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viernes, 31 de marzo de 2023

EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI Ensayos sobre logoterapia en el siglo del reduccionismo cientificista

EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI Ensayos sobre logoterapia en el siglo del reduccionismo cientificista  

 

 


 

 

 

 

 

 

 


EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI

 

Ensayos sobre logoterapia en el siglo del reduccionismo cientificista

 

 

 

 

Julio Cesar Suarez Luna.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI- Ensayos sobre logoterapia en el siglo del reduccionismo cientificista

 

 

Autor:

© Suarez Luna, Julio Cesar.

 

Editado por:

Nicolás Hidrogo Navarro. Calle Lambayeque No 1039- Lambayeque-Perú. Diseño de portada y cuidado de estilo por: Nicolás Hidrogo Navarro. hacedor1968@hotmail.com

 

Primera edición digital, Mayo de 2021

Libro electrónico disponible en: https://suarezlunajulio.blogspot.com

 

 

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú:

2021-04685.

ISBN: 978-612-00-6417-7

 

 

Queda prohibida la reproducción y transmisión total o parcial del contenido de la presente obra en cualquier forma, sea electrónica o mecánica sin el permiso escrito y firmado de sus autores o titulares de los derechos.

permiso escrito y firmado de sus autores o titulares de los derechos.

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


DEDICATORIA

                                                         

 

 

A Dios, por haberme dado la oportunidad de estar vivo.

A mi madre, por haberme inspirado con su amor.

A Mayra Alva Córdova, quien contribuyó con la revisión de esté libro.

A Mercy Lizeth Fernández Meza, médico que entrega todo su amor, dedicación y carisma a las personas.

 

 

 

Suarez Luna, Julio Cesar.

 

 

 

 


 


 

 


PRÓLOGO

EL SENTIDO DE VIDA EN EL HOMBRE DEL SIGLO XXI- Ensayos sobre logoterapia en el siglo del reduccionismo cientificista, es un texto científico de análisis reflexivo con una intención terapéutica, una finalidad clínica que buscar la recuperación total del paciente, explorando dimensiones y paradigmas psicoterapéuticos.

Explorar las recónditas dimensiones humanas, su siquis, representa una clara ventana hacia las profundidades del ser.

En esta saga de ensayos, el autor se centra en la conceptualización desde el sentido de la vida del hombre del siglo XXI, los valores como realización de sentido en la educación del siglo XXI, las Neurosis colectivas: el vacío existencial de nuestra época y los nuevos Homines Sacri, el amor en la posmodernidad y el pansexualismo como objeto de consumo, la necesidad de una psicoterapia compleja y encaminada hacia el sentido de vida y el estudio del análisis existencial en jóvenes universitarios en un estado de emergencia sanitaria, titulares de sus capítutlso que nos dan la pauta de los contenidos y la articulación entre casa uno de ellos.

Un texto que permite comprender la dimensión más intrínseca del ser humano y que aborda a conclusiones del uso de la logoterapia como un aspecto fundamental para tratar a personas que la existencia y la coyuntura de la posmodernidad ha golpeado tanto en su esencia humana.

 

Lambayeque-Perú, mayo de 2021.

Nicolás Hidrogo Navarro-Perú.

Hacedor y Crítico Literario Neocreacionista.

 

INTRODUCCIÓN

 

El enfoque de este libro es describir el sentido de vida del hombre del siglo XXI a partir de ensayos críticos, analizando su avance tecnológico y su haber moral e ideológico en esta época. La antropología personalista de la teoría de la logoterapia servirá para guiar el fundamento de los criterios que se tengan en cuenta con respecto a la educación, neurosis colectivas, amor y pansexualismo, psicoterapia y el estudio del análisis existencial en jóvenes universitarios.

El libro está dividido en seis capítulos diferentes. Por tanto, el primer capítulo introduce brevemente algunos conceptos sobre el sentido de la vida del hombre del siglo XXI. El segundo capítulo señala los valores como realización de sentido en la educación del siglo XXI, este se centra en observar como una educación mercantilista puede entorpecer las verdaderas potencialidades humanas, manifestada como un producto más como un proceso sólido, generando una inteligencia hermética o miope de objeto de consumo, medida por una creciente y alabada especialización. Esta educación es uno de los pilares formadores del hombre que se tecnifica cada vez más y halla en el cientificismo su entelequia de realización. Por otro lado, el homo complexus responde justamente a una educación holística e integral donde el aspecto humano que está enraizada en la filosofía, arte, axiología, pensamiento crítico, etc., tiene su sentido formador en el hombre y más que nunca en esta época donde hay una decadencia de las ideas sobre la esencia y potencialidades de los entes y fenómenos humanos. Los valores como realización de sentido, forman parte de este propósito, ya que ayudan al ser humano a descubrir a través de sus recursos noéticos y su conciencia el verdadero significado del trabajo, amor y sufrimiento, en una sociedad donde la vacuidad o frustración existencial hace que cada día más prolifere el pensamiento masificado a través de las modas, el fanatismo, las supersticiones e ideologías que tienen en sus deseos e instintos personales su visión de un mundo para imponerlas sin debate o argumentos razonables. Un pensamiento reduccionista está basado en una superespecialización que generaliza desde su perspectiva todo una completud de la realidad. Frankl (2012) mencionó la ciencia como ideología. Se puede decir que lo que deberíamos lamentar no es la especialización de los científicos, sino la generalización de los expertos (…) “El reduccionismo se ha convertido en la máscara del nihilismo” (p. 23). Por eso en esta educación del siglo XXI es importante tener como objetivo una enseñanza en valores de realización de sentido que dará al hombre fundamento para su vida peculiar y única, filosofía para generar un pensamiento crítico y logos (razones) para debatir ideologías y un cientificismo creciente, y finalmente arte para que nos sirva de inspiración y saber que nuestra humanidad es un complemento e integralidad de saberes conjuntos y no ideológicos o sectaristas.

El tercer capítulo describe las neurosis colectivas: el vacío existencial de nuestra época y los nuevos homines Sacri, partiendo de un pensamiento colectivista del siglo XXI los problemas son de índole sociógenos que afectan al ser humano como consecuencia de una pérdida progresiva de valores universales y tradiciones que son reemplazados por una subjetividad y relativismo creciente que se vende por la más media como un nuevo estilo de vida en la posmodernidad. El hombre masa descrito por Ortega y Gasset (2010) se hace presente en este análisis, ya que esté reclama para sí y otros derechos públicos construidos bajo el espejismo de sus deseos y pulsiones personales llamándolo avance cultural y esto no es nada más que un retroceso cada vez mayor hacia su horda primordial. Por otro lado, las neurosis colectivas que se generan a partir de un exacerbado narcisismo colectivista y un vacío existencial profundo se encuentran en una actitud fatalista de creer que el destino ya está escrito (supersticiones, horóscopos, psicologismo, biologismo, etc.); una actitud provisional de la vida, donde no se planifica el futuro y vivir según el conformismo de alguna moda o las apetencias y deseos paroxísticos o efímeros son la forma de vida que puede imperar. Estos dos tipos de neurosis colectivista llevan al hombre a configurar los dos últimos tipos de pensamiento actual como síntomas sociógenos de nuestra época, este es el pensamiento masificado que adquiere poder bajo la no responsabilidad de su vida personal, ya que la masa es anónima y no hay culpa colectiva, el dejarse sumergir por la masa es volverse impersonal, perdiendo la individualidad y libertad de vivir una vida auténtica, cuestionando y analizando los contenidos, tendencias, deseos, impulsos, moda, etc. que se quieren plasmar bajo la forma de ideologías o un sectarismo creciente. Este pensamiento masificado lleva a un fanatismo exacerbado en la actualidad, donde el pensamiento único y sin reflexión o razón se imponen bajo un reduccionismo del hombre en un nihilismo de “nada más que”, fanatismo que encuentra asidero en una pérdida de valores universales y tradiciones que guiaban al hombre en su pasado. En el siglo XXI esté se encuentra bajo un conformismo de hacer lo que los demás hacen o un totalitarismo de hacer lo que los demás le digan que realice; allí es donde el fanatismo se vuelve una pandemia psíquica que desecha todo lo diferente y no acepta opinión o razones diferentes; fenómenos como la mixofobia, ideologías progresistas, el pansexualismo exacerbado, el cientificismo imperante, entre otras tendencias confirman un pensamiento fanatizado y perteneciente a la masa sin reflexión. Por otro lado, en este capítulo también se hablará de los nuevos homines Sacri de una sociedad estatiza, refriéndonos a otra consecuencia de las neurosis colectivas. El estado cuando estatiza la vida o la Zoe como se refiere en Grecia para denominar a la vida desnuda o natural de las personas acrecienta su poder sobre la libertad individual de los hombres, ya no solo regula la polis o las reglas y normas sociales, sino que dictamina a seres humanos que pueden morir sin que este hecho sea punitivo, ya que estos hombres no estarían dotados de derechos personales y dignidad para las leyes que profesa una biopolítica exclusiva. El estado se vuelve cada vez más totalizador cuando dictamina quien es merecedor de derechos personales y quienes son los nuevos homines Sacri para su eliminación de la nación; este por supuesto se da con la argucia de las demandas sociales que reclaman para sí la vulnerabilidad y mixofobia de lo extraño, ajeno o lo que le es hostil o demanda muchos recursos personales; así podemos ver que los niños por nacer, la muerte asistida o eutanasia, los condenados a pena de muerte, los migrantes, exiliados, los prisioneros de guerra, etc., configuran los nuevos homines Sacri de una politización de la vida privada y natural que se vuelca bajo demandas positivistas y reduccionistas la vida natural del hombre.

El cuarto capítulo, el amor posmoderno y el pansexualismo como objeto de consumo, se vislumbra en el desarrollo psicosexual maduro las etapas en que los seres humanos presentan impulsos e instintos hasta llegar a la tendencia sexual que viene siendo la integración de la sexualidad por el encuentro con la exclusividad de una persona a quien amar. Por otro lado, bajo esta noción de análisis existencial podemos diferenciar tres aspectos del desarrollo psicosexual maduro. El primero es la actitud sexual que abarca las preferencias físicas y pulsionales de la meta u objeto genérico a la cual dirigirse, aquí se busca a la mujer o varón impersonal por cualidades físicas que lo cosifican para el desarrollo del placer por el placer. En el segundo aspecto la actitud erótica emana dentro de sí características anímicas o emotivas que definen a un prototipo de ser humano con el cual se aspira a tener una relación sentimental, a esto también se llama enamoramiento. Aquí todavía se ve a la persona reducida bajo cierta ejemplaridad que pueden tener muchos otros seres humanos por algunas de sus condiciones como son los ideales, apego psicoafectivo, entre otras características psicológicas que poseen cierto tipo de varón o mujer y que son comunes para la atracción emotiva y afectiva de la persona que lo desea. El último aspecto viene desarrollado por el amor como fenómeno humano inmanente y trascendente de buscar en una persona su singularidad y unicidad como ser exclusivo, en el amor ya no son las cualidades físicas o las emotivas las que resaltan, sino la peculiaridad e irrepetibilidad que se halla en el ser amado; se sabe que la persona exclusiva no puede ser reemplazado o igualada con una ejemplaridad, porque emana dentro de su actitud noética potencialidades que solo el que ama puede revelar. En este capítulo también se señala a la pansexualidad como objeto de consumo, tendencias como una sexualidad que se cosifica y se publicita a través de la más media y redes sociales como productos y moda, haciendo que lo privado se vuelva público y se acepte como leyes socioculturales.

El quinto capítulo, la necesidad de una psicoterapia compleja y orientada hacia el sentido de vida hace referencia a tener una visión de la persona como homo complexus e integral, abordando una psicoterapia rehumanizada desde el campo noético y sus fenómenos existenciales. Para lo descrito es necesario establecer un diagnóstico desde un criterio descriptivo explicativo y existencial que aborde desde 4 niveles el estudio de la persona: el primer nivel lo encontramos en lo descriptivo sintomático, el segundo nivel en lo preventivo explicativo: esquema nuclear y autoperpetuación esquemática, el tercer nivel en lo explicativo promocional: esquemas de segundo orden (información sociocultural) (Riso, 2009), y el cuarto nivel  se da a través de un análisis existencial de los fenómenos humanos o actitud noética que permite al hombre poder autodistanciarce y autotranscender de sus propios condicionamientos psicofísicos y dotar de sentido su vida a pesar de las circunstancias. Aquí podemos analizar la responsabilidad, libertad, conciencia, amor, voluntad de sentido, suprasentido, sentido del sufrimiento, etc., como recursos de lo específicamente humano que en los otros niveles se ven reducidos a síntomas, esquemas o valores socioculturales. Por otro lado, el análisis existencial (logoterapia) puede abordarse para las neurosis noogenas, neurosis psicógenas, neurosis o enfermedades somatógenas, neurosis sociógenas y neurosis iatrogénicas. Entre las técnicas frecuentes con las que se aborda este nivel de análisis existencial son actualmente muy variadas, pero las más importantes son la intención paradójica y la hiperreflexión.

Finalmente, el sexto capítulo señala el estudio del análisis existencial en jóvenes universitarios en un contexto de emergencia sanitaria. Esta investigación fue abordada desde un enfoque cualitativo fenomenológico con grupo focal de jóvenes entre edades de 20 a 25 años en un Estado de Emergencia Sanitaria por Covid-19. El propósito de este estudio fue profundizar en los recursos noéticos de los fenómenos esencialmente humanos como determinismo y la libertad, la responsabilidad, los valores como realización de sentido, el optimismo trágico, la voluntad de sentido, el sentido del sufrimiento, el sentido de la vida, el suprasentido y sentido último. Para este estudio se utilizaron técnicas vivenciales y dinámicas existenciales. Los resultados evidenciaron que a través del análisis existencial (logoterapia) en el programa Grupo de Sentido se pudo profundizar sobre en las experiencias de la actitud noética de autodistanciamiento y autotrascendencia respecto a los fenómenos de libertad, responsabilidad, valores como realización de sentido, optimismo trágico, sufrimiento, sentido de vida, suprasentido y sentido último en los estudiantes universitarios.

 

Ps. Suarez Luna, Julio Cesar.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO I

CONCEPTUALIZACIÓN DESDE EL SENTIDO DE LA VIDA DEL HOMBRE DEL SIGLO XXI

 

 

 

1.1.       Antropología filosófica personalista

La postura personalista en la cual se basa la logoterapia y es fundamento de la visión de la persona humana en que este libro se fundamenta, puede definirse según Mounier (1969 citado en García, 2010) a toda doctrina y a toda civilización que afirma el primado de la persona humana sobre las necesidades materiales y sobre los mecanismos colectivos que sostiene su desarrollo. Asimismo, se señala que el individualismo es una respuesta al concepto materialista y colectivista del ser humano que tiende a disolverlo bajo la influencia del proceso de producción. Desde la filosofía personalista también se entiende al hombre desde dos planos diferentes, uno ontológico y el otro en una dinámica existencial.

En plano ontológico el hombre se entiende como individualidad e incomunicabilidad. La individualidad esta dado en el obrar único de cada persona, llamando por Aristóteles la sustancia primera que le caracterizaba con particularidades que no se repiten en otros individuos de su misma especie. Así mismo dentro de este plano ontológico se manifiestan las operaciones y actos libres que ofrece al hombre la posibilidad de cambio según sus potencialidades, siempre manteniendo su ser personal inalterable, pero desarrollando sus capacidades a pesar de sus accidentes que pueda sufrir (García, 2010).

El otro plano de la postura personalista se da en lo dinámico existencial, que tiene como esencia la posibilidad de crecimiento del ser personal a través de sus actos libres y responsables. El ser humano aquí aparece indeterminado con infinitas posibilidades abiertas y se determina en sus actos libres o decisiones que es capaz de realizar para sí mismo, los demás y el mundo. En el modelo de bienestar de Aristóteles esta dinámica existencial se realiza a través de la libertad que se ofrece por la autoaceptación, el crecimiento personal y la autonomía (García, 2010).

Por último, la postura personalista también tiene una metodología fenomenológica que se centra en conocer las experiencias, vivencias y la conciencia del hombre como objeto de su estudio (Frankl, 2012).

Logoterapia

La logoterapia es definida como una psicoterapia de sentido y responsabilidad, donde se rehumaniza al hombre a través de la dimensión noética, abriendo la posibilidad de autodistanciarce y autotranscender a pesar de sus condicionamientos psicológicos, sociales y biológicos.

Esta terapia es desarrollada por Víctor Frankl (1905/1997) tiene como etimología el griego Logos: sentido o espíritu, y de therapeia: tratamiento o sanación; que denota la búsqueda del sentido de vida y responsabilidad en la esfera de autenticidad existencial del hombre (Salomón & Díaz del Castillo, 2015).

Desde esta perspectiva el hombre es considerado un ser único e irrepetible al cual le espera una tarea que cumplir o una misión que realizar en el mundo y esta se da afuera de sus propios determinismos y se desarrolla en la búsqueda primaria de la existencia que es la voluntad de sentido.

La logoterapia explica a través de los fenómenos del hombre un imago homines o imagen del hombre que a través de una ontología dimensional esta rígido por el principio de homo complexus, reducida por otras teorías científicas a condicionamientos o pandeterminismo sesgados. Este principio de ontología dimensional de la logoterapia sostiene que las dimensiones o condiciones biológicas, psicológicas y sociológicas del hombre son partes inmanentes de éste pero dentro de ellas existe una  dimensión mayor que es la noética o noológica que es una capacidad exclusivamente humana y en la cual el hombre puede llegar a tomar una postura o una actitud digna frente a los condicionamientos psicofísicos de las neurosis, enfermedades, adicciones, etc. transmutándolos en verdaderos valores de realización de sentido. (Frankl, 2001).

Frankl (2003) manifiesta que a través de la ontología dimensional del hombre se puede desarrollar dos leyes que explican la teoría de la logoterapia. La primera es la ley de proyección que transfiere un fenómeno de su unidad a dimensiones menores, en el estudio del hombre esto sesga la totalidad de la persona por determinismos psicológicos, sociológicos o biológicos. La segunda ley es la proyección de diversos fenómenos sobre una sola dimensión inferior que la dimensión original, aplicada a la persona esta sería la reducción de los fenómenos humanos como el amor o la libertad a condiciones pandeterministas como figurados a procesos meramente psíquicos, somáticos o sociales, soslayando la verdadera dimensión superior del hombre en su dimensión noética o espiritual.

 

1.2.       Valores de realización

Los valores como realización se dan a través de la conciencia, esta a su vez es definida como la capacidad de posibilidad de percibir el sentido de una situación en su más pura singularidad (Frankl, 2012). Desde esta reflexión podemos decir que los valores de realización son el sentido de vida que se descubre en la infinidad de circunstancias o situaciones que da la posibilidad al hombre de realizarse en su finitud. Entre estos valores de realización podemos encontrar a los valores creativos que lo desarrolla el homo faber, que es el hombre que con su trabajo y entrega hacia una tarea significativa puede convertir su vida en misión. Los valores vivenciales o experienciales tienen en el Homo Amans su vínculo transcendente hacia la experiencia de contemplación y amor hacia otros seres diferentes que él mismo. Por último, los valores actitudinales se dan a partir del Homo Patiens, que es el hombre que sufre y que a pesar de esto puede cumplir el valor más alto de realización, ya que puede trasmutar el fracaso en un sentido de vida y autodistanciarce o autotranscender a través de su propio sufrimiento dotándole de un significado único para el mismo, para los demás y para el mundo. El sufrimiento es inevitable en la vida del ser humano, pero la actitud que se despliega en la resistencia u oposición del espíritu es más grande y nos enseña la fortaleza espiritual o noética que cada ser humano posee de manera inmanente.

Los valores como realización están cada vez más en detrimento por las ideologías subjetivistas y relativistas que existen como neurosis colectivas en nuestra sociedad, y que se masifican bajo el adoctrinamiento de progresismo científico y un retroceso en las ciencias humanas y axiológicas.

Cientificismo

El cientificismo es un determinismo, fundamentado en una ideología neopositivista que intenta explicar los fenómenos propiamente humanos a través de un método cuantificable de causa y efecto, realizando un reduccionismo de los valores y de la dimensión noética a epifenómenos de objetos en observación y medibles a través de técnicas estadísticas. Villoro (2008) menciona que desde la fenomenología de Husserl el cientificismo olvida “la dimensión personal del conocimiento, conduce a una deshumanización del saber. […] Pretende reducir todo conocimiento a un saber objetivo, del que está ausente cualquier postulación de valores” (p. 295).

