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EL SENTIDO DE
VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI
Ensayos sobre logoterapia en el siglo del
reduccionismo cientificista
Julio Cesar Suarez Luna.
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EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI- Ensayos
sobre logoterapia en el siglo del reduccionismo cientificista
Autor:
© Suarez Luna, Julio Cesar.
Editado
por:
Nicolás Hidrogo Navarro. Calle
Lambayeque No 1039- Lambayeque-Perú. Diseño de portada y cuidado de estilo por:
Nicolás Hidrogo Navarro.
hacedor1968@hotmail.com
Primera edición digital, Mayo de 2021
Libro electrónico disponible en: https://suarezlunajulio.blogspot.com
Hecho
el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú:
2021-04685.
ISBN:
978-612-00-6417-7
Queda
prohibida la reproducción y transmisión total o parcial del contenido de la
presente obra en cualquier forma, sea electrónica o mecánica sin el permiso
escrito y firmado de sus autores o titulares de los derechos.
permiso escrito y firmado de sus autores o titulares
de los derechos.
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DEDICATORIA
A Dios, por
haberme dado la oportunidad de estar vivo.
A mi madre, por
haberme inspirado con su amor.
A Mayra Alva
Córdova, quien contribuyó con la revisión de esté libro.
A Mercy Lizeth Fernández
Meza, médico que entrega todo su amor, dedicación y carisma a las personas.
Suarez Luna, Julio Cesar.
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PRÓLOGO
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EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE
DEL SIGLO XXI- Ensayos sobre logoterapia en el
siglo del reduccionismo cientificista, es un texto científico de análisis reflexivo
con una intención terapéutica, una finalidad clínica que buscar la recuperación
total del paciente, explorando dimensiones y paradigmas psicoterapéuticos.
Explorar las recónditas
dimensiones humanas, su siquis, representa una clara ventana hacia las
profundidades del ser.
En esta saga de ensayos, el autor
se centra en la conceptualización desde el sentido de la vida del hombre del
siglo XXI, los valores como realización de sentido en la educación del siglo
XXI, las Neurosis colectivas: el vacío existencial de nuestra época y los
nuevos Homines Sacri, el amor en la posmodernidad y el pansexualismo como
objeto de consumo, la necesidad de una psicoterapia compleja y encaminada hacia
el sentido de vida y el estudio del análisis existencial en jóvenes
universitarios en un estado de emergencia sanitaria, titulares de sus
capítutlso que nos dan la pauta de los contenidos y la articulación entre casa
uno de ellos.
Un texto que permite comprender
la dimensión más intrínseca del ser humano y que aborda a conclusiones del uso
de la logoterapia como un aspecto fundamental para tratar a personas que la existencia
y la coyuntura de la posmodernidad ha golpeado tanto en su esencia humana.
Lambayeque-Perú,
mayo de 2021.
Nicolás
Hidrogo Navarro-Perú.
Hacedor y
Crítico Literario Neocreacionista.
INTRODUCCIÓN
El
enfoque de este libro es describir el sentido de vida del hombre del siglo XXI
a partir de ensayos críticos, analizando su avance tecnológico y su haber moral
e ideológico en esta época. La antropología personalista de la teoría de la logoterapia
servirá para guiar el fundamento de los criterios que se tengan en cuenta con
respecto a la educación, neurosis colectivas, amor y pansexualismo,
psicoterapia y el estudio del análisis existencial en jóvenes universitarios.
El
libro está dividido en seis capítulos diferentes. Por tanto, el primer capítulo
introduce brevemente algunos conceptos sobre el
sentido de la vida del hombre del siglo XXI. El segundo
capítulo señala los valores como realización de sentido en la educación del
siglo XXI, este se centra en observar como una educación mercantilista
puede entorpecer las verdaderas potencialidades humanas, manifestada como un
producto más como un proceso sólido, generando una inteligencia hermética o
miope de objeto de consumo, medida por una creciente y alabada especialización.
Esta educación es uno de los pilares formadores del hombre que se tecnifica
cada vez más y halla en el cientificismo su entelequia de realización. Por otro
lado, el homo complexus responde justamente a una educación holística e
integral donde el aspecto humano que está enraizada en la filosofía, arte, axiología,
pensamiento crítico, etc., tiene su sentido formador en el hombre y más que nunca
en esta época donde hay una decadencia de las ideas sobre la esencia y
potencialidades de los entes y fenómenos humanos. Los valores como realización de
sentido, forman parte de este propósito, ya que ayudan al ser humano a
descubrir a través de sus recursos noéticos y su conciencia el verdadero
significado del trabajo, amor y sufrimiento, en una sociedad donde la vacuidad
o frustración existencial hace que cada día más prolifere el pensamiento
masificado a través de las modas, el fanatismo, las supersticiones e ideologías
que tienen en sus deseos e instintos personales su visión de un mundo para
imponerlas sin debate o argumentos razonables. Un pensamiento reduccionista está
basado en una superespecialización que generaliza desde su perspectiva todo una
completud de la realidad. Frankl (2012) mencionó la ciencia como ideología. Se
puede decir que lo que deberíamos lamentar no es la especialización de los
científicos, sino la generalización de los expertos (…) “El reduccionismo se ha
convertido en la máscara del nihilismo” (p. 23). Por eso en esta educación del
siglo XXI es importante tener como objetivo una enseñanza en valores de
realización de sentido que dará al hombre fundamento para su vida peculiar y
única, filosofía para generar un pensamiento crítico y logos (razones) para
debatir ideologías y un cientificismo creciente, y finalmente arte para que nos
sirva de inspiración y saber que nuestra humanidad es un complemento e integralidad
de saberes conjuntos y no ideológicos o sectaristas.
El
tercer capítulo describe las neurosis colectivas: el vacío existencial de
nuestra época y los nuevos homines Sacri, partiendo de un pensamiento
colectivista del siglo XXI los problemas son de índole sociógenos que afectan
al ser humano como consecuencia de una pérdida progresiva de valores
universales y tradiciones que son reemplazados por una subjetividad y
relativismo creciente que se vende por la más media como un nuevo estilo de
vida en la posmodernidad. El hombre masa descrito por Ortega y Gasset (2010)
se hace presente en este análisis, ya que esté reclama para sí y otros derechos
públicos construidos bajo el espejismo de sus deseos y pulsiones personales
llamándolo avance cultural y esto no es nada más que un retroceso cada vez
mayor hacia su horda primordial. Por otro lado, las neurosis colectivas que se
generan a partir de un exacerbado narcisismo colectivista y un vacío
existencial profundo se encuentran en una actitud fatalista de creer que el destino
ya está escrito (supersticiones, horóscopos, psicologismo, biologismo, etc.);
una actitud provisional de la vida, donde no se planifica el futuro y vivir
según el conformismo de alguna moda o las apetencias y deseos paroxísticos o
efímeros son la forma de vida que puede imperar. Estos dos tipos de neurosis
colectivista llevan al hombre a configurar los dos últimos tipos de pensamiento
actual como síntomas sociógenos de nuestra época, este es el pensamiento
masificado que adquiere poder bajo la no responsabilidad de su vida personal,
ya que la masa es anónima y no hay culpa colectiva, el dejarse sumergir por la
masa es volverse impersonal, perdiendo la individualidad y libertad de vivir
una vida auténtica, cuestionando y analizando los contenidos, tendencias,
deseos, impulsos, moda, etc. que se quieren plasmar bajo la forma de ideologías
o un sectarismo creciente. Este pensamiento masificado lleva a un fanatismo
exacerbado en la actualidad, donde el pensamiento único y sin reflexión o razón
se imponen bajo un reduccionismo del hombre en un nihilismo de “nada más que”,
fanatismo que encuentra asidero en una pérdida de valores universales y
tradiciones que guiaban al hombre en su pasado. En el siglo XXI esté se
encuentra bajo un conformismo de hacer lo que los demás hacen o un
totalitarismo de hacer lo que los demás le digan que realice; allí es donde el
fanatismo se vuelve una pandemia psíquica que desecha todo lo diferente y no
acepta opinión o razones diferentes; fenómenos como la mixofobia, ideologías
progresistas, el pansexualismo exacerbado, el cientificismo imperante, entre
otras tendencias confirman un pensamiento fanatizado y perteneciente a la masa
sin reflexión. Por otro lado, en este capítulo también se hablará de los nuevos
homines Sacri de una sociedad estatiza, refriéndonos a otra consecuencia de las
neurosis colectivas. El estado cuando estatiza la vida o la Zoe como se refiere
en Grecia para denominar a la vida desnuda o natural de las personas acrecienta
su poder sobre la libertad individual de los hombres, ya no solo regula la
polis o las reglas y normas sociales, sino que dictamina a seres humanos que
pueden morir sin que este hecho sea punitivo, ya que estos hombres no estarían
dotados de derechos personales y dignidad para las leyes que profesa una biopolítica
exclusiva. El estado se vuelve cada vez más totalizador cuando dictamina quien
es merecedor de derechos personales y quienes son los nuevos homines Sacri para
su eliminación de la nación; este por supuesto se da con la argucia de las
demandas sociales que reclaman para sí la vulnerabilidad y mixofobia de lo extraño,
ajeno o lo que le es hostil o demanda muchos recursos personales; así podemos
ver que los niños por nacer, la muerte asistida o eutanasia, los condenados a
pena de muerte, los migrantes, exiliados, los prisioneros de guerra, etc.,
configuran los nuevos homines Sacri de una politización de la vida privada y
natural que se vuelca bajo demandas positivistas y reduccionistas la vida
natural del hombre.
El
cuarto capítulo, el amor posmoderno
y el pansexualismo como objeto de consumo, se vislumbra en el desarrollo psicosexual maduro las etapas en que los
seres humanos presentan impulsos e instintos hasta llegar a la tendencia sexual
que viene siendo la integración de la sexualidad por el encuentro con la
exclusividad de una persona a quien amar. Por otro lado, bajo esta noción de
análisis existencial podemos diferenciar tres aspectos del desarrollo psicosexual
maduro. El primero es la actitud sexual que abarca las preferencias físicas y pulsionales
de la meta u objeto genérico a la cual dirigirse, aquí se busca a la mujer o
varón impersonal por cualidades físicas que lo cosifican para el desarrollo del
placer por el placer. En el segundo aspecto la actitud erótica emana dentro de
sí características anímicas o emotivas que definen a un prototipo de ser humano
con el cual se aspira a tener una relación sentimental, a esto también se llama
enamoramiento. Aquí todavía se ve a la persona reducida bajo cierta ejemplaridad
que pueden tener muchos otros seres humanos por algunas de sus condiciones como
son los ideales, apego psicoafectivo, entre otras características psicológicas
que poseen cierto tipo de varón o mujer y que son comunes para la atracción
emotiva y afectiva de la persona que lo desea. El último aspecto viene
desarrollado por el amor como fenómeno humano inmanente y trascendente de
buscar en una persona su singularidad y unicidad como ser exclusivo, en el amor
ya no son las cualidades físicas o las emotivas las que resaltan, sino la
peculiaridad e irrepetibilidad que se halla en el ser amado; se sabe que la
persona exclusiva no puede ser reemplazado o igualada con una ejemplaridad,
porque emana dentro de su actitud noética potencialidades que solo el que ama
puede revelar. En este capítulo también se señala a la pansexualidad como
objeto de consumo, tendencias como una sexualidad que se cosifica y se
publicita a través de la más media y redes sociales como productos y moda,
haciendo que lo privado se vuelva público y se acepte como leyes
socioculturales.
El
quinto capítulo, la necesidad de una psicoterapia compleja y orientada hacia
el sentido de vida hace referencia a tener una visión de la persona como homo
complexus e integral, abordando una psicoterapia rehumanizada desde el campo
noético y sus fenómenos existenciales. Para lo descrito es necesario establecer
un diagnóstico desde un criterio descriptivo explicativo y existencial que
aborde desde 4 niveles el estudio de la persona: el primer nivel lo encontramos
en lo descriptivo sintomático, el segundo nivel en lo preventivo explicativo: esquema
nuclear y autoperpetuación esquemática, el tercer nivel en lo explicativo
promocional: esquemas de segundo orden (información sociocultural) (Riso, 2009),
y el cuarto nivel se da a través de un
análisis existencial de los fenómenos humanos o actitud noética que permite al
hombre poder autodistanciarce y autotranscender de sus propios condicionamientos
psicofísicos y dotar de sentido su vida a pesar de las circunstancias. Aquí
podemos analizar la responsabilidad, libertad, conciencia, amor, voluntad de
sentido, suprasentido, sentido del sufrimiento, etc., como recursos de lo
específicamente humano que en los otros niveles se ven reducidos a síntomas,
esquemas o valores socioculturales. Por otro lado, el análisis existencial (logoterapia)
puede abordarse para las neurosis noogenas, neurosis psicógenas, neurosis o
enfermedades somatógenas, neurosis sociógenas y neurosis iatrogénicas. Entre las
técnicas frecuentes con las que se aborda este nivel de análisis existencial
son actualmente muy variadas, pero las más importantes son la intención
paradójica y la hiperreflexión.
Finalmente,
el sexto capítulo señala el estudio del análisis existencial en jóvenes
universitarios en un contexto de emergencia sanitaria. Esta investigación fue
abordada desde un enfoque cualitativo fenomenológico con grupo focal de jóvenes
entre edades de 20 a 25 años en un Estado de Emergencia Sanitaria por Covid-19.
El propósito de este estudio fue profundizar en los recursos noéticos de los
fenómenos esencialmente humanos como determinismo y la libertad, la
responsabilidad, los valores como realización de sentido, el optimismo trágico,
la voluntad de sentido, el sentido del sufrimiento, el sentido de la vida, el suprasentido
y sentido último. Para este estudio se utilizaron técnicas vivenciales y
dinámicas existenciales. Los resultados evidenciaron que a través del análisis
existencial (logoterapia) en el programa Grupo de Sentido se pudo
profundizar sobre en las experiencias de la actitud noética de autodistanciamiento
y autotrascendencia respecto a los fenómenos de libertad, responsabilidad,
valores como realización de sentido, optimismo trágico, sufrimiento, sentido de
vida, suprasentido y sentido último en los estudiantes universitarios.
Ps. Suarez Luna, Julio Cesar.
CAPÍTULO I
CONCEPTUALIZACIÓN
DESDE EL SENTIDO DE LA VIDA DEL HOMBRE DEL SIGLO XXI
1.1. Antropología filosófica
personalista
La
postura personalista en la cual se basa la logoterapia y es fundamento de la
visión de la persona humana en que este libro se fundamenta, puede definirse
según Mounier (1969 citado en García, 2010) a toda doctrina y a toda
civilización que afirma el primado de la persona humana sobre las necesidades
materiales y sobre los mecanismos colectivos que sostiene su desarrollo. Asimismo,
se señala que el individualismo es una respuesta al concepto materialista y
colectivista del ser humano que tiende a disolverlo bajo la influencia del
proceso de producción. Desde la filosofía personalista también se entiende al
hombre desde dos planos diferentes, uno ontológico y el otro en una dinámica
existencial.
En
plano ontológico el hombre se entiende como individualidad e incomunicabilidad.
La individualidad esta dado en el obrar único de cada persona, llamando por
Aristóteles la sustancia primera que le caracterizaba con
particularidades que no se repiten en otros individuos de su misma especie. Así
mismo dentro de este plano ontológico se manifiestan las operaciones y actos
libres que ofrece al hombre la posibilidad de cambio según sus potencialidades,
siempre manteniendo su ser personal inalterable, pero desarrollando sus
capacidades a pesar de sus accidentes que pueda sufrir (García, 2010).
El
otro plano de la postura personalista se da en lo dinámico existencial, que
tiene como esencia la posibilidad de crecimiento del ser personal a través de
sus actos libres y responsables. El ser humano aquí aparece indeterminado con
infinitas posibilidades abiertas y se determina en sus actos libres o
decisiones que es capaz de realizar para sí mismo, los demás y el mundo. En el
modelo de bienestar de Aristóteles esta dinámica existencial se realiza a
través de la libertad que se ofrece por la autoaceptación, el crecimiento
personal y la autonomía (García, 2010).
Por
último, la postura personalista también tiene una metodología fenomenológica
que se centra en conocer las experiencias, vivencias y la conciencia del hombre
como objeto de su estudio (Frankl, 2012).
Logoterapia
La
logoterapia es definida como una psicoterapia de sentido y responsabilidad,
donde se rehumaniza al hombre a través de la dimensión noética, abriendo la
posibilidad de autodistanciarce y autotranscender a pesar de sus
condicionamientos psicológicos, sociales y biológicos.
Esta
terapia es desarrollada por Víctor Frankl (1905/1997) tiene como etimología el
griego Logos: sentido o espíritu, y de therapeia: tratamiento o sanación; que
denota la búsqueda del sentido de vida y responsabilidad en la esfera de
autenticidad existencial del hombre
Desde
esta perspectiva el hombre es considerado un ser único e irrepetible al cual le
espera una tarea que cumplir o una misión que realizar en el mundo y esta se da
afuera de sus propios determinismos y se desarrolla en la búsqueda primaria de
la existencia que es la voluntad de sentido.
La
logoterapia explica a través de los fenómenos del hombre un imago homines o
imagen del hombre que a través de una ontología dimensional esta rígido por el
principio de homo complexus, reducida por otras teorías científicas a
condicionamientos o pandeterminismo sesgados. Este principio de ontología
dimensional de la logoterapia sostiene que las dimensiones o condiciones
biológicas, psicológicas y sociológicas del hombre son partes inmanentes de éste
pero dentro de ellas existe una dimensión
mayor que es la noética o noológica que es una capacidad exclusivamente humana
y en la cual el hombre puede llegar a tomar una postura o una actitud digna
frente a los condicionamientos psicofísicos de las neurosis, enfermedades,
adicciones, etc. transmutándolos en verdaderos valores de realización de
sentido. (Frankl, 2001).
Frankl
(2003) manifiesta que a través de la ontología dimensional del hombre se puede
desarrollar dos leyes que explican la teoría de la logoterapia. La primera es
la ley de proyección que transfiere un fenómeno de su unidad a dimensiones
menores, en el estudio del hombre esto sesga la totalidad de la persona por
determinismos psicológicos, sociológicos o biológicos. La segunda ley es la
proyección de diversos fenómenos sobre una sola dimensión inferior que la
dimensión original, aplicada a la persona esta sería la reducción de los
fenómenos humanos como el amor o la libertad a condiciones pandeterministas
como figurados a procesos meramente psíquicos, somáticos o sociales, soslayando
la verdadera dimensión superior del hombre en su dimensión noética o espiritual.
1.2. Valores de
realización
Los
valores como realización se dan a través de la conciencia, esta a su vez es
definida como la capacidad de posibilidad de percibir el sentido de una
situación en su más pura singularidad (Frankl, 2012). Desde esta reflexión
podemos decir que los valores de realización son el sentido de vida que se
descubre en la infinidad de circunstancias o situaciones que da la posibilidad
al hombre de realizarse en su finitud. Entre estos valores de realización podemos
encontrar a los valores creativos que lo desarrolla el homo faber, que es el
hombre que con su trabajo y entrega hacia una tarea significativa puede
convertir su vida en misión. Los valores vivenciales o experienciales tienen en
el Homo Amans su vínculo transcendente hacia la experiencia de contemplación y
amor hacia otros seres diferentes que él mismo. Por último, los valores actitudinales
se dan a partir del Homo Patiens, que es el hombre que sufre y que a pesar de
esto puede cumplir el valor más alto de realización, ya que puede trasmutar el
fracaso en un sentido de vida y autodistanciarce o autotranscender a través de
su propio sufrimiento dotándole de un significado único para el mismo, para los
demás y para el mundo. El sufrimiento es inevitable en la vida del ser humano,
pero la actitud que se despliega en la resistencia u oposición del espíritu es
más grande y nos enseña la fortaleza espiritual o noética que cada ser humano
posee de manera inmanente.
Los
valores como realización están cada vez más en detrimento por las ideologías
subjetivistas y relativistas que existen como neurosis colectivas en nuestra sociedad,
y que se masifican bajo el adoctrinamiento de progresismo científico y un
retroceso en las ciencias humanas y axiológicas.
Cientificismo
El
cientificismo es un determinismo, fundamentado en una ideología neopositivista
que intenta explicar los fenómenos propiamente humanos a través de un método
cuantificable de causa y efecto, realizando un reduccionismo de los valores y
de la dimensión noética a epifenómenos de objetos en observación y medibles a
través de técnicas estadísticas. Villoro (2008) menciona que desde la
fenomenología de Husserl el cientificismo olvida “la dimensión personal del
conocimiento, conduce a una deshumanización del saber. […] Pretende reducir
todo conocimiento a un saber objetivo, del que está ausente cualquier
postulación de valores” (p. 295).
Rosales
(2002) refiere que en el siglo XVII surge el cientificismo intentando abarcar
saberes humanos y sociales como la moral, la historia, la política, la
estética, entre otros; siempre bajo un pensamiento reduccionista del homo complexus
que derivaba en un método científico de lo observable y cuantificable.
Posteriormente en el siglo XX, esta noción se renueva en un neopositivismo para
la unidad de la ciencia y teniendo como propuesta una "epistemología
naturalizada". Es así como la filosofía también sucumbe a este este
pensamiento y se vuelve materialista, subordinado a una clase de naturalismo
propio de las ciencias naturales. A partir de esta concepción el objeto de las
ciencias naturales también se vuelve objeto general de los fenómenos
propiamente humanos.
Es
importante señalar que la ciencia es uno de los conocimientos humanos que ha
dado progreso a los diferentes avances técnicos de la medicina, ingeniera,
química, física, entre otras disciplinas, siendo esto parte importante en el
desarrollo cultural de la vida del hombre pero muchas veces en aras de este
progresismo se ha reducido al ser humano en un objeto de estudio materialista y
cosificado, que prescinde de lo verdaderamente humano por un pensamiento
totalizador en un paradigma de control a través de lo medible y predecible. En
respuesta a ello surgen posturas personalistas que devuelven al hombre su
estudio metafísico y dinámico existencial que se manifiesta en su conciencia,
libertad, responsabilidad, estética, etc.
CAPÍTULO II
LOS VALORES COMO
REALIZACIÓN DE SENTIDO EN LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI
(Ensayo sobre Logoterapia y
Educación)
Dentro
de la educación del siglo XXI se tiene que tener como objetivo analizar la
problemática actual y proponer una visión hacia una educación orientada en el
ser humano o educando que le permita la libertad a través de una consciencia
crítica y constructiva de la problemática de su propia realidad y el desarrollo
de las dimensiones de la realización de valores de sentido, su ser personal en
lo dialógico y biofílico.
