Maquen hallamos que la vida es el eje de todos los poemas, la vida que es una fuerza milagrosa e incontenible en el que la sola mirada de la mujer querida y deseada puede hacer que esa fuerza se modifique de mil maneras, desde la proeza, la delicia, hasta el sacrificio, el hundimiento de la pasión como nos dice en el poema TU MIRADA: “Muy adentro/del alma,/ha encendido tu mirada,/su llama fascinante;/ y con tus lúmenes/ divinos/ha esculpido,/ en mi ternura/su esencia sideral/y delirante;/su sello autóctono/y salvaje,/de río rebelde/desbordándose, /arrasando piedras/acariciando valles.”

En el poema anterior la vitalidad, simbolizada en el alma se moviliza ante la mirada de la mujer objeto del amor del poeta, pero además la vida, tiene como dimensión mas realizada la ternura, ese estado de sosegada pasión, que todo lo considera placer, unidad, reposo, dulzura, pero esa misma ternura del hombre manso que ama, es la vida de la naturaleza bravía, en los ríos desbordados, que arrasan con las piedras, acariciando los valles. Toda esa vitalidad se sumerge en un colorido de “músicas divinas” y “aleteo de pájaros”, frases de un poema donde paradójicamente la vida da paso a la prueba dolorosa, el momento en que la amada cae enferma de ceguera, tal y como es cantado en el poema SE TE CANSARON LOS OJOS.

Otro poema, en una línea más simbolista trata de comprender el caótico y grotesco mundo interior de los alienados mentales, tal es así en PANCHA LOCA, donde nos habla de una loca vagabunda conocida de los callejeros que: “…se abraza así misma/ escuchándose hija/ llorándose madre”, transcurriendo en la triste disociación por la que se aísla del mundo en “su catre de tierra”.

En la mayoría de los poemas no encontramos un referente concentrado a no ser el pretexto de la emoción amorosa. Los referentes son dispersos por lo cual logra diversos registros y una colección de poemas muy variada, siempre en la línea de los versos cortos (en algunos momentos prueba con decasílabos).

La poesía de Maquen lleva generalmente el dulce hidromiel del lenguaje encantador y a veces desgarrado de quien ama hasta la muerte y suplica y lucha y mantiene una compasión unánime por todos los seres de la naturaleza y por aquellos hermanos que padecen pobreza como manifiesta en sus versos de EL MENDIGO: “Te acompañaré /a la parada tres/hermano mendigo,/ mañana, /mediodía,/y noche./iremos a la vereda/ de enfrente/ bajo las umbelas”

Para finalizar diremos que la poesía de Maquen es más fluidez del sentimiento que lenguaje filosofador, o fantasías meramente oníricas, los artilugios metafóricos no exceden del fundamento romántico o modernista, sin embargo, el toque vivificante de la pasión traducida en imágenes verbales logra un efecto de lirica que a veces tiene contornos opuestos en el aspecto semántico, que tiende a la sencillez con algo de gongorismo oculto, un rebuscamiento que encontramos en pocas de las creaciones que conforman este libro pero que constituyen una de las variantes esenciales de algunos de sus poemas.

Saludamos a Félix Maquen con profunda hermandad poética, augurando que sus versos serán leídos con interés y deleite por muchos amantes de la lectura así como también por aquellos enamorados que buscan una fuente de inspiración en sus andares. Latidos es un libro de amor profundo, una poesía que nos trae los instantes de la flama humana desde el horizonte del hombre que persigue un ideal y una mujer que entre la oscuridad sea fuente de luz clara y de calor irremplazable. Felicitaciones por este florilegio confesional que nos hace pensar que aun son posibles los romances en esta época del mundo que nos ha tocado vivir.


"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant

LA MUERTE DE DIOS EN LA POETICA DE JOSE ABAD ESCURRA- Por Fernando Odiaga Gonzáles

LA MUERTE DE DIOS EN LA POETICA DE JOSE ABAD ESCURRA.


Por: Fernando Odiaga Gonzales



El asunto de este artículo es tratar de hallar el núcleo de la estética y de la poética propuestas por José Abad Escurra en su poemario Absolución de la noche, el cual forma parte de la primera publicación del grupo Signos, libro colectivo que recoge los primeros trabajos serios de Abad, Calle, Castillo y Boyd. Para desentrañar la propuesta de Abad, nos adentraremos en los aspectos ideológicos y semánticos del Poema breve Artificios, que reproducimos a continuación:

“Es tarde para intentar dormir:

El sueño está despierto.