Rosales (2002) refiere que en el siglo XVII surge el cientificismo intentando abarcar saberes humanos y sociales como la moral, la historia, la política, la estética, entre otros; siempre bajo un pensamiento reduccionista del homo complexus que derivaba en un método científico de lo observable y cuantificable. Posteriormente en el siglo XX, esta noción se renueva en un neopositivismo para la unidad de la ciencia y teniendo como propuesta una "epistemología naturalizada". Es así como la filosofía también sucumbe a este este pensamiento y se vuelve materialista, subordinado a una clase de naturalismo propio de las ciencias naturales. A partir de esta concepción el objeto de las ciencias naturales también se vuelve objeto general de los fenómenos propiamente humanos.

Es importante señalar que la ciencia es uno de los conocimientos humanos que ha dado progreso a los diferentes avances técnicos de la medicina, ingeniera, química, física, entre otras disciplinas, siendo esto parte importante en el desarrollo cultural de la vida del hombre pero muchas veces en aras de este progresismo se ha reducido al ser humano en un objeto de estudio materialista y cosificado, que prescinde de lo verdaderamente humano por un pensamiento totalizador en un paradigma de control a través de lo medible y predecible. En respuesta a ello surgen posturas personalistas que devuelven al hombre su estudio metafísico y dinámico existencial que se manifiesta en su conciencia, libertad, responsabilidad, estética, etc.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO II

LOS VALORES COMO REALIZACIÓN DE SENTIDO EN LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI

(Ensayo sobre Logoterapia y Educación)

 

Dentro de la educación del siglo XXI se tiene que tener como objetivo analizar la problemática actual y proponer una visión hacia una educación orientada en el ser humano o educando que le permita la libertad a través de una consciencia crítica y constructiva de la problemática de su propia realidad y el desarrollo de las dimensiones de la realización de valores de sentido, su ser personal en lo dialógico y biofílico.

Un ser humano no es libre sin ser autentico y esta autenticidad según la filosofía personalista de Víktor Frankl se da cumpliendo un sentido de vida propio y en la realización de sus propios valores, ya sea a través del homo faber (creación, trabajo), homo amans (contemplación, amor y entrega hacia otro ser humano) u homo patiens (el sufrimiento con sentido). Estos valores que se plantea ontológicamente como las potencialidades de actualización del desarrollo humano, hacen al hombre autentico y digno de realización ya que a través de una tarea por cumplir, en una labor o creación el hombre deja huella de su historia en el mundo; así mismo en la contemplación de la belleza o en la conexión biofílica (amor hacia la naturaleza) y amor hacia otro ser humano la realización se hace autentica y posible de experiencia de goce y felicidad (Frankl, 1987; Domínguez, 2000).

Naranjo (2007) al referirse “nada necesitaríamos tanto como una educación afectiva o interpersonal, una educación de esa capacidad amorosa que es la base de la buena convivencia y la participación en la comunidad y que tan críticamente está faltando en el mundo” (p.181). Está reflexión se hace necesaria para una sociedad con tantos antivalores y nihilismos que presenciamos en este siglo, carente de una formación en lo más preciado: el desarrollo de la afectividad para la entrega hacia el amor. Esta necesidad inherente en el hombre se ve atrofiado y compensado en el utilitarismo y pragmatismo que hace concebir al mundo y al ser humano en la enajenación de objetos de posesión, siendo las crisis existente del hombre hoy en día el pansexualismo ideológico que lleva a la destrucción de la familia, el vacío existencial por la pérdida del sentido de la vida, el cambio climático y efecto invernadero por ir encontrar de su propia habitad, la tecnificación del trabajo convirtiendo a hombres en autómatas posindustrializados, entre otros problemas que surgen como incógnitas y necesitan un respuesta compleja en este siglo. Una concepción de un hombre abocado a la búsqueda funcional y utilitaria de la vida, degrada a la naturaleza y a la propia persona a la satisfacción egoísta en el poder narcisista o placer propio de una concepción individualista que pervierte al ser humano y que Freire (2005) llama conciencia necrofílica de posesión, ya que destruye todo lo viviente y es propio de una educación bancaria que busca en el especialísimo científico su propio bienestar. Este especialismo o auge científico moderno que es necesario para la reproducción de avances en tecnología y ciencias como la química, biología, física, economía, entre otras disciplinas neopositivistas; entrega a la sociedad progresos para el desarrollo de la civilización, pero no muestra o ratifica el verdadero desarrollo humano en el significado del propósito de su vida y el de sus valores que le dan sustento a su existencia. Las ciencias son indudablemente parte de los valores de creación o trabajo intelectual importante del hombre en nuestra cultura, pero cuando se mitifica y compartimenta como un todo degrada al propio al ser humano en su concepción, reduciéndolo a un ser objeto propio de la experiencia y método científico de causa-efecto, sesgando a estímulos y respuestas o sintomatologías orgánicas la visión de homo complexus que hay en el hombre. Cuando la ciencia no va de la mano con una antropología filosófica que dirige su accionar se puede convertir por antonomasia en el propio maleficio del hombre. Naranjo (2007) en su ensayo Cambiar la Educación para Cambiar el mundo llama racionalismo a una educación actual que se afana en el cientificismo y deja excluida a una educación que equilibrará y dirigirá a esta, que es propuesto bajo un paradigma de un humanismo propio de una enseñanza en la afectividad, la noología o espiritualidad (concepción de las enseñanzas de las religiones del mundo) y la dialogicidad en las relaciones interpersonales. El homo amans, el hombre que ama y contempla la belleza de vivir biofilicamente (contemplando o amando la naturaleza del mundo) es parte de esta nueva conciencia que diría Freire (2005) se dirigirá al hombre nuevo y liberado de una educación opresora que perpetua lo repetitivo, tecnificado y mecánico, y que encuentra en la necrofilia opresora la destrucción de nuestra habitad y dignidad por un cientificismo que ve al ser humano como un homúnculo de determinismo biológicos, psicológicos o socioculturales.

El especialismo o conocimiento compartimentado de las ciencias en detrimento del y su realización en los valores Morin (2001) lo resume en una frase El hombre en su locura ha inventado la razón, porque al hacer uso de su conocimiento o racionalización el homo sapiens- oeconomicus puede producir armas de destrucción letal (armas nucleares), reproducir tecnología que ocasionan patologías en los hombres o exacerbar el deterioro del cambio climático. Partiendo de esta problemática ambiental Goleman (2009) lo describe en su libro Inteligencia Ecológica con estudios biológicos y médicos actuales donde revela que nuestro cuerpo está adquiriendo un síndrome de inflamación sistémica crónico que deteriora progresivamente nuestro sistema inmune y crear mutagenos en nuestras células por radicales libres que se han intensificado por la alta exposición de desechos de dióxido de carbono generado por equipos tecnológicos y otros agentes químicos (esmog, aerosoles, etc.) que constantemente en esta modernidad liquida (nada perdurable y en constante cambio de objetos) estamos expuestos. Resultado de esta civilización los seres humanos estamos adquiriendo un mayor número de patologías como cáncer, lupus, diabetes, infecciones respiratorias, síndromes, etc. La inteligencia ecológica o amor hacia nuestra habitad es necesario para el desarrollo del hombre nuevo que debe ser despertada por la educación contemporánea como lo requiere estos cambios sociales. Es así como el pensamiento complejo dentro de la educación, no puede estar expuesta a un conocimiento compartimentado que excluye a las verdaderas ciencias humanas y filosofía antropológica de la educación actual, por un reduccionismo cientificista que sin dirección evoca una relación del homo sapiens-oeconomicus al homo demens que bajo sus pasiones y su propia autodestrucción (egoísmo, destrucción, placer paroxístico) crea a un ser hermético para consigo mismo, para la otredad y para el mundo que lo rodea. Es por eso la relevancia de una verdadera educación que no se sesgue a una inteligencia miope y que busque en la complejidad de la noosfera o pensamiento de las ciencias fácticas y humanas el equilibrio para que el ser humano autentico pueda contribuir al bien común del desarrollo de su sociedad, la mixofilia y encontrar su verdadero sentido de vida en los valores de realización.

Finalmente, otro valor de la realización del hombre está dado en el homo patiens o valor de actitud, que se refiere al sufrimiento que todo ser humano en algún momento de su vida tiene que afrontar y que lamentablemente en una sociedad orientada al hedonismo y utilitarismo no encontraría como tal un significado. Es preciso a la educación del siglo XXI contribuir con este proceso, fomentando en el fortalecimiento de la voluntad y la enseñanza de una misión personal que se tiene que cumplir a pesar de los fracasos, pérdidas, enfermedades o inclusive ante una inminente muerte. Esto no se podría lograr sin un verdadero cambio en la visión del hombre dentro de la educación que conlleve a horizontes holísticos donde la humanidad, espiritualidad y sentido den su plena realización aún ante circunstancias adversas. Frankl (2015) refiere: “Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento” (p. 22), es preciso señalar que este hombre sufrió en los campos Nazi el holocausto que tuvo que pasar el pueblo judío ante lo militares alemanes, pero su meta para seguir viviendo se encontraba en su misión de vida que podía dotarle los valores experienciales (encontrarse con el amor de su familia) valores de creación (escribir un libro de toda la barbarie que el hombre podía superar a pesar del dolor) y valores de actitud (encontrar el significado único de su vida ante su sufrimiento). (Revisar el Libro: El hombre en busca de sentido).

Ante esos cambios tan drásticos y pesares que afronta el hombre en algún momento de su existencia, la vida le consigna un sentido especial que al encontrarlo le fortalece pasando así el sufrimiento a un plano inferior; Nietzsche (2015) decía “quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo” (p. 212) es así como un hombre se vuelve una meta para un fin más allá del dolor (emocional o físico) y se ha visto en muchas casos a personas que se entregan a una tarea a pesar de las circunstancias difíciles o condicionamientos y llegan a cumplir su misión personal encontrando un significado noble y digno a su sufrimiento. En los campos Nazi se pudieron evidenciar según relata el libro El hombre en busca de sentido, muchas personas que se dejaban morir tirándose a las alambradas y otras que ofrecían la última migaja de pan que les quedaban para aliviar el hambre de otras, sabiendo quizás que al ofrecerlo morirían de inanición. Los valores de actitud son dados por un sentido de entrega hacia una misión que debemos cumplir cuando ya no podemos cambiar el destino o las circunstancias que nos toca vivir. La actitud con la que debemos afrontar el sufrimiento está implícitamente en un sentido personal que conlleva al autodistanciamiento y autotrascendencia misma (Frankl, 2015).

El ser humano lleva implícito los valores de realización de sentido que la educación debe contribuir a despertar dentro de él para ejecutar todas sus potencialidades ya que el  hombre como refiere Frankl (2015) “no se agota en su facticidad. Ser hombre, podría decir, no consiste en los hechos sino en sus posibilidades” (p.129). Es la verdadera pedagogía dentro de una educación que debe contribuir a este proceso: el “desarrollo humano” (Freire, 2005) encontrando un valor único y digno a su vida a pesar de sus circunstancias adversas o condicionamientos psicofísicos.

Esto ha desencadenado un debate a como hoy en día se está llevando este proceso de educación, si es al servicio del ser humano y su realización de potencialidades propias o como Freire (2005) señala a una pedagogía del oprimido, donde el hombre no es libre porque vive en la prescripción de una conciencia de educación mercantilista que lo encontramos al servicio de un bienestar económico de competencias y tecnificación serviles a la economía de mercado. Este enfoque de Freire nos da una visión de educandos serviles y que se subyugan por ideas preestablecidas de sus opresores que en este tiempo sería el imago hominis de una cultura del homo economicus establecidos por el mercado laboral que tiene una visión del hombre enajenado hacia lo vendible o rentable; prescindiendo así de la misión propia del hombre en la relación de sus valores de realización y de su  humanidad que hay intrínsecamente en él, siendo  desplazado por una visión propia de objeto.

El sentido de vida y los valores señalados por Víktor Frankl en una filosofía personalista, dan fundamento al desarrollo humano del hombre y no al humanitarismo que Freire (2005) refiere al sistema que condiciona al hombre como oprimido y por lo tanto no autentico y servil a posturas externas y apolíticas que pueden degradar su propia dignidad. Estas ideas se ven reflejadas en una postura bancaria (recepcionista y mecanicista) de ideologías dentro la educación como el uso de competencias para ser empleables al mercado y otras de índole político- familiar como la ideología de género que buscan progresivamente la deconstrucción de la dignidad biopsicológica y espiritual del ser humano. Estas son algunas de las posturas dentro de la educación nacional y global que progresivamente se aceptan sin mayor crítica de los educandos y educadores, siendo así una pedagogía del oprimido dentro de las nuevas tendencias actuales en el siglo XXI. Esta educación bancaria propia de un sistema educativo receptivo actualmente genera un superespecialismo fundamentado en el tecnicismo reduccionista del mercado y la máquina que Morín (2001) y Bautman (2007) avizoraban como propio de una educación de un pensamiento simplificado y que no podría abarcar el pensamiento de complejidad que requiere actualmente los problemas globales de nuestra sociedad. Bauman (2008) refiere que esta educación del siglo XXI está enraizada en la especialización que reduce al hombre a un ser mecanicista que va perdiendo la añoranza por un mundo más sólido, donde la felicidad significaba la permeancia y la estabilidad para realizarse como ser humano.

La visión del homo complexus para resolver los problemas que necesita nuestra cultura es propio de una educación liberadora. La educación de este nuevo mundo líquido del siglo XXI no tiene consistencia en lo perdurable sino en lo instantáneo, en la actualización constante pero trivial y mutable para adaptarse a las circunstancias mercantiles o a las relaciones superfluas que se puede hallar (flirteo, relaciones por interés, relaciones de simple goce paroxísticas, etc.). Es preciso señalar a este tipo de educación liquida para tener una reacción y generación de un camino que incluya un nuevo paradigma orientado en el valor de una metafísica del ser y el bien común como signos de madurez cultural.

Otros de los problemas de esta educación del siglo XXI como ya se dejó notar líneas arriba es lo que refiere Morin (2001) como el parcelamiento del conocimiento que no nos ayuda a resolver problemas que necesitan de la dialógica de los saberes en su conjunto, sin perder de vista a la realización del sentido de vida y de los valores de realización en el hombre actual. Este parcelamiento de los saberes ha llevado a la falta de crítica y solución de varios problemas como son el observar al ser humano desde una postura mercantil para la empleabilidad, las ideologías pansexualistas, el cambio global por la pandemia Covid-19, la tecnificación del hombre-máquina, el cientificismo y las consecuencias ambientales propias de la racionalización de un mercado laboral que va en constante destrucción de nuestra propia habitad, entre otros. Hablar de estos problemas enriquecen y contextualizan a la educación y pedagogía dentro del campo holístico necesario para el verdadero futuro de hombre en su desarrollo de ser personal y de dignidad. El educando y los educadores pueden reforzar e iniciar este proceso que durara varios años, pero es necesario que se comienza ahora.

Como conclusión de este ensayo podemos señalar que la educación del siglo XXI debe dejar el sentido mercantilista que atrofia la verdadera capacidad y potencialidad de desarrollo humano y renacer en una educación holística que promueva el conocimiento complejo a través de la filosofía, las artes, la religión, ciencias humanas y los valores de realización como parte de la dignidad completa de la persona y sociedad.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO III

NEUROSIS COLECTIVAS: EL VACÍO EXISTENCIAL DE NUESTRA ÉPOCA Y LOS NUEVOS HOMINES SACRI

 

Las neurosis colectivas de nuestra época están enraizadas a lo que Frankl (2003b) denomina Vacío existencial, o neurosis noógena (Frankl, 2012) que es la represión de nuestro inconsciente noético o espiritual por una pérdida de sentido o anhelo por tener una misión de vida. Desde esta perspectiva se analizará este nuevo tipo de neurosis colectiva frente a otras que son de índole psicológico.

La definición de neurosis tomada por el Psicoanálisis es el conflicto reprimido de nuestros sentimientos, emociones y la libido en general que reclama hacerse presente y es enviada por la resistencia a mecanismos que se manifesta a través de síntomas histéricos o neuróticos que van siendo desplazados hacia diferentes objetos. Este tipo de neurosis existe en la sociedad actual y muchas veces requiere intervención terapéutica para estabilizar las emociones malsanas y perturbaciones de los sujetos. Por el contrario, la neurosis noógena que parte de la búsqueda del sentido de vida, reclama en sí la conciencia de una misión que tiene la vida y en la cual la propia persona es irremplazable para poder cumplirla. Muchas veces esté tipo de neurosis no es tomada en cuenta dentro de nuestra sociedad ya que está ligada a un factor noético o espiritual y no comercial (pansexualismo, coaching, psicología positiva, etc.). Es así como la neurosis noógena o la búsqueda de sentido queda frustrada en una sociedad light que Rojas (2000) describe como  frivola, hedonica y de moda sentimentalista pero desde un ambito superficial. La neurosis noogena se convierte en la desesperación de la persona por no hallar un propósito en su vida, sintiendo un vacío existencial propio de una generación volcada en un nihilismo de fala de tradiciones, fe, esperanza, amor y valores. Es así como el hombre que ve frustrado su sentido de vida se siente vacío y busca reemplazarlo con diferentes alternativas que le ofrece la sociedad posindustrial, siendo esto uno de los grandes males que describe la logoterapia y que se pueden observar en el conformismo de la masa siguiendo  lo que otros hacen (modas, fiestas, etc.) o caer en un pensamiento del totalitarismo dejando que otros decidan sobre nuestra vida privada, esto es propio de los estados omnímodos (se somete y acepta leyes de género, labores que van en contra de la ética y moral, etc.). Es así que en estas circunstancias se cae en un conformismo o totalitarismo y la persona se inserta en la masa perdiendo su autonomía, siendo anónimo e impersonal en ella, ya que el sentido que tiene su vida no llega a descubrirse por estos males sociógenos de nuestra época. Este pensamiento masificado dentro de la psicoterapia son temas muy poco discutidos ya que no son comerciales para el entorno posindustrializado865’ y de producción que el ser humano erróneamente debe tener en la posmodernidad (ser vendible para un trabajo, estar a la moda, tener una tendencia pansexualista y relativista de la cultura, etc.) siendo objeto de una realidad que se deshumaniza por el tecnicismo y especialismo.

El vacío existencial que vive hoy nuestra generación y que se reportó siempre en la psicoterapia solapada por las neurosis sexuales o de conflictos de inferioridad, se vuelca en una pérdida de valores y se enraíza en la búsqueda de un conformismo o totalitarismo dictado por una búsqueda del placer o poder como fin último del hombre, ya que la masa reclama en el goce de placer el sentido de felicidad (utilizando siempre esa palabra como algo tácito y mal entendida) o en el poder como cúspide del hombre para el prestigio y su omnipotencia ficticia (casos del mal uso del poder político, funcionarios, directores, etc.). Estas dos consecuencias de la búsqueda del placer y poder por sí mismo traen como resultado el atrofiar  la propia misión personal del hombre y la frustración existencial que desborda en muchas neurosis psicogénicas que podemos ver hoy en día (neurosis sexuales, trastornos de personalidad, depresión, etc.). Cuando el camino queda frustrado y es desviado hacia la búsqueda  de placer o poder  por sí mismo como un fin y no como una meta o efecto de un propósito de vida,  estos fenómenos se vuelve una intención primaria (buscar placer por sí mismo o el poder como fin) que atrofia el verdadero propósito de nuestra entrega hacia el otro o la tarea que debemos cumplir, ya que el ser humano nace con un sentido de vida que únicamente él debe realizar y cuando pierde este  propósito se desvía  por una vía de un sinsentido que llega a alejarlo de una vida digna de su existencia.

El hombre del siglo XXI moviéndose por las neurosis colectivas desarrolla su vida en una total transitoriedad, espejismo donde le aturde envejecer y ve en la muerte su destino de fatalidad. Las neurosis colectivas encubren el hastió de una vida rutinaria y tecnificada, donde el hombre pasa a ser mero objeto de goce momentáneo y el poder uno de los medios para conseguirlo. Las consecuencias de una sociedad así están dadas en lo que refiere la Logoterapia en el fatalismo, la actitud provisional de la vida, el fanatismo y la absorción por la masa.

 

3.1. La Actitud Fatalista

La actitud fatalista es parte de las neurosis colectivas de nuestra época, el cual lleva a un pensamiento de que nuestra vida ya está escrita y en la cual no podemos hacer nada por cambiarla, creer en el poder del destino quedando inertes ante su coacción (Frankl, 2011).