Un
ser humano no es libre sin ser autentico y esta autenticidad según la filosofía
personalista de Víktor Frankl se da cumpliendo un sentido de vida propio y en
la realización de sus propios valores, ya sea a través del homo faber
(creación, trabajo), homo amans (contemplación, amor y entrega hacia otro ser
humano) u homo patiens (el sufrimiento con sentido). Estos valores que se
plantea ontológicamente como las potencialidades de actualización del
desarrollo humano, hacen al hombre autentico y digno de realización ya que a
través de una tarea por cumplir, en una labor o creación el hombre deja huella
de su historia en el mundo; así mismo en la contemplación de la belleza o en la
conexión biofílica (amor hacia la naturaleza) y amor hacia otro ser humano la
realización se hace autentica y posible de experiencia de goce y felicidad
(Frankl, 1987; Domínguez, 2000).
Naranjo
(2007) al referirse “nada necesitaríamos tanto como una educación afectiva o interpersonal,
una educación de esa capacidad amorosa que es la base de la buena convivencia y
la participación en la comunidad y que tan críticamente está faltando en el
mundo” (p.181). Está reflexión se hace necesaria para una sociedad con tantos antivalores
y nihilismos que presenciamos en este siglo, carente de una formación en lo más
preciado: el desarrollo de la afectividad para la entrega hacia el amor. Esta
necesidad inherente en el hombre se ve atrofiado y compensado en el
utilitarismo y pragmatismo que hace concebir al mundo y al ser humano en la
enajenación de objetos de posesión, siendo las crisis existente del hombre hoy
en día el pansexualismo ideológico que lleva a la destrucción de la familia, el
vacío existencial por la pérdida del sentido de la vida, el cambio climático y
efecto invernadero por ir encontrar de su propia habitad, la tecnificación del
trabajo convirtiendo a hombres en autómatas posindustrializados, entre otros
problemas que surgen como incógnitas y necesitan un respuesta compleja en este
siglo. Una concepción de un hombre abocado a la búsqueda funcional y utilitaria
de la vida, degrada a la naturaleza y a la propia persona a la satisfacción
egoísta en el poder narcisista o placer propio de una concepción individualista
que pervierte al ser humano y que Freire (2005) llama conciencia necrofílica
de posesión, ya que destruye todo lo viviente y es propio de una educación
bancaria que busca en el especialísimo científico su propio bienestar. Este especialismo
o auge científico moderno que es necesario para la reproducción de avances en
tecnología y ciencias como la química, biología, física, economía, entre otras
disciplinas neopositivistas; entrega a la sociedad progresos para el
desarrollo de la civilización, pero no muestra o ratifica el verdadero
desarrollo humano en el significado del propósito de su vida y el de sus valores
que le dan sustento a su existencia. Las ciencias son indudablemente parte de
los valores de creación o trabajo intelectual importante del hombre en nuestra
cultura, pero cuando se mitifica y compartimenta como un todo degrada al propio
al ser humano en su concepción, reduciéndolo a un ser objeto propio de
la experiencia y método científico de causa-efecto, sesgando a estímulos
y respuestas o sintomatologías orgánicas la visión de homo complexus que
hay en el hombre. Cuando la ciencia no va de la mano con una antropología
filosófica que dirige su accionar se puede convertir por antonomasia en el
propio maleficio del hombre. Naranjo (2007) en su ensayo Cambiar la Educación
para Cambiar el mundo llama racionalismo a una educación actual que se
afana en el cientificismo y deja excluida a una educación que equilibrará y
dirigirá a esta, que es propuesto bajo un paradigma de un humanismo propio de
una enseñanza en la afectividad, la noología o espiritualidad (concepción de
las enseñanzas de las religiones del mundo) y la dialogicidad en las relaciones
interpersonales. El homo amans, el hombre que ama y contempla la belleza de
vivir biofilicamente (contemplando o amando la naturaleza del mundo) es parte
de esta nueva conciencia que diría Freire (2005) se dirigirá al hombre nuevo
y liberado de una educación opresora que perpetua lo repetitivo, tecnificado y
mecánico, y que encuentra en la necrofilia opresora la destrucción de
nuestra habitad y dignidad por un cientificismo que ve al ser humano como un
homúnculo de determinismo biológicos, psicológicos o socioculturales.
El
especialismo o conocimiento compartimentado de las ciencias en detrimento del y
su realización en los valores Morin (2001) lo resume en una frase El hombre
en su locura ha inventado la razón, porque al hacer uso de su conocimiento
o racionalización el homo sapiens- oeconomicus puede producir armas de
destrucción letal (armas nucleares), reproducir tecnología que ocasionan patologías
en los hombres o exacerbar el deterioro del cambio climático. Partiendo de esta
problemática ambiental Goleman (2009) lo describe en su libro Inteligencia
Ecológica con estudios biológicos y médicos actuales donde revela que nuestro
cuerpo está adquiriendo un síndrome de inflamación sistémica crónico que
deteriora progresivamente nuestro sistema inmune y crear mutagenos en nuestras
células por radicales libres que se han intensificado por la alta exposición de
desechos de dióxido de carbono generado por equipos tecnológicos y otros
agentes químicos (esmog, aerosoles, etc.) que constantemente en esta modernidad
liquida (nada perdurable y en constante cambio de objetos) estamos expuestos.
Resultado de esta civilización los seres humanos estamos adquiriendo un mayor
número de patologías como cáncer, lupus, diabetes, infecciones respiratorias,
síndromes, etc. La inteligencia ecológica o amor hacia nuestra habitad es necesario
para el desarrollo del hombre nuevo
que debe ser despertada por la educación contemporánea como lo requiere estos
cambios sociales. Es así como el pensamiento complejo dentro de la educación,
no puede estar expuesta a un conocimiento compartimentado que excluye a las
verdaderas ciencias humanas y filosofía antropológica de la educación actual,
por un reduccionismo cientificista que sin dirección evoca una relación del homo
sapiens-oeconomicus al homo demens que bajo sus pasiones y su propia autodestrucción
(egoísmo, destrucción, placer paroxístico) crea a un ser hermético para consigo
mismo, para la otredad y para el mundo que lo rodea. Es por eso la relevancia
de una verdadera educación que no se sesgue a una inteligencia miope y que
busque en la complejidad de la noosfera o pensamiento de las ciencias fácticas
y humanas el equilibrio para que el ser humano autentico pueda contribuir al
bien común del desarrollo de su sociedad, la mixofilia y encontrar su verdadero
sentido de vida en los valores de realización.
Finalmente,
otro valor de la realización del hombre está dado en el homo patiens o
valor de actitud, que se refiere al sufrimiento que todo ser humano en algún
momento de su vida tiene que afrontar y que lamentablemente en una sociedad
orientada al hedonismo y utilitarismo no encontraría como tal un significado.
Es preciso a la educación del siglo XXI contribuir con este proceso, fomentando
en el fortalecimiento de la voluntad y la enseñanza de una misión personal que
se tiene que cumplir a pesar de los fracasos, pérdidas, enfermedades o
inclusive ante una inminente muerte. Esto no se podría lograr sin un verdadero
cambio en la visión del hombre dentro de la educación que conlleve a horizontes
holísticos donde la humanidad, espiritualidad y sentido den su plena
realización aún ante circunstancias adversas. Frankl (2015) refiere: “Si no
está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás
escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento” (p. 22), es preciso
señalar que este hombre sufrió en los campos Nazi el holocausto que tuvo que
pasar el pueblo judío ante lo militares alemanes, pero su meta para seguir
viviendo se encontraba en su misión de vida que podía dotarle los valores experienciales
(encontrarse con el amor de su familia) valores de creación (escribir un libro
de toda la barbarie que el hombre podía superar a pesar del dolor) y valores de
actitud (encontrar el significado único de su vida ante su sufrimiento).
(Revisar el Libro: El hombre en busca de sentido).
Ante
esos cambios tan drásticos y pesares que afronta el hombre en algún momento de
su existencia, la vida le consigna un sentido especial que al encontrarlo le
fortalece pasando así el sufrimiento a un plano inferior; Nietzsche (2015)
decía “quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo” (p.
212) es así como un hombre se vuelve una meta para un fin más allá del dolor
(emocional o físico) y se ha visto en muchas casos a personas que se entregan a
una tarea a pesar de las circunstancias difíciles o condicionamientos y llegan
a cumplir su misión personal encontrando un significado noble y digno a su
sufrimiento. En los campos Nazi se pudieron evidenciar según relata el libro El
hombre en busca de sentido, muchas personas que se dejaban morir tirándose
a las alambradas y otras que ofrecían la última migaja de pan que les quedaban
para aliviar el hambre de otras, sabiendo quizás que al ofrecerlo morirían de
inanición. Los valores de actitud son dados por un sentido de entrega hacia una
misión que debemos cumplir cuando ya no podemos cambiar el destino o las
circunstancias que nos toca vivir. La actitud con la que debemos afrontar el
sufrimiento está implícitamente en un sentido personal que conlleva al autodistanciamiento
y autotrascendencia misma (Frankl, 2015).
El
ser humano lleva implícito los valores de realización de sentido que la
educación debe contribuir a despertar dentro de él para ejecutar todas sus
potencialidades ya que el hombre como
refiere Frankl (2015) “no se agota en su facticidad. Ser hombre, podría decir,
no consiste en los hechos sino en sus posibilidades” (p.129). Es la verdadera
pedagogía dentro de una educación que debe contribuir a este proceso: el
“desarrollo humano” (Freire, 2005) encontrando un valor único y digno a su vida
a pesar de sus circunstancias adversas o condicionamientos psicofísicos.
Esto
ha desencadenado un debate a como hoy en día se está llevando este proceso de
educación, si es al servicio del ser humano y su realización de potencialidades
propias o como Freire (2005) señala a una pedagogía del oprimido, donde
el hombre no es libre porque vive en la prescripción de una conciencia de
educación mercantilista que lo encontramos al servicio de un bienestar
económico de competencias y tecnificación serviles a la economía de mercado. Este
enfoque de Freire nos da una visión de educandos serviles y que se subyugan por
ideas preestablecidas de sus opresores que en este tiempo sería el imago hominis
de una cultura del homo economicus establecidos por el mercado laboral que
tiene una visión del hombre enajenado hacia lo vendible o rentable;
prescindiendo así de la misión propia del hombre en la relación de sus valores
de realización y de su humanidad que hay
intrínsecamente en él, siendo desplazado
por una visión propia de objeto.
El
sentido de vida y los valores señalados por Víktor Frankl en una filosofía
personalista, dan fundamento al desarrollo humano del hombre y no al
humanitarismo que Freire (2005) refiere al sistema que condiciona al hombre
como oprimido y por lo tanto no autentico y servil a posturas externas y
apolíticas que pueden degradar su propia dignidad. Estas ideas se ven
reflejadas en una postura bancaria (recepcionista y mecanicista) de ideologías
dentro la educación como el uso de competencias para ser empleables al mercado
y otras de índole político- familiar como la ideología de género que
buscan progresivamente la deconstrucción de la dignidad biopsicológica y
espiritual del ser humano. Estas son algunas de las posturas dentro de la
educación nacional y global que progresivamente se aceptan sin mayor crítica de
los educandos y educadores, siendo así una pedagogía del oprimido dentro de las
nuevas tendencias actuales en el siglo XXI. Esta educación bancaria propia de
un sistema educativo receptivo actualmente genera un superespecialismo
fundamentado en el tecnicismo reduccionista del mercado y la máquina que Morín (2001)
y Bautman (2007) avizoraban como propio de una educación de un pensamiento
simplificado y que no podría abarcar el pensamiento de complejidad que requiere
actualmente los problemas globales de nuestra sociedad. Bauman (2008) refiere
que esta educación del siglo XXI está enraizada en la especialización que
reduce al hombre a un ser mecanicista que va perdiendo la añoranza por un mundo
más sólido, donde la felicidad significaba la permeancia y la estabilidad para
realizarse como ser humano.
La
visión del homo complexus para resolver los problemas que necesita nuestra
cultura es propio de una educación
liberadora. La educación de este nuevo mundo líquido del siglo XXI no tiene
consistencia en lo perdurable sino en lo instantáneo, en la actualización
constante pero trivial y mutable para adaptarse a las circunstancias
mercantiles o a las relaciones superfluas que se puede hallar (flirteo,
relaciones por interés, relaciones de simple goce paroxísticas, etc.). Es
preciso señalar a este tipo de educación liquida para tener una reacción y
generación de un camino que incluya un nuevo paradigma orientado en el valor de
una metafísica del ser y el bien común como signos de madurez cultural.
Otros
de los problemas de esta educación del siglo XXI como ya se dejó notar líneas
arriba es lo que refiere Morin (2001) como el parcelamiento del conocimiento que no nos ayuda a resolver
problemas que necesitan de la dialógica de los saberes en su conjunto, sin
perder de vista a la realización del sentido de vida y de los valores de
realización en el hombre actual. Este parcelamiento de los saberes ha llevado a
la falta de crítica y solución de varios problemas como son el observar al ser
humano desde una postura mercantil para la empleabilidad, las ideologías
pansexualistas, el cambio global por la pandemia Covid-19, la tecnificación del
hombre-máquina, el cientificismo y las consecuencias ambientales propias de la
racionalización de un mercado laboral que va en constante destrucción de
nuestra propia habitad, entre otros. Hablar de estos problemas enriquecen y
contextualizan a la educación y pedagogía dentro del campo holístico necesario
para el verdadero futuro de hombre en su desarrollo de ser personal y de dignidad.
El educando y los educadores pueden reforzar e iniciar este proceso que durara
varios años, pero es necesario que se comienza ahora.
Como
conclusión de este ensayo podemos señalar que la educación del siglo XXI debe
dejar el sentido mercantilista que atrofia la verdadera capacidad y
potencialidad de desarrollo humano y renacer en una educación holística que
promueva el conocimiento complejo a través de la filosofía, las artes, la
religión, ciencias humanas y los valores de realización como parte de la
dignidad completa de la persona y sociedad.
CAPÍTULO III
NEUROSIS
COLECTIVAS: EL VACÍO EXISTENCIAL DE NUESTRA ÉPOCA Y LOS NUEVOS HOMINES SACRI
Las
neurosis colectivas de nuestra época están enraizadas a lo que Frankl (2003b)
denomina Vacío existencial, o neurosis noógena (Frankl, 2012) que es la
represión de nuestro inconsciente noético o espiritual por una pérdida de
sentido o anhelo por tener una misión de vida. Desde esta perspectiva se
analizará este nuevo tipo de neurosis colectiva frente a otras que son de
índole psicológico.
La
definición de neurosis tomada por el Psicoanálisis es el conflicto reprimido de
nuestros sentimientos, emociones y la libido en general que reclama hacerse
presente y es enviada por la resistencia a mecanismos que se manifesta a través
de síntomas histéricos o neuróticos que van siendo desplazados hacia diferentes
objetos. Este tipo de neurosis existe en la sociedad actual y muchas veces
requiere intervención terapéutica para estabilizar las emociones malsanas y
perturbaciones de los sujetos. Por el contrario, la neurosis noógena que parte
de la búsqueda del sentido de vida, reclama en sí la conciencia de una misión
que tiene la vida y en la cual la propia persona es irremplazable para poder
cumplirla. Muchas veces esté tipo de neurosis no es tomada en cuenta dentro de
nuestra sociedad ya que está ligada a un factor noético o espiritual y no
comercial (pansexualismo, coaching, psicología positiva, etc.). Es así como la
neurosis noógena o la búsqueda de sentido queda frustrada en una sociedad light que Rojas (2000) describe como frivola, hedonica y de moda sentimentalista
pero desde un ambito superficial. La neurosis noogena se convierte en la
desesperación de la persona por no hallar un propósito en su vida, sintiendo un
vacío existencial propio de una generación volcada en un nihilismo de fala de
tradiciones, fe, esperanza, amor y valores. Es así como el hombre que ve
frustrado su sentido de vida se siente vacío y busca reemplazarlo con
diferentes alternativas que le ofrece la sociedad posindustrial, siendo esto
uno de los grandes males que describe la logoterapia y que se pueden observar
en el conformismo de la masa siguiendo lo que otros hacen (modas, fiestas, etc.) o
caer en un pensamiento del totalitarismo dejando que otros decidan sobre
nuestra vida privada, esto es propio de los estados omnímodos (se somete y
acepta leyes de género, labores que van en contra de la ética y moral, etc.).
Es así que en estas circunstancias se cae en un conformismo o totalitarismo y
la persona se inserta en la masa perdiendo su autonomía, siendo anónimo e
impersonal en ella, ya que el sentido que tiene su vida no llega a descubrirse
por estos males sociógenos de nuestra época. Este pensamiento masificado dentro
de la psicoterapia son temas muy poco discutidos ya que no son comerciales para
el entorno posindustrializado865’ y de producción que el ser humano
erróneamente debe tener en la posmodernidad (ser vendible para un trabajo,
estar a la moda, tener una tendencia pansexualista y relativista de la cultura,
etc.) siendo objeto de una realidad que se deshumaniza por el tecnicismo y
especialismo.
El
vacío existencial que vive hoy nuestra generación y que se reportó siempre en
la psicoterapia solapada por las neurosis sexuales o de conflictos de
inferioridad, se vuelca en una pérdida de valores y se enraíza en la búsqueda
de un conformismo o totalitarismo dictado por una búsqueda del placer o poder
como fin último del hombre, ya que la masa reclama en el goce de placer el
sentido de felicidad (utilizando siempre esa palabra como algo tácito y mal
entendida) o en el poder como cúspide del hombre para el prestigio y su
omnipotencia ficticia (casos del mal uso del poder político, funcionarios,
directores, etc.). Estas dos consecuencias de la búsqueda del placer y poder
por sí mismo traen como resultado el atrofiar la propia misión personal del hombre y la
frustración existencial que desborda en muchas neurosis psicogénicas que
podemos ver hoy en día (neurosis sexuales, trastornos de personalidad,
depresión, etc.). Cuando el camino queda frustrado y es desviado hacia la
búsqueda de placer o poder por sí mismo como un fin y no como una meta o
efecto de un propósito de vida, estos
fenómenos se vuelve una intención primaria (buscar placer por sí mismo o el
poder como fin) que atrofia el verdadero propósito de nuestra entrega hacia el
otro o la tarea que debemos cumplir, ya que el ser humano nace con un sentido
de vida que únicamente él debe realizar y cuando pierde este propósito se desvía por una vía de un sinsentido que llega a
alejarlo de una vida digna de su existencia.
El
hombre del siglo XXI moviéndose por las neurosis colectivas desarrolla su vida
en una total transitoriedad, espejismo donde le aturde envejecer y ve en la
muerte su destino de fatalidad. Las neurosis colectivas encubren el hastió de
una vida rutinaria y tecnificada, donde el hombre pasa a ser mero objeto de
goce momentáneo y el poder uno de los medios para conseguirlo. Las consecuencias
de una sociedad así están dadas en lo que refiere la Logoterapia en el
fatalismo, la actitud provisional de la vida, el fanatismo y la absorción por
la masa.
3.1.
La Actitud Fatalista
La
actitud fatalista es parte de las neurosis colectivas de nuestra época, el cual
lleva a un pensamiento de que nuestra vida ya está escrita y en la cual no
podemos hacer nada por cambiarla, creer en el poder del destino quedando
inertes ante su coacción (Frankl, 2011).
Actualmente
esto lo podemos evidenciar en la creencia colectiva de horóscopos, supersticiones,
magia, determinismos psicológicos (el pasado influye e influirá en nuestra
vida), determinismos biologicistas o temperamentales (“nací predispuesto a ser
agresivo”, “es mi herencia alcohólica”, etc.) y determinismos socioculturales (“nací
dentro de una sociedad que me moldeo y me creo estas costumbres”). Esta
creencia en el poder del destino inmoviliza al hombre, llevándole por el
pesimismo de no tener libertad para afrontar su vida. El determinismo en el
destino de pensar que todo ya está escrito nos convierte en personas ahistoricas
y enmudece el sentido verdadero de la existencia dentro de la función que todo
hombre debe dar a su vida y cultura. Freire
(2005) menciona “al no tener un punto de decisión en sí; al no poder
objetivarse, ni objetivar su actividad; al carecer de finalidades que
proponerse y proponer; al vivir inmerso en el mundo al que no consigue darle
sentido; al no tener un mañana ni un hoy, por vivir en un presente aplastante,
el animal es ahistorico” (p. 81). Como bien menciona el autor un animal carece
de una función consciente sobre sí mismo y los demás. Un sinsentido que
trasciende en las arcas de un destino fatalista convertirá a los seres humanos
en entes autómatas de circunstancias y en el cual por falsas creencias deterministas
se le concede poder omnipotente. Algunos casos particulares de conceder este
poder al destino, es caminar por la calle sin pasar por debajo de una escalera,
evitar cruzarse con un gato negro o llevar ciertos amuletos, ya que estos
representarían mala suerte o buen augurio según las representaciones que tienen
para nosotros. Existen formaciones más sofisticadas de poder en el destino y
que en pacientes neuróticos hacen hipostasiar sus síntomas, a tal punto de
creer que ellos son el resultado de circunstancia o condicionantes psicológicas
del pasado (experiencias infantiles) o factores genéticos (temperamento
agresivo, alcohólico, etc.) y encuentran así una justificación para su
comportamiento en circunstancias ajenas a su propia libertad. Esas excusas de
no tomar una actitud frente a estos factores o circunstancias condicionan a la
persona a ser un ente pasivo y a creer que el destino ya está escrito para
ellos.
Sería
erróneo pensar que nos movemos por un locus de control externo, sin interferir
sobre nuestras propias decisiones o ante las circunstancias de nuestra vida;
Riso (2009) refiere que las profecías autorrealizadas son parte de creencias
que nuestra mente construye para confirmar o satisfacer inconscientemente nuestros propios miedos o deseos que de manera
automática crean estrategias de autoperpetuación en cogniciones o pensamientos que tenemos de
nosotros mismos, de los demás y de la vida; y que nos llevan a actuar a favor
de nuestros esquemas creados a la que llamamos destino. Así una mujer que cree
que su destino es estar con hombres que le son infieles (esquema de
desconfianza) por haber vivido con padres separados o haber sido engañada en
una ocasión, buscara a varones con un perfil machista para confirmar su
cognición de desconfianza y así autoperpetuar su propia creencia en un destino
fatalista para ella. Un hombre que cree en que siempre fracasara en su vida
amorosa (esquema de fracaso), ya que sus relaciones son esporádicas, buscara a
mujeres lascivas para confirmar su creencia en el poder del destino. Son muchos
los pacientes que se pueden examinar dentro la psicología clínica y que
refieren un poder en el destino de sus vidas. Esta vivencia no es más que
productos de esquemas inconscientes que ellos han formado a largo de su
historia, en una sociedad llena supersticiones y una actitud fatalista como
pensamiento masificado.
Por
otro lado, también se busca justificaciones en el temperamento heredado como
parte de una constitución biológica que nos determina y en la cual no podemos
actuar; es así como un rasgo agresivo, ansioso, depresivo, obsesivo, psicópata
o con predisposición a la adicción, etc. se convierten en parte de nuestro
destino y las excusas son que no podemos luchar contra lo que hemos heredado.