Es tarde para empezar el mundo:

Dios ha muerto.

Y el hombre cree que está vivo.”

Artificios es otro de los poemas en que Abad ausculta los ciclos nocturnos cotidianos de la existencia; sin embargo es el poema en que Abad hace suya la frase de F. Nietzsche, “Dios ha muerto”; En su libro de ensayo Los hijos del Limo, el genial escritor y premio nobel, Octavio Paz, afirma que La muerte de Dios es un tema romántico por excelencia y que en ella los poetas del Sturm und drang manifestaban la angustia y la ironía (dimensiones de la estética romántica) de un mundo que se transformaba nuevamente en pagano, pero donde el cual la religión monoteísta y revelada se torna en un absurdo deleznable. Si Dios existe, no puede morir y si no existe, se pregunta O. Paz: ¿cómo puede morir alguien que nunca ha existido?

La muerte de Dios en el poema Artificios es el resultado de una construcción semántica analógica: desde el primer verso habla de una tardanza, la tardanza de un sueño que está despierto; y prosigue hablando de otra tardanza, la de un nuevo comienzo: El juego semántico alude a un imposible escape de la vigilia nocturna, que amenaza hacerse perpetua. El insomnio bohemio ha forjado las sombras de una inspiración irónica y angustiada. Dios puede morir porque a la vez puede renacer, dentro del tiempo cíclico de los días y las noches. Esa es la lógica del romanticismo; pero en Abad y su poema Artificios esa lógica se transforma en una lógica existencialista, porque el espacio de la noche insomne y la angustia, devienen en un sentimiento tanático, una sensación de mortalidad real, concreta, una creencia traicionada en la vida: “Y el hombre cree que está vivo”.

El poeta romántico retoma sus ancestros paganos y se reviste de sacerdote. Por momentos el uso de la primera persona del plural, convoca a la comunidad de receptores, a los seres humanos en general al ritual de una existencia común, al estar despiertos sobre los abismos de la muerte, recibiendo las revelaciones y los presagios para un tiempo donde la tardanza del retorno de Dios yace en el fondo de las promesas desesperadas. Para Abad hay un tiempo que no es de la creación sino que es un tiempo de inmortalidad, de goce pleno y dominio del tiempo que el hombre ha perdido a la vez que ha perdido a Dios. Esta orfandad universal es acentuada en el poema por el uso del sujeto tácito y la impersonalidad causada por la omisión de pronombres personales, a diferencia de los poemas donde es marcado el uso de la primera persona del plural que ya hemos mencionado.

La ironía y la angustia han sido temas de la filosofía del danés Soren Kierkegaard y en Nietzsche adquiere su superación en la via de la sustitución de los valores cristianos por los de la voluntad de poder. Pero en Abad no hay espacio para eso, la contemplación en la vigilia es una ventana a los abismos de la muerte. Esto último emparenta su poética con las filosofías de Sartre y Heidegger, que justamente tratan de hallar una contemplación sosegada o autodestructiva, en el caso sartriano, de la muerte, sentimiento tanático extremo en el que probamos nuestros límites reales. Abad es entonces el sacerdote de una existencia absurda, sin dioses ni Dios, en el cual la revelación es el espacio de la imposibilidad, verdadera promesa de todas las esperas.