Actualmente esto lo podemos evidenciar en la creencia colectiva de horóscopos, supersticiones, magia, determinismos psicológicos (el pasado influye e influirá en nuestra vida), determinismos biologicistas o temperamentales (“nací predispuesto a ser agresivo”, “es mi herencia alcohólica”, etc.) y determinismos socioculturales (“nací dentro de una sociedad que me moldeo y me creo estas costumbres”). Esta creencia en el poder del destino inmoviliza al hombre, llevándole por el pesimismo de no tener libertad para afrontar su vida. El determinismo en el destino de pensar que todo ya está escrito nos convierte en personas ahistoricas y enmudece el sentido verdadero de la existencia dentro de la función que todo hombre debe dar a su vida y cultura. Freire (2005) menciona “al no tener un punto de decisión en sí; al no poder objetivarse, ni objetivar su actividad; al carecer de finalidades que proponerse y proponer; al vivir inmerso en el mundo al que no consigue darle sentido; al no tener un mañana ni un hoy, por vivir en un presente aplastante, el animal es ahistorico” (p. 81). Como bien menciona el autor un animal carece de una función consciente sobre sí mismo y los demás. Un sinsentido que trasciende en las arcas de un destino fatalista convertirá a los seres humanos en entes autómatas de circunstancias y en el cual por falsas creencias deterministas se le concede poder omnipotente. Algunos casos particulares de conceder este poder al destino, es caminar por la calle sin pasar por debajo de una escalera, evitar cruzarse con un gato negro o llevar ciertos amuletos, ya que estos representarían mala suerte o buen augurio según las representaciones que tienen para nosotros. Existen formaciones más sofisticadas de poder en el destino y que en pacientes neuróticos hacen hipostasiar sus síntomas, a tal punto de creer que ellos son el resultado de circunstancia o condicionantes psicológicas del pasado (experiencias infantiles) o factores genéticos (temperamento agresivo, alcohólico, etc.) y encuentran así una justificación para su comportamiento en circunstancias ajenas a su propia libertad. Esas excusas de no tomar una actitud frente a estos factores o circunstancias condicionan a la persona a ser un ente pasivo y a creer que el destino ya está escrito para ellos.

Sería erróneo pensar que nos movemos por un locus de control externo, sin interferir sobre nuestras propias decisiones o ante las circunstancias de nuestra vida; Riso (2009) refiere que las profecías autorrealizadas son parte de creencias que nuestra mente construye para confirmar o satisfacer inconscientemente  nuestros propios miedos o deseos que de manera automática crean estrategias de autoperpetuación  en cogniciones o pensamientos que tenemos de nosotros mismos, de los demás y de la vida; y que nos llevan a actuar a favor de nuestros esquemas creados a la que llamamos destino. Así una mujer que cree que su destino es estar con hombres que le son infieles (esquema de desconfianza) por haber vivido con padres separados o haber sido engañada en una ocasión, buscara a varones con un perfil machista para confirmar su cognición de desconfianza y así autoperpetuar su propia creencia en un destino fatalista para ella. Un hombre que cree en que siempre fracasara en su vida amorosa (esquema de fracaso), ya que sus relaciones son esporádicas, buscara a mujeres lascivas para confirmar su creencia en el poder del destino. Son muchos los pacientes que se pueden examinar dentro la psicología clínica y que refieren un poder en el destino de sus vidas. Esta vivencia no es más que productos de esquemas inconscientes que ellos han formado a largo de su historia, en una sociedad llena supersticiones y una actitud fatalista como pensamiento masificado.

Por otro lado, también se busca justificaciones en el temperamento heredado como parte de una constitución biológica que nos determina y en la cual no podemos actuar; es así como un rasgo agresivo, ansioso, depresivo, obsesivo, psicópata o con predisposición a la adicción, etc. se convierten en parte de nuestro destino y las excusas son que no podemos luchar contra lo que hemos heredado. Las investigaciones actuales han demostrado que un ambiente favorable puede crear según Riso (2009) la bondad de ajuste necesaria para dar equilibrio emocional en los niños predispuestos a temperamentos con tendencia a la psicopatología. Así mismo, Goleman (2017) nos menciona que los rasgos en adultos también pueden modificarse a lo que denomina rasgos alterados que llevan finalmente a la persona a encontrar un bienestar emocional a través de ciertos hábitos y técnicas adquiridas (logoterapia, meditación: atención plena, budismo zen, etc.). Estos hallazgos junto a la neuroplasticidad que nos refiere que podemos crear ciertas destrezas personales a lo largo de nuestra vida por acción del ambiente en que decidimos involucrarnos nos hacen concluir que las fuerzas temperamentales no nos determinan y solo contribuyen a adoptar una postura frente a tales condiciones. Jung (1949) en su obra Psicología y religión refería que los impulsos no poseen al hombre, sino el hombre posee a sus impulsos, esto nos da a entender que la persona tiene la capacidad aún con un temperamento predispuesto a ciertas tendencias (agresión, conducta adictiva, ansiedad, etc.)  de elegir seguirlas o no. El hombre con problemas temperamentales o rasgos predispuestos también puede trabajar para modelar ciertos rasgos que le perjudican a él o la sociedad, pero es su capacidad de elección que siempre se tomara en cuenta para forjar su propia vida. Nuestra propia existencia carecería de sentido si ya estuviera escrita por nuestro pasado o temperamento.

En Tótem y Tabú de Freud (1991) nos explica que conductas neuróticas se dan regidas por la omnipotencia mágica de los pensamientos que proviene de los aborígenes de un sistema primitivo de la psique humana, sustentada en las primeras tribus australianas (las más antiguas del mundo) estas experimentaban una visión anímica de las cosas que lo rodeaban, concediendo poderes a los espíritus de la naturaleza y a las almas de los muertos. Este sistema nos permite concebir que parte de nuestra psique aún no ha resuelto este pensamiento tan primitivo de conceder el poder a entes externos (naturaleza y espíritus) que nos llevan a creencias neuróticas como un pensamiento mágico e hipostasiado en el horóscopo, la santa muerte, amuletos, la brujería, las supersticiones, etc. La omnipotencia mágica de los pensamientos obedece a un narcisismo primario de origen egocéntrico infantil que nos hace pensar que el mundo gira a nuestro alrededor con un poder ya escrito y que solo lo podemos contrarrestar con supersticiones o magia; careciendo así la persona de una voluntad de sentido para enfrentarse y elegir a través de los condicionamientos de su vida.

 

3.2. Actitud Provisional ante la Vida

La actitud provisional ante la vida es otra de las neurosis colectivas en que esta está sumergido el hombre en la actualidad y que Frankl (1990) refiere como la falta de planificación del futuro y el  vivir según el conformismo de alguna moda o las apetencias y deseos efímeros que pueden imperar en una sociedad. El vivir el día a día sin responsabilidad de un propósito significativo para la existencia y según las tendencias o pulsiones que se apoderan del hombre  es parte de un sinsentido que prolifera en la actualidad en las grandes urbes y que desencadena junto a la actitud fatalista dos tipos de neurosis colectivas más: El pensamiento colectivista y el fanatismo.

 

3.3. El Pensamiento Colectivista

Otro tipo de neurosis colectiva de nuestro tiempo es lo que describe Frankl (2011) y Maffesoli (2009) como pensamiento colectivista; aquí el ser humano renuncia a su personalidad por seguir una idea o tótems que se ve representado muchas veces en una moda, tendencia, afición, etc. El ser humano bajo esta concepción es impersonal y se conforma con lo que hacen los demás, siguiendo una tendencia para no romper los lazos con el grupo social identificado. La sugestionabilidad del grupo hace también caer al individuo en un pensamiento colectivista, donde no hay culpa y se excluye todo lo diferente a otro pensamiento o tendencia. Esto lo podemos evidenciar hoy en día en las modas, el amor light (sentimentalismo momentáneo, flirteo, etc.), supersticiones, entre otros. El hombre aquí pierde su libertad y responsabilidad de elegir y cumplir un propósito verdadero de vida ya que está bajo un pensamiento masificado que no le es propio y que por el contrario obedece a una sociedad cada vez más nihilista donde se niega los valores personales y se materializa y hedoniza la concepción de ser humano. El hombre homúnculo vive hoy día en las sociedades posmodernas diseñadas de técnicas y valores de mercado, es así como se adhiere a estas ideas y reclama para sí las comodidades, ideales materialistas y el placer paroxístico que es capaz de ofrecer una sociedad light prefabricada en una vida liquida (superflua y rápida) donde las tradiciones, la seguridad de un empleo y el amor perdurable pasaron de moda. La nueva concepción de este tiempo liquido como pensamiento colectivista es desprenderse lo más rápido posible de lo vivido y capacitarse o especializarse para ser un engranaje dentro de un sistema económico que reclama la tecnificación de una tarea específica. Ortega y Gasset (2010) describía a un tipo de hombre masa que abundaba en la sociedad del siglo XX y que a través de un análisis se puede decir que prolifera en la actualidad, este tipo de individuo es un hombre que no tiene un propósito más allá de sus propias apetencias y deseos, se conforma con las comodidades que le ofrece su cultura (tecnología, placer sexual, estatus, etc.) y hace prevalecer su opinión y deseos en detrimento de una lógica o argumentos racionales. Este nuevo tipo de hombre solo se desarrolla en un pensamiento colectivista o de masa y muestra rasgos de un narcisismo propio de la época evocada en la superación personal de la riqueza material, el pansexualismo como medida de paroxismo y el poder para alcanzar el éxito como medio y fin personal.

 

3.4. El Fanatismo

La última las neurosis colectivas que describe al hombre actual es el fanatismo, es aquí donde las ideologías personales y sociopolíticas sumergen al individuo a concepciones erradas sobre la sexualidad (pansexualismo), racismo, autoritarismo político y cualquier forma de tótems culturales (seguidores de una banda rock, hinchas de un equipo, etc.). El fanatismo se podría explicar en lo que Freud (2016) refería como enamoramiento e hipnosis, donde el líder representa las aspiraciones y deseos de la masa, introyectando en los individuos (los seguidores) el ideal del yo, haciendo así perder en estos su identidad representada ahora por un sujeto que dictamina su vida y que sugestiona a deliberadamente a la masa. Esto puede pasar con modelos representativos (políticos, artistas, intelectuales, etc.); donde el enamoramiento está dado entre el líder que demanda obediencia y formas de vida funcionales para su causa. El hombre una vez que ha designado su ideal del yo en las ideas y representaciones que él aspira o creer desear pierde su personalidad y se vuelve un ser impersonal que obedece como autómata hacia un fin que no es el suyo. La masa fanatizada pierde su moral (súper yo) y se sugestiona junto al colectivo; llegando incluso a cometer acto vandálicos o terroristas.

Frank (1990) manifiesta que el fanático pasa por alto la personalidad de los individuos que no piensan como él, no admite un modelo de pensar distinto al suyo; lo único que acepta es su propia opinión. Pero el fanático ni siquiera tiene una opinión propia, sino que le tiene a él la opinión pública. Esto es lo que hace que el fanatismo sea tan peligroso: el que la opinión pública se apodere tan fácilmente de los fanáticos y que ciertos individuos se puedan apoderar también con facilidad de la opinión pública. Estos individuos son los gobernantes o, mejor dicho, un gobernante, un dirigente. Lo anteriormente mencionado puede  describir como los dirigentes dominados por ideologías, políticos demagogos, artistas, Influencers entre otros pueden generar en la masa una opinión pública que los posea y sugestione, impidiendo en los individuos un pensamiento propio y razonable, guiándolos por pasiones e ideologías introyectadas; el no respeto y la intolerancia por las diferencia a ideas contrarias, siendo esto una característica del fanatismo que hace surgir  un sadismo o agresión en las personas que están poseídas por este tipo de pensamiento. Freud mencionaba en su libro El Malestar de la Cultura al narcisismo de las pequeñas diferencias para describir la pulsión de agresión o muerte que el hombre es capaz de desplazar por diferencias que el mismo creaba en su cultura y le valían de artificios para su satisfacer sus impulsos agresivos. Esto explica según Freud que pueblos tan similares en raza, costumbres y tradiciones como son en gran parte las naciones europeas terminaran en diferentes guerras en el transcurso de su historia. Esta postura determinista y pesimista de Freud parece ser un indicio del fanatismo vivido en la época actual, ya que a través de ideologías, posturas políticas y de las diferentes corrientes dogmáticas de pensamiento vivido los individuos buscan identificarse en grupos y desplazar todo su sadismo a las diferencias que pueden encontrar en personas que no siguen sus propósitos.

Los nuevos homines Sacri de una sociedad estatizada

Dentro de la masa en que se sumerge cada vez más el hombre de la posmodernidad, tienden a existir fenómenos que Albert-Márquez (2017) denominaba como narcisismo colectivo para referirse a las personas que tienen una loa sobre sí mismos y una centralidad de sus deseos e impulsos que incluso lleva a atentar contra la vida de otros seres. Este nuevo hombre también absorbido por el pensamiento masificado reclama derechos que incluso pueden traspasar los órdenes de sus deseos e imperativos impulsivos, pidiendo leyes que atenten contra la vida de los ajenos a él, esto sucede en marco donde el aborto, la eutanasia, la pena muerte, entre otros actos de violencia pasan a decretarse como leyes y derechos sociales.

El homo Sacri u Homo sacer se utiliza para designar “aquellas vidas que quedan absolutamente expuestas a que se les dé muerte” (Albert-Márquez, 2017, p. 11). Desde esta postura el homo sacer puede ser objeto de homicidio sin que esto incurra en delito por la persona que lo realice, ya que es un hombre excluido de todo derecho personal en el ámbito profano y religioso. Esta denominación también se hace presente para referirse a los prisioneros de guerra, asilados e inmigrantes que Bauman (2008) manifiesta como los hombres que han perdido sus derechos inalienables como personas y son objeto de exclusión social tras los límites del territorio-estado-nación (el agigantamiento del Estado posmoderno como el Gran Leviatán). Estas características de los nuevo homines Sacri actuales son consecuencia de un pensamiento reduccionista que busca en un progreso técnico y en especial en el auge de las ciencias naturales la utopía de bienestar y felicidad del hombre, pero a la vez genera una antípoda en el retroceso de las humanidades entre las que se destacan la metafísica, la religión, la axiología, etc. Por este camino es fácil que los nuevos hombres posmodernos tengan tanta técnica, pero a la vez surjan como primitivos rebeldes en otros estamentos de su vida.

La Zoe devenida en lo biopolítico, es decir lo privado de nuestra vida como derecho inalienable natural cada vez estaría sujeta por medidas políticas y de Estado a través de un derecho positivo hacia la esfera pública, es allí donde un enfermo terminal, un desahuciado, un niño por nacer, los presos en la cárcel de Guantánamo, un prisionero en un campo de concentración, etc. pueden ser los nuevos homines Sacri por mandato de leyes que el Estado pone a su disposición de ciudadanos cada vez más masificados y que atados por sus pasiones e instintos reclaman la supresión y exclusión de la vida en lo ajeno a ellos, un fenómeno del siglo XXI que se señala también como la mixofobia. El Estado a través de la disposición de estas leyes que aparentan la satisfacción de los deseos de las persona y que lo empoderan aparentemente no hace más que incrementar su poder sobre la vida privada y natural de los ciudadanos, hecho que hace recordar a un estado totalitario o al Gran Leviatán que ha existido durante la historia como en Alemania Nazi, La Unión Soviética, Italia Fascista, Corea del Norte entre otros que a través de leyes y propaganda de la más media trataron de fomentar un pensamiento único en sus ciudadanos para que estos terminen aceptando las condiciones o reclamando inclusive el sometimiento de las otras personas (cultura de la eugenesia, enemigos de la patria, extranjeros, prisioneros) a la muerte como algo natural por no considerarlas dignas, vulnerando la vida de lo ajeno a una vejación de lo infrahumano, bajo el supuesto de una nacionalismo, la inferioridad racial, los enemigos el estado, etc. que se convertían en ideologías insaturadas en una nación. En estos dictámenes siempre se manifestaba que eran instituidos en pro de un bienestar social que en realidad era la argucia para incrementar el poder y dominio de la Zoe hacia lo Biopolítico.

Los nuevos homines Sacri de este siglo está dado cada vez más en los deseos y pasiones de las personas que a través de un panóptico digital y de la mass media reciben estímulos priming y tendencias a través de eufemismos para moldear su opinión a favor de una cultura de muerte. Trataremos de mostrar solo dos tendencias actuales donde el ser humano rebaja su condición de dignidad a sótanos de quimeras de una cultura de muerte y se convierte poco a poco en los nuevos homines Sacri del siglo XXI.

La primera tendencia actual es la eutanasia que se manipula semánticamente para convertirla en el derecho de morir dignamente llevando una connotación positiva para ser aceptada e inclusive solicitada por necesidad egocéntrica de familiares y pacientes con problemas médicos y psiquiátricos. Bélgica es el emblema de esta práctica ya que allí desde en el año 2002 se legalizo la eutanasia para personas mayores de edad que sufrieran enfermedades terminales, incurables y psiquiátricas, pero actualmente esto se extendió para adolescentes y niños. Muchos son los casos de la muerte asistida por problemas psiquiátricos en ese país resaltando por ejemplo el de Tine Nys, de 38 años quien sufría de un trastorno psiquiátrico severo y estaba postrada en una silla de ruedas, ella había sido internada repetidamente en hospitales de salud mental y se intentó suicidar muchas veces, hasta que por un consenso medico se le otorgo la eutanasia. También llama mucho la atención el caso del atleta belga Marieke Vervoort quien había ganado muchas medallas de oro y plata en los Juegos Paralímpicos en distintas disciplinas. Vervoort sufría de una enfermedad que progresivamente le impedía mover los músculos y tener mucho dolor, relevando en una entrevista a un diario que su deseo era morirse. En octubre de 2019, el atleta decidió que se le practicara la muerte asistida como medida de cese a su sufrimiento. Actualmente en Bélgica las estadísticas de registros de eutanasia en niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores son los siguientes: 67% presentaban cáncer terminal, el 19 % sufría de numerosas enfermedades (polipatología) y el 3 % sufría de enfermedades mentales. Así mismo, se registró que tres cuartas partes de los pacientes tenían entre 60 y 90 años (Wesel, 2020).

Dentro de los países que la eutanasia se extiende a menores de edad encontramos a Colombia que permite la muerte asistida a niños mayores de 6 años, mientras que en los Países Bajos se establece el límite de edad de 12 años y en Bélgica no hay un límite de edad para tal procedimiento, exigiendo que el joven se encuentre emancipado o esté dotado de discernimiento. (Lampert, 2019).

 La eutanasia se extiende en banderas del progresismo hedónico de bienestar y ha hecho que países como Luxemburgo, Canadá, Suiza, Luxemburgo y algunos estados de EE. UU también se practique dentro sus políticas el suicidio asistido. A estos Estados ahora se le suma Nueva Zelanda que aprobó esta ley en el año 2020 en un referéndum donde su ciudanía voto a favor de esta práctica con 65.2%. (Jha, 2020). Por otro lado, en España en plena pandemia por Covid-19 el congreso aprobó por amplia mayoría también la instauración de la eutanasia como derecho social. (Hermida, 2020). Al parecer las medidas tan severas como confinamientos obligatorios que tenían la mayoría de los Estados por la consigna de cuidar la salud y la vida de las personas, se contradicen con los hechos hallados donde se promulgaba una cultura de la muerte por una ideología de progresismo científico y de bienestar utópico.

La segunda tendencia que describiremos y que convierte al ser humano poco a poco en los nuevo homines Sacri son los niños por nacer. El aborto con su eufemismo interrupción del embarazo es quizás una práctica más común y que se realiza en más países que la eutanasia. Esta otra cultura de la muerte es aprobada por consenso político en varios países del globo, siendo Groenlandia un caso particular ya que con una población de 55.992 personas ha registrado tener más abortos que nacimientos, ya que la mitad de las mujeres aproximadamente embarazadas en ese país eligen el asesinato del niño por nacer. Este hecho hace que en el año 2019 haya habido 30 abortos por cada 1.000 mujeres. Así mismo otro país que llama la atención por su elevada cifra de mujeres que deciden abortar es Dinamarca que tiene un índice de 12 abortos por cada 1.000 mujeres en sus estadísticas oficiales e inclusive conmemoran el día miércoles de cada semana como el día del aborto, donde en esa fecha las mujeres pueden ir a una clínica de salud sexual para la interrupción del embarazo (Jaureguilorda, 2019). Otro país donde se halla un alto índice de abortos es España que registra cada año 100.000 muertes por aborto de las cuales 20 son debido a violación y otras por causas económicas (Villamor, 2020).