Las investigaciones actuales han demostrado que un ambiente favorable puede
crear según Riso (2009) la bondad de ajuste necesaria para dar equilibrio emocional en los
niños predispuestos a temperamentos con tendencia a la psicopatología. Así
mismo, Goleman (2017) nos
menciona que los rasgos en adultos también pueden modificarse a lo que denomina
rasgos alterados que llevan
finalmente a la persona a encontrar un bienestar emocional a través de ciertos
hábitos y técnicas adquiridas (logoterapia, meditación: atención plena, budismo
zen, etc.). Estos hallazgos junto a la neuroplasticidad que nos refiere que
podemos crear ciertas destrezas personales a lo largo de nuestra vida por
acción del ambiente en que decidimos involucrarnos nos hacen concluir que las
fuerzas temperamentales no nos determinan y solo contribuyen a adoptar una postura
frente a tales condiciones. Jung (1949)
en su obra Psicología y religión refería que los impulsos no
poseen al hombre, sino el hombre posee a sus impulsos, esto nos da a entender
que la persona tiene la capacidad aún con un temperamento predispuesto a
ciertas tendencias (agresión, conducta adictiva, ansiedad, etc.) de elegir seguirlas o no. El hombre con
problemas temperamentales o rasgos predispuestos también puede trabajar para
modelar ciertos rasgos que le perjudican a él o la sociedad, pero es su
capacidad de elección que siempre se tomara en cuenta para forjar su propia
vida. Nuestra propia existencia carecería de sentido si ya estuviera escrita
por nuestro pasado o temperamento.
En Tótem y Tabú de Freud (1991)
nos explica que
conductas neuróticas se dan regidas por la omnipotencia mágica de los
pensamientos que proviene de los aborígenes de un sistema primitivo de la
psique humana, sustentada en las primeras tribus australianas (las más antiguas
del mundo) estas experimentaban una visión anímica de las cosas que lo
rodeaban, concediendo poderes a los espíritus de la naturaleza y a las almas de
los muertos. Este sistema nos permite concebir que parte de nuestra psique aún
no ha resuelto este pensamiento tan primitivo de conceder el poder a entes
externos (naturaleza y espíritus) que nos llevan a creencias neuróticas como un
pensamiento mágico e hipostasiado en el horóscopo, la santa muerte, amuletos, la
brujería, las supersticiones, etc. La omnipotencia mágica de los pensamientos
obedece a un narcisismo primario de origen egocéntrico infantil que nos hace
pensar que el mundo gira a nuestro alrededor con un poder ya escrito y que solo
lo podemos contrarrestar con supersticiones o magia; careciendo así la persona de
una voluntad de sentido para enfrentarse y elegir a través de los
condicionamientos de su vida.
3.2.
Actitud Provisional ante la Vida
La
actitud provisional ante la vida es otra de las neurosis colectivas en que esta
está sumergido el hombre en la actualidad y que Frankl (1990) refiere como la
falta de planificación del futuro y el vivir
según el conformismo de alguna moda o las apetencias y deseos efímeros que
pueden imperar en una sociedad. El vivir el día a día sin responsabilidad de un
propósito significativo para la existencia y según las tendencias o pulsiones
que se apoderan del hombre es parte de
un sinsentido que prolifera en la actualidad en las grandes urbes y que
desencadena junto a la actitud fatalista dos tipos de neurosis colectivas más:
El pensamiento colectivista y el fanatismo.
3.3.
El Pensamiento Colectivista
Otro
tipo de neurosis colectiva de nuestro tiempo es lo que describe Frankl (2011) y
Maffesoli (2009) como pensamiento colectivista; aquí el ser humano renuncia a
su personalidad por seguir una idea o tótems que se ve representado muchas
veces en una moda, tendencia, afición, etc. El ser humano bajo esta concepción
es impersonal y se conforma con lo que hacen los demás, siguiendo una tendencia
para no romper los lazos con el grupo social identificado. La sugestionabilidad
del grupo hace también caer al individuo en un pensamiento colectivista, donde
no hay culpa y se excluye todo lo diferente a otro pensamiento o tendencia.
Esto lo podemos evidenciar hoy en día en las modas, el amor light (sentimentalismo
momentáneo, flirteo, etc.), supersticiones, entre otros. El hombre aquí pierde
su libertad y responsabilidad de elegir y cumplir un propósito verdadero de
vida ya que está bajo un pensamiento masificado que no le es propio y que por
el contrario obedece a una sociedad cada vez más nihilista donde se niega los
valores personales y se materializa y hedoniza la concepción de ser humano. El
hombre homúnculo vive hoy día en las sociedades posmodernas diseñadas de
técnicas y valores de mercado, es así como se adhiere a estas ideas y reclama
para sí las comodidades, ideales materialistas y el placer paroxístico que es
capaz de ofrecer una sociedad light prefabricada en una vida liquida (superflua
y rápida) donde las tradiciones, la seguridad de un empleo y el amor perdurable
pasaron de moda. La nueva concepción de este tiempo liquido como pensamiento
colectivista es desprenderse lo más rápido posible de lo vivido y capacitarse o
especializarse para ser un engranaje dentro de un sistema económico que reclama
la tecnificación de una tarea específica. Ortega y Gasset (2010) describía a un tipo de hombre masa que
abundaba en la sociedad del siglo XX y que a través de un análisis se puede
decir que prolifera en la actualidad, este tipo de individuo es un hombre que no
tiene un propósito más allá de sus propias apetencias y deseos, se conforma con
las comodidades que le ofrece su cultura (tecnología, placer sexual, estatus,
etc.) y hace prevalecer su opinión y deseos en detrimento de una lógica o
argumentos racionales. Este nuevo tipo de hombre solo se desarrolla en un
pensamiento colectivista o de masa y muestra rasgos de un narcisismo propio de
la época evocada en la superación personal de la riqueza material, el
pansexualismo como medida de paroxismo y el poder para alcanzar el éxito como
medio y fin personal.
3.4.
El Fanatismo
La
última las neurosis colectivas que describe al hombre actual es el fanatismo,
es aquí donde las ideologías personales y sociopolíticas sumergen al individuo
a concepciones erradas sobre la sexualidad (pansexualismo), racismo,
autoritarismo político y cualquier forma de tótems culturales (seguidores de una
banda rock, hinchas de un equipo, etc.). El fanatismo se podría explicar en lo
que Freud (2016) refería como enamoramiento
e hipnosis, donde el líder representa las aspiraciones y deseos de la
masa, introyectando en los individuos (los seguidores) el ideal del yo, haciendo
así perder en estos su identidad representada ahora por un sujeto que dictamina
su vida y que sugestiona a deliberadamente a la masa. Esto puede pasar con
modelos representativos (políticos, artistas, intelectuales, etc.); donde el
enamoramiento está dado entre el líder que demanda obediencia y formas de vida
funcionales para su causa. El hombre una vez que ha designado su ideal del yo
en las ideas y representaciones que él aspira o creer desear pierde su
personalidad y se vuelve un ser impersonal que obedece como autómata hacia un
fin que no es el suyo. La masa fanatizada pierde su moral (súper yo) y se sugestiona junto al colectivo; llegando incluso a
cometer acto vandálicos o terroristas.
Frank
(1990) manifiesta que el fanático pasa por alto la personalidad de los
individuos que no piensan como él, no admite un modelo de pensar distinto al
suyo; lo único que acepta es su propia opinión. Pero el fanático ni siquiera
tiene una opinión propia, sino que le tiene a él la opinión pública. Esto es lo
que hace que el fanatismo sea tan peligroso: el que la opinión pública se
apodere tan fácilmente de los fanáticos y que ciertos individuos se puedan
apoderar también con facilidad de la opinión pública. Estos individuos son los gobernantes
o, mejor dicho, un gobernante, un dirigente. Lo anteriormente mencionado
puede describir como los dirigentes
dominados por ideologías, políticos demagogos, artistas, Influencers entre
otros pueden generar en la masa una opinión pública que los posea y sugestione,
impidiendo en los individuos un pensamiento propio y razonable, guiándolos por
pasiones e ideologías introyectadas; el no respeto y la intolerancia por las
diferencia a ideas contrarias, siendo esto una característica del fanatismo que
hace surgir un sadismo o agresión en las
personas que están poseídas por este tipo de pensamiento. Freud mencionaba en
su libro El Malestar de la Cultura al narcisismo de las pequeñas diferencias
para describir la pulsión de agresión o muerte que el hombre es capaz de
desplazar por diferencias que el mismo creaba en su cultura y le valían de
artificios para su satisfacer sus impulsos agresivos. Esto explica según Freud
que pueblos tan similares en raza, costumbres y tradiciones como son en gran
parte las naciones europeas terminaran en diferentes guerras en el transcurso
de su historia. Esta postura determinista y pesimista de Freud parece ser un
indicio del fanatismo vivido en la época actual, ya que a través de ideologías,
posturas políticas y de las diferentes corrientes dogmáticas de pensamiento
vivido los individuos buscan identificarse en grupos y desplazar todo su
sadismo a las diferencias que pueden encontrar en personas que no siguen sus
propósitos.
Los nuevos homines
Sacri de una sociedad estatizada
Dentro
de la masa en que se sumerge cada vez más el hombre de la posmodernidad,
tienden a existir fenómenos que Albert-Márquez (2017) denominaba como
narcisismo colectivo para referirse a las personas que tienen una loa sobre sí
mismos y una centralidad de sus deseos e impulsos que incluso lleva a atentar
contra la vida de otros seres. Este nuevo hombre también absorbido por el
pensamiento masificado reclama derechos que incluso pueden traspasar los
órdenes de sus deseos e imperativos impulsivos, pidiendo leyes que atenten
contra la vida de los ajenos a él, esto sucede en marco donde el aborto, la
eutanasia, la pena muerte, entre otros actos de violencia pasan a decretarse
como leyes y derechos sociales.
El
homo Sacri u Homo sacer se utiliza para designar “aquellas vidas que quedan
absolutamente expuestas a que se les dé muerte” (Albert-Márquez, 2017, p. 11).
Desde esta postura el homo sacer puede ser objeto de homicidio sin que esto
incurra en delito por la persona que lo realice, ya que es un hombre excluido
de todo derecho personal en el ámbito profano y religioso. Esta denominación
también se hace presente para referirse a los prisioneros de guerra, asilados e
inmigrantes que Bauman (2008) manifiesta como los hombres que han perdido sus
derechos inalienables como personas y son objeto de exclusión social tras los
límites del territorio-estado-nación (el agigantamiento del Estado posmoderno
como el Gran Leviatán). Estas características de los nuevo homines Sacri
actuales son consecuencia de un pensamiento reduccionista que busca en un
progreso técnico y en especial en el auge de las ciencias naturales la utopía
de bienestar y felicidad del hombre, pero a la vez genera una antípoda en el
retroceso de las humanidades entre las que se destacan la metafísica, la
religión, la axiología, etc. Por este camino es fácil que los nuevos hombres
posmodernos tengan tanta técnica, pero a la vez surjan como primitivos rebeldes
en otros estamentos de su vida.
La
Zoe devenida en lo biopolítico, es decir lo privado de nuestra vida como
derecho inalienable natural cada vez estaría sujeta por medidas políticas y de
Estado a través de un derecho positivo hacia la esfera pública, es allí donde
un enfermo terminal, un desahuciado, un niño por nacer, los presos en la cárcel
de Guantánamo, un prisionero en un campo de concentración, etc. pueden ser los
nuevos homines Sacri por mandato de leyes que el Estado pone a su disposición
de ciudadanos cada vez más masificados y que atados por sus pasiones e
instintos reclaman la supresión y exclusión de la vida en lo ajeno a ellos, un
fenómeno del siglo XXI que se señala también como la mixofobia. El Estado a
través de la disposición de estas leyes que aparentan la satisfacción de los
deseos de las persona y que lo empoderan aparentemente no hace más que
incrementar su poder sobre la vida privada y natural de los ciudadanos, hecho
que hace recordar a un estado totalitario o al Gran Leviatán que ha existido
durante la historia como en Alemania Nazi, La Unión Soviética, Italia Fascista,
Corea del Norte entre otros que a través de leyes y propaganda de la más media
trataron de fomentar un pensamiento único en sus ciudadanos para que estos
terminen aceptando las condiciones o reclamando inclusive el sometimiento de
las otras personas (cultura de la eugenesia, enemigos de la patria,
extranjeros, prisioneros) a la muerte como algo natural por no considerarlas
dignas, vulnerando la vida de lo ajeno a una vejación de lo infrahumano, bajo
el supuesto de una nacionalismo, la inferioridad racial, los enemigos el
estado, etc. que se convertían en ideologías insaturadas en una nación. En
estos dictámenes siempre se manifestaba que eran instituidos en pro de un
bienestar social que en realidad era la argucia para incrementar el poder y
dominio de la Zoe hacia lo Biopolítico.
Los
nuevos homines Sacri de este siglo está dado cada vez más en los deseos y
pasiones de las personas que a través de un panóptico digital y de la mass
media reciben estímulos priming y tendencias a través de eufemismos para
moldear su opinión a favor de una cultura de muerte. Trataremos de mostrar solo
dos tendencias actuales donde el ser humano rebaja su condición de dignidad a
sótanos de quimeras de una cultura de muerte y se convierte poco a poco en los
nuevos homines Sacri del siglo XXI.
La
primera tendencia actual es la eutanasia que se manipula semánticamente para
convertirla en el derecho de morir dignamente llevando una connotación
positiva para ser aceptada e inclusive solicitada por necesidad egocéntrica de
familiares y pacientes con problemas médicos y psiquiátricos. Bélgica es el
emblema de esta práctica ya que allí desde en el año 2002 se legalizo la
eutanasia para personas mayores de edad que sufrieran enfermedades terminales,
incurables y psiquiátricas, pero actualmente esto se extendió para adolescentes
y niños. Muchos son los casos de la muerte asistida por problemas
psiquiátricos en ese país resaltando por ejemplo el de Tine Nys, de 38 años quien
sufría de un trastorno psiquiátrico severo y estaba postrada en una silla de
ruedas, ella había sido internada repetidamente en hospitales de salud mental y
se intentó suicidar muchas veces, hasta que por un consenso medico se le otorgo
la eutanasia. También llama mucho la atención el caso del atleta belga Marieke
Vervoort quien había ganado muchas medallas de oro y plata en los Juegos
Paralímpicos en distintas disciplinas. Vervoort sufría de una enfermedad que
progresivamente le impedía mover los músculos y tener mucho dolor, relevando en
una entrevista a un diario que su deseo era morirse. En octubre de 2019, el
atleta decidió que se le practicara la muerte asistida como medida de
cese a su sufrimiento. Actualmente en Bélgica las estadísticas de registros de
eutanasia en niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores son los siguientes:
67% presentaban cáncer terminal, el 19 % sufría de numerosas enfermedades
(polipatología) y el 3 % sufría de enfermedades mentales. Así mismo, se
registró que tres cuartas partes de los pacientes tenían entre 60 y 90 años (Wesel, 2020).
Dentro
de los países que la eutanasia se extiende a menores de edad encontramos a
Colombia que permite la muerte asistida a niños mayores de 6 años, mientras que
en los Países Bajos se establece el límite de edad de 12 años y en Bélgica no hay
un límite de edad para tal procedimiento, exigiendo que el joven se encuentre
emancipado o esté dotado de discernimiento. (Lampert, 2019).
La eutanasia se extiende en banderas del progresismo
hedónico de bienestar y ha hecho que países como Luxemburgo, Canadá, Suiza,
Luxemburgo y algunos estados de EE. UU también se practique dentro sus
políticas el suicidio asistido. A estos Estados ahora se le suma Nueva Zelanda
que aprobó esta ley en el año 2020 en un referéndum donde su ciudanía voto a
favor de esta práctica con 65.2%. (Jha, 2020). Por otro lado, en España en
plena pandemia por Covid-19 el congreso aprobó por amplia mayoría también la
instauración de la eutanasia como derecho social. (Hermida, 2020). Al
parecer las medidas tan severas como confinamientos obligatorios que tenían la
mayoría de los Estados por la consigna de cuidar la salud y la vida de las
personas, se contradicen con los hechos hallados donde se promulgaba una
cultura de la muerte por una ideología de progresismo científico y de bienestar
utópico.
La
segunda tendencia que describiremos y que convierte al ser humano poco a poco
en los nuevo homines Sacri son los niños por nacer. El aborto con su eufemismo interrupción
del embarazo es quizás una práctica más común y que se realiza en más
países que la eutanasia. Esta otra cultura de la muerte es aprobada por
consenso político en varios países del globo, siendo Groenlandia un caso
particular ya que con una población de 55.992 personas ha registrado tener más
abortos que nacimientos, ya que la mitad de las mujeres aproximadamente
embarazadas en ese país eligen el asesinato del niño por nacer. Este hecho hace
que en el año 2019 haya habido 30 abortos por cada 1.000 mujeres. Así mismo
otro país que llama la atención por su elevada cifra de mujeres que deciden
abortar es Dinamarca que tiene un índice de 12 abortos por cada 1.000 mujeres
en sus estadísticas oficiales e inclusive conmemoran el día miércoles de cada
semana como el día del aborto, donde
en esa fecha las mujeres pueden ir a una clínica de salud sexual para la interrupción
del embarazo (Jaureguilorda, 2019). Otro país donde se halla un alto índice
de abortos es España que registra cada año 100.000 muertes por aborto de las
cuales 20 son debido a violación y otras por causas económicas (Villamor, 2020).
Por
otro lado, en el 2020 Argentina se sumó a los países en que el Senado legalizo
el aborto en sus primeras 14 semanas (BBC News Mundo, 2020) demostrando así que
el confinamiento tan severo para salvar la vida de las personas una vez más se
contradice con la promulgación de asesinatos de los más inocentes, desvalidos e
indefensos de la sociedad.
Finalmente
estos son algunos casos de los muchos países donde el aborto legal cobra la
vida de muchos niños por nacer, y donde el acceso a preservativos, píldoras
anticonceptivas y a una sexualidad
plena está garantizado bajo el modelo de la sociedad de la píldora
que menciona Frankl (2012), haciendo referencia a la liberación de la represión
sexual y al contenido de hedonismo mitificado en los diferentes países de
occidente que conlleva a una vacuidad de hastió y tedio de frustración
existencial que se puede manifestar en diferentes tipos de trastornos
neuróticos, perversiones y en hostilidad hacia la existencia misma a través de
ideologías como las que hoy en día hacen desnudar la vida hacia los confines de
la muerte en los seres más inocentes. Una metafísica del ser es reducida a una
sociedad parcelada donde solo importa el progresismo de la técnica bajo un
paradigma utilitarista y pragmático, así la propia ciencia es convertida en
cientificismo por una fe ciega en ella que hace esclavo al hombre de su propio
devenir como un homúnculo de nihilismo hermético: nada más que un conjunto de
determinantes biológicos, sociológicos o psicológicos que lo pueden explicar y
condicionar y donde la vida es reducida a un materialismo cosificado de valor
pragmático.
El
homo sacer no cesa en estas dos tendencias, como se manifestó líneas arriba los
prisioneros de guerra, exiliados, inmigrantes, los condenados a pena de muerte,
los traidores a la patria, entre otros también forman parte de esta nueva
condición y cada vez más países
adaptan nuevas categoría de hominis
sacris, sujetos sin derecho y de exclusión social que un Estado lo instituye en
sus leyes como forma de progreso cultural, haciendo que lo biopolítico se acreciente y vulnere la Zoe o
la vida natural de las personas y sus derechos inalienables.
Byung-Chul
(2016) también ofrece una categoría de Homo Sacer a todo hombre de la sociedad
de rendimiento tardomoderna, definición que le ofrece al ser humano que por
voluntad propia decide abstraerse bajo el imperativo de exitismo,
convirtiéndose así en una máquina autista de rendimiento y de trabajo, llevando
su egocentrismo y narcisismo al esclavismo propio de su libertad. Esta
denominación como homines sacri aquí se da por su condición de sagrado que es
otra manera de definir a esta categoría, ya que a este hombre no se le procura
la muerte, ni exclusión social, sino que este ya tiene la condición de estar
desvalido y vacío interiormente como un prisionero de guerra o alguien
condenado a muerte o que está sufriendo de una crisis severa de neurosis o
psicosis por una hiperactividad creciente que le toca enfrentar para logar el
bienestar prometido de su sociedad (auto, casa, lujos, viajes, prestigio
social, poder, etc.).
Un
modelo para desmitificar las tendencias políticas hacia los nuevo homines
sacris es volver a una vida privada, donde la familia, las tradiciones y los
valores de autorrealización de cada persona estén imperantes más allá de la
esfera pública que solo puede garantizar el bien común de una cultura para su
desarrollo a través de normas y leyes para el buen vivir y no traspasar la
esfera individual de la vida personal y digna del ser humano.
Así
también se debe procurar la mixofilia encaminado hacia el bien común de la
otredad representado en un sujeto de derechos y que responde a la diversidad y
unidad de la humanidad.
CAPÍTULO IV
EL AMOR EN LA POSMODERNIDAD
Y EL PANSEXUALISMO COMO OBJETO DE CONSUMO
“La meta de
una sociedad razonable es el estado de bienestar de sus ciudadanos y no la
llegada a ciertos estados utópicos de felicidad”.
Karl Popper.
La
fragilidad de las relaciones humanas en nuestra época contemporánea significa
cada vez más el progresismo de nuestro sistema globalizado donde impera el
individualismo, la tecnoburocracia, las estadísticas, la biometría y el
especialismo. Este fenómeno se da en nuevo mundo que esta medido por la
gratificación instantánea, el goce material o la conveniencia que se puede
obtener de las relaciones humanas. En su obra Amor Liquido, Bauman
(2018) explica que a pesar del difícil entorno, el amor de una pareja que se
consideraba permanente y sólida en el pasado se ha convertido ahora en un breve
episodio de situaciones triviales y de goce vivido del narcisismo y el deseo
egocéntrico del propio individuo en una sociedad de consumo. Este tipo de
relaciones se ha masificado en la amistad, en la convivencia comunitaria, en
las relaciones laborales y en nuestra sociedad en general. Asimismo, describe
que este nuevo escenario de la fragilidad de las relaciones humanas obedece a
un modelo imperante de la globalización y en la visión del ser humano como un
objeto de consumo y mercancía, donde todo se reduce a lo cuantificable, instantáneo,
utilitarista o al estatus y goce que una relación impersonal puede ofrecer.
Este
nuevo paradigma del hombre actual es producto de un mundo líquido y de
posmodernidad definido por Inglehart (1990, citado en Ibarra y Velarde, 2017)
como los:
valores post- materialistas,
surgidos en las décadas de 1950 y 1960 y que habrían de cambiar la visión y
comportamiento de una buena parte de una sociedad […] ideas relacionadas con un
nuevo entendimiento de la realidad, así como también en la forma en que los
seres humanos se organizan (p. 155).
Y
donde todo es rápido y cambiante, el goce es momentáneo y las relaciones
efímeras y establecidas muchas de ellas por conveniencia.