En realidad las revelaciones de Abad sobre la muerte, la existencia y Dios figuran obsesivamente en otros muy bien logrados versos, como aquellos del poema Confidencias, donde se introduce esta problemática poética, pero guardando el enigma, la ilusión de un Dios distante, así en Confidencias, la muerte es la espía tras la puerta que devora los sueños y las imágenes, las ilusiones que crea la vigilia; ella finge compasión por la existencia del hombre en hermético y humillante silencio, pero a la vez no sospecha que ella es espiada por otro ojo. ¿Del ojo de quién habla Abad? Se trata pienso yo de Dios muerto, que retorna como un fantasma, el fantasma del que el poeta está hecho a imagen y semejanza. Dios escribe la novela del poeta, como esa presencia fantasma que también se encuentra en los versos de Hallazgo: “…descubro que mi vida/ es una novela/ que alguien escribió para olvidar/ que también le escribían. En este poema es notoria la omisión de un sujeto enigmático, un Otro que acecha fuera del tiempo, donde los espejos multiplican el espacio vacío. Ese Otro es Dios, presencia incomprensible, sustento inexplicable de lo que existe entre la muerte y el infinito. En el poema Ángel nocturno ese fantasma de lo Otro, lo irracional/racional de la existencia, es claramente un mensajero divino, Un ángel, que es “fantasma del aire”, “disolución del pecado”, etc. y que el poeta solamente intuye entre las sombras, terminando por preguntarle en el colmo del misterio: “¿A qué juegas?” La persistencia de ese fantasma, de ese Otro negado se vuelve patente nuevamente en el poema Formas, donde el poeta enuncia una no pertenencia a si mismo apelando a ese fantasma dominador y desconocido bajo el uso de la segunda persona del singular: “Ya no saldré nunca de tu voluntad irredimible/de construir celdas alrededor de mi celda.” Y al final del poema resulta que es el fantasma, el Otro, el que solamente desconoce en su lenguaje todo aquello que no es “la muerte incorruptible de los cuerpos”…el lenguaje del sacerdocio poético del Dios muerto o la revelación misma de ese Dios. Y ¿Acaso no es Dios una promesa de encuentro para después de la muerte, algo que solo conoceremos al pasar el umbral en que termina nuestra vida?

“La muerte incorruptible de los cuerpos” y “el temor de saberse profanados”, como enuncia en el poema Presagio, son la evocación de una transgresión incompleta; Abad no abraza el cristianismo romántico mas que desde su forma negativa, la que lleva al existencialismo, donde el amor es fraude ante la inminencia de la muerte y donde se teme más que nunca al otro que espera después de la muerte, al verdadero guardián en la sombra, al primer arconte que recibe las almas en los límites pleromáticos, o al mismísimo Dios, resucitado; y se le teme justamente porque se le creía muerto. En el poema Jauría “el abismo resplandecía dulce y la música era una invitación al suicidio”. Dicho sea de paso, la poética existencialista se revela en su sentimiento mas anonadado, en su angustia vacía y su ironía dolorosa, como la creación de una intimidad sin redenciones, aplastada entre la demencia del tiempo y la duda del para qué y del ser que es nada, o como dice Abad, es “Polvo y olvido”.

"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant

“LOS SUEÑOS DEL PADRE GUATEMALA”: LA DECONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD RELIGIOSA EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE DESDE OLMOS

“LOS SUEÑOS DEL PADRE GUATEMALA”: LA DECONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD RELIGIOSA EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE DESDE OLMOS




Por Nicolás Hidrogo Navarro



La región Lambayeque tiene más de un centenar de santos y cruces que explican y denotan su carácter religioso. Cada pueblo, hasta el más pequeño villorrio funda y sostiene su fe, vida y costumbres en un santo o cruz. Al pueblo le puede faltar agua, luz, desagüe, telefonía, internet, radio, televisión y hasta escuelas o puestos policiales etc., todos los medios de comodidad que da la modernidad, pero no su capilla y un santo o cruz que direccione la espiritualidad. Es que en el proceso cultural mismo de los pueblos, la devoción religiosa suple o predispone a la esperanza que se ha perdido en el terreno económico y político.



Gran parte de la historia de los pueblos de la región Lambayeque está asociada a los mitos y leyendas y el fabulador o contador de leyendas (que los hay en los antiguos) a sustituido al historiador fáctico, de academia, uno por no haberlo en el medio local; y, dos porque el surgimiento de los pueblos y sus elementos mágico-religiosos pareciera que se entendiera más en el terreno literario (connotativo) que en la historia (denotativo).



La construcción de la identidad lambayecana, es tan compleja como la propia de nuestro territorio nacional. Existen tantas aristas como la historia, la literatura, el turismo, la danza, la música, la pintura, la etnología, la arqueología, que ninguna de ella debe caminar solitaria si quiere ser eficaz en su propósito estratégico. Se hace necesario que todas ellas confluyan interrelacionadamente para poder construir una visión integral y sistémica de los procesos culturales del pasado como los de la cultura viva. Y la literatura tiene esa fuerza vital de la ficción y el mito que anima y anida en todo espíritu humano, casi como en el inconsciente. Aún en lugares donde la civilización no ha llegado con toda la fuerza de la modernidad, el mito sigue siendo el eje vertebral de la explicación del mundo y sus fenómenos. Y hasta cierto punto es una imagen y explicación tan ingenua como valedera, porque allí se escoden la fe y la esperanza ligados, que es finalmente como la humanidad va muriendo de a poquitos: la fe que todo va a cambiar en lo venidero, de un nuevo gobierno, en un nuevo hijo, de una nueva vida después de la muerte, aunque todo resulte siendo un fiasco, allí reside el que podamos animarnos a seguir viviendo y soportando todos los palos del mundo.