Por otro lado, en el 2020 Argentina se sumó a los países en que el Senado legalizo el aborto en sus primeras 14 semanas (BBC News Mundo, 2020) demostrando así que el confinamiento tan severo para salvar la vida de las personas una vez más se contradice con la promulgación de asesinatos de los más inocentes, desvalidos e indefensos de la sociedad.

Finalmente estos son algunos casos de los muchos países donde el aborto legal cobra la vida de muchos niños por nacer, y donde el acceso a preservativos, píldoras anticonceptivas  y a una sexualidad plena está garantizado bajo el modelo de la sociedad de la píldora que menciona Frankl (2012), haciendo referencia a la liberación de la represión sexual y al contenido de hedonismo mitificado en los diferentes países de occidente que conlleva a una vacuidad de hastió y tedio de frustración existencial que se puede manifestar en diferentes tipos de trastornos neuróticos, perversiones y en hostilidad hacia la existencia misma a través de ideologías como las que hoy en día hacen desnudar la vida hacia los confines de la muerte en los seres más inocentes. Una metafísica del ser es reducida a una sociedad parcelada donde solo importa el progresismo de la técnica bajo un paradigma utilitarista y pragmático, así la propia ciencia es convertida en cientificismo por una fe ciega en ella que hace esclavo al hombre de su propio devenir como un homúnculo de nihilismo hermético: nada más que un conjunto de determinantes biológicos, sociológicos o psicológicos que lo pueden explicar y condicionar y donde la vida es reducida a un materialismo cosificado de valor pragmático.

El homo sacer no cesa en estas dos tendencias, como se manifestó líneas arriba los prisioneros de guerra, exiliados, inmigrantes, los condenados a pena de muerte, los traidores a la patria, entre otros también forman parte de esta nueva condición y  cada vez  más países  adaptan  nuevas categoría de hominis sacris, sujetos sin derecho y de exclusión social que un Estado lo instituye en sus leyes como forma de progreso cultural, haciendo que  lo biopolítico se acreciente y vulnere la Zoe o la vida natural de las personas y sus derechos inalienables.

Byung-Chul (2016) también ofrece una categoría de Homo Sacer a todo hombre de la sociedad de rendimiento tardomoderna, definición que le ofrece al ser humano que por voluntad propia decide abstraerse bajo el imperativo de exitismo, convirtiéndose así en una máquina autista de rendimiento y de trabajo, llevando su egocentrismo y narcisismo al esclavismo propio de su libertad. Esta denominación como homines sacri aquí se da por su condición de sagrado que es otra manera de definir a esta categoría, ya que a este hombre no se le procura la muerte, ni exclusión social, sino que este ya tiene la condición de estar desvalido y vacío interiormente como un prisionero de guerra o alguien condenado a muerte o que está sufriendo de una crisis severa de neurosis o psicosis por una hiperactividad creciente que le toca enfrentar para logar el bienestar prometido de su sociedad (auto, casa, lujos, viajes, prestigio social, poder, etc.).

Un modelo para desmitificar las tendencias políticas hacia los nuevo homines sacris es volver a una vida privada, donde la familia, las tradiciones y los valores de autorrealización de cada persona estén imperantes más allá de la esfera pública que solo puede garantizar el bien común de una cultura para su desarrollo a través de normas y leyes para el buen vivir y no traspasar la esfera individual de la vida personal y digna del ser humano.

Así también se debe procurar la mixofilia encaminado hacia el bien común de la otredad representado en un sujeto de derechos y que responde a la diversidad y unidad de la humanidad.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO IV

EL AMOR EN LA POSMODERNIDAD Y EL PANSEXUALISMO COMO OBJETO DE CONSUMO

La meta de una sociedad razonable es el estado de bienestar de sus ciudadanos y no la llegada a ciertos estados utópicos de felicidad”.

Karl Popper.

 

La fragilidad de las relaciones humanas en nuestra época contemporánea significa cada vez más el progresismo de nuestro sistema globalizado donde impera el individualismo, la tecnoburocracia, las estadísticas, la biometría y el especialismo. Este fenómeno se da en nuevo mundo que esta medido por la gratificación instantánea, el goce material o la conveniencia que se puede obtener de las relaciones humanas. En su obra Amor Liquido, Bauman (2018) explica que a pesar del difícil entorno, el amor de una pareja que se consideraba permanente y sólida en el pasado se ha convertido ahora en un breve episodio de situaciones triviales y de goce vivido del narcisismo y el deseo egocéntrico del propio individuo en una sociedad de consumo. Este tipo de relaciones se ha masificado en la amistad, en la convivencia comunitaria, en las relaciones laborales y en nuestra sociedad en general. Asimismo, describe que este nuevo escenario de la fragilidad de las relaciones humanas obedece a un modelo imperante de la globalización y en la visión del ser humano como un objeto de consumo y mercancía, donde todo se reduce a lo cuantificable, instantáneo, utilitarista o al estatus y goce que una relación impersonal puede ofrecer.

Este nuevo paradigma del hombre actual es producto de un mundo líquido y de posmodernidad definido por Inglehart (1990, citado en Ibarra y Velarde, 2017) como los:

valores post- materialistas, surgidos en las décadas de 1950 y 1960 y que habrían de cambiar la visión y comportamiento de una buena parte de una sociedad […] ideas relacionadas con un nuevo entendimiento de la realidad, así como también en la forma en que los seres humanos se organizan (p. 155).

Y donde todo es rápido y cambiante, el goce es momentáneo y las relaciones efímeras y establecidas muchas de ellas por conveniencia.

Los productos del mercado económico que podemos consumir en la actualidad son adquiridos en la mayoría de los casos bajo una obsolescencia programada y son reemplazados rápidamente según la moda imperante que ofrece un modelo mejor. Así mismo, estos objetos se nos vuelven triviales y pasajeros en un mundo cambiante y el cual también nos ofrece diversos estímulos que hacen nuestra vida más cómoda y cada vez más fácil ante los retos personales (estudios, trabajo, tareas domésticas, etc.). Este paradigma de vida concebido así, nos trae beneficios a corto plazo en un diseño de sociedad de consumo y cambio constante, manteniendo una economía global que nos beneficia con un trabajo cada vez más relativizado por la frenética vida de este mundo líquido. Las consecuencias de este modelo es que la superficialidad, lo efímero y lo relativizado de los objetos que poseemos parecen confundirse cada vez más con las relaciones personales que tenemos cotidianamente. Es así que el ser humano pasa a cosificarse como un objeto de consumo en las relaciones de índole fraternal, de educación y trabajo, debido a la introyección de un paradigma de un mundo liquido diseñado para que nada sea solido o permanente, y obedezca a lo efímero de las cosas donde todo gira rápido y relativo según las circunstancias del placer y comodidad del hombre.

En la educación como se describió en el primer capítulo bajo el modelo de un nuevo mundo líquido en relaciones humanas pasa a concebirse bajo el especialismo tecnificado y utilitarista contemporáneo, servil al hombre en una sociedad que obedece a los cambios constantes de esa misma técnica e inmediatez. Es así como Bauman (2008) manifiesta la siguiente frase respecto a la modernidad y educación liquidad:

El consumismo de hoy no se define por la acumulación de cosas, sino por el breve goce de esas cosas (...) Los conocimientos listos para uso instantáneo e instantáneamente desechables de este estilo que prometen los programas de Software (...) Hoy el conocimiento es una mercancía; al menos se ha fundido en el molde de la mercancea y se ínsita a seguir formándose en concordancia en el modelo de la mercancía (p. 29-30).

Esto nos quiere decir que el pensamiento crítico, valores, arte, religión y entre otros tipos de conocimiento holísticos y solidos que forman al hombre en plenitud se deja de lado por un modelo imperativo de bienestar tecnoburocrático y pasajero, propio de un producto de mercado. Otro aspecto concomitante de esta noción de educación es el trabajo que desde esta perspectiva pasa a concebirse también por lo efímero y frágil de un mundo líquido ya preestablecido.

La globalización y la economía de mercado actual deberían de beneficiar al hombre en el desarrollo de sus capacidades, haciendo que la reflexión y sus potencialidades se manifieste en la plenitud de su vida, pero hasta el momento esto no llega a ser posible en la concepción de un ser humano con visión utilitarista y pragmática con una ideología materialista que soslaya la dignidad de las personas.

La educación y el trabajo son parte importante de las relaciones humanas y esenciales en toda sociedad; así como el paradigma que se construye del amor en la posmodernidad ya que esta implica la elección de pareja, el matrimonio, la familia y nuestras relaciones fraternales en nuestra civilización. El amor de pareja desde una visión antropológica personalista, específicamente desde la logoterapia se da por la autenticidad de la dignidad peculiar de la persona y esta puede prevenir con una pedagogía sexual adecuada el pansexualismo y las parafilias sexuales propios de un vacío existencial o de la esencia neurótica de una inadecuada higiene psíquica propia de la masificación de una vida liquida del hombre posmoderno (Frankl, 2001; Bauman, 2013). El amor romántico posmoderno, tiene una concepción servil a lo instantáneo y relativo, igual que en la educación y el trabajo si se mide desde una concepción de un mundo líquido esta sirve para una epistemología de ideología utilitarista y pragmática de las cosas. Este amor líquido así concebido pasa a enfocarse cada vez más como uso popular de un flirteo impersonal donde se valora el hedonismo ocasional o periódico que puede proporcionar una relación, ya que se busca acumular una buena cantidad de placer y disfrute en un determinado momento y no una responsabilidad que cualifica a la persona amada. Sí hay una ruptura amorosa no vale la pena sufrir por ella ya que este mundo incierto y líquido puede proporcionar al hombre un sinfín de oportunidades para escapar de este vacío personal que se deberá llenar de todo el placer y superficialidad en cada circunstancia para tener una vida más cómoda y sin ataduras a relaciones inestables y dolorosas, donde no vale la pena reflexionar sobre lo que pasa o buscar el sentido de esta. Así parece concebirse el amor romántico cada vez más en nuestra época, medido por el goce instantáneo que puede proporcionar una persona que cada vez es cosificada a un interés momentáneo de emocionalidad o placer, llamada también amor light, que sin darnos cuenta se convierte una mujer o un hombre al que se utiliza para llenar un vacío personal y por antonomasia es el paroxismo de pasiones o de hedonismo que puede durar hasta donde sea útil y pragmático utilizar, ya que en un mundo que ofrece una variedad de alternativas a través de las redes sociales y relaciones superfluas puede surgir una mejor versión de la impersonalidad del objeto amado, donde exista una novedad y la conveniencia de alguien mejor impersonalmente.

Byung-Chul (2016) en su libro sobre Psicopolítica nos refiere sobre la big data y la manipulación de nuestros pensamientos y conductas a través del uso de redes sociales y la web; advirtiéndonos que el ser humano cada vez más se esclaviza por voluntad propia hacia sus placeres, emociones, deseos y todo tipo de tendencias inconscientes entre ellas claro está la búsqueda de relaciones sexuales placenteras, en la que a través de un panóptico digital cree tener el control y la sapiencia necesaria para establecer lasos paroxísticos con personas que le son ajenas a un mundo interior y humano, y que por el contrario le pueden ofrecer la mayor cantidad de diversión, aventura y placeres a cambio de una impersonalidad sin responsabilidad ni compromiso. Este pensamiento masificado sobre la fragilidad de nuestras relaciones y el control del panóptico digital cada vez más automatizado en nuestra vida hacen esclavo al hombre por voluntad propia de sus elecciones en todos los ámbitos. En los vínculos efímeros de las relaciones en la actualidad, el hombre puede creerse amo de su propia felicidad, sin embargo se vuelve esclavo de su propia voluntad que lo dirige hacia su propio libertinaje de experiencias evanescentes que posteriormente lo desplazan a un sinsentido o vacío existencial que cada vez se hace más pronunciada en la sociedad del cansancio que Byung-Chul (2014) describe como el exceso de positividad (romanticismo ligh, rendimiento exitoso, trabajo con productividad, etc.) que llevan al hombre del siglo XXI a las depresiones, estrés crónico, ansiedad, hiperactividad, etc.

Las consecuencias de vivir en un mundo medido por lo relativo de las relaciones amorosas se pueden observar cada vez mas en nuestra realidad a través de las telenovelas, reality-shows, programas de espectáculos y en nuestra vida cotidiana que es parte de un panóptico pero ahora de libertad o de voluntad propia, donde se masifica un pensamiento colectivista de todo vale para conseguir la supuesta felicidad tacita en un mundo líquido que muchas veces se dirige por la trivialidad y cambio constante que termina cuantificando el goce instantáneo hacia una persona, cosificándola a ella y a la experiencia inmediata como un epifenómeno de puras pulsiones que necesita satisfacer.

El amor entendido desde una antropología personalista es una fuente de reafirmación y fundamento de una civilización occidental que se observa menoscabada por un retroceso de ideologías progresistas y cientificistas que generalizan la vida anímica del hombre a epifenómenos puramente biológicos, psicológicos o sociológicos, dependiendo casi siempre de la parcialidad de la disciplina científica que lo estudia. Esto convierte el pensamiento de nuestra época en un nihilismo hermético de nada más que  un producto (Martínez, 2017). Esta visión de nihilismo hermético objetiviza a la vida ha puros condicionamientos y justifica cada vez más todas los impulsos sexuales como base de vida pública y no privada por considerarse libertades personales que deben regir en la esfera política y cultural; este progresismo e ideologías nos hacen recordar a la barbarie de nuestra sociedad y a un retroceso a las antiguas comunidades primitivas donde el incesto, la pedofilia, la poligamia, la poliandria entre otras versiones del pansexualismo venía ser la base de dichas colectividades; Maffesoli (2009) refiere que “lo anómico de hoy es lo pletórico del mañana” (p.120); encaminado así el pensamiento del hombre posmoderno no estaría lejos a una sociedad occidental de regresión a lo anómico, donde las tendencias de pulsiones son reemplazados por una antropología de fenómenos humanos de amor, libertad, responsabilidad, voluntad de sentido, etc.

Ortega y Gasset (2010) en su libro La Rebelión de las Masas señalaba la existencia de un hombre que al poseer cada vez más tecnología y comodidad en su vida por los derechos y beneficios recibidos por una cultura construida a base de esfuerzos científicos y grandes pensadores que diseñaron un fundamento de sociedad civilizada en distintas índoles como la familia, derechos personales, libertad, etc.; proyectaba cada vez más en las personas del siglo XIX en adelante un fenómeno común que era el esforzarse cada vez menos por mantener y contribuir con esos ideales dados. Estos logros alcanzados en la sociedad occidental tendieron a retroceder cada vez más en los hombres, justificando en sus pasiones y deseos de un primitivismo de toda índole el progreso de su sistema cultural; incluyendo esto a las relaciones afectivas y de pareja.

Así mismo, Ortega y Gasset (2010) denomina a este nuevo hombre como un primitivo con una larga historia o el niño mimado, ya que ahora este sujeto es movido por un pensamiento de masa informe según la construcción de opiniones y deseos que muestra como rebeldía para poder satisfacerlos. En la dimensión del fenómeno humano del amor entendido como inteligencia y voluntad para la elección de la unicidad de otra persona no cabría dentro de este pensamiento masificado y por antonomasia se prefiera a la banalidad y pansexualismo orgiástico que posteriormente tiene consecuencias como la destrucción de la familia convencional, la fidelidad y los valores axiológicos dentro de la sociedad y el estado.

4.1. Postura personalista de la sexualidad y el amor

En este apartado tratare de abordar desde una postura personalista la sexualidad y el amor, partiendo desde una ontología dimensional de los fenómenos del hombre que transmutan al determinismo o condicionamientos en que se excusa el pensamiento masificado y reduccionista del siglo XXI. Empezaremos por señalar las bases antropológicas personalistas que brinda la Logoterapia para un entendimiento de la sexualidad desde una visión más abarcadora que el pansexualismo ha difundido y avalado como común denominador de nuestra época.

Luciáñez y Gallardo (2016) desde una antropología personalista define a la sexualidad como una dimensión o una facultad de la persona; incluye, por tanto, los tres aspectos esenciales de lo humano: biológico, psicológico, espiritual. Siendo la persona humana una realidad unitaria, estos tres aspectos esenciales de la sexualidad están íntimamente conexionados entre sí, aunque la persona pueda o no integrarlos armónicamente. (p. 121) Entendida la sexualidad de esta manera evoca la ontología dimensional del homo complexus en su forma de desarrollo psicosexual maduro que se abordará más adelante. Pero que es lo que sucede cuando la sexualidad lejos de estar integrada solo se dimensiona por sus estratos biológicos de pulsiones o por su carácter psicológico de lo anímico o emotivo.

Señalaremos aquí a lo qué se refería Nietzsche (2014) en su gran obra Así hablo Zarathustra cuando mencionaba que era preferible vivir en el bosque porque en la ciudad abundan los lascivos, luego refería que en los ojos de la mayoría de los hombres de su tiempo se mitificaba a la sexualidad como nada mejor sobre la faz de la tierra y que por ese motivo era cieno el hondo del alma y aun así no podían ser bestias perfectas, porque para ello se requerían inocencia.

Nietzsche (2014), desde una postura nihilista, aclaró el significado de vivir en el bosque como una metáfora del sentido de contemplación hacia la vida y la búsqueda de la eudaimonía o dominio personal para no caer preso de las pasiones naturales que en términos de psicopolítica quebranta la propia libertad del hombre hacia su propia enajenación, es por este motivo el cieno en que las pasiones de la sexualidad paroxística pueden desbordar a un sujeto que no se determina o reduce a puros epifenómenos de sus pulsiones, sino a algo más elevado que estos. Jung (1949) refiere que el hombre tiene a sus impulsos y no los impulsos lo tienen a él, desde esta visión también se puede constatar una visión de la sexualidad como una pulsión de satisfacción inmediata y cosificada como fin.      Cuando la sexualidad no se da como medio de algo más superior se convierte por voluntad propia hacia la servidumbre de pasiones, reduciendo al hombre  a un estrato puramente de condiciones biológicas o psicológicas que necesitan satisfacción y no dilatación; esto se puede comparar con lo que Nietzsche (2015) señalaba en los hombres que se guían por sus pasiones sexuales, refiriendo que si a lo menos fueran bestias perfectas pero para ello se requería inocencia que no poseía un ser humano por estar dotado de razón.

Justificar los impulsos de la sexualidad desbordada como un fin en sí mismo se arraiga en un pensamiento colectivista que denota en dirección equivocada la búsqueda de la felicidad hacia un goce momentáneo y cada vez menos significante, atrofiando progresivamente la capacidad de placer y buscando por lo tanto en experiencias nuevas el disfrute máximo que antes se podía obtener engendrando así una vida de un vacío existencial que cada vez más prolífera bajo un cumulo de pasiones y en la exaltación del placer por el placer. Por último, estas conductas descritas en un pensamiento masificado de nuestra época traen como consecuencias la trasmutación de los valores convencionales a un tipo de manifestaciones ideológicas cada vez más difundidas en occidente como parte de la cultura y vida pública, estas son la aceptación de las diferentes perversiones sexuales, indigencia sexual, amor transgeneracional, sexo en grupo, intercambio de parejas, zoofilia, necrofilia, etc. que son los valores nuevos bajo el decreto de las pasiones y deseos personales de un tipo de hombre del siglo XXI, este hombre que según Ortega y Gasset (2010) adelantándose a su tiempo lo mencionaba como el señorito insatisfecho, hombre primitivo o niño mimado. Cabe aclarar que estas tendencias no llegan todavía hacer aceptadas por la mayoría de personas, pero es esta cada vez más en su psicología y también predomina en los medios de comunicación y redes sociales que van creando la opinión publica en occidente, llevando a mitificar los deseos e impulsos a derechos personales de esfera pública.