Los
productos del mercado económico que podemos consumir en la actualidad son
adquiridos en la mayoría de los casos bajo una obsolescencia programada y son reemplazados
rápidamente según la moda imperante que ofrece un modelo mejor. Así mismo,
estos objetos se nos vuelven triviales y pasajeros en un mundo cambiante y el
cual también nos ofrece diversos estímulos que hacen nuestra vida más cómoda y
cada vez más fácil ante los retos personales (estudios, trabajo, tareas
domésticas, etc.). Este paradigma de vida concebido así, nos trae beneficios a
corto plazo en un diseño de sociedad de consumo y cambio constante, manteniendo
una economía global que nos beneficia con un trabajo cada vez más relativizado
por la frenética vida de este mundo líquido. Las consecuencias de este modelo
es que la superficialidad, lo efímero y lo relativizado de los objetos que
poseemos parecen confundirse cada vez más con las relaciones personales que
tenemos cotidianamente. Es así que el ser humano pasa a cosificarse como un
objeto de consumo en las relaciones de índole fraternal, de educación y
trabajo, debido a la introyección de un paradigma de un mundo liquido diseñado
para que nada sea solido o permanente, y obedezca a lo efímero de las cosas
donde todo gira rápido y relativo según las circunstancias del placer y
comodidad del hombre.
En
la educación como se describió en el primer capítulo bajo el modelo de un nuevo
mundo líquido en relaciones humanas pasa a concebirse bajo el especialismo
tecnificado y utilitarista contemporáneo, servil al hombre en una sociedad que
obedece a los cambios constantes de esa misma técnica e inmediatez. Es así como
Bauman (2008) manifiesta la siguiente frase respecto a la modernidad y
educación liquidad:
El consumismo de hoy no se define
por la acumulación de cosas, sino por el breve goce de esas cosas (...) Los conocimientos
listos para uso instantáneo e instantáneamente desechables de este estilo que
prometen los programas de Software (...) Hoy el conocimiento es una mercancía;
al menos se ha fundido en el molde de la mercancea y se ínsita a seguir formándose
en concordancia en el modelo de la mercancía (p. 29-30).
Esto
nos quiere decir que el pensamiento crítico, valores, arte, religión y entre
otros tipos de conocimiento holísticos y solidos que forman al hombre en
plenitud se deja de lado por un modelo imperativo de bienestar tecnoburocrático
y pasajero, propio de un producto de mercado. Otro aspecto concomitante de esta
noción de educación es el trabajo que desde esta perspectiva pasa a concebirse
también por lo efímero y frágil de un mundo líquido ya preestablecido.
La
globalización y la economía de mercado actual deberían de beneficiar al hombre en
el desarrollo de sus capacidades, haciendo que la reflexión y sus
potencialidades se manifieste en la plenitud de su vida, pero hasta el momento
esto no llega a ser posible en la concepción de un ser humano con visión
utilitarista y pragmática con una ideología materialista que soslaya la
dignidad de las personas.
La
educación y el trabajo son parte importante de las relaciones humanas y
esenciales en toda sociedad; así como el paradigma que se construye del amor en
la posmodernidad ya que esta implica la elección de pareja, el matrimonio, la
familia y nuestras relaciones fraternales en nuestra civilización. El amor de
pareja desde una visión antropológica personalista, específicamente desde la
logoterapia se da por la autenticidad de la dignidad peculiar de la persona y
esta puede prevenir con una pedagogía sexual adecuada el pansexualismo y las
parafilias sexuales propios de un vacío existencial o de la esencia neurótica
de una inadecuada higiene psíquica propia de la masificación de una vida
liquida del hombre posmoderno (Frankl, 2001; Bauman,
2013). El amor romántico posmoderno, tiene una concepción servil a lo
instantáneo y relativo, igual que en la educación y el trabajo si se mide desde
una concepción de un mundo líquido esta sirve para una epistemología de
ideología utilitarista y pragmática de las cosas. Este amor líquido así
concebido pasa a enfocarse cada vez más como uso popular de un flirteo
impersonal donde se valora el hedonismo ocasional o periódico que puede
proporcionar una relación, ya que se busca acumular una buena cantidad de
placer y disfrute en un determinado momento y no una responsabilidad que
cualifica a la persona amada. Sí hay una ruptura amorosa no vale la pena sufrir
por ella ya que este mundo incierto y líquido puede proporcionar al hombre un
sinfín de oportunidades para escapar de este vacío personal que se deberá
llenar de todo el placer y superficialidad en cada circunstancia para tener una
vida más cómoda y sin ataduras a relaciones inestables y dolorosas, donde no
vale la pena reflexionar sobre lo que pasa o buscar el sentido de esta. Así
parece concebirse el amor romántico cada vez más en nuestra época, medido por
el goce instantáneo que puede proporcionar una persona que cada vez es
cosificada a un interés momentáneo de emocionalidad o placer, llamada también
amor light, que sin darnos cuenta se convierte una mujer o un hombre al que se
utiliza para llenar un vacío personal y por antonomasia es el paroxismo de
pasiones o de hedonismo que puede durar hasta donde sea útil y pragmático
utilizar, ya que en un mundo que ofrece una variedad de alternativas a través
de las redes sociales y relaciones superfluas puede surgir una mejor versión de
la impersonalidad del objeto amado, donde exista una novedad y la conveniencia
de alguien mejor impersonalmente.
Byung-Chul
(2016) en su libro sobre Psicopolítica nos refiere sobre la big data y la
manipulación de nuestros pensamientos y conductas a través del uso de redes
sociales y la web; advirtiéndonos que el ser humano cada vez más se esclaviza
por voluntad propia hacia sus placeres, emociones, deseos y todo tipo de
tendencias inconscientes entre ellas claro está la búsqueda de relaciones
sexuales placenteras, en la que a través de un panóptico digital cree tener el
control y la sapiencia necesaria para establecer lasos paroxísticos con
personas que le son ajenas a un mundo interior y humano, y que por el contrario
le pueden ofrecer la mayor cantidad de diversión, aventura y placeres a cambio de
una impersonalidad sin responsabilidad ni compromiso. Este pensamiento
masificado sobre la fragilidad de nuestras relaciones y el control del
panóptico digital cada vez más automatizado en nuestra vida hacen esclavo al
hombre por voluntad propia de sus elecciones en todos los ámbitos. En los
vínculos efímeros de las relaciones en la actualidad, el hombre puede creerse
amo de su propia felicidad, sin embargo se vuelve esclavo de su propia voluntad
que lo dirige hacia su propio libertinaje de experiencias evanescentes que
posteriormente lo desplazan a un sinsentido o vacío existencial que cada vez se
hace más pronunciada en la sociedad del cansancio que Byung-Chul (2014) describe
como el exceso de positividad (romanticismo ligh, rendimiento exitoso, trabajo
con productividad, etc.) que llevan al hombre del siglo XXI a las depresiones,
estrés crónico, ansiedad, hiperactividad, etc.
Las
consecuencias de vivir en un mundo medido por lo relativo de las relaciones
amorosas se pueden observar cada vez mas en nuestra realidad a través de las
telenovelas, reality-shows, programas de espectáculos y en nuestra vida
cotidiana que es parte de un panóptico pero ahora de libertad o de voluntad
propia, donde se masifica un pensamiento colectivista de todo vale para
conseguir la supuesta felicidad tacita en un mundo líquido que muchas
veces se dirige por la trivialidad y cambio constante que termina cuantificando
el goce instantáneo hacia una persona, cosificándola a ella y a la experiencia
inmediata como un epifenómeno de puras pulsiones que necesita satisfacer.
El
amor entendido desde una antropología personalista es una fuente de
reafirmación y fundamento de una civilización occidental que se observa menoscabada
por un retroceso de ideologías progresistas y cientificistas que generalizan la
vida anímica del hombre a epifenómenos puramente biológicos, psicológicos o
sociológicos, dependiendo casi siempre de la parcialidad de la disciplina
científica que lo estudia. Esto convierte el pensamiento de nuestra época en un
nihilismo hermético de nada más que un producto (Martínez, 2017). Esta visión de
nihilismo hermético objetiviza a la vida ha puros condicionamientos y justifica
cada vez más todas los impulsos sexuales como base de vida pública y no privada
por considerarse libertades personales que deben regir en la esfera política y
cultural; este progresismo e ideologías nos hacen recordar a la barbarie de
nuestra sociedad y a un retroceso a las antiguas comunidades primitivas donde
el incesto, la pedofilia, la poligamia, la poliandria entre otras versiones del
pansexualismo venía ser la base de dichas colectividades; Maffesoli (2009)
refiere que “lo anómico de hoy es lo pletórico del mañana” (p.120); encaminado
así el pensamiento del hombre posmoderno no estaría lejos a una sociedad
occidental de regresión a lo anómico, donde las tendencias de pulsiones son
reemplazados por una antropología de fenómenos humanos de amor, libertad,
responsabilidad, voluntad de sentido, etc.
Ortega
y Gasset (2010) en su libro La Rebelión de las Masas señalaba la
existencia de un hombre que al poseer cada vez más tecnología y comodidad en su
vida por los derechos y beneficios recibidos por una cultura construida a base
de esfuerzos científicos y grandes pensadores que diseñaron un fundamento de
sociedad civilizada en distintas índoles como la familia, derechos personales,
libertad, etc.; proyectaba cada vez más en las personas del siglo XIX en
adelante un fenómeno común que era el esforzarse cada vez menos por mantener y
contribuir con esos ideales dados. Estos logros alcanzados en la sociedad
occidental tendieron a retroceder cada vez más en los hombres, justificando en
sus pasiones y deseos de un primitivismo de toda índole el progreso de su
sistema cultural; incluyendo esto a las relaciones afectivas y de pareja.
Así
mismo, Ortega y Gasset (2010) denomina a este nuevo hombre como un primitivo
con una larga historia o el niño mimado, ya que ahora este sujeto es
movido por un pensamiento de masa informe según la construcción de opiniones y
deseos que muestra como rebeldía para poder satisfacerlos. En la dimensión del
fenómeno humano del amor entendido como inteligencia y voluntad para la
elección de la unicidad de otra persona no cabría dentro de este pensamiento
masificado y por antonomasia se prefiera a la banalidad y pansexualismo
orgiástico que posteriormente tiene consecuencias como la destrucción de la
familia convencional, la fidelidad y los valores axiológicos dentro de la
sociedad y el estado.
4.1. Postura personalista
de la sexualidad y el amor
En
este apartado tratare de abordar desde una postura personalista la sexualidad y
el amor, partiendo desde una ontología dimensional de los fenómenos del hombre
que transmutan al determinismo o condicionamientos en que se excusa el
pensamiento masificado y reduccionista del siglo XXI. Empezaremos por señalar
las bases antropológicas personalistas que brinda la Logoterapia para un
entendimiento de la sexualidad desde una visión más abarcadora que el
pansexualismo ha difundido y avalado como común denominador de nuestra época.
Luciáñez
y Gallardo (2016) desde una antropología personalista define a la sexualidad
como una dimensión o una facultad de la persona; incluye, por tanto, los tres
aspectos esenciales de lo humano: biológico, psicológico, espiritual. Siendo la
persona humana una realidad unitaria, estos tres aspectos esenciales de la
sexualidad están íntimamente conexionados entre sí, aunque la persona pueda o
no integrarlos armónicamente. (p. 121) Entendida la sexualidad de esta manera
evoca la ontología dimensional del homo complexus en su forma de desarrollo
psicosexual maduro que se abordará más adelante. Pero que es lo que sucede
cuando la sexualidad lejos de estar integrada solo se dimensiona por sus
estratos biológicos de pulsiones o por su carácter psicológico de lo anímico o
emotivo.
Señalaremos
aquí a lo qué se refería Nietzsche (2014) en su gran obra Así hablo
Zarathustra cuando mencionaba que era preferible vivir en el bosque porque
en la ciudad abundan los lascivos, luego refería que en los ojos de la mayoría
de los hombres de su tiempo se mitificaba a la sexualidad como nada mejor sobre
la faz de la tierra y que por ese motivo era cieno el hondo del alma y aun así
no podían ser bestias perfectas, porque para ello se requerían inocencia.
Nietzsche
(2014), desde una postura nihilista, aclaró el significado de vivir en el
bosque como una metáfora del sentido de contemplación hacia la vida y la búsqueda
de la eudaimonía o dominio personal para no caer preso de las pasiones
naturales que en términos de psicopolítica quebranta la propia libertad del
hombre hacia su propia enajenación, es por este motivo el cieno en que las
pasiones de la sexualidad paroxística pueden desbordar a un sujeto que no se
determina o reduce a puros epifenómenos de sus pulsiones, sino a algo más
elevado que estos. Jung (1949) refiere que el hombre tiene a sus impulsos y no
los impulsos lo tienen a él, desde esta visión también se puede constatar una
visión de la sexualidad como una pulsión de satisfacción inmediata y cosificada
como fin. Cuando la sexualidad no se da como medio de algo más superior se
convierte por voluntad propia hacia la servidumbre de pasiones, reduciendo al
hombre a un estrato puramente de
condiciones biológicas o psicológicas que necesitan satisfacción y no
dilatación; esto se puede comparar con lo que Nietzsche (2015) señalaba en los
hombres que se guían por sus pasiones sexuales, refiriendo que si a lo menos fueran bestias perfectas pero
para ello se requería inocencia que
no poseía un ser humano por estar dotado de razón.
Justificar
los impulsos de la sexualidad desbordada como un fin en sí mismo se arraiga en
un pensamiento colectivista que denota en dirección equivocada la búsqueda de
la felicidad hacia un goce momentáneo y cada vez menos significante, atrofiando
progresivamente la capacidad de placer y buscando por lo tanto en experiencias
nuevas el disfrute máximo que antes se podía obtener engendrando así una vida
de un vacío existencial que cada vez más prolífera bajo un cumulo de pasiones y
en la exaltación del placer por el placer. Por último, estas conductas
descritas en un pensamiento masificado de nuestra época traen como
consecuencias la trasmutación de los valores convencionales a un tipo de
manifestaciones ideológicas cada vez más difundidas en occidente como parte de
la cultura y vida pública, estas son la aceptación de las diferentes
perversiones sexuales, indigencia sexual, amor transgeneracional, sexo en
grupo, intercambio de parejas, zoofilia, necrofilia, etc. que son los valores
nuevos bajo el decreto de las pasiones y deseos personales de un tipo de hombre
del siglo XXI, este hombre que según Ortega y Gasset (2010) adelantándose a su
tiempo lo mencionaba como el señorito insatisfecho, hombre primitivo
o niño mimado. Cabe aclarar que estas tendencias no llegan todavía hacer
aceptadas por la mayoría de personas, pero es esta cada vez más en su
psicología y también predomina en los medios de comunicación y redes sociales
que van creando la opinión publica en occidente, llevando a mitificar los
deseos e impulsos a derechos personales de esfera pública.
Una
vez aclarados los problemas de la sexualidad en nuestro tiempo, describiremos
la postura personalista de la logoterapia de Frankl (2001; 2012) en lo que
respecta a la sexualidad unida al erotismo y el amor. Para esta teoría la
sexualidad debe ser entendida en un plano de ontología dimensional donde el
hombre es un ser complejo que tienen condicionamientos en los aspectos
psicólogos, biológicos y sociológicos, pero estos a su vez no son determinantes
para definirlo ya que en su dimensión noética o capacidad de elección frente a
las circunstancias hace que se autodistancie y autotranscienda de los mismos.
Cuando se quiere someter al hombre a un nihilismo hermético bajo el estudio de
una postura sectarista, el reduccionismo se hace presente y lo iguala a
estratos más bajos de la vida equiparados a los animales como en el instinto
sexual que se persigue como meta y fin en estas especies. Teniendo en cuenta
que el hombre tiene condicionamientos de diversa índoles, no es factico ya que
puede transcender o autodistanciarce de ellos a través de su libertad y responsabilidad
ante la vida. Si el amor como fenómeno humano se vuelve un estrato menor que es
estudiado desde una postura cientificista biológica se verá puros mecanismos
fisiológicos y funcionales del sistema nervioso ya que corresponde a un
nihilismo hermético reducirlo todo a nada más que una sola cosa. Así
mismo, si se analiza el amor desde un plano meramente psicológico se reducirá a
afectos, pasiones o ideales que busca la persona en el ser amado.
Filogenéticamente a través de la sociología se reducirá seguramente el amor a
través de conductas sociales de supervivencia, donde el estatus, la
conveniencia y otros juegan un rol importante en la elección de pareja. Si se
puede observar el fenómeno del amor dentro de una ontología dimensional los
condicionamientos son parte importante del ser humano en su finitud pero no
determina exclusivamente la capacidad de libertad, responsabilidad y conciencia
para elegir ante las circunstancias de una vida única que le toca vivir, así
concebido el hombre no puede ser explicado por posturas simplificistas
actuales, sino por un encuentro con lo noético. La biología, la psicología y la
sociología pueden describir a un homúnculo de ser humano derivado de diferentes
circunstancias, pero es la actitud noética la que dota de significado y autotrascendencia
a estos epifenómenos a través de la responsabilidad y elección frente a sus
mismos condicionamientos y no lo justifica por meras pulsiones fisiológicas,
tendencias deterministas del pasado, pensamiento fanatizado en la masa, etc.
Para
Frankl (2001) la sexualidad tiene tres componentes de los cuales sirven al
hombre para un desarrollo psicosexual maduro. La primera se denomina impulso
sexual que no tiene una meta fija, ni un objeto al cual dirigirse; cómo se
puede observar este impulso es neutro y parte de las pulsiones sexuales. El
segundo componente es el instinto sexual que se dirige hacia una meta que es la
relación coital, pero que aún no tienen un objeto definido. El tercer componente
es la tendencia sexual e integra a las dos anteriores, ya que se dirige hacia
una meta y un sujeto definido que es una persona que despierta en su unicidad y
peculiaridad el afán de una relación psicosexual erótica madura. Es en este
componente que podemos hablar del desarrollo de amor, ya que aquí la persona
busca la novedad absoluta de la persona amada y descubre en sus rasgos más
distintivos la personalidad del ser amado. Esta tendencia sexual evoca al
desarrollo psicosexual maduro erótico por su significado de unirse con una
persona a la que se dirige con responsabilidad y con la que se tiene
compromisos más allá del impulso e instinto sexuales que son los componentes
inferiores hasta llegar al más predominante que vienen dado por esta capacidad noética. La tendencia sexual dota
al hombre de la capacidad de amar a otro ser, ya que este rasgo inmanente y
distintivo siempre lo ha acompañado durante toda su vida en sus relaciones
fraternales y en el cual la relación sexual es solo un complemento de este fenómeno
humano primario de amor y entrega hacia el otro.
Para
señalar este desarrollo psicosexual maduro erótico en la capacidad inmanente de
amor hay que diferenciarlo de otros epifenómenos que pueden confundirse con
esta capacidad noética principal:
4.2.
La actitud sexual.
La
actitud sexual está dado por una actitud sexual donde se busca a la persona por
su atractivo físico y deseo que despiertan las cualidades corpóreas, es aquí
donde el impulso y el instinto sexual juegan un rol importante pero no
decisivo, ya que aquí el objeto y la meta van dirigidos a lo impersonal de un
sujeto desvalorizándolo en sus aspectos más distintivos de persona y
cosificándolo como objeto de consumo para la satisfacción de pulsiones. Kant
(citado en Frankl, 1990) refiere la frase “el hombre no debe ser degradado
nunca a un simple medio para conseguir un fin” (p. 53), cuando la actitud
sexual emana en el placer como fin último no solo desvaloriza a la otra persona,
sino que crea un sinsentido, ya que el vacío que deja es resultado de un no
cumplimiento de entrega y de realización de amor en nuestra vida. Aquí se busca
en el sujeto impersonal el prototipo de características superficiales que
despiertan nuestros deseos y pulsiones, estableciéndose todo bajo un criterio
de no exclusividad sino de generalidad, esto denota un desarrollo de la
fragilidad en las relaciones y superficialidad que adopta un ser humano por
decisión. Es preciso señalar que aquí no se pide responsabilidad y compromiso
porque todo es superfluo y entra en una esfera baja de condicionamientos medido
solo pulsiones o instintos. El placer que debería ser un efecto de un encuentro
de realización con otra persona al cual se ama, se vuelve en fin primario y eso
genera el vacío existencial donde prolifera el malestar de una vida sin
sentido.
4.3.
La actitud erótica.
El
segundo epifenómeno es la actitud erótica, el cual es un aspecto más avanzado
en el desarrollo sexual pero no determina el fenómeno del amor. Esta actitud
erótica también es conocida como enamoramiento y trasluce en si el carácter
anímico y emotivo que se encuentra en los ideales, sentimientos, apegos,
carencias afectivas, etc. Esta actitud todavía no busca a la persona como
sujeto y objeto de amor ya que tampoco tiene exclusividad por la peculiaridad y
singularidad, sino se fija en los rasgos psicológicos o anímicos que le
inspiran a buscar prototipos o ideales según la valoración de características
comunes (Frankl, 2001). Es así como un sujeto puede tener concepciones
preconcebidas de una mujer esbelta, de test blanca (actitud sexual) y que tenga
un carácter imponente, que sea creativa y le guste la cocina (carácter erótico)
para establecer una relación de pareja. Como nos podemos fijar estas cualidades
tanto físicas como anímicas pueden poseerlas muchas mujeres y no con
exclusividad solo una; ya que el carácter de posesión de ciertos aspectos o
rasgos no determinan la novedad absoluta de una persona que puede dotar la vida
de otra con sentido más allá de sus preferencias anímicas o sexuales. Otro
ejemplo sería de una mujer que se enamora de las cualidades intelectuales de un
varón, ya que considera eso como principal predictor de su felicidad dentro de
una relación, beneficiándola en su autoestima y estatus personal. Otro caso
sería la búsqueda del reconocimiento de una persona por sus bienes que pueda
ostentar. En estos casos señalados seria reducir en lo más mínimo de expresión
a un ser humano como tal, ya que se valora aspectos o cualidades resaltantes
que son el prototipo general de sujetos, pero esta categoría no entra en la
singularidad de esa persona que a pesar de sus defectos se le pueda amar como
única e irremplazable en este mundo. Para tener esta aprehensión del otro ser
no basta con reconocer sus cualidades presentes como en el caso del
enamoramiento sino ver todo lo que la persona tiene por desarrollar, Frankl (2015)
“Ser hombre, podría decir, no consiste en los hechos sino en sus posibilidades”
(p.129), y en esto se puede fijar solo el ser humano que tiende amar al otro.
4.4.
Enamoramiento según la concepción de Freud.