La vida de los pobladores en las campiñas y en los pueblos más alejados cobra más sentido al lado de una cruz o capilla, porque es el elemento de “socorro y esperanza” más inmediata que de la propia civilización, el Estado o las autoridades. Y hasta en el sistema educativo, el factor religioso o “la amenaza de castigo de un santo o cruz por actos de indisciplina”, resultan más eficaces que la palmeta o sanción de una nota desaprobatoria. Hay una fuerza misteriosa e ignota en la espiritualidad del madero que hasta los elementos paganos mismos que lo adornan terminan siendo adosados y mimetizados a esa aura de sacralidad.



Para explicar el surgimiento de las cruces y sus nombres y el elemento mágico religioso de cerros encantados y de leyendas urbanas de injusticia social y militar o el poblamiento del pueblo de Olmos, surge el texto “Los sueños del padre Guatemala”, conjunto de veinte relatos cortos que explican la cosmovisión del imaginario social, de leyendas e historias urbano-rurales que se van elucubrando a partir de los dichos orales de las gentes y que cobra cuerpo cuando alguien recopila y sistematiza para llevarlos a la escritura y perennizarlo. Adosados a estos textos de creatividad figuran textos de carácter informativo cultural como, Olmos, La pava aliblanca, Creación del Festival del Limón, Zonas arqueológicas de Olmos, Petroglifos, Petroglifos de la quebrada de los Boliches e Importancia y valoración de los petroglifos, que contextualizan el territorio y sus recursos turísticos, fomentando conciencia preservacionista y de promoción del pueblo de Olmos. Esto, dado que muchas veces, los propios pobladores, son los últimos en conocer su propia riqueza y patrimonio cultural e histórico.



Hoy, cuando la identidad pareciera estar en franca pugna con la globalidad, textos como los de Bernardo Tineo cobran no sólo necesidad e importancia, sino una oportunidad de seguir bregando en la promoción y sensibilización hacia amor lo propio a partir del recursos pedagógico de las leyendas, mitos con temas de religiosidad, de encantamientos, de misterios de los cerros encantados, temas que constituyen la mejor forma de incentivar a la lectura y al conocimiento de nuestro pasado. Una forma de involucrar hasta al más reacio a la lectura es contarle historias de intriga, de misticismo, de aparecidos. Al lector, la curiosidad del desenlace, lo intriga y lo mantiene en vilo hasta el final. Historias como El Pumpurre, A Juliana, El cerro Campana, El Muerto, El palacio del cerro La Mina, Los sueños del Padre Guatemala, La Llorona, La pampa de los chilenos, El pastorcito encantado Sácale el veneno, El Infiernillo, Los Pipochinos, Las siete familias, El Señor de la Esperanza, La Cruz del Puente, San Pedro de la Puerta de Racalí, La Cruz del Río, El Señor del Portento, Hallazgo de la Cruz de Chalpón de Olmos, Aparición de la Virgen María en Nitape, generan una atmósfera ficcional tal que hace fusionar mito y realidad, esperanza y fe, historia y leyendas, hasta lograr el efecto de darle animismo y vitalidad a una zona que por sus leyendas e historias ha vivido siempre bajo el halo del misterio. La superposición de su riqueza arqueológica y de la tradición oral contrasta con su calidad de vida y las oportunidades que la civilización le ha negado a los pueblos más alejados de Olmos. Pero gracias a ese rico imaginario y bagaje cultural de su literatura oral, lograr superar con creces lo que en falencia económica.



Los textos de Bernando Tineo, no solamente tienen una alta dosis de creatividad, imaginación, fantasía, sino también una carga semántica de intensidad antropológica que identifica al lector adyacente a su escenario territorial. Por ello se hace necesario que la construcción de la identidad resurja en el rescate y revaloración de sus mitos, leyendas y tradiciones. La fuerza la literatura es tal que es una manera no formal de educar y sensibilizar a los pueblos aún de aquellos que no tienen escuela o que su existencia es una caricatura que se aproxima a la realidad.





Olmos, junio 22 de 2011

"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant
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