Una vez aclarados los problemas de la sexualidad en nuestro tiempo, describiremos la postura personalista de la logoterapia de Frankl (2001; 2012) en lo que respecta a la sexualidad unida al erotismo y el amor. Para esta teoría la sexualidad debe ser entendida en un plano de ontología dimensional donde el hombre es un ser complejo que tienen condicionamientos en los aspectos psicólogos, biológicos y sociológicos, pero estos a su vez no son determinantes para definirlo ya que en su dimensión noética o capacidad de elección frente a las circunstancias hace que se autodistancie y autotranscienda de los mismos. Cuando se quiere someter al hombre a un nihilismo hermético bajo el estudio de una postura sectarista, el reduccionismo se hace presente y lo iguala a estratos más bajos de la vida equiparados a los animales como en el instinto sexual que se persigue como meta y fin en estas especies. Teniendo en cuenta que el hombre tiene condicionamientos de diversa índoles, no es factico ya que puede transcender o autodistanciarce de ellos a través de su libertad y responsabilidad ante la vida. Si el amor como fenómeno humano se vuelve un estrato menor que es estudiado desde una postura cientificista biológica se verá puros mecanismos fisiológicos y funcionales del sistema nervioso ya que corresponde a un nihilismo hermético reducirlo todo a nada más que una sola cosa. Así mismo, si se analiza el amor desde un plano meramente psicológico se reducirá a afectos, pasiones o ideales que busca la persona en el ser amado. Filogenéticamente a través de la sociología se reducirá seguramente el amor a través de conductas sociales de supervivencia, donde el estatus, la conveniencia y otros juegan un rol importante en la elección de pareja. Si se puede observar el fenómeno del amor dentro de una ontología dimensional los condicionamientos son parte importante del ser humano en su finitud pero no determina exclusivamente la capacidad de libertad, responsabilidad y conciencia para elegir ante las circunstancias de una vida única que le toca vivir, así concebido el hombre no puede ser explicado por posturas simplificistas actuales, sino por un encuentro con lo noético. La biología, la psicología y la sociología pueden describir a un homúnculo de ser humano derivado de diferentes circunstancias, pero es la actitud noética la que dota de significado y autotrascendencia a estos epifenómenos a través de la responsabilidad y elección frente a sus mismos condicionamientos y no lo justifica por meras pulsiones fisiológicas, tendencias deterministas del pasado, pensamiento fanatizado en la masa, etc.

Para Frankl (2001) la sexualidad tiene tres componentes de los cuales sirven al hombre para un desarrollo psicosexual maduro. La primera se denomina impulso sexual que no tiene una meta fija, ni un objeto al cual dirigirse; cómo se puede observar este impulso es neutro y parte de las pulsiones sexuales. El segundo componente es el instinto sexual que se dirige hacia una meta que es la relación coital, pero que aún no tienen un objeto definido. El tercer componente es la tendencia sexual e integra a las dos anteriores, ya que se dirige hacia una meta y un sujeto definido que es una persona que despierta en su unicidad y peculiaridad el afán de una relación psicosexual erótica madura. Es en este componente que podemos hablar del desarrollo de amor, ya que aquí la persona busca la novedad absoluta de la persona amada y descubre en sus rasgos más distintivos la personalidad del ser amado. Esta tendencia sexual evoca al desarrollo psicosexual maduro erótico por su significado de unirse con una persona a la que se dirige con responsabilidad y con la que se tiene compromisos más allá del impulso e instinto sexuales que son los componentes inferiores hasta llegar al más predominante que vienen dado por  esta capacidad noética. La tendencia sexual dota al hombre de la capacidad de amar a otro ser, ya que este rasgo inmanente y distintivo siempre lo ha acompañado durante toda su vida en sus relaciones fraternales y en el cual la relación sexual es solo un complemento de este fenómeno humano primario de amor y entrega hacia el otro.

Para señalar este desarrollo psicosexual maduro erótico en la capacidad inmanente de amor hay que diferenciarlo de otros epifenómenos que pueden confundirse con esta capacidad noética principal:

 

4.2. La actitud sexual.

La actitud sexual está dado por una actitud sexual donde se busca a la persona por su atractivo físico y deseo que despiertan las cualidades corpóreas, es aquí donde el impulso y el instinto sexual juegan un rol importante pero no decisivo, ya que aquí el objeto y la meta van dirigidos a lo impersonal de un sujeto desvalorizándolo en sus aspectos más distintivos de persona y cosificándolo como objeto de consumo para la satisfacción de pulsiones. Kant (citado en Frankl, 1990) refiere la frase “el hombre no debe ser degradado nunca a un simple medio para conseguir un fin” (p. 53), cuando la actitud sexual emana en el placer como fin último no solo desvaloriza a la otra persona, sino que crea un sinsentido, ya que el vacío que deja es resultado de un no cumplimiento de entrega y de realización de amor en nuestra vida. Aquí se busca en el sujeto impersonal el prototipo de características superficiales que despiertan nuestros deseos y pulsiones, estableciéndose todo bajo un criterio de no exclusividad sino de generalidad, esto denota un desarrollo de la fragilidad en las relaciones y superficialidad que adopta un ser humano por decisión. Es preciso señalar que aquí no se pide responsabilidad y compromiso porque todo es superfluo y entra en una esfera baja de condicionamientos medido solo pulsiones o instintos. El placer que debería ser un efecto de un encuentro de realización con otra persona al cual se ama, se vuelve en fin primario y eso genera el vacío existencial donde prolifera el malestar de una vida sin sentido.

 

4.3. La actitud erótica.

El segundo epifenómeno es la actitud erótica, el cual es un aspecto más avanzado en el desarrollo sexual pero no determina el fenómeno del amor. Esta actitud erótica también es conocida como enamoramiento y trasluce en si el carácter anímico y emotivo que se encuentra en los ideales, sentimientos, apegos, carencias afectivas, etc. Esta actitud todavía no busca a la persona como sujeto y objeto de amor ya que tampoco tiene exclusividad por la peculiaridad y singularidad, sino se fija en los rasgos psicológicos o anímicos que le inspiran a buscar prototipos o ideales según la valoración de características comunes (Frankl, 2001). Es así como un sujeto puede tener concepciones preconcebidas de una mujer esbelta, de test blanca (actitud sexual) y que tenga un carácter imponente, que sea creativa y le guste la cocina (carácter erótico) para establecer una relación de pareja. Como nos podemos fijar estas cualidades tanto físicas como anímicas pueden poseerlas muchas mujeres y no con exclusividad solo una; ya que el carácter de posesión de ciertos aspectos o rasgos no determinan la novedad absoluta de una persona que puede dotar la vida de otra con sentido más allá de sus preferencias anímicas o sexuales. Otro ejemplo sería de una mujer que se enamora de las cualidades intelectuales de un varón, ya que considera eso como principal predictor de su felicidad dentro de una relación, beneficiándola en su autoestima y estatus personal. Otro caso sería la búsqueda del reconocimiento de una persona por sus bienes que pueda ostentar. En estos casos señalados seria reducir en lo más mínimo de expresión a un ser humano como tal, ya que se valora aspectos o cualidades resaltantes que son el prototipo general de sujetos, pero esta categoría no entra en la singularidad de esa persona que a pesar de sus defectos se le pueda amar como única e irremplazable en este mundo. Para tener esta aprehensión del otro ser no basta con reconocer sus cualidades presentes como en el caso del enamoramiento sino ver todo lo que la persona tiene por desarrollar, Frankl (2015) “Ser hombre, podría decir, no consiste en los hechos sino en sus posibilidades” (p.129), y en esto se puede fijar solo el ser humano que tiende amar al otro.

 

4.4. Enamoramiento según la concepción de Freud.

Como observamos las cualidades y rasgos anímicos o emotivos que se quieren hallar en la otra persona como aspectos generales tampoco encuentran el camino del verdadero sentido de entrega hacia el otro ya que puedo elegir desde una postura psicológica de enamoramiento a muchas personas con esos elementos e ideales distintivos que se prefiere y no solo a una por exclusividad. Freud (2005) nos habla sobre el enamoramiento y discierne sobre dos tipos: uno que es el anaclítico y otro que es el narcisista. El primero denominado anaclítico es el reflejo de los apegos o las características psicológicas de nuestros primeros cuidadores en nuestra vida anímica temprana, es así que este tipo de enamoramiento se puede dar por la búsqueda de formas parecidas ha como fueron nuestros primeros progenitores o cuidadores principales, si estos se manifestaron imponentes y exigentes quizás se busque características similares en nuestra elección de pareja, o si se mostraron sobreprotectores y tiernos serán rasgos que definan la búsqueda similar en una relación. Estos procesos se dan de manera inconsciente, y más recientemente se estudió tales ellos desde la terapia cognitiva conductual de los esquemas maladaptativos tempranos.

 El segundo tipo de enamoramiento es el que Freud denomina narcisista. Aquí las personas buscan los ideales que quiere poseer del amante, pudiendo ser cualidades artísticas, intelecto, carácter, temperamento, etc. También pude hallarse en este narcisismo el reflejo de una persona que antes fue parecida a nosotros, con las expectativas o rasgos anímicos que se poseía en el pasado y en cual nos hace evocar un asunto de importancia o pego afectivo para establecer una determinada relación.

 

4.5. El amor como transcendencia humana.

Estos aspectos que se ha señalado como parte del proceso de enamoramiento para la teoría freudiana son condicionamientos que si bien es cierto influye en nuestra conducta no nos determina, ya que el hombre no puede ser el producto de su pasado o pulsiones inconscientes, sino que es mucho más que eso por su capacidad de transcendencia para amar y entregarse hacia el otro en cuanto novedad absoluta. El desarrollo de cualidades y la hiperintención para atraer al otro según expectativas e ideales sociales de enamoramiento quedan reducidas ya que una persona no elige a otra según sus méritos, cualidades o estatus social sino en su condición de persona única en este mundo, Frank (2001) señala: “el amor no es ningún mérito, sino sencillamente una gracia” (p. 185) y es aquí donde describiremos la actitud del amor como desarrollo de un fenómeno superior dentro del ser humano que siempre ha estado en la expectativa por el encuentro de una persona amada y a la cual le otorga exclusividad más allá de sus aspectos corporales y carácter anímico o emotivo, ya que no se ama por ideales que se desvanecen en el tiempo, sino por potencialidad que es inherente a todos los hombres y  el cual hace a la persona  irremplazable y única en este mundo.

Frankl (2012) señala que el amor “es la capacidad que le permite captar a otro ser humano en su más pura singularidad” (p. 22). Mas halla de la satisfacción o prestigio de una relación, este fenómeno del amor busca la entrega y sacrificio si es posible por esa única persona que no lo encontrara en ningún otro lugar. Orwell (2020) manifestaba en su novela 1984 “cuando se amaba a alguien, se le amaba por él mismo, y si no había nada más que darle, siempre se le podía dar amor” (p. 165) en esta novela el personaje principal Winston Smith recordaba que en su niñez su madre y hermana tenían muchas carencias de alimentos y que en un desenfreno de impulsividad el decidió comerse los últimos chocolates que quedaban, su madre en vez de regañarlo lo miro triste y abrazo a su hermana fuertemente. La reflexión de este pasaje de la novela es que una vez que se agotan todos los recursos básicos para sobrevivir, siempre quedaba algo más para dar por una fuerza de libertad del espíritu, este era el amor desinteresado y no condicionado por un destino biológico (inanición), ya que el auténtico amor es a la vez transcendente de los pandeterminismos sociológicos, psicológicos y biológicos.

Al reconocer a una persona por sus cualidades de carácter anímico, intelectual, aspecto físico o  prestigio social reducimos al máximo nuestra aspiración superior de amar ya que las características mencionadas anteriormente solo se dan en epifenómeno secundarios que denotan en las personas un narcisismo secundario y egocentrista, muchas veces de base también neurótica; por el contrario la responsabilidad y sacrificio son parte de la entrega desinteresada de este fenómeno superior del ser humano llamado amor.

Frankl (2010) refiere “la mera satisfacción del impulso sexual produce placer; las relaciones eróticas del enamoramiento causan alegría; el verdadero amor depara al hombre la dicha” (p. 207). Con esto podemos entender que el amor es esencial para el desarrollo de uno de los valores de realización y sentido del hombre, ya que dentro de su constitución se hallara inmanente todas las potencialidades para la entrega hacia otro ser, a partir de una sexualidad integrada (impulso, instinto y tendencia sexual) que conlleva a una fidelidad hacia otro ser dotado también de potencialidades.

Desde la teoría de la logoterapia se menciona las directrices de la pedagogía sexual que señala que toda persona puede aspirar a amar, ya que este es un fenómeno primario e inmanente que nos acompaña siempre en nuestra vida y que por los condicionamientos psicofísicos muchas veces se atrofia o se devisa. La tendencia erótica inmanente es un aspecto de la noodinámica (voluntad de sentido) que nos direcciona a realizar con dignidad erótica una relación monogámica con un ser exclusivo y en el cual la psicosexualdad madura se desarrolla integrando la sexualidad del impulso e instinto hacia una tendencia superior de amor (Frankl, 2001). Esta tendencia erótica inmanente es parte del contenido noético o espiritual que tiende hacia la fraternidad, afecto, solidaridad y entrega amorosa desinteresada hacia el prójimo que emana durante toda la vida como producto natural de ser hombre y que se hace notar en uno de los argumentos de la novela 1984 “si no tenías nada más que darle, siempre se le podía dar amor” (Frankl, 2010, p. 217).

El amor es uno de los valores de realización de sentido del ser humano, pero no es el único, ya que esté se puede realizar en el cumplimiento de otros valores como vínculos vivenciales (contemplación hacia la naturaleza, amor hacia una madre, cuidados hacia un enfermo, etc.), valores creativos (trabajo intelectual o artístico, oficios, etc.) y el más grande valor de todos que es el sufrimiento, logrando con esto que a pesar del fracaso aparente la persona encuentre una respuesta a la vida con dignidad y un significado especial para ella.

 

4.6. El pansexualismo como objeto de consumo.

Para pansexualismo el modelo de relación sexual no se limita a pares binarios, es decir, entre hombres y mujeres, mujer y mujeres y hombres y hombre. Hay un grupo separado cuya orientación sexual no es heterosexual ni homosexual ni Bisexualidad, que se llama polisexualidad o pansexualidad (el sufijo pan significa todos), lo que implica formas de relaciones sexuales con hombres y mujeres al mismo tiempo. Asimismo, independientemente de su género y estableciendo relaciones comunitarias (Faya, 2015).

La pansexualidad, según Aponte (2009, citado en Sandoval, 2016) se trata de una atracción más allá del género, sexo o edad, y sus expectativas se centran en el autorreconocimiento de la persona pansexual. En cuanto a la persona, admiten que son de cualquier género. Por eso, se identifica como una anti-identidad, porque los objetos del deseo no se limitan a dos géneros. Esta tendencia pansexualista en la actualidad está abriendo camino a que ya no se hable de identidades sexuales, ya que según está postura esto limita a la diversidad de experiencias en la sexualidad que una persona pueda tener. Esta corriente también ha encontrado asidero en la Ideología Queer que va más allá de considerar géneros y que posibilita todo tipo de construcciones de sexualidad que se pueda encontrar como foco de experiencias. A partir de este hecho surgen un sinfín de posibilidades en la sexualidad que la mass media y la Big Data han hecho un objeto de consumo para el hombre masa, cambiando su percepción progresivamente de la naturaleza humana referente a la sexualidad. Presentaremos algunos puntos de una sociedad pansexualista enfocada en el narcisismo colectivo, que lleva como consecuencia cada día más a una frustración existencial en el ser humano.

 

4.7. Sociedad de la píldora.

La sociedad de la píldora es un sentido metafórico que hace referencia a las facilidades de un comercio sexual que se masifica y glorifica como el devenir de una sociedad de bienestar utópico; ya que gracias a las pastilla anticonceptivas, la prostitución, la poligamia, uso de la pornografía, etc., se pueden satisfacer las pulsiones que antes eran de represión sexual y que la sociedad del siglo XX y XXI entendió haciendo una interpretación errónea de Freud como el origen de todos sus males neuróticos e histéricos. Esta sociedad que describe Frankl (2011) hace referencia a la sexualidad como objeto de consumo y de satisfacción egocéntrica que no deja camino para llenar una vida con sentido, sino para sobreestimular una vida de placer y poder a través del uso desmedido de sus pulsiones.

La sociedad de la píldora también se manifiesta en el consumismo característico de nuestro tiempo que según Bauman (2008) ya en el siglo XXI no está dado bajo la gran cantidad de cosas que se puede obtener en un  determinado momento, sino por el breve goce que se tiene de ellas; aquí también se puede añadir el valor cada vez más frívolo y sin sentido de la esfera consumista en el comercio sexual que prometía ser la gran cura para nuestras neurosis y que sin embargo desnudo la fragilidad humana hacia las psiconeurosis de perturbación sexual (impotencia frigidez, eyaculación precoz, etc.), las perversiones sexuales y el vacío existencial que es el núcleo del pansexualismo sexual despertado en este siglo con mayor preponderancia y veneración, que se manifiesta en el hombre cuando ha desviado su voluntad de sentido por una voluntad exclusiva del placer y el poder como fin último de su existencia.

 

4.8. Perturbaciones de las neurosis sexuales.

Las neurosis sexuales de índole primordialmente psicológica están dadas en el núcleo central de la angustia de expectación de la persona que la padece. El llamado a demostrar el prestigio sexual o el goce como el fin último de la sexualidad hace que se desarrolle la hiperintención que bloquea lo que precisamente se quiere llegar a experimentar y el resultando es siempre una intención paradójica “mientras más quiero una cosa, más lo alejo”. Es así que el neurótico sexual por una iatrogenia colectiva de educación Pansexualista colectiva o individual se abocada a la búsqueda de placer como felicidad utópica. La sexualidad en las perturbaciones sexuales de origen neurótico como la impotencia, la eyaculación precoz, la frigidez, la dispaurenia, el vaginismo, entre otras, esta medido por una intencionalidad hacia el efecto de placer como consecución última y primordial que en muchos casos se ve reforzado bajo un aprendizaje de divulgación tan corriente hoy en día a través de un discurso ad populum y de educación a través de la mass media que tienen dentro de sus discursos y comercio de consumo el prestigio sexual que se debe poseer, la liberación de la represión sexual a través de la descarga pulsional, el goce y orgasmo como exigencia, el experimentar nuevas y más experiencias a nivel paroxístico, etc. Otra medida en que se dan estas neurosis de índole sexual también puede ser por problemas de violencia sexual, experiencias traumáticas en el pasado, tocamientos indebidos, etc. que hacen predisponer un carácter neurótico hacia la sexualidad e hipostasiar el fracaso hacia una relación sexual normal. Para ambos casos a nivel psicológico se debe educar al paciente para una sexualidad integrada que corresponde a la entrega del amor y a la expresión corporal de la sexualidad (coito) como fenómeno secundario de esta. Cuando el paciente busca en definitiva lograr una mitificación de goce pleno a través de su experiencia sexual más lo aleja ya que esta no corresponde al fin último de una sexualidad integrada que conlleva primero al amor y después al efecto del placer como consecuencia, es aquí donde la hiperintención con la angustia de expectación como circulo vicioso desaparece en el neurótico y sucede otro fenómeno humano que es la derreflexión, donde la persona deja de autoobservarse y fijarse egocéntricamente en su propio goce y bienestar, y se entrega a otro ser amado, olvidándose de experimentar lo que neuróticamente busca y que por intención paradójica lo encuentra. La sexualidad humana así entendida integra lo biológico y psicológico a lo noético y es portadora de significado exclusivo de una psicosexualdad madura que le previene de futuras recaídas en el ámbito de la neurosis sexuales.

Se pueden señalar tres casos para dilucidar este apartado con ejemplos concretos de como la hiperintención lleva al neurótico hacia una sexualidad también atrofiada de su fin humano. El primer caso corresponde a un hombre de aproximadamente 36 años y el cual acudía a consulta por un problema de impotencia, previamente se había sometido a exámenes médicos para descartar algún problema fisiológico. El paciente relataba que no podía mantener relaciones sexuales con sus parejas de turno y eso le creaba una frustración en su vida ya que veía su éxito personal medido únicamente por lo que hasta ahora no había logrado en este ámbito. Bajo la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) se le instruyo al paciente a una psicoeducación con técnicas de debates racionales, empíricos, filosóficos, pragmáticos y técnicas emotivas y conductual; para que el paciente llegara a comprender sus creencias irracionales de fracasos e imposiciones respecto a su ámbito sexual. Si bien es cierto el paciente colaboraba dentro de las sesiones y comprendía sus creencias irracionales y la modificación de estas, en su vida la entrega hacia el amor de una mujer era ausente y los encuentros sexuales que tenía era solo para realizar un epifenómeno de descarga pulsional a través de una idea hipostasiada de un comercio sexual que a toda índole busca el consumo de lo instantáneo y evanescente a través del goce sexual. El paciente llego a tener algunos encuentros sexuales normales pero el vacío que experimentaba después de ello hacía que el círculo vicioso de su angustia de expectación volviera por la imposición de un comercio sexual en su vida, atrofiando cada vez más su capacidad de placer. La educación haca la entrega y el amor es lo que correspondería en este caso, ya que es la prevención de futuras recaídas de un hombre neurótico que busca con desesperación algo que lo aleja por el solo hecho de tenerlo como finalidad única y exclusiva y no como consecuencia de algo superior que es parte de la dicha y dignidad humana. Frankl (2003) refiere que incluso puede suceder que el paciente trate de adormecer la frustración existencial mediante una compensación sexual La fuga de la frustración existencial hacia la compensación conduce a la caza de placer. Pero cuando más este un individuo a la caza del placer, tanto más lo espanta y ahuyenta por este mismo hecho.