Como
observamos las cualidades y rasgos anímicos o emotivos que se quieren hallar en
la otra persona como aspectos generales tampoco encuentran el camino del
verdadero sentido de entrega hacia el otro ya que puedo elegir desde una
postura psicológica de enamoramiento a muchas personas con esos elementos e
ideales distintivos que se prefiere y no solo a una por exclusividad. Freud
(2005) nos habla sobre el enamoramiento y discierne sobre dos tipos: uno que es
el anaclítico y otro que es el narcisista. El primero denominado anaclítico es
el reflejo de los apegos o las características psicológicas de nuestros
primeros cuidadores en nuestra vida anímica temprana, es así que este tipo de
enamoramiento se puede dar por la búsqueda de formas parecidas ha como fueron
nuestros primeros progenitores o cuidadores principales, si estos se
manifestaron imponentes y exigentes quizás se busque características similares
en nuestra elección de pareja, o si se mostraron sobreprotectores y tiernos
serán rasgos que definan la búsqueda similar en una relación. Estos procesos se
dan de manera inconsciente, y más recientemente se estudió tales ellos desde la
terapia cognitiva conductual de los esquemas maladaptativos tempranos.
El segundo tipo de enamoramiento es el que
Freud denomina narcisista. Aquí las personas buscan los ideales que quiere
poseer del amante, pudiendo ser cualidades artísticas, intelecto, carácter, temperamento,
etc. También pude hallarse en este narcisismo el reflejo de una persona que
antes fue parecida a nosotros, con las expectativas o rasgos anímicos que se
poseía en el pasado y en cual nos hace evocar un asunto de importancia o pego
afectivo para establecer una determinada relación.
4.5.
El amor como transcendencia humana.
Estos
aspectos que se ha señalado como parte del proceso de enamoramiento para la
teoría freudiana son condicionamientos que si bien es cierto influye en nuestra
conducta no nos determina, ya que el hombre no puede ser el producto de su
pasado o pulsiones inconscientes, sino que es mucho más que eso por su
capacidad de transcendencia para amar y entregarse hacia el otro en cuanto
novedad absoluta. El desarrollo de cualidades y la hiperintención para atraer
al otro según expectativas e ideales sociales de enamoramiento quedan reducidas
ya que una persona no elige a otra según sus méritos, cualidades o estatus
social sino en su condición de persona única en este mundo, Frank (2001)
señala: “el amor no es ningún mérito, sino sencillamente una gracia” (p. 185) y
es aquí donde describiremos la actitud del amor como desarrollo de un fenómeno
superior dentro del ser humano que siempre ha estado en la expectativa por el
encuentro de una persona amada y a la cual le otorga exclusividad más allá de
sus aspectos corporales y carácter anímico o emotivo, ya que no se ama por
ideales que se desvanecen en el tiempo, sino por potencialidad que es inherente
a todos los hombres y el cual hace a la
persona irremplazable y única en este
mundo.
Frankl
(2012) señala que el amor “es la capacidad que le permite captar a otro ser
humano en su más pura singularidad” (p. 22). Mas halla de la satisfacción o
prestigio de una relación, este fenómeno del amor busca la entrega y sacrificio
si es posible por esa única persona que no lo encontrara en ningún otro lugar.
Orwell (2020) manifestaba en su novela 1984 “cuando se amaba a alguien, se le
amaba por él mismo, y si no había nada más que darle, siempre se le podía dar
amor” (p. 165) en esta novela el personaje principal Winston Smith recordaba
que en su niñez su madre y hermana tenían muchas carencias de alimentos y que
en un desenfreno de impulsividad el decidió comerse los últimos chocolates que
quedaban, su madre en vez de regañarlo lo miro triste y abrazo a su hermana
fuertemente. La reflexión de este pasaje de la novela es que una vez que se
agotan todos los recursos básicos para sobrevivir, siempre quedaba algo más
para dar por una fuerza de libertad del espíritu, este era el amor
desinteresado y no condicionado por un destino biológico (inanición), ya que el
auténtico amor es a la vez transcendente de los pandeterminismos sociológicos,
psicológicos y biológicos.
Al
reconocer a una persona por sus cualidades de carácter anímico, intelectual,
aspecto físico o prestigio social
reducimos al máximo nuestra aspiración superior de amar ya que las
características mencionadas anteriormente solo se dan en epifenómeno
secundarios que denotan en las personas un narcisismo secundario y
egocentrista, muchas veces de base también neurótica; por el contrario la
responsabilidad y sacrificio son parte de la entrega desinteresada de este
fenómeno superior del ser humano llamado amor.
Frankl
(2010) refiere “la mera satisfacción del impulso sexual produce placer; las
relaciones eróticas del enamoramiento causan alegría; el verdadero amor depara
al hombre la dicha” (p. 207). Con esto podemos entender que el amor es esencial
para el desarrollo de uno de los valores de realización y sentido del hombre,
ya que dentro de su constitución se hallara inmanente todas las potencialidades
para la entrega hacia otro ser, a partir de una sexualidad integrada (impulso,
instinto y tendencia sexual) que conlleva a una fidelidad hacia otro ser dotado
también de potencialidades.
Desde
la teoría de la logoterapia se menciona las directrices de la pedagogía sexual
que señala que toda persona puede aspirar a amar, ya que este es un fenómeno
primario e inmanente que nos acompaña siempre en nuestra vida y que por los
condicionamientos psicofísicos muchas veces se atrofia o se devisa. La
tendencia erótica inmanente es un aspecto de la noodinámica (voluntad de
sentido) que nos direcciona a realizar con dignidad erótica una relación
monogámica con un ser exclusivo y en el cual la psicosexualdad madura se
desarrolla integrando la sexualidad del impulso e instinto hacia una tendencia
superior de amor (Frankl, 2001). Esta tendencia erótica inmanente es parte del
contenido noético o espiritual que tiende hacia la fraternidad, afecto,
solidaridad y entrega amorosa desinteresada hacia el prójimo que emana durante
toda la vida como producto natural de ser hombre y que se hace notar en uno de
los argumentos de la novela 1984 “si no tenías nada más que darle, siempre se
le podía dar amor” (Frankl, 2010, p. 217).
El
amor es uno de los valores de realización de sentido del ser humano, pero no es
el único, ya que esté se puede realizar en el cumplimiento de otros valores
como vínculos vivenciales (contemplación hacia la naturaleza, amor hacia una
madre, cuidados hacia un enfermo, etc.), valores creativos (trabajo intelectual
o artístico, oficios, etc.) y el más grande valor de todos que es el
sufrimiento, logrando con esto que a pesar del fracaso aparente la persona
encuentre una respuesta a la vida con dignidad y un significado especial para
ella.
4.6. El pansexualismo
como objeto de consumo.
Para
pansexualismo el modelo de relación sexual no se limita a pares binarios, es
decir, entre hombres y mujeres, mujer y mujeres y hombres y hombre. Hay un
grupo separado cuya orientación sexual no es heterosexual ni homosexual ni
Bisexualidad, que se llama polisexualidad o pansexualidad (el
sufijo pan significa todos), lo que implica formas de relaciones
sexuales con hombres y mujeres al mismo tiempo. Asimismo, independientemente de
su género y estableciendo relaciones comunitarias (Faya, 2015).
La
pansexualidad, según Aponte (2009, citado en Sandoval, 2016) se trata de una
atracción más allá del género, sexo o edad, y sus expectativas se centran en el
autorreconocimiento de la persona pansexual. En cuanto a la persona, admiten
que son de cualquier género. Por eso, se identifica como una anti-identidad,
porque los objetos del deseo no se limitan a dos géneros. Esta tendencia
pansexualista en la actualidad está abriendo camino a que ya no se hable de
identidades sexuales, ya que según está postura esto limita a la diversidad de
experiencias en la sexualidad que una persona pueda tener. Esta corriente
también ha encontrado asidero en la Ideología Queer que va más allá de
considerar géneros y que posibilita todo tipo de construcciones de sexualidad
que se pueda encontrar como foco de experiencias. A partir de este hecho surgen
un sinfín de posibilidades en la sexualidad que la mass media y la Big Data han
hecho un objeto de consumo para el hombre masa, cambiando su percepción
progresivamente de la naturaleza humana referente a la sexualidad.
Presentaremos algunos puntos de una sociedad pansexualista enfocada en el
narcisismo colectivo, que lleva como consecuencia cada día más a una
frustración existencial en el ser humano.
4.7.
Sociedad de la píldora.
La
sociedad de la píldora es un sentido metafórico que hace referencia a las
facilidades de un comercio sexual que se masifica y glorifica como el devenir
de una sociedad de bienestar utópico; ya que gracias a las pastilla
anticonceptivas, la prostitución, la poligamia, uso de la pornografía, etc., se
pueden satisfacer las pulsiones que antes eran de represión sexual y que la
sociedad del siglo XX y XXI entendió haciendo una interpretación errónea de
Freud como el origen de todos sus males neuróticos e histéricos. Esta sociedad
que describe Frankl (2011) hace referencia a la sexualidad como objeto de consumo
y de satisfacción egocéntrica que no deja camino para llenar una vida con
sentido, sino para sobreestimular una vida de placer y poder a través del uso
desmedido de sus pulsiones.
La
sociedad de la píldora también se manifiesta en el consumismo característico de
nuestro tiempo que según Bauman (2008) ya en el siglo XXI no está dado bajo la
gran cantidad de cosas que se puede obtener en un determinado momento, sino por el breve goce
que se tiene de ellas; aquí también se puede añadir el valor cada vez más
frívolo y sin sentido de la esfera consumista en el comercio sexual que
prometía ser la gran cura para nuestras neurosis y que sin embargo desnudo la
fragilidad humana hacia las psiconeurosis de perturbación sexual (impotencia
frigidez, eyaculación precoz, etc.), las perversiones sexuales y el vacío
existencial que es el núcleo del pansexualismo sexual despertado en este siglo
con mayor preponderancia y veneración, que se manifiesta en el hombre cuando ha
desviado su voluntad de sentido por una voluntad exclusiva del placer y el
poder como fin último de su existencia.
4.8.
Perturbaciones de las neurosis sexuales.
Las
neurosis sexuales de índole primordialmente psicológica están dadas en el
núcleo central de la angustia de expectación de la persona que la padece. El
llamado a demostrar el prestigio sexual o el goce como el fin último de la
sexualidad hace que se desarrolle la hiperintención que bloquea lo que
precisamente se quiere llegar a experimentar y el resultando es siempre una
intención paradójica “mientras más quiero una cosa, más lo alejo”. Es así que
el neurótico sexual por una iatrogenia colectiva de educación Pansexualista
colectiva o individual se abocada a la búsqueda de placer como felicidad
utópica. La sexualidad en las perturbaciones sexuales de origen neurótico como
la impotencia, la eyaculación precoz, la frigidez, la dispaurenia, el
vaginismo, entre otras, esta medido por una intencionalidad hacia el efecto de
placer como consecución última y primordial que en muchos casos se ve reforzado
bajo un aprendizaje de divulgación tan corriente hoy en día a través de un
discurso ad populum y de educación a través de la mass media que tienen dentro
de sus discursos y comercio de consumo el prestigio sexual que se debe poseer,
la liberación de la represión sexual a través de la descarga pulsional, el goce
y orgasmo como exigencia, el experimentar nuevas y más experiencias a nivel
paroxístico, etc. Otra medida en que se dan estas neurosis de índole sexual
también puede ser por problemas de violencia sexual, experiencias traumáticas
en el pasado, tocamientos indebidos, etc. que hacen predisponer un carácter
neurótico hacia la sexualidad e hipostasiar el fracaso hacia una relación
sexual normal. Para ambos casos a nivel psicológico se debe educar al paciente
para una sexualidad integrada que corresponde a la entrega del amor y a la
expresión corporal de la sexualidad (coito) como fenómeno secundario de esta.
Cuando el paciente busca en definitiva lograr una mitificación de goce pleno a
través de su experiencia sexual más lo aleja ya que esta no corresponde al fin
último de una sexualidad integrada que conlleva primero al amor y después al efecto
del placer como consecuencia, es aquí donde la hiperintención con la angustia
de expectación como circulo vicioso desaparece en el neurótico y sucede otro
fenómeno humano que es la derreflexión, donde la persona deja de autoobservarse
y fijarse egocéntricamente en su propio goce y bienestar, y se entrega a otro
ser amado, olvidándose de experimentar lo que neuróticamente busca y que por
intención paradójica lo encuentra. La sexualidad humana así entendida integra
lo biológico y psicológico a lo noético y es portadora de significado exclusivo
de una psicosexualdad madura que le previene de futuras recaídas en el ámbito
de la neurosis sexuales.
Se
pueden señalar tres casos para dilucidar este apartado con ejemplos concretos
de como la hiperintención lleva al neurótico hacia una sexualidad también
atrofiada de su fin humano. El primer caso corresponde a un hombre de
aproximadamente 36 años y el cual acudía a consulta por un problema de
impotencia, previamente se había sometido a exámenes médicos para descartar
algún problema fisiológico. El paciente relataba que no podía mantener
relaciones sexuales con sus parejas de turno y eso le creaba una frustración en
su vida ya que veía su éxito personal medido únicamente por lo que hasta ahora
no había logrado en este ámbito. Bajo la Terapia Racional Emotiva Conductual
(TREC) se le instruyo al paciente a una psicoeducación con técnicas de debates
racionales, empíricos, filosóficos, pragmáticos y técnicas emotivas y
conductual; para que el paciente llegara a comprender sus creencias
irracionales de fracasos e imposiciones respecto a su ámbito sexual. Si
bien es cierto el paciente colaboraba dentro de las sesiones y comprendía sus
creencias irracionales y la modificación de estas, en su vida la entrega hacia
el amor de una mujer era ausente y los encuentros sexuales que tenía era solo
para realizar un epifenómeno de descarga pulsional a través de una idea
hipostasiada de un comercio sexual que a toda índole busca el consumo de lo
instantáneo y evanescente a través del goce sexual. El paciente llego a tener
algunos encuentros sexuales normales pero el vacío que experimentaba después de
ello hacía que el círculo vicioso de su angustia de expectación volviera por la
imposición de un comercio sexual en su vida, atrofiando cada vez más su
capacidad de placer. La educación haca la entrega y el amor es lo que
correspondería en este caso, ya que es la prevención de futuras recaídas de un hombre
neurótico que busca con desesperación algo que lo aleja por el solo hecho de
tenerlo como finalidad única y exclusiva y no como consecuencia de algo
superior que es parte de la dicha y dignidad humana. Frankl (2003) refiere que
incluso puede suceder que el paciente trate de adormecer la frustración
existencial mediante una compensación sexual La fuga de la frustración
existencial hacia la compensación conduce a la caza de placer. Pero cuando más
este un individuo a la caza del placer, tanto más lo espanta y ahuyenta por
este mismo hecho.
Lo
descrito por Frankl (2003) es correspondiente a este caso donde la
concentración egocéntrica del prestigio personal y el goce hacen al hombre
neurótico en el ámbito sexual, y como consecuencia puede experimentar un vacío
en su vida, o caso contrario también es predictor que el vacío existencial en
la vida de los hombres dictamine las neurosis sexuales ya que se quiere llenar
con todo el placer lo que no se ha obtenido por la voluntad de sentido a través
de una constante realización de valores.
Otro
caso que podemos describir es de un paciente de 22 años aproximadamente que
sufre de problemas sexuales de impotencia y en cual llama la atención el haber
sido objeto de una disposición temprana a mantener relaciones sexuales (15
años). Relataba el joven que asistió en la adolescencia a un burdel y por
expectativa de lograr entre los sus pares el prestigio y placer tan anhelado en
ellos se precipito a mantener relaciones sexuales con una prostituta, teniendo
como resultado una repugnancia hacia ese encuentro y una frustración que sintió
por una coacción sexual. Este hecho se masifica en los jóvenes de hoy en día
como la quimera a un despertar de una vida plena y madura a través de la
iniciación sexual. El paciente después de este hecho comento que vivía una
sexualidad desmesurada y desvalorizada de un contenido afectivo, vista desde
una esfera baja de las pulsiones que pueden ser comparadas al instinto de los
animales inferiores al hombre. Entre uno de sus problemas si bien es cierto
refleja la impotencia sexual por la excesiva búsqueda de placer que atrofiaba
su capacidad de sentir, se podía dar cuenta que la psicoterapia en él debía
estar orientada en el núcleo de su vida, ya que lo sexual por el momento no le
interesa resolver y le confería un valor
secundario, dando por ahora mayor predominancia el descubrimiento del
significado de su vida por una carencia de amor y soledad que llega a sentir
profundamente como raíz de todos sus males. El paciente está en tratamiento
actualmente y se observa orientado en descubrir su propia voluntad de sentido
por necesidad primordial; gracias a las técnicas de la logoterapia se está
ayudando a tener otra visión de su vida y a la autenticidad digna de su
existencia dentro de sus valores de realización, sin hipostasiar tendencias
pulsionales o justificar sus actos por el pasado o el temperamento. Cabe
mencionar también que el paciente tiene muchas frustraciones de niño y
adolescente que fueron dadas por carencias afectivas y maltratos físicos por lo
que se está realizando paralelamente junto a la logoterapia una terapia centrada
en esquemas tempranos. Es ocasión de señalar aquí que la logoterapia puede
utilizarse de manera exclusiva para el tratamiento o puede ser un complemento
eficaz de todas las demás psicoterapias. Frankl (2001) señalaba no hay terapia
sin un poco de logoterapia, ya que a través de esta se previene en el paciente
futuras recaídas por vacuidad o falta de sentido en su existencia.
Otro
caso descrito por Frankl (2014) nos señala sobre una mujer que sufría de
frigidez y que había sido violada a temprana edad por su padre. El trauma que
vivencio en su niñez fue motivo para que creciera creyendo que siempre le iba a
afectar en su vida sexual de pareja. Esta creencia en la que fue condicionada
por una mala interpretación del psicoanálisis divulgada en la sociedad, fue
decisiva para que se neurotizara con una angustia de expectación hacia el acto
sexual. Cuando decidió unirse con una pareja el afán por el acto sexual mismo
se constituyó en una hiperintención de satisfacción a toda costa resultándole
difícil así llegar al orgasmo y confirmando su predestinación por su vida
sexual. La terapia que se tuvo para este caso según señala Frankl fue a través
de la técnica de la derreflexión que le ayudo a no centrarse como objetivo
único hacia el goce y acto sexual, y concentrase especialmente en su pareja,
olvidándose así por un momento de su capacidad sexual y entregándose hacia el
amor que su pareja le podría proporcionar. La paciente pudo finalmente llegar
al orgasmo y sentir como efecto el placer sexual que devenía ahora como algo
secundario de la entrega hacia el ser amado.
Los
casos expuestos anteriormente nos manifiestan que la razón y fundamento de la
felicidad del hombre en el ámbito psicosexual se encuentra en la transcendencia
que tiene en su potencialidad inmanente de amar y entregarse hacia otra
persona, como consecuencia de este fenómeno de amor hay un devenir de un efecto
de placer y goce que no es intencional como fin mismo, pero si como parte
integral de la sexualidad humana. Así descrito el desarrollo psicosexual maduro
erótico toda tendencia de angustia de expectación se anularía y recobraría el
sentido de un valor de realización en la vida del hombre.
4.9.
El origen de las perversiones sexuales.
Freud
(2018) en su libro sobre Los tres ensayos sobre teoría sexual
consideraba la perversión como parte de la vida anímica anormal del hombre. Su
teoría explica que a través de una meta sexual desviada y no exclusiva de su
zona erógena genital se puede transgredir las pulsiones sexuales hacia zonas
erógenas parcializadas que están dadas por la boca, el ano, la piel y entre sus
manifestaciones sexuales se pueden dar el sadismo, masoquismo, exhibicionismo,
voyerismo, etc. Estas zonas erógenas parcializadas son un factor de un placer
previo que desviada de su origen se convierte en una sobreestimación de objeto
sexual, siendo así cualquier parte del cuerpo una mitificación de las pulsiones
sexuales. Cuando estas pulsiones sexuales parcializadas o pregenitales pasan a
ser zonas predominantes de la vida sexual por constituir una meta sexual
exclusiva y desviada de la zona erógena genital están son consideradas como
perversiones dentro de la vida anímica. Este proceso en un análisis
metapsicológico se da por una fijación que puede ser por una estimulación
temprana, violación, sadismo, etc. que crea dentro de sí una perversión que
reclama a través de las pulsiones su satisfacción.
En
la extensa teoría de Freud sobre la sexualidad se considera a los niños como perversos
polimórficos ya que sus zonas erógenas parcializadas o pregenitales tienen
el potencial para desarrollarse perversas según la fijación o sobreestimación
que en ellas se pueda dar. En la pubertad y adolescencia ya la zona genital
pasa a tener la exclusividad en la sexualidad humana, ya que tiene la madurez
biológica suficiente para poder expresarse a través de una meta y objeto
determinado y las zonas parcializadas en un desarrollo normal pasan a un factor
secundario o llegan a establecerse como un placer previo hacia la meta genital
exclusiva.
Los
fundamentos desde la postura Freudiana de las perversiones ya nos dan a
entender que una sexualidad desviada de la meta y objeto de exclusividad, tiene
repercusiones en la vida anímica de los sujetos, siendo desarrolladas por múltiples
causas como tocamientos indebidos a temprana edad, el sadismo, la seducción a
una temprana edad, una violación, la falta de censura hacia actos obscenos,
etc. factores que si bien es cierto no determinan al sujeto, si llegan a
influenciar en gran medida el desarrollo de las perversiones futuras tal como
lo señala Freud en las fijaciones a metas sexuales preliminares
(sadomasoquismo, exhibicionismo, froteurismo y voyerismo) y las transgresiones
anatómicas (uso sexual de la mucosa de los labios y de la boca, uso sexual del
orificio anal, fetichismo), entre otras tendencias que se refiere como perversión
en la sexualidad humana (mas referencias en el libro Tres ensayos sobre
teoría sexual) (Freud, 2018).
Es
aquí donde se debe tener en cuenta que el desarrollo de la sexualidad temprana marca
gran relevancia sobre las vivencias de perturbación o falta de censura en los
principales cuidadores o personas que pueden estar en contacto significativo
con los niños. En los adultos también se llegan a manifestar estas perversiones
en sus actos sexuales como parte de una práctica muchas veces consensuada hacia
la “divergencia de la meta sexual” como una mitificación del goce que llega a
atrofiarse y que busca en las múltiples sensaciones paroxísticas llenar un
vacío personal a través de una proliferación de todas las manifestaciones del
placer. El sentido del hombre en el siglo XXI por lo tanto se debe reorientar
en la búsqueda de una vida de contemplación que se puede encontrar en los
valores de realización (valores creativos, valores experienciales y valores
actitudinales) a través del uso de la libertad intrínseca e inherente y bajo la
responsabilidad que ella le demanda en la búsqueda de una dignidad superior que
está en todo el potencial humano y que son mayores como fenómenos humanos que
la satisfacción de pulsiones desviadas o la exacerbación de estas como
justificación y construcción del progresismo social.
4.10.
Casos de pansexualismo en el mundo
A.- Casos de niños
transexuales proyectados a objetos de consumo pansexualistas.
Caso Desmond el niño Drag Queen. En países occidentales cada vez
más el comercio sexual desmedido rebaza las esferas de la razón humana y
transmuta la dignidad del ser humano ha objetos de consumo publicitario y de
índole sexualizado, no importando ya la edad o el uso de la madurez tanto
psicológica como física para que una persona tome una decisión razonable y
personal sobre su identidad sexual. Villamor (2020) en su artículo del libro Pandemonium
II: La Cura nos señala sobre el caso “Desmond al que sus padres permiten
que sea icono travesti y muestre su cuerpo semidesnudo en lugares de dudosa
reputación mientras le tiran billetes hombres de edad avanzada (…) Desmond ha
sido la imagen de marcas de zapatillas como Converse” (p. 70). Este caso es
avalado por los medios de comunicación y redes sociales como el progreso de una
sociedad occidental “abierta a la tolerancia” e icono de modelos a seguir, en
una cultura carente cada vez más de sentido y pansexualidad. Una sociedad que
se dice encaminar por la tolerancia, revela con autoritarismo la enseñanza
estatal de posturas de género donde los padres no tienen injerencia sobre la
educación moral de sus hijos en materias de sexualidad como se da en muchos países
occidentales como Canadá, Holanda, España, etc.
El caso Desmond el niño drag
queen adherido a la comunidad LGBTI en New York, es importante resaltar ya
que desde los 8 años hasta los 12 años que actualmente tiene, viene siendo
objeto de veneración por los medios de comunicación de masa y redes sociales
que incitan a la transgresión de la naturaleza de la dignidad humana y
sexualizan ya arbitrariamente a un niño que bajo una concepción de madurez
psicosexual no ha podido todavía tener la capacidad de elegir con razón y en
virtud de su conciencia. La manipulación a través de la supuesta tolerancia de
ideologías de este siglo hace remembranza a lo Ortega y Gasset (2010) señalaba
como los deseos e impulsos de un hombre-masa que a través de sus caprichos
reclamaba derechos públicos, convirtiendo progresivamente a la sociedad
occidental en una barbarie de la civilización, donde prevalecía la opinión
vulgar (doxa) y no la razón (logos) como podemos evidenciar en estos casos
donde la ideología y el deseo prevalece sobre la ciencia y una filosofía
personalista.
B.- Caso Shiloh. Otro caso conocido es la hija
biológica Shiloh de Angelina Jolie y Brad Pitt, que nació mujer y a la edad de
4 años según se relata empezó a tener preferencias hacia la vestimenta de
varones, ese aspecto que puede ser natural e irrelevante ya que la identidad
sexual no se desarrolla a una edad tan prematura fue decisivo para que se la
definiera como Transgénero por sus padres y se le iniciara un tratamiento con
hormonas para detener los rasgos femeninos propios de un desarrollo adolescente.
Actualmente Shiloh de 14 años se hace llamar John y sale en las fotos y
revistas como un símbolo de la nueva normalidad de este siglo. La vida de esta
niña siempre estuvo enmarcado lamentablemente bajo un comercio publicitario
objeto de consumo que a través de revistas, medios de comunicación de masa y
redes sociales se promocionaba con afán publicitario. El artículo Semana
refiere: Sus padres trataron de mantenerla lejos de los reflectores, pero terminaron
por aceptar la millonaria oferta de People para que la bebé apareciera en su
portada. Fue, además, la primera recién nacida en ocupar un lugar en el
prestigioso Museo de Cera de Madame Tussauds de Nueva York. (Grupo Semana, 2020).
C.- Caso de Noah. Noah era una niña
cuando tenía 6 años. En base a su preferencia por el sexo opuesto sus padres
decidieron asignarle una nueva identidad. Cuando Noah tenía 11 años recibió
terapia hormonal para hacer realidad el cambio de género. El departamento de Género del
Hospital Doctor Peset de Valencia realizo un tratamiento con inhibidores hormonales
durante seis meses cuando la menor se acercaba a la pubertad ya que era
necesario detener el desarrollo asociado con su sexo de nacimiento. (Vázquez, 2021).
D.- Caso de Coy Mathis. Coy Mathis, de 6 años, es un
niño, pero después de unos meses de su vida, sus padres decidieron signarle el
género femenino por lo que decidieron tratarla con una identidad distinta. (González, 2013). Este caso se hizo público
cuando a través de la imposición legal sus padres Coy Mathis hicieron que la
Institución aceptara por obligación que utilizará el baño de mujeres. Esto fue un antecedente en el año 2013 para la
imposición cada vez más progresiva de una maquinaria ideológica que no defiende
los derechos humanos y dignidad de las personas sino que utiliza a estos niños
que todavía no tienen una identidad definida y una madurez de desarrollo
adecuado en su psicología y biología para ofrecer una comercialización de
pansexualidad como un objeto de consumo para la mas media, y así un reseteo
mental de dictadura de genero para las nuevas generaciones.
Como podemos evidenciar estos
casos y otros muchos que no se mencionan en este libro nos ofrecen la
transgresión de la vida íntima en el desarrollo psicosexual de los niños por un
exhibicionismo que es rentable como objeto de consumo para la mas media y las
políticas de dictadura de genero estatistas que comercializan y banalizan todo
tipo de sexualidad humana.
E.-
Casos de transgéneros y transedad las nuevas tendencias en la pansexualidad.
El principio de identidad desde
la filosofía Aristotélica que es uno de los fundamentos de nuestra sociedad tertium
non datur nos refiere el uso de la razón para que una cosa o entidad puede
ser afirmado o negado según su naturaleza y donde el tercero del principio
excluido no halla manera de objetivarse en ello. Es así como un animal puede
serlo o no según su naturaleza, un diamante puede serlo o no según sus
características. La sexualidad humana a través de este principio se rige en la
aceptación de seres binarios, ya que existen dos posibilidades: el ser varón o
mujer, excluyendo cualquier otro tipo de tercer sexo, por el razonamiento de
una existencia de una naturaleza humana que nos hace compartir una identidad
común.
Otro principio de la filosofía
Aristotélica que nace en la obra La Política y que da fundamento a nuestra
sociedad se resume con la siguiente frase: “pues el todo es antes que su parte”
(Impacto Cultural Editores, 2012, p. 14) en
el cual nos lleva a la concepción del homo complexus que es el hombre integrado
en equilibrio psíquico, biológico, mental y noético, desterrando así los
compartimentos que puede haber en un cientifismo actual. Concebir a la
sexualidad como un todo integrado y no direccionado por sesgos psicologicistas abre
las posibilidades para una antropología filosófica que transciende el
reduccionismo cada vez más aceptado en el siglo XXI.
El pansexualismo como objeto de
consumo banaliza los principios filosóficos en que se fundó nuestra
civilización y que a través de la comercialización de la sexualidad crea una
quimera publicitaria y social en un panóptico digital de felicidad que se vende
como progreso cultural. Esta ideología utópica de felicidad y liberación humana
tiene la consigna de seguir complementándose cada día más hasta desconstruir el
pensamiento axiológico y bioético de nuestra civilización.
F.- Caso del canadiense de
Stefonknee Wolscht. Es
un ejemplo peculiar que se está masificando cada vez más en el pensamiento
occidental, gracias a determinados reduccionismos que crean un compartimiento
entre la mente y cuerpo. Stefonknee Wolscht era antes Pablo y vivía con su
mujer y sus siete hijos hasta los 46 años de edad, pero decidió en ese momento
cambiar su vida ya que se sentía mujer y opto por transformarse en un
transexual, luego no se conformó con ese cambio y también decidió ser una niña
de 6 años
G.- Caso de Joseph Gobrick. Otros casos de esta misma
tendencia que va en contradicción con los principios culturales de la filosofía
Aristotélica y en cual se fundamenta nuestra sociedad son los ejemplos de
Joseph Gobrick de 45 años quien tras evidenciarse que abusó sexualmente de
niños se justificó frente a la justicia manifestando que vivía encerrado en un
cuerpo adulto, cuando se auto percibía como una niña de 8 años (Redacción R+F, 2020). Joseph Roman es otra
persona que a la edad de 38 se le encontró culpable de abusar sexualmente de 3
niñas, dos de ellas de 6 años y una de 8 años; en su defensa afirmo ser un niño
de 9 años y ser Transedad (Gestarsalud, 2020).
Instituciones que defienden esta
tendencia son la Asociación Feminista
Holandesa, NAMBLA (North American Man/Boy Love Association), IPCE
(International Pedophile and Child Emancipation), entre otras instituciones que
actualmente abogan por el llamado sexo intergeneracional
4.11.-
Orgias sexuales: el nuevo comercio pansexualista
Los
Chemsex, intercambio de parejas, sexo en grupo, consumo de sustancias psicoactivas
en orgias grupales, etc. son prácticas que se vienen propagando como una moda
actual y que se realiza en varias horas, sesiones o días. Lo que se describe
hace recordar a la barbarie de antiguas culturas grecorromanas y primitivas del
mundo que actualmente se difunden por las redes sociales como reuniones de
orgias sexuales de toda índole, como parte de un frenesí que buscan las
personas por una pérdida de sentido y nihilismo cada vez más creciente en este
siglo. Este comercio sexual no es ajeno a los anteriores ya que reclama
satisfacción de toda índole y con la anomia imperante del Dios Dionisio que
encuentra su cima en la lujuria y su afán orgiástico de una sociedad que cada
vez pierde más su rumbo de cultura y fundamento de amor dentro de la sexualidad.
En
España por ejemplo se practica las nuevas orgías: Fiesta desenfrenada para los
europeos de clase media, donde se programan sesiones de sexo y todo tipo de
experiencia sexual entre los invitados, incluyendo sexo en grupo claro está,
donde se libera según esa corriente las tensiones de la mente y el cuerpo (Cuevas, 2015).
En
Colombia también se practicaba las orgias sexuales muy a menudo en lugares
donde concurrían personas para satisfacer sus pulsiones a través del comercio
sexual tan difundido y glorificado de nuestra época. Por la Pandemia Covid 19
estas orgias sexuales paso a realizarse de manera virtual a través de
plataformas donde el intercambio de mensajes y videos forman parte de este
escenario imaginado (Cantillo, 2020).
Estas
tendencias que elevan al Dios Dionisio y pervierten la condición humana a
pandeterminismos pansexualistas son parte del objeto de consumo que el comercio
sexual se ha encarga poco a poco de difundir entre las personas de esta época;
un cambio hacia una educación de la entrega en el amor y la realización de la
autotrascendencia de vida harán posible que se modifique este paradigma
pansexualista por uno más humano y personalista.
Podemos
recordar también que los fenómenos del sufrimiento, la responsabilidad, la
voluntad de sentido, el suprasentido, el sentido del sufrimiento, etc. harán
posible que el hombre sea libre y responsable ante sí mismo y los demás,
teniendo en cuenta que le espera una tarea por cumplir en este mundo que es
significativa y única para él. Estas características noéticas que acompaña a la
persona de manera inmanente en su vida y en el cual tiene oportunidades finitas
de poder realizarla, nos enseña que más allá del tedio y la satisfacción de
pulsiones que forman parte del escapismo de una vida vacua, el hombre pude
transcender a una vida de realizaciones humanas y dignas.
Un
reduccionismo cientificista que solo tiene progreso en la técnica por una
sociedad de especialistas, poco o nada hecho por promover una convivencia de
mixofilia y de actitud noética que dote al hombre de un sentido y seguridad
para su vida. Es por eso que urge un cambio de paradigma en este modelo
mercantilista de educación, pansexualismo y trabajo, donde un pensamiento
complejo brinde una completitud al hombre para que no se pervierta en las
esferas paroxísticas y esclavistas de sus deseos y pulsiones.
CAPÍTULO V
NECESIDAD DE UNA
PSICOTERAPIA COMPLEJA Y ENCAMINADA HACIA EL SENTIDO DE VIDA
5.1. El diagnóstico
a través del criterio nomotético
Desde el criterio de los manuales diagnósticos
tradicionales como el DSM y el Cie-10 se puede dilucidar la clasificación y
características sintomatológicas de los diferentes trastornos del hombre en
cuanto a una clasificación derivada de las ciencias naturales aplicadas al ser
humano. Desde este criterio el hombre pasa a tener una categoría diagnóstica
con criterios sintomatológicos que describe y lo clasifica dentro de un grupo de
determinados trastornos.
5.2. El diagnostico
a través del análisis descriptivo explicativo
Abordar un estudio de caso en psicología a través de
un análisis descriptivo explicativo es un hecho complejo que abarca diferentes
conocimientos técnicos y saberes previos sobre la personalidad, emociones,
psicofisiología, cultura y antropología filosófica tomando en cuenta la
historia del problema y la historia personal del sujeto. Riso (2009) menciona
que la historia del problema se refiere a la relevancia del esquema nuclear
disfuncional que hizo que apareciera un trastorno determinado en la persona,
autoperpetuándose y volviéndose adaptativo por sobrevivencia al medio; aquí
también se destaca las estrategias evitativas y compensatorias del
comportamiento que se tiene para sobrellevar el malestar emocional. En la
historia del problema se pueden destacar 2 niveles para el estudio de caso a
nivel descriptivo explicativo. El primero de ellos se da a través del nivel
descriptivo/sintomático, donde se evalúan los pensamientos automáticos,
distorsiones cognitivas, emociones, respuestas motoras, y antecedentes y
consecuencias del factor ambiental. En el segundo nivel el estudio descriptivo
explicativo se hace más complejo ya que se refiere al esquema nuclear y
autoperpetuación esquemática del trastorno; este nivel también toma en cuenta
el temperamento y componentes genéticos que influyen en la personalidad, pero
da más relevancia a la primacía psicológica que subyace en ellos. Aquí entran
dos mecanismos adaptativos para el desarrollo de una patología psicológica, el
primero es el sistema A economía cognoscitiva y el segundo es el Sistema B
creencias intermedias o sistema de producción. En la economía cognoscitiva o
selectividad informacional se hace referencias a los distintos tipos de sesgos
cognitivos y heurísticos de nuestra mente. Por otro lado, en el sistema B
creencias intermedias o sistema de producción se estudia a las actitudes y
creencias trágicas anticipatorias, las creencias compensatorias e imperativos, las
estrategias de afrontamiento (evitación y compensación) y las profecías
autorrealizadas y estrategias interpersonales confirmatorias. Estos dos niveles
mantienen bajo un equilibrio patológico el trastorno que desarrolla la persona
a lo largo de su vida. Cuando una psicoterapia ya sea a través del
psicoanálisis, la terapia centrada en esquemas o la logoterapia se orienta a
resolver el problema desde el punto de vista patológico de la persona, le ayuda
a la prevención de futuras recaídas respecto
a su trastorno ya que rompe el equilibrio patológico que lo sostiene y que
inconscientemente lo protege. Por ejemplo, a través de la técnica de
logoterapia de la intención paradójica, se llega a enfrentar al paciente con lo
peor que teme, inclusive hasta que este llegue a desear irónicamente su
problema, autodistanciándolo de sus miedos y rompiendo los esquemas de
equilibrio patológico. Otra técnica que ayuda a romper el sesgo de egocentrismo
que mantiene a muchos trastornos, es la derreflexión; aquí la persona llega a
descentrarse de su propia autobservación y se centra o autoproyecta en otras
personas u objetos.
En
la historia personal se hace referencia al tercer nivel denominado explicativo
promocional, abordando a los esquemas de segundo orden que obedece a la
construcción sociocultural de la persona y centrado en un estudio de esquemas
ideológicos conceptuales, esquemas valorativos, esquemas motivacionales
superiores y esquemas constructivos. En este último nivel se vuelve relevante
el estudio de caso ya que la integración del factor sociocultural con el
esquema nuclear clínico, llega a dar un contenido armónico y complejo al ser
humano. Este nivel también se le llama explicativo promocional ya que busca en
la persona un estilo y calidad de vida acorde con su visión del mundo,
potenciando constructivamente su bienestar y el bien común del grupo.
Estos
niveles antes descritos, si bien es cierto muestran a un sujeto integrado no
solo de forma nomotética, sino también de manera ideográfica y sociocultural,
no llegan a establecer una psicoterapia de la profundidad donde la voluntad de
sentido y los valores de realización toman una actitud frente a un destino
biológico, psicológico y social. En el nivel explicativo promocional se intenta
abordar la espiritualidad y los valores como una forma más de un reduccionismo
sociocultural o esquemas de segundo orden (psicología cognitiva) y no desde una
antropología filosófica que tiene su fundamento en lo noético que hace que la
persona se autodistancie y autotrascendencia de sus condicionamientos facticos
(restricciones psicofísicas) y encuentre un significado de vida digno aún ante
un sufrimiento irremediable. Se debe señalar que pueden existir neurosis de
tipo sociógenas que se dan a partir de una actitud fatalista, actitud provisional
ante la vida, pensamiento masificado y el fanatismo; estas son cuestiones
socioculturales que a través de una moda, superstición, creencia o ideología
lleva como consecuencia a un vacío existencial como problema existencial del
hombre que no es abordado por la psicología cognitiva de los esquemas de
segundo orden.
Desde
una postura antropológica que se aborda desde la logoterapia, la historia del
problema y la historia personal del sujeto también está sujeta a la libertad de
la voluntad, voluntad de sentido y sentido de vida; los valores de realización
y el sufrimiento del hombre (triada trágica). Estos conceptos antropológicos no
deben ser reducidos a epifenómenos psicológicos o socioculturales y le
podríamos denominar esquemas de sentido o esquemas noéticos que comprenderían
el cuarto nivel de la conceptualización clínica y en la cual se encontraría ya
una visión completa de la psicoterapia que sobrepasa los condicionamientos del
hombre. La denominación que se propone como cuarto nivel en los esquemas de
sentido o noético, tienen su esencia en el autodistanciamiento y la
autotrascendencia que el hombre es capaz de poseer como potencialidades frente
a su problemática existencial. La logoterapia desde estos fenómenos humanos
intrínsecos puede abordar trastornos desde una raíz psicogénica, sociogénica,
somatógena, noógena y iatrogénica.
Figura 1
Diagnostico
descriptivo explicativo clínico: Los 4 niveles para el estudio de la
complejidad humana
Nota: El ser
humano, sus creencias, su cultura y la propia sociedad tienen características
muy especiales para el estudio clínico de la psicología. Se dice que son
sistemas complejos. Al mismo tiempo, el ser humano transciende y se
autodistancia de sus determinismos biológicos, psicológicos y culturales por su
actitud noética o espiritual esencialmente humana.
Fuente: Elaboración
propia.
El
autodistanciamiento, es un recurso noético que esta inherente en la
potencialidad humana y se trata de una posición o actitud que se asume frente a
una condición externa o intrínseca en los pandeterminismos biológicos,
psicológicos o sociales y que a través de la capacidad de heroísmo que se puede
asumir frente a una situación o a través del humor con que se puede trasmutar
un condicionamiento, la persona llega ser libre bajo una constelación de sus
circunstancias. Frankl (2012) refiere que, “en virtud de tal capacidad, el
hombre puede tomar distancia no solo de una situación, sino también de sí
mismo. Puede elegir una actitud ante sí mismo” (p. 21). Por otro lado, Martínez
(2011) menciona tres manifestaciones de recurso noológicos del
autodistanciamiento que son: la autocomprensión referida a la autoconsciencia
del hombre hacía sus propias formas de pensamientos, sentimientos y conductas
frente a una situación que le toca afrontar, hallando en la reflexión y
conciencia una guía adecuada ante tales condicionamientos. La autoproyección
que es referida a la potencialidad humana para actualizarse constantemente e
imaginarse en su mejor versión, adodistanciandose y dándole sentido a las
circunstancias vividas. Por último, la autorregulación es la conciencia como
órgano de sentido que nos lleva a vislumbrar los valores, y que por lo tanto
regula las tendencias emotivas, cognitivas o conductuales con responsabilidad
para observar el significado de las circunstancias o condicionamientos a través
del análisis existencial de nuestra vida. Este recurso noético se puede
observar cuando la persona enfrenta sus síntomas en una fobia social en donde
la vergüenza a hacer el ridícula toma el centro de atención. Este caso ilustra
a una paciente que en consulta mencionó que se fija tanto en sus palabras antes
de exponer en público que le era imposible emitirlas con fluidez, reforzando
así su creencia de inaceptable, ridícula, etc. A través de
técnicas logoterapéuticas como la intención paradójica se llevó a la paciente a
que se autodistancie de sus problemas con humor que es una capacidad innata del
ser humano, se le enseño que debía hacer su mayor esfuerzo para tartamudear más
que en otras ocasiones y que se concentre en ello para que todos evidencien que
es la mejor haciendo esto en público; la paciente acepto el reto y lo puso en
práctica, pero se dio con la sorpresa que no tuvo resultado alguno. Por el
contrario, mejoro en su pronunciación de palabras y se olvidó de su problema de
tartamudez con las sesiones posteriores. El autodistanciamiento del síntoma
aquí se ve reflejado por una hiperreflexión que se daba en una atención
autofocalizada de sus propias palabras y una hiperintención que era el dar una
ponencia adecuadamente (exigencia y obligación); con la intención paradójica se
pudo reorientar sus deseos y la actitud que manifestó fue de forma irónica,
utilizando el recurso del humor y autodistanciamiento de su propio síntoma.
Cuando deseas algo desesperadamente más lo alejas, esa es la consigna de la
intención paradójica, es así que cuando deseo tartamudear enfáticamente ya no
lo pudo hacer y a través de la derreflexión (centrarse en una realidad fuera de
su propia autofocalización) se puede llegar a desplazar un significado en los
demás que permite actuar con más naturalidad.
La
autotrascendencia, es otro recurso noético que se refiere al encuentro con un
sentido a través de los valores de realización, esto se da a través de dos
fenómenos humanos que son la conciencia y el amor. La conciencia definida por
Frankl (2012) como “la capacidad que le da posibilidad de percibir el sentido
de una situación en su más pura situación y amor como la capacidad que permite
captar a otro ser humano en su más pura singularidad” (p. 22). Esto en la vida
del hombre se puede dar a través de una tarea que tiene que cumplir o en el
encuentro de una persona a quien amar.
Refiriéndose
a la autotrascendencia Frankl (2012) refiere que “el hombre se extiende hacia
el mundo, y finalmente lo alcanza, un mundo repleto de otros seres con los
cuales encontrarse y de sentidos para realizar” (p. 30). Una persona a la que
amamos (un enfermo al que cuidamos con esmero, padres a los que queremos y
respetamos, el amor hacia la pareja, etc.), la contemplación de lo bello en un
paisaje o en el arte, una obra intelectual o artística que se está realizando o
el trabajo en el cual estamos abocados y que lo hacemos con dignidad,
constituyen algunos ejemplos de esa autotrascendencia que tiene el ser humano y
que se revela en cada momento de nuestra existencia para poder descubrirlo y
dotarle de significado personal, ya que con ello el hombre deja huella de su
presencia única en el mundo. Una vez que un valor es realizado
este quedará para siempre en el mundo y no se perderá ya que constituye lo
pretérito y así queda inmutable en la historia del hombre. Martínez (2011) menciona
tres manifestaciones en la autotrascendencia que son: La diferenciación, que se
da partir de reconocer en otras personas toda su dignidad y su manera autentica
de su ser, su personalidad irrepetible que dota de significado al mundo. La
afectación es la presencia de los valores de realización en el marco de la
existencia y el descubrimiento de estos por la conciencia que nos guía a
descubrirlos a partir del sentido. Finalmente, la entrega es una manifestación
de la autotrascendencia donde el hombre utiliza su capacidad para darse al
mundo con intencionalidad, reflexionando en la tarea que le resulta valiosa o
en la persona a quien ama. Aquí el hombre llega a darse incondicionalmente y a
realizar su autenticidad porque se entrega a su propia voluntad de sentido.