Lo descrito por Frankl (2003) es correspondiente a este caso donde la concentración egocéntrica del prestigio personal y el goce hacen al hombre neurótico en el ámbito sexual, y como consecuencia puede experimentar un vacío en su vida, o caso contrario también es predictor que el vacío existencial en la vida de los hombres dictamine las neurosis sexuales ya que se quiere llenar con todo el placer lo que no se ha obtenido por la voluntad de sentido a través de una constante realización de valores.

Otro caso que podemos describir es de un paciente de 22 años aproximadamente que sufre de problemas sexuales de impotencia y en cual llama la atención el haber sido objeto de una disposición temprana a mantener relaciones sexuales (15 años). Relataba el joven que asistió en la adolescencia a un burdel y por expectativa de lograr entre los sus pares el prestigio y placer tan anhelado en ellos se precipito a mantener relaciones sexuales con una prostituta, teniendo como resultado una repugnancia hacia ese encuentro y una frustración que sintió por una coacción sexual. Este hecho se masifica en los jóvenes de hoy en día como la quimera a un despertar de una vida plena y madura a través de la iniciación sexual. El paciente después de este hecho comento que vivía una sexualidad desmesurada y desvalorizada de un contenido afectivo, vista desde una esfera baja de las pulsiones que pueden ser comparadas al instinto de los animales inferiores al hombre. Entre uno de sus problemas si bien es cierto refleja la impotencia sexual por la excesiva búsqueda de placer que atrofiaba su capacidad de sentir, se podía dar cuenta que la psicoterapia en él debía estar orientada en el núcleo de su vida, ya que lo sexual por el momento no le interesa resolver y le  confería un valor secundario, dando por ahora mayor predominancia el descubrimiento del significado de su vida por una carencia de amor y soledad que llega a sentir profundamente como raíz de todos sus males. El paciente está en tratamiento actualmente y se observa orientado en descubrir su propia voluntad de sentido por necesidad primordial; gracias a las técnicas de la logoterapia se está ayudando a tener otra visión de su vida y a la autenticidad digna de su existencia dentro de sus valores de realización, sin hipostasiar tendencias pulsionales o justificar sus actos por el pasado o el temperamento. Cabe mencionar también que el paciente tiene muchas frustraciones de niño y adolescente que fueron dadas por carencias afectivas y maltratos físicos por lo que se está realizando paralelamente junto a la logoterapia una terapia centrada en esquemas tempranos. Es ocasión de señalar aquí que la logoterapia puede utilizarse de manera exclusiva para el tratamiento o puede ser un complemento eficaz de todas las demás psicoterapias. Frankl (2001) señalaba no hay terapia sin un poco de logoterapia, ya que a través de esta se previene en el paciente futuras recaídas por vacuidad o falta de sentido en su existencia.

Otro caso descrito por Frankl (2014) nos señala sobre una mujer que sufría de frigidez y que había sido violada a temprana edad por su padre. El trauma que vivencio en su niñez fue motivo para que creciera creyendo que siempre le iba a afectar en su vida sexual de pareja. Esta creencia en la que fue condicionada por una mala interpretación del psicoanálisis divulgada en la sociedad, fue decisiva para que se neurotizara con una angustia de expectación hacia el acto sexual. Cuando decidió unirse con una pareja el afán por el acto sexual mismo se constituyó en una hiperintención de satisfacción a toda costa resultándole difícil así llegar al orgasmo y confirmando su predestinación por su vida sexual. La terapia que se tuvo para este caso según señala Frankl fue a través de la técnica de la derreflexión que le ayudo a no centrarse como objetivo único hacia el goce y acto sexual, y concentrase especialmente en su pareja, olvidándose así por un momento de su capacidad sexual y entregándose hacia el amor que su pareja le podría proporcionar. La paciente pudo finalmente llegar al orgasmo y sentir como efecto el placer sexual que devenía ahora como algo secundario de la entrega hacia el ser amado.

Los casos expuestos anteriormente nos manifiestan que la razón y fundamento de la felicidad del hombre en el ámbito psicosexual se encuentra en la transcendencia que tiene en su potencialidad inmanente de amar y entregarse hacia otra persona, como consecuencia de este fenómeno de amor hay un devenir de un efecto de placer y goce que no es intencional como fin mismo, pero si como parte integral de la sexualidad humana. Así descrito el desarrollo psicosexual maduro erótico toda tendencia de angustia de expectación se anularía y recobraría el sentido de un valor de realización en la vida del hombre.

 

4.9. El origen de las perversiones sexuales.

Freud (2018) en su libro sobre Los tres ensayos sobre teoría sexual consideraba la perversión como parte de la vida anímica anormal del hombre. Su teoría explica que a través de una meta sexual desviada y no exclusiva de su zona erógena genital se puede transgredir las pulsiones sexuales hacia zonas erógenas parcializadas que están dadas por la boca, el ano, la piel y entre sus manifestaciones sexuales se pueden dar el sadismo, masoquismo, exhibicionismo, voyerismo, etc. Estas zonas erógenas parcializadas son un factor de un placer previo que desviada de su origen se convierte en una sobreestimación de objeto sexual, siendo así cualquier parte del cuerpo una mitificación de las pulsiones sexuales. Cuando estas pulsiones sexuales parcializadas o pregenitales pasan a ser zonas predominantes de la vida sexual por constituir una meta sexual exclusiva y desviada de la zona erógena genital están son consideradas como perversiones dentro de la vida anímica. Este proceso en un análisis metapsicológico se da por una fijación que puede ser por una estimulación temprana, violación, sadismo, etc. que crea dentro de sí una perversión que reclama a través de las pulsiones su satisfacción.

En la extensa teoría de Freud sobre la sexualidad se considera a los niños como perversos polimórficos ya que sus zonas erógenas parcializadas o pregenitales tienen el potencial para desarrollarse perversas según la fijación o sobreestimación que en ellas se pueda dar. En la pubertad y adolescencia ya la zona genital pasa a tener la exclusividad en la sexualidad humana, ya que tiene la madurez biológica suficiente para poder expresarse a través de una meta y objeto determinado y las zonas parcializadas en un desarrollo normal pasan a un factor secundario o llegan a establecerse como un placer previo hacia la meta genital exclusiva.

Los fundamentos desde la postura Freudiana de las perversiones ya nos dan a entender que una sexualidad desviada de la meta y objeto de exclusividad, tiene repercusiones en la vida anímica de los sujetos, siendo desarrolladas por múltiples causas como tocamientos indebidos a temprana edad, el sadismo, la seducción a una temprana edad, una violación, la falta de censura hacia actos obscenos, etc. factores que si bien es cierto no determinan al sujeto, si llegan a influenciar en gran medida el desarrollo de las perversiones futuras tal como lo señala Freud en las fijaciones a metas sexuales preliminares (sadomasoquismo, exhibicionismo, froteurismo y voyerismo) y las transgresiones anatómicas (uso sexual de la mucosa de los labios y de la boca, uso sexual del orificio anal, fetichismo), entre otras tendencias que se refiere como perversión en la sexualidad humana (mas referencias en el libro Tres ensayos sobre teoría sexual) (Freud, 2018).

Es aquí donde se debe tener en cuenta que el desarrollo de la sexualidad temprana marca gran relevancia sobre las vivencias de perturbación o falta de censura en los principales cuidadores o personas que pueden estar en contacto significativo con los niños. En los adultos también se llegan a manifestar estas perversiones en sus actos sexuales como parte de una práctica muchas veces consensuada hacia la “divergencia de la meta sexual” como una mitificación del goce que llega a atrofiarse y que busca en las múltiples sensaciones paroxísticas llenar un vacío personal a través de una proliferación de todas las manifestaciones del placer. El sentido del hombre en el siglo XXI por lo tanto se debe reorientar en la búsqueda de una vida de contemplación que se puede encontrar en los valores de realización (valores creativos, valores experienciales y valores actitudinales) a través del uso de la libertad intrínseca e inherente y bajo la responsabilidad que ella le demanda en la búsqueda de una dignidad superior que está en todo el potencial humano y que son mayores como fenómenos humanos que la satisfacción de pulsiones desviadas o la exacerbación de estas como justificación y construcción del progresismo social.

 

4.10. Casos de pansexualismo en el mundo

A.- Casos de niños transexuales proyectados a objetos de consumo pansexualistas.

Caso Desmond el niño Drag Queen. En países occidentales cada vez más el comercio sexual desmedido rebaza las esferas de la razón humana y transmuta la dignidad del ser humano ha objetos de consumo publicitario y de índole sexualizado, no importando ya la edad o el uso de la madurez tanto psicológica como física para que una persona tome una decisión razonable y personal sobre su identidad sexual. Villamor (2020) en su artículo del libro Pandemonium II: La Cura nos señala sobre el caso “Desmond al que sus padres permiten que sea icono travesti y muestre su cuerpo semidesnudo en lugares de dudosa reputación mientras le tiran billetes hombres de edad avanzada (…) Desmond ha sido la imagen de marcas de zapatillas como Converse” (p. 70). Este caso es avalado por los medios de comunicación y redes sociales como el progreso de una sociedad occidental “abierta a la tolerancia” e icono de modelos a seguir, en una cultura carente cada vez más de sentido y pansexualidad. Una sociedad que se dice encaminar por la tolerancia, revela con autoritarismo la enseñanza estatal de posturas de género donde los padres no tienen injerencia sobre la educación moral de sus hijos en materias de sexualidad como se da en muchos países occidentales como Canadá, Holanda, España, etc.

El caso Desmond el niño drag queen adherido a la comunidad LGBTI en New York, es importante resaltar ya que desde los 8 años hasta los 12 años que actualmente tiene, viene siendo objeto de veneración por los medios de comunicación de masa y redes sociales que incitan a la transgresión de la naturaleza de la dignidad humana y sexualizan ya arbitrariamente a un niño que bajo una concepción de madurez psicosexual no ha podido todavía tener la capacidad de elegir con razón y en virtud de su conciencia. La manipulación a través de la supuesta tolerancia de ideologías de este siglo hace remembranza a lo Ortega y Gasset (2010) señalaba como los deseos e impulsos de un hombre-masa que a través de sus caprichos reclamaba derechos públicos, convirtiendo progresivamente a la sociedad occidental en una barbarie de la civilización, donde prevalecía la opinión vulgar (doxa) y no la razón (logos) como podemos evidenciar en estos casos donde la ideología y el deseo prevalece sobre la ciencia y una filosofía personalista.

B.- Caso Shiloh. Otro caso conocido es la hija biológica Shiloh de Angelina Jolie y Brad Pitt, que nació mujer y a la edad de 4 años según se relata empezó a tener preferencias hacia la vestimenta de varones, ese aspecto que puede ser natural e irrelevante ya que la identidad sexual no se desarrolla a una edad tan prematura fue decisivo para que se la definiera como Transgénero por sus padres y se le iniciara un tratamiento con hormonas para detener los rasgos femeninos propios de un desarrollo adolescente. Actualmente Shiloh de 14 años se hace llamar John y sale en las fotos y revistas como un símbolo de la nueva normalidad de este siglo. La vida de esta niña siempre estuvo enmarcado lamentablemente bajo un comercio publicitario objeto de consumo que a través de revistas, medios de comunicación de masa y redes sociales se promocionaba con afán publicitario. El artículo Semana refiere: Sus padres trataron de mantenerla lejos de los reflectores, pero terminaron por aceptar la millonaria oferta de People para que la bebé apareciera en su portada. Fue, además, la primera recién nacida en ocupar un lugar en el prestigioso Museo de Cera de Madame Tussauds de Nueva York. (Grupo Semana, 2020).

C.- Caso de Noah. Noah era una niña cuando tenía 6 años. En base a su preferencia por el sexo opuesto sus padres decidieron asignarle una nueva identidad. Cuando Noah tenía 11 años recibió terapia hormonal para hacer realidad el cambio de género. El departamento de Género del Hospital Doctor Peset de Valencia realizo un tratamiento con inhibidores hormonales durante seis meses cuando la menor se acercaba a la pubertad ya que era necesario detener el desarrollo asociado con su sexo de nacimiento. (Vázquez, 2021).

D.- Caso de Coy Mathis. Coy Mathis, de 6 años, es un niño, pero después de unos meses de su vida, sus padres decidieron signarle el género femenino por lo que decidieron tratarla con una identidad distinta. (González, 2013). Este caso se hizo público cuando a través de la imposición legal sus padres Coy Mathis hicieron que la Institución aceptara por obligación que utilizará el baño de mujeres.  Esto fue un antecedente en el año 2013 para la imposición cada vez más progresiva de una maquinaria ideológica que no defiende los derechos humanos y dignidad de las personas sino que utiliza a estos niños que todavía no tienen una identidad definida y una madurez de desarrollo adecuado en su psicología y biología para ofrecer una comercialización de pansexualidad como un objeto de consumo para la mas media, y así un reseteo mental de dictadura de genero para las nuevas generaciones.

Como podemos evidenciar estos casos y otros muchos que no se mencionan en este libro nos ofrecen la transgresión de la vida íntima en el desarrollo psicosexual de los niños por un exhibicionismo que es rentable como objeto de consumo para la mas media y las políticas de dictadura de genero estatistas que comercializan y banalizan todo tipo de sexualidad humana.

 

E.- Casos de transgéneros y transedad las nuevas tendencias en la pansexualidad.

El principio de identidad desde la filosofía Aristotélica que es uno de los fundamentos de nuestra sociedad tertium non datur nos refiere el uso de la razón para que una cosa o entidad puede ser afirmado o negado según su naturaleza y donde el tercero del principio excluido no halla manera de objetivarse en ello. Es así como un animal puede serlo o no según su naturaleza, un diamante puede serlo o no según sus características. La sexualidad humana a través de este principio se rige en la aceptación de seres binarios, ya que existen dos posibilidades: el ser varón o mujer, excluyendo cualquier otro tipo de tercer sexo, por el razonamiento de una existencia de una naturaleza humana que nos hace compartir una identidad común.

Otro principio de la filosofía Aristotélica que nace en la obra La Política y que da fundamento a nuestra sociedad se resume con la siguiente frase: “pues el todo es antes que su parte” (Impacto Cultural Editores, 2012, p. 14) en el cual nos lleva a la concepción del homo complexus que es el hombre integrado en equilibrio psíquico, biológico, mental y noético, desterrando así los compartimentos que puede haber en un cientifismo actual. Concebir a la sexualidad como un todo integrado y no direccionado por sesgos psicologicistas abre las posibilidades para una antropología filosófica que transciende el reduccionismo cada vez más aceptado en el siglo XXI.

El pansexualismo como objeto de consumo banaliza los principios filosóficos en que se fundó nuestra civilización y que a través de la comercialización de la sexualidad crea una quimera publicitaria y social en un panóptico digital de felicidad que se vende como progreso cultural. Esta ideología utópica de felicidad y liberación humana tiene la consigna de seguir complementándose cada día más hasta desconstruir el pensamiento axiológico y bioético de nuestra civilización.

F.- Caso del canadiense de Stefonknee Wolscht. Es un ejemplo peculiar que se está masificando cada vez más en el pensamiento occidental, gracias a determinados reduccionismos que crean un compartimiento entre la mente y cuerpo. Stefonknee Wolscht era antes Pablo y vivía con su mujer y sus siete hijos hasta los 46 años de edad, pero decidió en ese momento cambiar su vida ya que se sentía mujer y opto por transformarse en un transexual, luego no se conformó con ese cambio y también decidió ser una niña de 6 años (Diario del Cauca, 2020, 12 de noviembre) . Entre sus argumentos para dar esté cambio tan radical a su vida fue que no era feliz con su existencia anterior y que descubrió ser una niña encerrada en un cuerpo de un varón adulto siendo adoptado por una familia que lo aceptaba en su nueva condición; esto no pasó desapercibido por los medios de comunicación de masa y fue icono del supuesto progreso en nuestra cultura. Esta fantasía puede servir en muchos casos para justificar la tendencia hacia conductas de pedofilia ya que si alguien de edad adulta se percibe como un niño puede también tener las tendencias de querer estar entre niños y tener relaciones sexuales con ellos, justificando así sus impulsos de perversión sexual.

G.- Caso de Joseph Gobrick. Otros casos de esta misma tendencia que va en contradicción con los principios culturales de la filosofía Aristotélica y en cual se fundamenta nuestra sociedad son los ejemplos de Joseph Gobrick de 45 años quien tras evidenciarse que abusó sexualmente de niños se justificó frente a la justicia manifestando que vivía encerrado en un cuerpo adulto, cuando se auto percibía como una niña de 8 años (Redacción R+F, 2020). Joseph Roman es otra persona que a la edad de 38 se le encontró culpable de abusar sexualmente de 3 niñas, dos de ellas de 6 años y una de 8 años; en su defensa afirmo ser un niño de 9 años y ser Transedad (Gestarsalud, 2020).

Instituciones que defienden esta tendencia son  la Asociación Feminista Holandesa, NAMBLA (North American Man/Boy Love Association), IPCE (International Pedophile and Child Emancipation), entre otras instituciones que actualmente abogan por el llamado sexo intergeneracional (Marquez & Laje, 2016), que es la denominación que se quiere usar como eufemismo para imponer una agenda global cada vez más progresiva de la pedofilia y que en los casos descritos anteriormente es un subterfugio para poder implementarse.

 

4.11.- Orgias sexuales: el nuevo comercio pansexualista

Los Chemsex, intercambio de parejas, sexo en grupo, consumo de sustancias psicoactivas en orgias grupales, etc. son prácticas que se vienen propagando como una moda actual y que se realiza en varias horas, sesiones o días. Lo que se describe hace recordar a la barbarie de antiguas culturas grecorromanas y primitivas del mundo que actualmente se difunden por las redes sociales como reuniones de orgias sexuales de toda índole, como parte de un frenesí que buscan las personas por una pérdida de sentido y nihilismo cada vez más creciente en este siglo. Este comercio sexual no es ajeno a los anteriores ya que reclama satisfacción de toda índole y con la anomia imperante del Dios Dionisio que encuentra su cima en la lujuria y su afán orgiástico de una sociedad que cada vez pierde más su rumbo de cultura y fundamento de amor dentro de la sexualidad.

En España por ejemplo se practica las nuevas orgías: Fiesta desenfrenada para los europeos de clase media, donde se programan sesiones de sexo y todo tipo de experiencia sexual entre los invitados, incluyendo sexo en grupo claro está, donde se libera según esa corriente las tensiones de la mente y el cuerpo (Cuevas, 2015).

En Colombia también se practicaba las orgias sexuales muy a menudo en lugares donde concurrían personas para satisfacer sus pulsiones a través del comercio sexual tan difundido y glorificado de nuestra época. Por la Pandemia Covid 19 estas orgias sexuales paso a realizarse de manera virtual a través de plataformas donde el intercambio de mensajes y videos forman parte de este escenario imaginado (Cantillo, 2020).

Estas tendencias que elevan al Dios Dionisio y pervierten la condición humana a pandeterminismos pansexualistas son parte del objeto de consumo que el comercio sexual se ha encarga poco a poco de difundir entre las personas de esta época; un cambio hacia una educación de la entrega en el amor y la realización de la autotrascendencia de vida harán posible que se modifique este paradigma pansexualista por uno más humano y personalista. 

Podemos recordar también que los fenómenos del sufrimiento, la responsabilidad, la voluntad de sentido, el suprasentido, el sentido del sufrimiento, etc. harán posible que el hombre sea libre y responsable ante sí mismo y los demás, teniendo en cuenta que le espera una tarea por cumplir en este mundo que es significativa y única para él. Estas características noéticas que acompaña a la persona de manera inmanente en su vida y en el cual tiene oportunidades finitas de poder realizarla, nos enseña que más allá del tedio y la satisfacción de pulsiones que forman parte del escapismo de una vida vacua, el hombre pude transcender a una vida de realizaciones humanas y dignas.