5.3. Criterios
para una psicoterapia de sentido (logoterapia)
La
terapia de sentido o logoterapia no solo es efectiva en las neurosis noógenas o
en el vacío existencial propio de nuestra época, sino que también lo es para
los trastornos de índole psicohigienico o somatógeno. Es preciso señalar que la
logoterapia puede emplearse de forma específica para las neurosis noógenas
(sentido, crisis existencial, aburrimiento y tedio, etc.) o de forma
inespecífica para los trastornos de índole psicológico o somatógeno. Más
específicamente la logoterapia está indicada para 5 ámbitos; según Frankl
(2014) la primera de ellas sería a través de una terapia de sentido en las
neurosis noogenas, dadas por una pérdida de sentido, aquí se hablaría de
terapia especifica. En un segundo ámbito se puede realizar está terapia sobre
neurosis psicogénica, aquí la logoterapia es inespecífica y tiene dentro de sus
técnicas la intención paradójica y la derreflexión para hacer evocar los
recursos noéticos de autodistanciamiento y autotrascendencia bloqueadas por
restricciones patógenas de lo psicofísico en este tipo de neurosis. En el
tercer ámbito la logoterapia se da sobre los trastornos somatógenos, que están
presentes en las enfermedades físicas y a veces incurables, aquí está terapia
trata de que la persona encuentre el sentido de vida en su sufrimiento como el
valor más alto de actitud que puede hallar. En el cuarto ámbito la logoterapia
se enfrenta a los factores sociógenos, estos son producto del conformismo o
totalitarismo de una vida de pérdida de valores y que se extiende configurando
un vacío existencial o sentimiento de falta de sentido como productos
socioculturales. En los factores sociógenos la persona puede recurrir a las
adicciones, el pansexualismo, el fanatismo, etc. para llenar el sentimiento de
vacío que puede acarrear su vida dentro de una sociedad sin tradiciones y con
pérdida progresiva de valores. Por último, en el quinto ámbito la logoterapia
se utiliza para las neurosis iatrogénicas, que son consecuencia de un
pandeterminismo ideológico con que algunas terapias o modelos psiquiátricos
tratan al hombre reduciéndolo a solo productos biológicos, pulsionales o
conductuales, con ello deshumanizan y acrecientan a la persona a su frustración
existencial.
Es
preciso señalar que el cuarto nivel según el análisis descriptivo explicativo
clínico que postula este libro como esquemas noéticos o de sentido se toma para
abordar la totalidad del ser humano y no reducirlo a condicionamientos de
ninguna índole como se intenta hacer en los esquemas de segundo orden, relevando
a los valores y espiritualidad a determinantes constructivos socioculturales y
no a fenómenos propios e individuales de la persona frente a un sentido único
que tiene que descubrirlo bajo la voluntad de sentido. El núcleo central de los
esquemas de sentido o actitud noética se dan a partir de los tres primeros
pilares que dan fundamento a la logoterapia, estos son: la libertad de la
voluntad, la voluntad de sentido y el sentido de la vida. A partir del pilar de
sentido de vida se puede señalar la segunda triada de la logoterapia que
vendrían hacer los valores de realización y estos a su vez conforman la tercera
triada, que es la triada trágica (Frankl, 2012).
Figura
2
Las
Triadas de la Logoterapia
Nota: La
logoterapia centra su teoría y filosofía en la propuesta de antropología
dimensional de Víctor Frankl. Los pilares de la Logoterapia (primera
triada), son: Libertad de voluntad, que se manifiesta a través de la capacidad
humana que comprende el autodistanciamiento como posibilidad de aceptarse,
regularse y visualizarse ante sus condicionamientos psicofísicos. La Voluntad
de sentido está estrechamente relacionada con la autotrascendencia que
caracteriza al ser humano, dejando como productos secundarios o efectos a la
voluntad de poder y placer. El sentido de vida está dirigido a que el ser
humano descubra y se dé cuenta de sus valores de realización ante una tarea que
realizar o una persona a quien amar. En
cuanto a los valores de realización de sentido (segunda triada): Estos
se dan por los Valores experienciales que nos permite recibir lo que el mundo nos
da en un encuentro amoroso con otro ser humano, en el contacto con la
naturaleza o en los recuerdos y vivencias; los valores creativos se relacionan
con lo que la persona puede dar al mundo, en el trabajo, en una obra intelectual o artística; y los valores
actitudinales se realizan cuando se está frente a una situación inmodificable y
solo queda aceptarla y responder con dignidad a estas circunstancias. La
tríada trágica (tercera triada): asume tres aspectos innegables del ser
humanos: culpa, dolor y muerte. La logoterapia dota de un significado especial
y de transmutación de valores a tales experiencias existenciales.
Fuente: elaboración
propia
5.4. Los pilares de la logoterapia
(primera triada)
A
través de la libertad de la voluntad se puede tomar posición frente a los
condicionamientos de un pandeterminismo científico que tiene en el
reduccionismo su destino inevitable para el hombre, esto se puede dar al
generalizar desde posturas herméticas del psicologicismo, biologicismo o
sociologicismo un imago homines del ser humano enfocada desde una postura
inferior a la actitud noética de la persona. A través del recurso de autodistanciamiento
el ser humano puede tomar posición frente a su destino o pandeterminismos y
llevar con heroísmo y humor una vida con sentido.
La
voluntad de sentido es definida por Frankl (2012) como “lucha esencial del
hombre por encontrar y realizar un sentido y un propósito” (p. 32). Aquí
también evidenciamos otra capacidad o recurso noético del hombre que es la
autotrascendencia que es el órgano de la conciencia el cual nos lleva a
descubrir un sentido o al encuentro con otros seres. Un efecto de la voluntad
de sentido es el placer y un medio para realizarse en algunas ocasiones es el
poder, esto se debe entenderse como factores secundarios dentro del valor
primario y que dirige la vida del hombre autentico que es la voluntad de
sentido. Cuando la persona desvía este valor primario por la voluntad de placer
llega a tener una causa (condiciones biológicas) y no un sustento o razón
(psicológica o noética) de su placer, quedando vacía su vida por una
hiperintención que debió ser un efecto de una intención primaria. De igual
manera en la voluntad de poder es desviada la dicha del hombre por una
valoración que debió ser un medio para conseguir algo superior, que es el de
realizar un sentido.
Por
último, el sentido de vida está dirigido a los valores de realización que lleva
a la persona a una tarea que realizar o seres a quien amar y entregarse
dignamente.
5.5. Los valores de
realización de sentido (segunda triada)
Por otro lado, en el sentido de vida podemos
encontrar a los valores de realización, los cuales están integrados por los
valores de experienciales (homo amamans), valores de creación (homo faber) y
valores de actitud (homo patiens). Aquí el hombre puede realizarse en las
diferentes situaciones que su conciencia le señala como sentido y valor.
5.6. La triada trágica (tercera
triada)
El
tercer pilar se encuentran los valores de actitud denominanados triada
trágica, está compuesta por la culpa, el dolor y la muerte; es en estas
condiciones que el hombre puede llegar a cumplir una transmutación de valores a
través del arrepentimiento y heroísmo y tomar una posición frente a su
sufrimiento o un significado de dignidad hacia su muerte.
5.7. Técnicas de
la terapia de sentido
A.-
La intención paradójica.
La
intención paradójica es una de las primeras técnicas de la logoterapia y está
fundamentada en la capacidad humana del uso del humor y el heroísmo como
recurso noético del autodistanciamiento. Está técnica trata de reorientar la
intención hacia lo más temido que es la base de la ansiedad anticipatoria de la
angustia de expectación y también crear una inversión de la intención, dejando
la lucha interiormente en las neurosis obsesivas. Está técnica es especialmente
efectiva en los casos de neurosis de angustia y obsesivas.
B.-
La derreflexión
La
derreflexión tiene en el recurso noético de la autotrascendencia su fundamento,
ya que a través de esta técnica el hombre puede descentrarse de su
hiperreflexión o su yo egocéntrico y neurótico, concibiendo en las
posibilidades de otros seres diferentes al él y en los diversos sentidos que le
ofrece la vida sus propios valores de realización. Está técnica fue concebida
para los casos de neurosis sexuales, pero no solo se reduce para ellos sino
también se puede aplicar en neurosis obsesivas, de angustia, depresión, etc.
C.-
El diálogo socrático
El diálogo socrático es una técnica derivada
de la sabiduría de la filosofía clásica, donde las preguntas y cuestionamientos
son el fundamento para descubrir la autenticidad y valor único y superior que
cada hombre posee. En la logoterapia el diálogo socrático no intenta
interpretar o dar respuestas de sentido, sino que a través de un encuentro
personal con el terapeuta el hombre pueda hallar su libertad de voluntad y por
lo tanto su sentido de vida personal y único. Salomón y Díaz (2015) refieren
que en el proceso logoterapéutico del dialogo socrático se dan una serie de
aspectos metodológicos y actitudinales como: la actitud socrática, preguntas
socráticas y señalamientos socráticos.
La actitud socrática: Esta se da a través de una
autenticidad y respeto por la dignidad de la persona en un encuentro personal
entre el terapeuta y paciente. Se centra en el diálogo a través de la
ignorancia, ironía y la mayéutica los recursos que permitirán a la persona
darse cuenta de su inautenticidad como un factor principal de su frustración de
sentido y de sus limitaciones psicofísicas (Salomón & Díaz, 2015).
Las Preguntas socráticas: Estas preguntas se utilizan para
que el paciente descubra dentro de sí las potencialidades de su ser personal,
teniendo en las capacidades de autodistanciamiento y autotrascendencia el
significado de una vida llena de sentido a pesar de sus condicionamientos
(adicción, neurosis, enfermedades, etc.) (Salomón & Díaz, 2015).
Los señalamientos socráticos: Los señalamientos en el diálogo
socrático son vínculos que se desarrollan en el trascurso de las sesiones y
ofrecen al terapeuta poner énfasis en algunos aspectos relevantes y necesarios
para movilizar las capacidades noéticas del paciente. Entre las modalidades de
los señalamientos socráticos se pueden dar a través de lo no verbal, la
naturalidad, las incoherencias, las intenciones de las pasividades y
actividades incorrectas, la captación de valores, el terapeuta como persona y
el completamiento de frases (Salomón & Díaz, 2015).
D.- Noodinámica
y facticidad psicofísica. La psicoterapia en nuestra época no solo debe
atender los síntomas, esquemas nucleares y esquemas de segundo orden que son
productos necesariamente de los condicionamientos o circunstancias de la
facticidad del hombre; sino que le debe enfrentar al pansexualismo y
reduccionismo propio de su época que hace eco en un colectivismo de la masa. Es
necesario para este siglo una terapia más profunda que se centre en la
dimensión noética o espiritual que dota al hombre de la autorrealización a
pesar de un sufrimiento inevitable y le hace tomar posición por su libertad
ante los pandeterminismos biologicistas, psicogénicos y sociales. La búsqueda
del sentido de vida es algo innato en el hombre y está no debe ser dado sino
encontrado por el mismo y allí donde la psicoterapia también juega un rol
importante. Un tratamiento psicológico nunca estará completo si no muestra el
significado de lo que realmente tiene un paciente como ser único en la vida,
donde sus acciones y omisiones son de autotrascendencia para él mismo, para los
demás y para la vida. Es aquí donde justamente se rehumaniza a la psicoterapia
y se distancia del reduccionismo cientificista que también hoy en día prolifera
como parte de neurosis de iatrogenias que son dadas por posturas herméticas
dentro del campo de la psicología y psiquiatría.
Mostrarle al paciente su noodinámica existencial y
hacerle saber que tiene una tarea que cumplir más allá de sus
condicionamientos, recobra la gratitud e importancia de una vida que de seguro
puede tener problemas y preguntas inciertas pero que a la misma vez lo puede
responder de manera digna y sabiendo que nadie lo podrá realizar como él puede
hacerlo, ya que no hay nadie en el mundo que se parezca a otra persona y que sus
acciones de esta manera pueden dotarle de un significado único e irrepetible
para la vida. Frankl (2015) al hablar de noodinámica, señaló que se trata de
“dinámica espiritual dentro de un campo de tensión bipolar en el cual un polo
viene representado por el significado que debe cumplirse y el otro polo por el
hombre que debe cumplirlo” (p. 60). Una terapia existencial es más
significativa y humana llevando lo más fundamental a la vida del paciente que
es el descubrimiento por sí mismo de un sentido dado, ya sea en la
contemplación, en una persona a quien amar, en una obra que realizar o hasta en
el mismo sufrimiento como valor más alto que nos permite tomar una actitud
heroica y significativa frente a este.
Martínez (2017) refiere que dentro de la Logoterapia
se puede hallar el sentido de vida a través de la comprensión de los
noodinamismos y la facticidad psicofísica, para ello plantea un proceso
psicoterapéutico para facilitar el encuentro y conciencia de los siguientes
fenómenos humanos: determinismo y libertad, la responsabilidad, la voluntad de
sentido, los valores como realización de sentido, el optimismo trágico, el
sentido del sufrimiento, el sentido de la vida y el suprasentido o sentido
último de la vida. Para ello los pacientes son incentivados a descubrir sus
recursos noéticos como son el autodistanciamiento y autotrascendencia a través
de técnicas logoterapéuticas como la intención paradójica, la derreflexión, el
dialogo socrático, entre otros.
Esto se realiza en psicoterapia y más
específicamente en la logoterapia con un método que se denomina la
fenomenología que hace percibir al paciente sus vivencias propias y dotarlo de
significado a través del sentido que cada uno posee. Según Frankl (2012) la
fenomenología es un intento por describir el modo en que el hombre se comprende
así mismo, la manera en que interpreta su propia existencia, más allá de
patrones de interpretación y explicación preconcebidos, tales como los
diseñados por las hipótesis psicodinámicas o socioeconómicas. Por medio de la
adopción de la metodología fenomenológica, la logoterapia, tal como Paul Polak
puntualizo, trata de explicar la imparcial autocomprensión del hombre en
términos científicos (p. 14). Para esto la logoterapia como terapia de sentido recurre
a diferentes ejercicios a través de sus técnicas y recursos espirituales que la
persona tiene ya de manera inmanente.
CAPÍTULO VI
ESTUDIO DEL
ANÁLISIS EXISTENCIAL EN JÓVENES UNIVERSITARIOS EN UN ESTADO DE EMERGENCIA
SANITARIA
Para el estudio del análisis existencial
(logoterapia) se estableció una muestra de grupo focal de 6 participantes
voluntarios conformados por estudiantes de Psicología de una Universidad de la
Región Lambayeque, distrito de Pimentel en el año 2020. Entre sus
características los sujetos fueron de sexo femenino y masculino de una edad de
20 a 25 años que voluntariamente decidieron participar en un programa de
logoterapia.
El propósito de este estudio fue profundizar en los
recursos noéticos de los fenómenos esencialmente humanos como determinismo y la
libertad, la responsabilidad, los valores como realización de sentido, el
optimismo trágico, la voluntad de sentido, el sentido del sufrimiento, el
sentido de la vida y el suprasentido y sentido último. Para esto se realizaron
diferentes tipos de ejercicios vivenciales, cuentos logoterapéuticas, diálogos
socráticos y lecturas según los principios y técnicas de logoterapia que
permitieron desplegar la ontología dimensional de los estudiantes con su
sentido de vida.
Los instrumentos utilizados fueron el programa de
logoterapia denominado Grupo de Sentido de Martínez (2017) adaptado y
modificado para estudiantes universitarios. Este programa incluyo dinámicas
existenciales que sirvieron para concientizar y hacer reflexionar a los
estudiantes sobre las preguntas existenciales establecidas en cada sesión.
En cada sesión se utilizaron técnicas
logoterapéuticas como el dialogo socrático y ejercicios vivenciales: para
descubrir sentido por medio de dar, para descubrir sentido en las experiencias,
para descubrir sentido en las situaciones límite, para desplegar la capacidad
de autodistanciarce y para desplegar la capacidad de autotranscender.
Finalmente, para la interpretación de los resultados
se hizo uso de la entrevista verbal y escrita (diálogos socráticos), análisis
de lecturas y la reflexión grupal.
6.1. Análisis Existencial
a través del Programa de logoterapia: Grupo de Sentido
Se analizó en cada sesión las repuestas de los
estudiantes a través de una interpretación de análisis existencial:
Sesión
1: determinismo y libertad
Preguntas Socráticas:
¿Cómo
se manifiesta mi ser libre hoy?
¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?
Interpretación: La libertad
es ejercida cuando se trasciende las condiciones o determinantes que a cada ser
humano le toca vivir, esto responde a la capacidad de elección y la actitud de
responsabilidad que tiene la persona a pesar de las circunstancias o ataduras
sociales, psicológicas o biológicas que muchas veces sirven de excusas para
atarnos como seres facticos o deterministas. El sujeto 6 describe su
experiencia:
“Esclarecí que las personas pueden tener
determinismos ya sean psicológicos, bilógicos o sociales que pueden afectarlos,
sin embargo depende de ellas trabajar o no en estos, para sobrellevar las
situaciones adversas y así ser libres y responsables de su vida. Lo aplico en
mi vida trabajando a diario en los determinismos que pueda tener, sabiendo que
puedo elegir que actitud tener frente a cada situación”.
El sujeto 2 describe su experiencia: “Tomando mis propias decisiones,
dándole la importancia necesaria a mí ser, mejorando y dejando de lado muchos
determinismos en mi vida”.
Esta apreciación dentro del
análisis existencial es vista por la logoterapia como la libertad de oposición
del espíritu ante los determinismos o ataduras de las dimensiones psicogénicas,
sociales y biológicas; mencionando que el hombre no se agota en su facticidad
sino en sus potencialidades. Estas potencialidades del ser hacen trascender más
allá de los condicionantes o circunstancias adversas y se avoca a la capacidad
de elección ante el pandeterminismo o reduccionismo que suscribe el pensamiento
moderno. El efecto de la logoterapia en esta sesión logró hacer significativo
la capacidad noética (espiritual) para descubrir el sentido de la libertad a
pesar de las circunstancias adversas como el confinamiento, estrés académico,
creencias irracionales y temperamento vulnerable; que manifestaron los
estudiantes tener como problemática psicofísicas. Sus repuestas en el programa
fueron a través de una actitud de elección frente a sus adversidades o
condicionamientos personales.
Figura 3
Modelo de logoterapia sobre el determinismo y libertad
Nota: La figura 3, el modelo sobre determinismo y
libertad muestra la explicación sobre el proceso de la sesión 1; donde el ser
humano posee por sus condicionamientos experiencias de facticidad, que se
justifica en un pandeterminismo de hechos o determinismos biológicos,
psicológicos y sociales que sirven en muchas ocasiones de ancla para no llegar
a la autotrascendencia de su propia vida. A través de la experiencia en el
Programa de Logoterapia “Grupo de Sentido” y las técnicas logoterapéuticas de
diálogo socrático (autotrascendencia y autodistanciamiento) y ejercicios
vivenciales como lectura “Determinismo y libertad”, el cuento “el tomate y el
huevo” y las técnicas de proyección, se logró que el grupo de enfoque se
centrara en su dimensión noética, haciendo transcender el sentido de vida a
pesar de las circunstancias adversas. Se manifestó también una capacidad de
elección en el desarrollo de la potencialidad humana del ser y una actitud
noética frente a las circunstancias o condicionamientos que obstaculizaban la
propia libertad del ser.
Fuente: Propia
Para Frankl (2003a) la
libertad está en uno los tres principios de su teoría de logoterapia, específicamente
en el principio de la libertad de voluntad manifestando que “el hombre no está
libre de condicionantes, sean biológicos, psicológicos o de naturaleza
sociológica. Pero el hombre es y sigue siendo libre de tomar posiciones con
respecto a estos condicionantes; siempre conserva su actitud para con ellos”
(p. 19). Esto se manifestó en los estudiantes a través de su tendencia noética de
elección y libertad frente a los condicionamientos que descubrieron tener.
En un estudio similar
realizado por Azabache (2018) en Trujillo, Perú sobre el trabajo de docentes
mentores en la Dialéctica Destino/libertad muestran que los estudiantes
universitarios de psicología obtuvieron un nivel alto luego de aplicar las
actividades de mentoria encaminadas al sentido de vida mejorando en un máximo
de 90.1%. Esto nos indica que los estudios orientados al sentido de vida pueden
desarrollar la libertad desde una actitud espiritual en los estudiantes
universitarios.
Sesión
2: responsabilidad
Preguntas Socráticas:
¿Cómo se relaciona la
responsabilidad con mi crecimiento personal?
¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?
Interpretación: La
responsabilidad es parte de la elección de ser libre para el propio crecimiento
personal, es la actitud que se puede tomar ante la vida, sabiendo que las
acciones propias van influenciar o tener consecuencias sobre mi ser personal y
el entorno. El sujeto 3 describe su experiencia: “La responsabilidad es una
base importante en mi crecimiento personal, en todos los ámbitos de mi vida,
como estudiante, hija, nieta, pareja, porque me permite tomar decisiones
libres, asumir las consecuencias que puedan surgir y seguir avanzando”. El
sujeto 5 describe su experiencia: “Mi crecimiento personal se viene viendo satisfactoria
gracias a la responsabilidad que tengo ante mis acciones”
Ser responsable según Frankl (2011) es tener la
libertad para elegir frente a todas las circunstancias o determinismos que
puede tener la vida; así es como el programa de logoterapia enfatizo en el ser
responsable de algo, ante algo o alguien, ya que el accionar u omisión puede
tener repercusiones en toda la vida. Martínez (2017) manifiesta que la
educación en la responsabilidad parte de una respuesta ante uno mismo, ante
otros y ante el mundo. Desde esa premisa dentro del programa los estudiantes
lograron comprender que las respuestas de responsabilidad que entregaban a la
vida a pesar de las circunstancias, eran conscientes y transcendía los
determinismos de las circunstancias. La comprensión de que muchas veces las
circunstancias de una enfermedad, crisis emocionales, confinamiento, pandemia
covid-19, duelo, etc. eran imposible de controlar en nuestra vida, pero la
actitud que se tomaba ante ellos era evidencia de mi ser responsable ante
dichos condicionamientos.