Un reduccionismo cientificista que solo tiene progreso en la técnica por una sociedad de especialistas, poco o nada hecho por promover una convivencia de mixofilia y de actitud noética que dote al hombre de un sentido y seguridad para su vida. Es por eso que urge un cambio de paradigma en este modelo mercantilista de educación, pansexualismo y trabajo, donde un pensamiento complejo brinde una completitud al hombre para que no se pervierta en las esferas paroxísticas y esclavistas de sus deseos y pulsiones.


 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO V

NECESIDAD DE UNA PSICOTERAPIA COMPLEJA Y ENCAMINADA HACIA EL SENTIDO DE VIDA

 

5.1. El diagnóstico a través del criterio nomotético

Desde el criterio de los manuales diagnósticos tradicionales como el DSM y el Cie-10 se puede dilucidar la clasificación y características sintomatológicas de los diferentes trastornos del hombre en cuanto a una clasificación derivada de las ciencias naturales aplicadas al ser humano. Desde este criterio el hombre pasa a tener una categoría diagnóstica con criterios sintomatológicos que describe y lo clasifica dentro de un grupo de determinados trastornos.

 

5.2. El diagnostico a través del análisis descriptivo explicativo

Abordar un estudio de caso en psicología a través de un análisis descriptivo explicativo es un hecho complejo que abarca diferentes conocimientos técnicos y saberes previos sobre la personalidad, emociones, psicofisiología, cultura y antropología filosófica tomando en cuenta la historia del problema y la historia personal del sujeto. Riso (2009) menciona que la historia del problema se refiere a la relevancia del esquema nuclear disfuncional que hizo que apareciera un trastorno determinado en la persona, autoperpetuándose y volviéndose adaptativo por sobrevivencia al medio; aquí también se destaca las estrategias evitativas y compensatorias del comportamiento que se tiene para sobrellevar el malestar emocional. En la historia del problema se pueden destacar 2 niveles para el estudio de caso a nivel descriptivo explicativo. El primero de ellos se da a través del nivel descriptivo/sintomático, donde se evalúan los pensamientos automáticos, distorsiones cognitivas, emociones, respuestas motoras, y antecedentes y consecuencias del factor ambiental. En el segundo nivel el estudio descriptivo explicativo se hace más complejo ya que se refiere al esquema nuclear y autoperpetuación esquemática del trastorno; este nivel también toma en cuenta el temperamento y componentes genéticos que influyen en la personalidad, pero da más relevancia a la primacía psicológica que subyace en ellos. Aquí entran dos mecanismos adaptativos para el desarrollo de una patología psicológica, el primero es el sistema A economía cognoscitiva y el segundo es el Sistema B creencias intermedias o sistema de producción. En la economía cognoscitiva o selectividad informacional se hace referencias a los distintos tipos de sesgos cognitivos y heurísticos de nuestra mente. Por otro lado, en el sistema B creencias intermedias o sistema de producción se estudia a las actitudes y creencias trágicas anticipatorias, las creencias compensatorias e imperativos, las estrategias de afrontamiento (evitación y compensación) y las profecías autorrealizadas y estrategias interpersonales confirmatorias. Estos dos niveles mantienen bajo un equilibrio patológico el trastorno que desarrolla la persona a lo largo de su vida. Cuando una psicoterapia ya sea a través del psicoanálisis, la terapia centrada en esquemas o la logoterapia se orienta a resolver el problema desde el punto de vista patológico de la persona, le ayuda a la prevención  de futuras recaídas respecto a su trastorno ya que rompe el equilibrio patológico que lo sostiene y que inconscientemente lo protege. Por ejemplo, a través de la técnica de logoterapia de la intención paradójica, se llega a enfrentar al paciente con lo peor que teme, inclusive hasta que este llegue a desear irónicamente su problema, autodistanciándolo de sus miedos y rompiendo los esquemas de equilibrio patológico. Otra técnica que ayuda a romper el sesgo de egocentrismo que mantiene a muchos trastornos, es la derreflexión; aquí la persona llega a descentrarse de su propia autobservación y se centra o autoproyecta en otras personas u objetos.

En la historia personal se hace referencia al tercer nivel denominado explicativo promocional, abordando a los esquemas de segundo orden que obedece a la construcción sociocultural de la persona y centrado en un estudio de esquemas ideológicos conceptuales, esquemas valorativos, esquemas motivacionales superiores y esquemas constructivos. En este último nivel se vuelve relevante el estudio de caso ya que la integración del factor sociocultural con el esquema nuclear clínico, llega a dar un contenido armónico y complejo al ser humano. Este nivel también se le llama explicativo promocional ya que busca en la persona un estilo y calidad de vida acorde con su visión del mundo, potenciando constructivamente su bienestar y el bien común del grupo.

Estos niveles antes descritos, si bien es cierto muestran a un sujeto integrado no solo de forma nomotética, sino también de manera ideográfica y sociocultural, no llegan a establecer una psicoterapia de la profundidad donde la voluntad de sentido y los valores de realización toman una actitud frente a un destino biológico, psicológico y social. En el nivel explicativo promocional se intenta abordar la espiritualidad y los valores como una forma más de un reduccionismo sociocultural o esquemas de segundo orden (psicología cognitiva) y no desde una antropología filosófica que tiene su fundamento en lo noético que hace que la persona se autodistancie y autotrascendencia de sus condicionamientos facticos (restricciones psicofísicas) y encuentre un significado de vida digno aún ante un sufrimiento irremediable. Se debe señalar que pueden existir neurosis de tipo sociógenas que se dan a partir de una actitud fatalista, actitud provisional ante la vida, pensamiento masificado y el fanatismo; estas son cuestiones socioculturales que a través de una moda, superstición, creencia o ideología lleva como consecuencia a un vacío existencial como problema existencial del hombre que no es abordado por la psicología cognitiva de los esquemas de segundo orden.

Desde una postura antropológica que se aborda desde la logoterapia, la historia del problema y la historia personal del sujeto también está sujeta a la libertad de la voluntad, voluntad de sentido y sentido de vida; los valores de realización y el sufrimiento del hombre (triada trágica). Estos conceptos antropológicos no deben ser reducidos a epifenómenos psicológicos o socioculturales y le podríamos denominar esquemas de sentido o esquemas noéticos que comprenderían el cuarto nivel de la conceptualización clínica y en la cual se encontraría ya una visión completa de la psicoterapia que sobrepasa los condicionamientos del hombre. La denominación que se propone como cuarto nivel en los esquemas de sentido o noético, tienen su esencia en el autodistanciamiento y la autotrascendencia que el hombre es capaz de poseer como potencialidades frente a su problemática existencial. La logoterapia desde estos fenómenos humanos intrínsecos puede abordar trastornos desde una raíz psicogénica, sociogénica, somatógena, noógena y iatrogénica.

 

Figura 1

Diagnostico descriptivo explicativo clínico: Los 4 niveles para el estudio de la complejidad humana

Nota: El ser humano, sus creencias, su cultura y la propia sociedad tienen características muy especiales para el estudio clínico de la psicología. Se dice que son sistemas complejos. Al mismo tiempo, el ser humano transciende y se autodistancia de sus determinismos biológicos, psicológicos y culturales por su actitud noética o espiritual esencialmente humana.  

 

Fuente: Elaboración propia.

El autodistanciamiento, es un recurso noético que esta inherente en la potencialidad humana y se trata de una posición o actitud que se asume frente a una condición externa o intrínseca en los pandeterminismos biológicos, psicológicos o sociales y que a través de la capacidad de heroísmo que se puede asumir frente a una situación o a través del humor con que se puede trasmutar un condicionamiento, la persona llega ser libre bajo una constelación de sus circunstancias. Frankl (2012) refiere que, “en virtud de tal capacidad, el hombre puede tomar distancia no solo de una situación, sino también de sí mismo. Puede elegir una actitud ante sí mismo” (p. 21). Por otro lado, Martínez (2011) menciona tres manifestaciones de recurso noológicos del autodistanciamiento que son: la autocomprensión referida a la autoconsciencia del hombre hacía sus propias formas de pensamientos, sentimientos y conductas frente a una situación que le toca afrontar, hallando en la reflexión y conciencia una guía adecuada ante tales condicionamientos. La autoproyección que es referida a la potencialidad humana para actualizarse constantemente e imaginarse en su mejor versión, adodistanciandose y dándole sentido a las circunstancias vividas. Por último, la autorregulación es la conciencia como órgano de sentido que nos lleva a vislumbrar los valores, y que por lo tanto regula las tendencias emotivas, cognitivas o conductuales con responsabilidad para observar el significado de las circunstancias o condicionamientos a través del análisis existencial de nuestra vida. Este recurso noético se puede observar cuando la persona enfrenta sus síntomas en una fobia social en donde la vergüenza a hacer el ridícula toma el centro de atención. Este caso ilustra a una paciente que en consulta mencionó que se fija tanto en sus palabras antes de exponer en público que le era imposible emitirlas con fluidez, reforzando así su creencia de inaceptable, ridícula, etc. A través de técnicas logoterapéuticas como la intención paradójica se llevó a la paciente a que se autodistancie de sus problemas con humor que es una capacidad innata del ser humano, se le enseño que debía hacer su mayor esfuerzo para tartamudear más que en otras ocasiones y que se concentre en ello para que todos evidencien que es la mejor haciendo esto en público; la paciente acepto el reto y lo puso en práctica, pero se dio con la sorpresa que no tuvo resultado alguno. Por el contrario, mejoro en su pronunciación de palabras y se olvidó de su problema de tartamudez con las sesiones posteriores. El autodistanciamiento del síntoma aquí se ve reflejado por una hiperreflexión que se daba en una atención autofocalizada de sus propias palabras y una hiperintención que era el dar una ponencia adecuadamente (exigencia y obligación); con la intención paradójica se pudo reorientar sus deseos y la actitud que manifestó fue de forma irónica, utilizando el recurso del humor y autodistanciamiento de su propio síntoma. Cuando deseas algo desesperadamente más lo alejas, esa es la consigna de la intención paradójica, es así que cuando deseo tartamudear enfáticamente ya no lo pudo hacer y a través de la derreflexión (centrarse en una realidad fuera de su propia autofocalización) se puede llegar a desplazar un significado en los demás que permite actuar con más naturalidad.

La autotrascendencia, es otro recurso noético que se refiere al encuentro con un sentido a través de los valores de realización, esto se da a través de dos fenómenos humanos que son la conciencia y el amor. La conciencia definida por Frankl (2012) como “la capacidad que le da posibilidad de percibir el sentido de una situación en su más pura situación y amor como la capacidad que permite captar a otro ser humano en su más pura singularidad” (p. 22). Esto en la vida del hombre se puede dar a través de una tarea que tiene que cumplir o en el encuentro de una persona a quien amar.

Refiriéndose a la autotrascendencia Frankl (2012) refiere que “el hombre se extiende hacia el mundo, y finalmente lo alcanza, un mundo repleto de otros seres con los cuales encontrarse y de sentidos para realizar” (p. 30). Una persona a la que amamos (un enfermo al que cuidamos con esmero, padres a los que queremos y respetamos, el amor hacia la pareja, etc.), la contemplación de lo bello en un paisaje o en el arte, una obra intelectual o artística que se está realizando o el trabajo en el cual estamos abocados y que lo hacemos con dignidad, constituyen algunos ejemplos de esa autotrascendencia que tiene el ser humano y que se revela en cada momento de nuestra existencia para poder descubrirlo y dotarle de significado personal, ya que con ello el hombre deja huella de su presencia  única  en el mundo. Una vez que un valor es realizado este quedará para siempre en el mundo y no se perderá ya que constituye lo pretérito y así queda inmutable en la historia del hombre. Martínez (2011) menciona tres manifestaciones en la autotrascendencia que son: La diferenciación, que se da partir de reconocer en otras personas toda su dignidad y su manera autentica de su ser, su personalidad irrepetible que dota de significado al mundo. La afectación es la presencia de los valores de realización en el marco de la existencia y el descubrimiento de estos por la conciencia que nos guía a descubrirlos a partir del sentido. Finalmente, la entrega es una manifestación de la autotrascendencia donde el hombre utiliza su capacidad para darse al mundo con intencionalidad, reflexionando en la tarea que le resulta valiosa o en la persona a quien ama. Aquí el hombre llega a darse incondicionalmente y a realizar su autenticidad porque se entrega a su propia voluntad de sentido.

 

5.3. Criterios para una psicoterapia de sentido (logoterapia)

La terapia de sentido o logoterapia no solo es efectiva en las neurosis noógenas o en el vacío existencial propio de nuestra época, sino que también lo es para los trastornos de índole psicohigienico o somatógeno. Es preciso señalar que la logoterapia puede emplearse de forma específica para las neurosis noógenas (sentido, crisis existencial, aburrimiento y tedio, etc.) o de forma inespecífica para los trastornos de índole psicológico o somatógeno. Más específicamente la logoterapia está indicada para 5 ámbitos; según Frankl (2014) la primera de ellas sería a través de una terapia de sentido en las neurosis noogenas, dadas por una pérdida de sentido, aquí se hablaría de terapia especifica. En un segundo ámbito se puede realizar está terapia sobre neurosis psicogénica, aquí la logoterapia es inespecífica y tiene dentro de sus técnicas la intención paradójica y la derreflexión para hacer evocar los recursos noéticos de autodistanciamiento y autotrascendencia bloqueadas por restricciones patógenas de lo psicofísico en este tipo de neurosis. En el tercer ámbito la logoterapia se da sobre los trastornos somatógenos, que están presentes en las enfermedades físicas y a veces incurables, aquí está terapia trata de que la persona encuentre el sentido de vida en su sufrimiento como el valor más alto de actitud que puede hallar. En el cuarto ámbito la logoterapia se enfrenta a los factores sociógenos, estos son producto del conformismo o totalitarismo de una vida de pérdida de valores y que se extiende configurando un vacío existencial o sentimiento de falta de sentido como productos socioculturales. En los factores sociógenos la persona puede recurrir a las adicciones, el pansexualismo, el fanatismo, etc. para llenar el sentimiento de vacío que puede acarrear su vida dentro de una sociedad sin tradiciones y con pérdida progresiva de valores. Por último, en el quinto ámbito la logoterapia se utiliza para las neurosis iatrogénicas, que son consecuencia de un pandeterminismo ideológico con que algunas terapias o modelos psiquiátricos tratan al hombre reduciéndolo a solo productos biológicos, pulsionales o conductuales, con ello deshumanizan y acrecientan a la persona a su frustración existencial.

Es preciso señalar que el cuarto nivel según el análisis descriptivo explicativo clínico que postula este libro como esquemas noéticos o de sentido se toma para abordar la totalidad del ser humano y no reducirlo a condicionamientos de ninguna índole como se intenta hacer en los esquemas de segundo orden, relevando a los valores y espiritualidad a determinantes constructivos socioculturales y no a fenómenos propios e individuales de la persona frente a un sentido único que tiene que descubrirlo bajo la voluntad de sentido. El núcleo central de los esquemas de sentido o actitud noética se dan a partir de los tres primeros pilares que dan fundamento a la logoterapia, estos son: la libertad de la voluntad, la voluntad de sentido y el sentido de la vida. A partir del pilar de sentido de vida se puede señalar la segunda triada de la logoterapia que vendrían hacer los valores de realización y estos a su vez conforman la tercera triada, que es la triada trágica (Frankl, 2012).

 

Figura 2

Las Triadas de la Logoterapia

Nota: La logoterapia centra su teoría y filosofía en la propuesta de antropología dimensional de Víctor Frankl. Los pilares de la Logoterapia (primera triada), son: Libertad de voluntad, que se manifiesta a través de la capacidad humana que comprende el autodistanciamiento como posibilidad de aceptarse, regularse y visualizarse ante sus condicionamientos psicofísicos. La Voluntad de sentido está estrechamente relacionada con la autotrascendencia que caracteriza al ser humano, dejando como productos secundarios o efectos a la voluntad de poder y placer. El sentido de vida está dirigido a que el ser humano descubra y se dé cuenta de sus valores de realización ante una tarea que realizar o una persona a quien amar.  En cuanto a los valores de realización de sentido (segunda triada): Estos se dan por los Valores experienciales que nos permite recibir lo que el mundo nos da en un encuentro amoroso con otro ser humano, en el contacto con la naturaleza o en los recuerdos y vivencias; los valores creativos se relacionan con lo que la persona puede dar al mundo, en el trabajo, en una obra  intelectual o artística; y los valores actitudinales se realizan cuando se está frente a una situación inmodificable y solo queda aceptarla y responder con dignidad a estas circunstancias. La tríada trágica (tercera triada): asume tres aspectos innegables del ser humanos: culpa, dolor y muerte. La logoterapia dota de un significado especial y de transmutación de valores a tales experiencias existenciales.

Fuente: elaboración propia

 

5.4. Los pilares de la logoterapia (primera triada)

A través de la libertad de la voluntad se puede tomar posición frente a los condicionamientos de un pandeterminismo científico que tiene en el reduccionismo su destino inevitable para el hombre, esto se puede dar al generalizar desde posturas herméticas del psicologicismo, biologicismo o sociologicismo un imago homines del ser humano enfocada desde una postura inferior a la actitud noética de la persona. A través del recurso de autodistanciamiento el ser humano puede tomar posición frente a su destino o pandeterminismos y llevar con heroísmo y humor una vida con sentido.

La voluntad de sentido es definida por Frankl (2012) como “lucha esencial del hombre por encontrar y realizar un sentido y un propósito” (p. 32). Aquí también evidenciamos otra capacidad o recurso noético del hombre que es la autotrascendencia que es el órgano de la conciencia el cual nos lleva a descubrir un sentido o al encuentro con otros seres. Un efecto de la voluntad de sentido es el placer y un medio para realizarse en algunas ocasiones es el poder, esto se debe entenderse como factores secundarios dentro del valor primario y que dirige la vida del hombre autentico que es la voluntad de sentido. Cuando la persona desvía este valor primario por la voluntad de placer llega a tener una causa (condiciones biológicas) y no un sustento o razón (psicológica o noética) de su placer, quedando vacía su vida por una hiperintención que debió ser un efecto de una intención primaria. De igual manera en la voluntad de poder es desviada la dicha del hombre por una valoración que debió ser un medio para conseguir algo superior, que es el de realizar un sentido.

Por último, el sentido de vida está dirigido a los valores de realización que lleva a la persona a una tarea que realizar o seres a quien amar y entregarse dignamente.

 

5.5. Los valores de realización de sentido (segunda triada)

 Por otro lado, en el sentido de vida podemos encontrar a los valores de realización, los cuales están integrados por los valores de experienciales (homo amamans), valores de creación (homo faber) y valores de actitud (homo patiens). Aquí el hombre puede realizarse en las diferentes situaciones que su conciencia le señala como sentido y valor.

 

5.6. La triada trágica (tercera triada)

El tercer pilar se encuentran los valores de actitud denominanados triada trágica, está compuesta por la culpa, el dolor y la muerte; es en estas condiciones que el hombre puede llegar a cumplir una transmutación de valores a través del arrepentimiento y heroísmo y tomar una posición frente a su sufrimiento o un significado de dignidad hacia su muerte.

5.7. Técnicas de la terapia de sentido

 

A.- La intención paradójica.

La intención paradójica es una de las primeras técnicas de la logoterapia y está fundamentada en la capacidad humana del uso del humor y el heroísmo como recurso noético del autodistanciamiento. Está técnica trata de reorientar la intención hacia lo más temido que es la base de la ansiedad anticipatoria de la angustia de expectación y también crear una inversión de la intención, dejando la lucha interiormente en las neurosis obsesivas. Está técnica es especialmente efectiva en los casos de neurosis de angustia y obsesivas.

 

B.- La derreflexión

La derreflexión tiene en el recurso noético de la autotrascendencia su fundamento, ya que a través de esta técnica el hombre puede descentrarse de su hiperreflexión o su yo egocéntrico y neurótico, concibiendo en las posibilidades de otros seres diferentes al él y en los diversos sentidos que le ofrece la vida sus propios valores de realización. Está técnica fue concebida para los casos de neurosis sexuales, pero no solo se reduce para ellos sino también se puede aplicar en neurosis obsesivas, de angustia, depresión, etc.