Figura 4
Modelo de Logoterapia sobre La Responsabilidad
Nota: La figura 4, en este modelo se puede apreciar el efecto de la
logoterapia a través del Programa Grupo de Sentido. La responsabilidad dentro
de la dimensión noética tuvo repercusiones en los estudiantes por las técnicas
de diálogo socrático (autotrascendencia y autodistanciamiento) y ejercicios
vivenciales como un Último deseo, el cuento no quiero ir al colegio
y la lectura la responsabilidad; proyectando en los jóvenes una reflexión
de los condicionantes o determinantes que impedían tener una libertad de
elección y actitud frente a las circunstancias; es allí donde se manifestó el
ser responsable, autotrascendiendo a los condicionamientos o pandeterminismo
del pasado, la neurosis, estrés académico, etc.
Fuente: Propia
Sesión
3: los valores como realización de sentido
Preguntas Socráticas:
¿Cómo
se ha realizado el proceso de transformación de mi vida, en la experiencia más
alta de sentido?
¿Cómo se realizan los
valores de experiencia en mi vida?
¿Cómo se realizan los
valores de creación en mi vida?
¿Cómo me ayudan y/o me
podrían ayudar los valores de actitud en mi vida?
¿Qué esclarecí y cómo se
relaciona con mi proyecto de vida?
Interpretación: Los valores que se puede experimentar
en la vida se dan a partir del encuentro personal con otras personas y
situaciones; a través de ellos se puede reconocer importantes hechos cotidianos,
el sufrimiento y aprendizaje constante de la vida.
El sujeto 5 describe su
experiencia:
“Este tipo de valores de actitud son los más
importantes que pueden existir, en mi me ayudo y me ayuda bastante a tener una
actitud positiva, donde aprendí y sigo aprendiendo a ver la vida de manera
diferente, más alegre, donde en cada problema trato de sacar una enseñanza para
salir de ello y ser resiliente”.
El sujeto 2 describe su
experiencia: “en mi vida,
estos valores se plasman a través de las situaciones que voy encontrándome en
mi día a día, por ejemplo, al admirar el atardecer en una playa, o ver las
estrellas en la carretera”.
Según Frankl (2014) existen tres tipos de valores para
la realización de sentido, esto son los valores de experiencia que se dan en el
encuentro personal del amor, fraternidad y contemplación, también estos son
llamados valores pasivos ya que la persona no sale al encuentro de ellos y aparecen
en su vida por circunstancias únicas y peculiares. Los valores de creación son
las aptitudes que el ser humano entrega en la realización de trabajos
artísticos, intelectuales y oficios que tienen como repercusión aportar hacia
otras personas y el entorno. Por último, los valores actitudinales son
considerados los más altos en la vida del ser humano, ya que a través del
sufrimiento, las pérdidas y las circunstancias difíciles que afrontan las
personas, se pone en movimiento su dimensión noética y la transmutación de sus
valores, descubriendo el significado del ¿por qué? vivir a pesar de las
condiciones limite.
Figura
5
Modelo de logoterapia los valores como realización de
sentido
Nota: La figura 5, Durante el programa de Logoterapia Grupo de Sentido de
la sesión 3 se trabajó con técnicas de dialogo socrático encaminadas a la
autocomprensión y autotrascendencia de los valores de realización. Así mismo,
se efectuaron ejercicios vivenciales como los valores de realización a través
del Cuento El mundo de los valores, la lectura Los valores como realización
de sentido y el ejercicio La misión personal; estas técnicas
ayudaron a reflejar en los estudiantes sus valores de actitud, experienciales y
de creatividad. La capacidad noética también se reflejó a partir de las
experiencias de sufrimiento transformadas en un valor significativo y superior
de la dignidad humana como es la realización de sentido.
Fuente: Propia
Sesión
4: la voluntad de sentido
Preguntas
Socráticas:
¿Cuáles son mis huellas de sentido en las diferentes
épocas de mi vida?
Interpretación: Mis huellas de sentido han sido las
experiencias de alegría de haber pasado momentos especiales (cumpleaños,
viajes, nacimiento de mi hermano menor, etc.) con mi familia y seres que amo
(amigo, pareja, etc.); el sufrimiento experimentado a través de una enfermedad,
una pérdida o una decepción y la satisfacción de haber ayudado a otros. El sujeto 3 describe su experiencia: “encontrar
una persona con quien compartir alegrías, tristezas y apoyarnos”, “Pertenecer a
voluntariados, ya que me permitió brindar apoyo a personas que no tienen acceso
a recursos”. El sujeto 5 describe su
experiencia:
“En 5to de secundaria una profesora me
había dicho que siempre en mi vida había estado ausente una figura paterna y
eso me hacía sufrir bastante, pero eso me ha hecho ser fuerte cada día,
entonces comprendí que realmente todo pasa por algo (…) ese día tuvo de cierta
manera sentido y quise continuar con ello, pero ya no con el odio que cargaba”
El sujeto 6 describe su
experiencia: “cuando
estuve internada varios días en el hospital, la muerte mi abuelo materno, participar
en una obra de teatro en Trujillo junto con el grupo Brilla América
Espectáculos”
En el programa de logoterapia grupo de sentido, los
estudiantes pudieron analizar las huellas de sentido en las diferentes épocas
de su vida, haciendo de esta experiencia un encuentro gratificante y la vez
aprendiendo que existe una voluntad de sentido en todas ellas.
Figura 6
El
sentido de la voluntad
Nota: Figura 6, En la sesión 4 Voluntad de Sentido se utilizaron técnicas
vivenciales como lo valores Experienciales en la dinámica Placer y alegría, la
lectura La voluntad de sentido, el ejercicio experiencial Mis huellas
de sentido, y la técnica del diálogo socrático centrados en la
autotrascendencia y autodistanciamiento de los recursos noéticos de los
participantes. Con estas técnicas vivenciales se pudieron lograr que los
jóvenes valoren su significado de vida a través de las experiencias que
tuvieron a lo largo de su historia personal. Las vivencias que pudieron evocar
fueron dadas por una conciencia llena de sentido que actúa inmanentemente en
todas las personas.
Fuente: Elaboración propia
La voluntad de sentido es definida por Frankl (2012)
“como la lucha esencial del hombre por encontrar y realizar un sentido y un
propósito” (p. 2). Esta voluntad de sentido es guiada por dos fenómenos humanos
que son el amor y la conciencia y que dirige intencionalmente al hombre a
buscar en las situaciones y personas singulares el sentido de su vida. A través
de las huellas de sentido se pudo hallar esta voluntad de sentido inherente a
las experiencias y vivencias de los estudiantes. Para esto se contó con
técnicas logoterapéuticas que pudieron dilucidar que la hiperintención (deseo
exagerado) e hiperreflexión (autocentrarse en uno mismo) se manifestaba bajo un
vacío existencial en una vida que solo podía verse centrada en la búsqueda del
placer y poder. Para afrontar estas tendencias se realizaron diálogos socráticos
y dinámicas existenciales que lograron diferenciar como el placer era una
experiencia diferente de la alegría, siendo este solo un efecto de ella y el
poder un simple medio para lograr un sentido de realización. Las experiencias
en las huellas de sentido hicieron que la voluntad de sentido recobre
significado a través de las razones para la felicidad humana que se halla en
una vida que está llena de una finalidad o propósito y que se va construyendo
con situaciones y realización constante de sentido.
Sesión
5: el optimismo trágico
Preguntas Socráticas:
¿Por qué puedo decir hoy Si a la vida?
¿En qué me ayuda la elección de este optimismo para la
recuperación?
¿Cuáles son tus principales huellas de sentido?
Después de haber entrado en contacto con la triada
trágica, ¿Qué aprendí de ella?
¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?
Interpretación: La vida a pesar de tener
circunstancias dolorosas, posee un significado y sentido que con motivación, fe
y esperanza se puede orientar hacia una actitud de aprendizaje y optimismo que
fortalece el interior. El sujeto 4
describe su experiencia: “Aprendí que vamos a estar frente a ello
inevitablemente, pero podemos elegir ser optimistas antes las dificultades,
podemos adoptar una adecuada actitud para afrontar las circunstancias y
convertirlo en un valor para nuestra vida”
El sujeto 3 describe su
experiencia:
“Lo puedo aplicar en muchas situaciones, pues a lo
largo de nuestra vida, las circunstancias no siempre serán las mejores, y en
algunas veces eso me puede frustrar y no ver un sentido, sin embargo, hoy
esclarecí que las situaciones dolorosas también nos pueden llevar a la
esperanza y a la fe”.
El sujeto 2 describe su
experiencia:
“Sé que es difícil e inevitable sentirse mal o
frustrado frente a una situación límite, pero lo importante es no estancarse,
continuar, entonces la mejor manera frente a ello entonces frente a estas
circunstancias pues la manera que lo aplicaría en mi vida sería permitiéndome
sentir, luego pensar y encontrar un sentido, ya que considero que eso me
serviría como motivación para continuar, además de tener un aprendizaje y ser
más fuerte emocionalmente”.
En el Programa de logoterapia grupo de sentido, los
estudiantes pudieron analizar su existencia a partir de las situaciones límite
que sintieron en su vida y desplazar su sentido noético a partir de sus
experiencias, en un aprendizaje de optimismo y transmutando el valor del significado
de cada circunstancia difícil.
Figura
7
Modelo de
Logoterapia sobre El Optimismo Trágico
Nota: Figura 7, En el programa de Logoterapia
“Grupo de Sentido” se utilizaron técnicas de ejercicios vivenciales como
valores de actitud “Menos mal”, cuento “Sentido y significado del sufrimiento”
y la lectura “El Optimismo Trágico”; así mismo a través del dialogo socrático
se realizaron preguntas para desplazar el contenido noético consciente en los
estudiantes de la triada trágica de su vida: culpa, muerte y sufrimiento. A
través de estas técnicas se logró un autodistanciamiento de una actitud
fatalista ante las situaciones límite, reorientándolos estas circunstancias
hacia a la libertad y responsabilidad de elegir desde una dimensión noética.
Así mismo, se pudieron transformar las experiencias de la triada trágica de
muerte, culpa y sufrimiento en un optimismo trágico con un significado superior
que podía desplazarse en la fe, la esperanza o el amor, fenómenos
intrínsecamente humanos que son inherentes a la dimensión espiritual.
Fuente: Propia
Frankl (2003b) refiere “el
homo patiens puede realizarse incluso en el más estrepitoso fracaso. La
experiencia enseña que son perfectamente compatibles el cumplimiento y el
fracaso y, por el lado opuesto, el éxito y la desesperación” (p. 95). El homo
patiens está representado por el hombre que sufre en la triada trágica pero que
puede transformar su vida en cumplimiento y en la entrega. Es así como el
programa de Logoterapia se encamino a la búsqueda personal y única de esta
tendencia innata de misión personal ante las situaciones límite que toda
persona afronta en su existencia.
Sesión
6: el sentido del sufrimiento
Preguntas Socráticas:
¿Qué he aprendido de los
diferentes sufrimientos que la vida me ha ofrecido?
¿Gracias a mis experiencias
de sufrimiento, ¿Qué significa para mi afrontarlos?
¿Cómo el sufrimiento ha
transformado mi manera de ver el mundo?
¿Qué ha significado para mí
el sufrimiento necesario que implica la vida?
¿Qué podría decirles a
aquellos que innecesariamente sufren en la vida (adicciones, obsesiones,
dependencia emocional, búsqueda de poder y placer, etc.)?
Interpretación: El
sufrimiento tiene un valor de actitud inherente en la propia vida y de los
demás, descubrir el significado del sufrimiento nos lleva a un aprendizaje y
crecimiento humano, apreciando el sentido de las situaciones difíciles se llega
a fortalecer el ser. El sujeto 1 describe su experiencia:
“He aprendido a darme cuenta
que en algunas oportunidades era necesario sentirlo, otras veces este
sufrimiento fue por vivencias que para mí fueron muy tristes en las cuales con
el tiempo fui dándome cuenta de que gracias a esa experiencia y a ese
sufrimiento pude aclarar muchas dudas y que gracias a ello pude surgir y no
dejarme vencer por el dolor. El sufrimiento tanto mío como evidenciado de otras
personas me hizo abrir los ojos ante situaciones que debía comprender para ser
más centrada en mis decisiones, acciones y pensamientos”.
El sujeto 2 describe su
experiencia:
“Significa que le encontrado
un sentido y he decidido continuar, no estancarme o metafóricamente ahogarme
frente a un sufrimiento, no viéndolo como un enemigo al sufrimiento, sino como
un amigo del cual aprender, pero siempre permitiéndome sentir, porque en el
momento no puede ser tan fácil para cada uno, además sufrir no es del todo
malo, te hace sentir vivo”,
El sujeto 3 describe su
experiencia: “Afrontarlos significa crecer como persona, ser resiliente,
valiente, y aprender”. El sujeto 4 describe su experiencia: “Les diría que las
situaciones difíciles pueden presentarse en cualquier momento de nuestra vida y
que debemos rescatar el mensaje que nos deja, aunque no lo encontremos
inmediatamente, cada experiencia nos deja algo que aprender, algo que podemos
mejorar. Y podemos buscar ayuda profesional y familiar que nos acompañe durante
el proceso para poder afrontarlo”.
El programa de logoterapia
grupo de sentido, permitió un análisis existencial del sufrimiento como un
valor de actitud, mostrando que a través de la reflexión espiritual se puede
encontrar el sentido del dolor experimentado en la vida.
Figura 8
Modelo de la Logoterapia sobre El Sentido del Sufrimiento
Nota: Figura 8, El efecto de la logoterapia a
través del Programa “Grupo de Sentido” ejerció un desplazamiento de la actitud
noética a partir de las experiencias de sufrimiento en los estudiantes
universitarios. Para tal propósito se realizaron ejercicios vivenciales como
las técnicas de valores de actitud: “Por qué a mí”, el cuento “actitud del
sufrimiento” y la lectura “El sentido del sufrimiento”; así mismo los diálogos
socráticos desde la logoterapia permitieron el encuentro personal y consciente
de una actitud noética que se proyectaba con reflexiones para el
autodistanciamiento y autotrascendencia ante el dolor experimentado en la vida.
Con estas técnicas de análisis existencial se pudo hallar un cambio de actitud
frente a las condiciones o determinismos facticos del sufrimiento físico,
psíquico o espiritual, por un reconocimiento de un valor superior en el
sufrimiento que lleva a un padecimiento humano digno y con sentido. Lo
experimentado en el “Grupo de Sentido” afirma lo que Frank (2015) manifiesta
parafraseando a Nietzsche con la frase “Quien tiene un porqué para vivir puede
soportar casi cualquier cómo”, ya que a través de encontrar una actitud noble
al sufrimiento humano, la persona llega a cumplir la tarea más alta de su vida.
Fuente: Propia
Sesión
7: el sentido de la vida
Preguntas Socráticas:
¿Cuál es la importancia de
encontrar sentido en mi vida?
¿Qué vivencias me ha dado la
vida para tomar sentido de ellas?
¿A través de qué formas he
encontrado sentido en mi vida?
Actualmente ¿Cuál es el
sentido de mi vida?
¿Cómo relaciono mis
experiencias con la lectura anterior?
Interpretación: El sentido
de la vida es una brújula que nos guía en el cumplimiento de una tarea, nos
encontramos rodeados de varias personas y hechos que denotan un significado
especial para poder vivir, encontrar en las situaciones un sentido de vida es
un camino que nos proporciona una misión en este mundo. El sujeto 1
describe su experiencia: “La importancia es poder esclarecer el por qué estamos
en este mundo y cuál es nuestro propósito para seguir viviendo y aprendiendo
afrontar los problemas que encontraremos durante nuestra existencia” El sujeto
2 describe su experiencia:
“Es muy importante porque es
la brújula que va a guiar toda mi vida, mis metas a corto y a largo plazo, mis
expectativas y mis acciones diarias. Sin un sentido, nada de esto sería
posible, ya que iría a la deriva, sin tener objetivos claros y sin plantearme
si lo que estoy haciendo está bien o no”.
A través del programa de
logoterapia grupo de sentido, los estudiantes pudieron realizar un análisis
existencial de su sentido de vida y reflexionar sobre el significado de su
misión en la vida a pesar de circunstancias difíciles o en la falta de
respuestas, desplazando su actitud noética para tener conciencia plena de la
singularidad en el cumplimiento de su tarea en este mundo.
Figura 9
Modelo de la logoterapia sobre el sentido de la vida
Nota: La figura 9, En el modelo de la logoterapia
aplicado a los estudiantes en el Programa “Grupo de Sentido” se pudieron
realizar técnicas como el ejercicio de autotrascendencia Encontrando Sentido,
el cuento Una razón para ser feliz, la lectura El sentido de la vida
y diálogos socráticos que se proyectaba en los valores de realización personal
y en la autotrascendencia y autodistanciamiento de la dimensión noética. Es así
como a través de lo trabajado por la logoterapia se hizo reflexionar al grupo
focal sobre las neurosis colectivas que se manifiestan actualmente en el
fatalismo, la actitud provisional ante la vida, el fanatismo y el pensamiento
de masa (Frankl, 1991; 2011). Estos antivalores descritos se
promueven hoy en día por los pandeterminismos como es el psicologicismo,
biologicismo y sociologicismo que reducen al ser humano a una temporalidad y
facticidad de un ser producto del destino, el azar, pulsiones o condicionado por
factores psicofisiológicos. Es a través de estos mecanismos que el
reduccionismo surge equívocamente como una orientación a la voluntad de poder o
placer como fin último del ser humano, quedando el hombre en una frustración
existencial al no encontrar el sentido a su vid, ya que el poder solo funciona
como medio para un fin, igual que el placer que es el efecto secundario de una
razón o sentido de algo superior. Cuando la persona pierde el sentido de sus
vida llena su vacío con todo el placer o poder que pueda conseguir, dando como
resultado una frustración existencial ya que estos son factores secundarios de
una realización de la voluntad de sentido que se da a través de la conciencia
reflexiva de encontrar en lo peculiar y singular de cada situación el sentido
de la vida a pesar de las circunstancias difíciles halladas en ella. Es la
voluntad de sentido un factor superior donde se encuentran los valores como
realización de un sentido de vida plena. Es en este modelo descrito de la
logoterapia sobre el sentido de vida que los estudiantes llegaron a desplazar
su actitud noética para encontrar en sus experiencias el sentido único y personal
que tenían como una misión para entregar en su vida a pesar de las circunstancias
o condicionamientos psicofísicos.
Fuente: Propia
Sesión
8: el suprasentido y sentido último
Preguntas Socráticas:
¿Qué coincidencias he
vivido, que más bien parecen Diosidencias?
¿Por qué creo que la vida me
está dando la oportunidad estar vivo?
¿Cómo se ha hecho evidente
el suprasentido en mi vida?
¿Qué esclarecí y cómo puedo
aplicarlo a mi vida?
Interpretación: Las
experiencias que no son explicadas por la razón, tienen un fin último para la
realización de sentido, ya que a través de esos hechos se logra comprender que
tenemos una tarea pendiente que realizar. Valorar las circunstancias
extraordinarias que hemos experimentado en nuestra vida es un aprendizaje
significativo para nuestra existencia.
El sujeto 1 describe su
experiencia:
“Porque he venido a este
mundo con un propósito que cumplir, metas y objetivos por los cuales alcanzar y
en ellos están incluidos personas que necesitan de mi tanto mi familia como
personas que se cruzaran en mi vida y necesito aprender de ellos y ellos de mí”.
El sujeto 2 describe su
experiencia: “Se ha hecho presente en diferentes momentos, como creyente
siempre diré que no todo tiene una explicación científica, sino que Dios
siempre intercede por nosotros, cuidándonos, ayudándonos, y tengo muchos
motivos para sentirme agradecida y bendecida”. El sujeto 1 describe su
experiencia:
“Cuando me enferme a los 18
años de edad y estuve en cama por dos meses y fue algo que jamás pensé que me
pasaría, hasta mi familia pensaba que podría pasarme algo peor, pero fue donde
pude darme cuenta que solo era una enfermedad y yo podía salir adelante, así
que el agradecer a Dios, al universo y a cada parte de mi cuerpo fue que empecé
a mejorar y claro que con ayuda de algunos medicamentos puedo estar aquí y
ahora siendo quien soy”.
El suprasentido y sentido
último se analizó reflexionando sobre las Diosidencias en la vida y el
significado de estas para un sentido de realización. Las Diosidencias son los
hechos inexplicables que no se pueden entender con la razón humana y que son
interpretadas por la fe y esperanza de un suprasentido superior al que no podemos
evidenciar empíricamente.
Figura 10
Modelo de la logoterapia sobre El suprasentido y sentido último
Nota: Figura 10, en este modelo de logoterapia
realizado a través del Programa “Grupo de Sentido” se pudieron realizar ejercicios
vivenciales como las técnicas de autotrascendencia como “El Oráculo”, el cuento
“Fe y esperanza” y la lectura “El suprasentido y sentido último”; así mismo se
desarrollaron diálogos socráticos para explayar los valores de realización,
autotrascendencia y autodistanciamiento de la actitud noética en la
responsabilidad de un sentido de vida último hallado en las Diosidencias de la
vida. El suprasentido es manifestado por medio de un sentido mayor al que
podamos entender con la razón, el cual nos direcciona hacia la fe y esperanza
de un significado único y peculiar de la vida. Esto se pudo reflejar en los
estudiantes a través de las técnicas logoterapéuticas aplicadas que hicieron
reflexionar sobre sus Diosidencias y el sentido último de estas para su vida.
Fuente: Propia
Para entender el Supraentido y sentido último de
la vida Frankl (1995) refiere que nos puede ser útil el símil matemático de la
sección áurea, según el cual la parte más pequeña está en relación a la más
grande como esta última lo está al respecto del todo. Esto denota que la
existencia obedece a una jerarquía ontológica superior, y por ende nos regimos
por fuerzas que tienen un sentido último mayor que el que nos pueda
proporcionar la razón humana ya que solo es explicado por una dimensión noética
en la fe y esperanza.
Como
conclusiones de este estudio cualitativo fenomenológico podemos analizar y
mencionar que:
A
través del análisis existencial en el programa grupo de sentido se pudo
profundizar sobre en las experiencias de la actitud noética de
autodistanciamiento y autotrascendencia respecto a los fenómenos de libertad,
responsabilidad, valores como realización de sentido, optimismo trágico,
sufrimiento, sentido de vida, suprasentido y sentido último en los estudiantes
universitarios.
El
efecto de la logoterapia en el programa grupo de sentido desarrolla una actitud
noética de los estudiantes universitarios a través de ejercicios vivenciales en
los valores de realización de sentido, cuentos logoterapéuticos, lecturas de
logoterapia y diálogos socráticos sobre la autocomprensión, autodistanciamiento
y autotrascendencia del ser.
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ÍNDICE
DEDICATORIA |
06 |
PROLOGO |
08 |
|
|
INTRODUCCIÓN |
09 |
|
Este
libro se terminó de editar en
Ediciones
El Hacedor –
Calle
Lambayeque Nº 1039-Lambayeque.
Lambayeque-Perú-
Mayo-2021.
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