 

 

 

C.- El diálogo socrático

 El diálogo socrático es una técnica derivada de la sabiduría de la filosofía clásica, donde las preguntas y cuestionamientos son el fundamento para descubrir la autenticidad y valor único y superior que cada hombre posee. En la logoterapia el diálogo socrático no intenta interpretar o dar respuestas de sentido, sino que a través de un encuentro personal con el terapeuta el hombre pueda hallar su libertad de voluntad y por lo tanto su sentido de vida personal y único. Salomón y Díaz (2015) refieren que en el proceso logoterapéutico del dialogo socrático se dan una serie de aspectos metodológicos y actitudinales como: la actitud socrática, preguntas socráticas y señalamientos socráticos.

La actitud socrática: Esta se da a través de una autenticidad y respeto por la dignidad de la persona en un encuentro personal entre el terapeuta y paciente. Se centra en el diálogo a través de la ignorancia, ironía y la mayéutica los recursos que permitirán a la persona darse cuenta de su inautenticidad como un factor principal de su frustración de sentido y de sus limitaciones psicofísicas (Salomón & Díaz, 2015).

Las Preguntas socráticas: Estas preguntas se utilizan para que el paciente descubra dentro de sí las potencialidades de su ser personal, teniendo en las capacidades de autodistanciamiento y autotrascendencia el significado de una vida llena de sentido a pesar de sus condicionamientos (adicción, neurosis, enfermedades, etc.) (Salomón & Díaz, 2015).

Los señalamientos socráticos: Los señalamientos en el diálogo socrático son vínculos que se desarrollan en el trascurso de las sesiones y ofrecen al terapeuta poner énfasis en algunos aspectos relevantes y necesarios para movilizar las capacidades noéticas del paciente. Entre las modalidades de los señalamientos socráticos se pueden dar a través de lo no verbal, la naturalidad, las incoherencias, las intenciones de las pasividades y actividades incorrectas, la captación de valores, el terapeuta como persona y el completamiento de frases (Salomón & Díaz, 2015).

D.- Noodinámica y facticidad psicofísica. La psicoterapia en nuestra época no solo debe atender los síntomas, esquemas nucleares y esquemas de segundo orden que son productos necesariamente de los condicionamientos o circunstancias de la facticidad del hombre; sino que le debe enfrentar al pansexualismo y reduccionismo propio de su época que hace eco en un colectivismo de la masa. Es necesario para este siglo una terapia más profunda que se centre en la dimensión noética o espiritual que dota al hombre de la autorrealización a pesar de un sufrimiento inevitable y le hace tomar posición por su libertad ante los pandeterminismos biologicistas, psicogénicos y sociales. La búsqueda del sentido de vida es algo innato en el hombre y está no debe ser dado sino encontrado por el mismo y allí donde la psicoterapia también juega un rol importante. Un tratamiento psicológico nunca estará completo si no muestra el significado de lo que realmente tiene un paciente como ser único en la vida, donde sus acciones y omisiones son de autotrascendencia para él mismo, para los demás y para la vida. Es aquí donde justamente se rehumaniza a la psicoterapia y se distancia del reduccionismo cientificista que también hoy en día prolifera como parte de neurosis de iatrogenias que son dadas por posturas herméticas dentro del campo de la psicología y psiquiatría.

Mostrarle al paciente su noodinámica existencial y hacerle saber que tiene una tarea que cumplir más allá de sus condicionamientos, recobra la gratitud e importancia de una vida que de seguro puede tener problemas y preguntas inciertas pero que a la misma vez lo puede responder de manera digna y sabiendo que nadie lo podrá realizar como él puede hacerlo, ya que no hay nadie en el mundo que se parezca a otra persona y que sus acciones de esta manera pueden dotarle de un significado único e irrepetible para la vida. Frankl (2015) al hablar de noodinámica, señaló que se trata de “dinámica espiritual dentro de un campo de tensión bipolar en el cual un polo viene representado por el significado que debe cumplirse y el otro polo por el hombre que debe cumplirlo” (p. 60). Una terapia existencial es más significativa y humana llevando lo más fundamental a la vida del paciente que es el descubrimiento por sí mismo de un sentido dado, ya sea en la contemplación, en una persona a quien amar, en una obra que realizar o hasta en el mismo sufrimiento como valor más alto que nos permite tomar una actitud heroica y significativa frente a este.

Martínez (2017) refiere que dentro de la Logoterapia se puede hallar el sentido de vida a través de la comprensión de los noodinamismos y la facticidad psicofísica, para ello plantea un proceso psicoterapéutico para facilitar el encuentro y conciencia de los siguientes fenómenos humanos: determinismo y libertad, la responsabilidad, la voluntad de sentido, los valores como realización de sentido, el optimismo trágico, el sentido del sufrimiento, el sentido de la vida y el suprasentido o sentido último de la vida. Para ello los pacientes son incentivados a descubrir sus recursos noéticos como son el autodistanciamiento y autotrascendencia a través de técnicas logoterapéuticas como la intención paradójica, la derreflexión, el dialogo socrático, entre otros.

Esto se realiza en psicoterapia y más específicamente en la logoterapia con un método que se denomina la fenomenología que hace percibir al paciente sus vivencias propias y dotarlo de significado a través del sentido que cada uno posee. Según Frankl (2012) la fenomenología es un intento por describir el modo en que el hombre se comprende así mismo, la manera en que interpreta su propia existencia, más allá de patrones de interpretación y explicación preconcebidos, tales como los diseñados por las hipótesis psicodinámicas o socioeconómicas. Por medio de la adopción de la metodología fenomenológica, la logoterapia, tal como Paul Polak puntualizo, trata de explicar la imparcial autocomprensión del hombre en términos científicos (p. 14). Para esto la logoterapia como terapia de sentido recurre a diferentes ejercicios a través de sus técnicas y recursos espirituales que la persona tiene ya de manera inmanente.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CAPÍTULO VI

ESTUDIO DEL ANÁLISIS EXISTENCIAL EN JÓVENES UNIVERSITARIOS EN UN ESTADO DE EMERGENCIA SANITARIA

 

Para el estudio del análisis existencial (logoterapia) se estableció una muestra de grupo focal de 6 participantes voluntarios conformados por estudiantes de Psicología de una Universidad de la Región Lambayeque, distrito de Pimentel en el año 2020. Entre sus características los sujetos fueron de sexo femenino y masculino de una edad de 20 a 25 años que voluntariamente decidieron participar en un programa de logoterapia.

El propósito de este estudio fue profundizar en los recursos noéticos de los fenómenos esencialmente humanos como determinismo y la libertad, la responsabilidad, los valores como realización de sentido, el optimismo trágico, la voluntad de sentido, el sentido del sufrimiento, el sentido de la vida y el suprasentido y sentido último. Para esto se realizaron diferentes tipos de ejercicios vivenciales, cuentos logoterapéuticas, diálogos socráticos y lecturas según los principios y técnicas de logoterapia que permitieron desplegar la ontología dimensional de los estudiantes con su sentido de vida.

Los instrumentos utilizados fueron el programa de logoterapia denominado Grupo de Sentido de Martínez (2017) adaptado y modificado para estudiantes universitarios. Este programa incluyo dinámicas existenciales que sirvieron para concientizar y hacer reflexionar a los estudiantes sobre las preguntas existenciales establecidas en cada sesión.

En cada sesión se utilizaron técnicas logoterapéuticas como el dialogo socrático y ejercicios vivenciales: para descubrir sentido por medio de dar, para descubrir sentido en las experiencias, para descubrir sentido en las situaciones límite, para desplegar la capacidad de autodistanciarce y para desplegar la capacidad de autotranscender.

Finalmente, para la interpretación de los resultados se hizo uso de la entrevista verbal y escrita (diálogos socráticos), análisis de lecturas y la reflexión grupal.

 

6.1. Análisis Existencial a través del Programa de logoterapia: Grupo de Sentido

Se analizó en cada sesión las repuestas de los estudiantes a través de una interpretación de análisis existencial:

Sesión 1: determinismo y libertad

Preguntas Socráticas:

¿Cómo se manifiesta mi ser libre hoy?

¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?

Interpretación: La libertad es ejercida cuando se trasciende las condiciones o determinantes que a cada ser humano le toca vivir, esto responde a la capacidad de elección y la actitud de responsabilidad que tiene la persona a pesar de las circunstancias o ataduras sociales, psicológicas o biológicas que muchas veces sirven de excusas para atarnos como seres facticos o deterministas. El sujeto 6 describe su experiencia:

“Esclarecí que las personas pueden tener determinismos ya sean psicológicos, bilógicos o sociales que pueden afectarlos, sin embargo depende de ellas trabajar o no en estos, para sobrellevar las situaciones adversas y así ser libres y responsables de su vida. Lo aplico en mi vida trabajando a diario en los determinismos que pueda tener, sabiendo que puedo elegir que actitud tener frente a cada situación”.

El sujeto 2 describe su experiencia: “Tomando mis propias decisiones, dándole la importancia necesaria a mí ser, mejorando y dejando de lado muchos determinismos en mi vida”.

Esta apreciación dentro del análisis existencial es vista por la logoterapia como la libertad de oposición del espíritu ante los determinismos o ataduras de las dimensiones psicogénicas, sociales y biológicas; mencionando que el hombre no se agota en su facticidad sino en sus potencialidades. Estas potencialidades del ser hacen trascender más allá de los condicionantes o circunstancias adversas y se avoca a la capacidad de elección ante el pandeterminismo o reduccionismo que suscribe el pensamiento moderno. El efecto de la logoterapia en esta sesión logró hacer significativo la capacidad noética (espiritual) para descubrir el sentido de la libertad a pesar de las circunstancias adversas como el confinamiento, estrés académico, creencias irracionales y temperamento vulnerable; que manifestaron los estudiantes tener como problemática psicofísicas. Sus repuestas en el programa fueron a través de una actitud de elección frente a sus adversidades o condicionamientos personales.

Figura 3

Modelo de logoterapia sobre el determinismo y libertad

Nota: La figura 3, el modelo sobre determinismo y libertad muestra la explicación sobre el proceso de la sesión 1; donde el ser humano posee por sus condicionamientos experiencias de facticidad, que se justifica en un pandeterminismo de hechos o determinismos biológicos, psicológicos y sociales que sirven en muchas ocasiones de ancla para no llegar a la autotrascendencia de su propia vida. A través de la experiencia en el Programa de Logoterapia “Grupo de Sentido” y las técnicas logoterapéuticas de diálogo socrático (autotrascendencia y autodistanciamiento) y ejercicios vivenciales como lectura “Determinismo y libertad”, el cuento “el tomate y el huevo” y las técnicas de proyección, se logró que el grupo de enfoque se centrara en su dimensión noética, haciendo transcender el sentido de vida a pesar de las circunstancias adversas. Se manifestó también una capacidad de elección en el desarrollo de la potencialidad humana del ser y una actitud noética frente a las circunstancias o condicionamientos que obstaculizaban la propia libertad del ser.

Fuente: Propia

Para Frankl (2003a) la libertad está en uno los tres principios de su teoría de logoterapia, específicamente en el principio de la libertad de voluntad manifestando que “el hombre no está libre de condicionantes, sean biológicos, psicológicos o de naturaleza sociológica. Pero el hombre es y sigue siendo libre de tomar posiciones con respecto a estos condicionantes; siempre conserva su actitud para con ellos” (p. 19). Esto se manifestó en los estudiantes a través de su tendencia noética de elección y libertad frente a los condicionamientos que descubrieron tener.

En un estudio similar realizado por Azabache (2018) en Trujillo, Perú sobre el trabajo de docentes mentores en la Dialéctica Destino/libertad muestran que los estudiantes universitarios de psicología obtuvieron un nivel alto luego de aplicar las actividades de mentoria encaminadas al sentido de vida mejorando en un máximo de 90.1%. Esto nos indica que los estudios orientados al sentido de vida pueden desarrollar la libertad desde una actitud espiritual en los estudiantes universitarios.

Sesión 2: responsabilidad

Preguntas Socráticas:

¿Cómo se relaciona la responsabilidad con mi crecimiento personal?

¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?

Interpretación: La responsabilidad es parte de la elección de ser libre para el propio crecimiento personal, es la actitud que se puede tomar ante la vida, sabiendo que las acciones propias van influenciar o tener consecuencias sobre mi ser personal y el entorno. El sujeto 3 describe su experiencia: “La responsabilidad es una base importante en mi crecimiento personal, en todos los ámbitos de mi vida, como estudiante, hija, nieta, pareja, porque me permite tomar decisiones libres, asumir las consecuencias que puedan surgir y seguir avanzando”. El sujeto 5 describe su experiencia: “Mi crecimiento personal se viene viendo satisfactoria gracias a la responsabilidad que tengo ante mis acciones”

Ser responsable según Frankl (2011) es tener la libertad para elegir frente a todas las circunstancias o determinismos que puede tener la vida; así es como el programa de logoterapia enfatizo en el ser responsable de algo, ante algo o alguien, ya que el accionar u omisión puede tener repercusiones en toda la vida. Martínez (2017) manifiesta que la educación en la responsabilidad parte de una respuesta ante uno mismo, ante otros y ante el mundo. Desde esa premisa dentro del programa los estudiantes lograron comprender que las respuestas de responsabilidad que entregaban a la vida a pesar de las circunstancias, eran conscientes y transcendía los determinismos de las circunstancias. La comprensión de que muchas veces las circunstancias de una enfermedad, crisis emocionales, confinamiento, pandemia covid-19, duelo, etc. eran imposible de controlar en nuestra vida, pero la actitud que se tomaba ante ellos era evidencia de mi ser responsable ante dichos condicionamientos.

Figura 4

Modelo de Logoterapia sobre La Responsabilidad

Nota: La figura 4, en este modelo se puede apreciar el efecto de la logoterapia a través del Programa Grupo de Sentido. La responsabilidad dentro de la dimensión noética tuvo repercusiones en los estudiantes por las técnicas de diálogo socrático (autotrascendencia y autodistanciamiento) y ejercicios vivenciales como un Último deseo, el cuento no quiero ir al colegio y la lectura la responsabilidad; proyectando en los jóvenes una reflexión de los condicionantes o determinantes que impedían tener una libertad de elección y actitud frente a las circunstancias; es allí donde se manifestó el ser responsable, autotrascendiendo a los condicionamientos o pandeterminismo del pasado, la neurosis, estrés académico, etc.

Fuente: Propia

 

Sesión 3: los valores como realización de sentido

Preguntas Socráticas:

¿Cómo se ha realizado el proceso de transformación de mi vida, en la experiencia más alta de sentido?

¿Cómo se realizan los valores de experiencia en mi vida?

¿Cómo se realizan los valores de creación en mi vida?

¿Cómo me ayudan y/o me podrían ayudar los valores de actitud en mi vida?

¿Qué esclarecí y cómo se relaciona con mi proyecto de vida?

Interpretación: Los valores que se puede experimentar en la vida se dan a partir del encuentro personal con otras personas y situaciones; a través de ellos se puede reconocer importantes hechos cotidianos, el sufrimiento y aprendizaje constante de la vida.

El sujeto 5 describe su experiencia:

“Este tipo de valores de actitud son los más importantes que pueden existir, en mi me ayudo y me ayuda bastante a tener una actitud positiva, donde aprendí y sigo aprendiendo a ver la vida de manera diferente, más alegre, donde en cada problema trato de sacar una enseñanza para salir de ello y ser resiliente”.

El sujeto 2 describe su experiencia: “en mi vida, estos valores se plasman a través de las situaciones que voy encontrándome en mi día a día, por ejemplo, al admirar el atardecer en una playa, o ver las estrellas en la carretera”.

Según Frankl (2014) existen tres tipos de valores para la realización de sentido, esto son los valores de experiencia que se dan en el encuentro personal del amor, fraternidad y contemplación, también estos son llamados valores pasivos ya que la persona no sale al encuentro de ellos y aparecen en su vida por circunstancias únicas y peculiares. Los valores de creación son las aptitudes que el ser humano entrega en la realización de trabajos artísticos, intelectuales y oficios que tienen como repercusión aportar hacia otras personas y el entorno. Por último, los valores actitudinales son considerados los más altos en la vida del ser humano, ya que a través del sufrimiento, las pérdidas y las circunstancias difíciles que afrontan las personas, se pone en movimiento su dimensión noética y la transmutación de sus valores, descubriendo el significado del ¿por qué? vivir a pesar de las condiciones limite.

 

Figura 5

Modelo de logoterapia los valores como realización de sentido

Nota: La figura 5, Durante el programa de Logoterapia Grupo de Sentido de la sesión 3 se trabajó con técnicas de dialogo socrático encaminadas a la autocomprensión y autotrascendencia de los valores de realización. Así mismo, se efectuaron ejercicios vivenciales como los valores de realización a través del Cuento El mundo de los valores, la lectura Los valores como realización de sentido y el ejercicio La misión personal; estas técnicas ayudaron a reflejar en los estudiantes sus valores de actitud, experienciales y de creatividad. La capacidad noética también se reflejó a partir de las experiencias de sufrimiento transformadas en un valor significativo y superior de la dignidad humana como es la realización de sentido.

Fuente: Propia

 

Sesión 4: la voluntad de sentido

Preguntas Socráticas:

¿Cuáles son mis huellas de sentido en las diferentes épocas de mi vida?

Interpretación: Mis huellas de sentido han sido las experiencias de alegría de haber pasado momentos especiales (cumpleaños, viajes, nacimiento de mi hermano menor, etc.) con mi familia y seres que amo (amigo, pareja, etc.); el sufrimiento experimentado a través de una enfermedad, una pérdida o una decepción y la satisfacción de haber ayudado a otros. El sujeto 3 describe su experiencia: “encontrar una persona con quien compartir alegrías, tristezas y apoyarnos”, “Pertenecer a voluntariados, ya que me permitió brindar apoyo a personas que no tienen acceso a recursos”. El sujeto 5 describe su experiencia:

“En 5to de secundaria una profesora me había dicho que siempre en mi vida había estado ausente una figura paterna y eso me hacía sufrir bastante, pero eso me ha hecho ser fuerte cada día, entonces comprendí que realmente todo pasa por algo (…) ese día tuvo de cierta manera sentido y quise continuar con ello, pero ya no con el odio que cargaba”

El sujeto 6 describe su experiencia: “cuando estuve internada varios días en el hospital, la muerte mi abuelo materno, participar en una obra de teatro en Trujillo junto con el grupo Brilla América Espectáculos”

En el programa de logoterapia grupo de sentido, los estudiantes pudieron analizar las huellas de sentido en las diferentes épocas de su vida, haciendo de esta experiencia un encuentro gratificante y la vez aprendiendo que existe una voluntad de sentido en todas ellas.

Figura 6

El sentido de la voluntad

Nota: Figura 6, En la sesión 4 Voluntad de Sentido se utilizaron técnicas vivenciales como lo valores Experienciales en la dinámica Placer y alegría, la lectura La voluntad de sentido, el ejercicio experiencial Mis huellas de sentido, y la técnica del diálogo socrático centrados en la autotrascendencia y autodistanciamiento de los recursos noéticos de los participantes. Con estas técnicas vivenciales se pudieron lograr que los jóvenes valoren su significado de vida a través de las experiencias que tuvieron a lo largo de su historia personal. Las vivencias que pudieron evocar fueron dadas por una conciencia llena de sentido que actúa inmanentemente en todas las personas.

Fuente: Elaboración propia

La voluntad de sentido es definida por Frankl (2012) “como la lucha esencial del hombre por encontrar y realizar un sentido y un propósito” (p. 2). Esta voluntad de sentido es guiada por dos fenómenos humanos que son el amor y la conciencia y que dirige intencionalmente al hombre a buscar en las situaciones y personas singulares el sentido de su vida. A través de las huellas de sentido se pudo hallar esta voluntad de sentido inherente a las experiencias y vivencias de los estudiantes. Para esto se contó con técnicas logoterapéuticas que pudieron dilucidar que la hiperintención (deseo exagerado) e hiperreflexión (autocentrarse en uno mismo) se manifestaba bajo un vacío existencial en una vida que solo podía verse centrada en la búsqueda del placer y poder. Para afrontar estas tendencias se realizaron diálogos socráticos y dinámicas existenciales que lograron diferenciar como el placer era una experiencia diferente de la alegría, siendo este solo un efecto de ella y el poder un simple medio para lograr un sentido de realización. Las experiencias en las huellas de sentido hicieron que la voluntad de sentido recobre significado a través de las razones para la felicidad humana que se halla en una vida que está llena de una finalidad o propósito y que se va construyendo con situaciones y realización constante de sentido.

 

Sesión 5: el optimismo trágico

Preguntas Socráticas:

 ¿Por qué puedo decir hoy Si a la vida?

¿En qué me ayuda la elección de este optimismo para la recuperación?

¿Cuáles son tus principales huellas de sentido?

Después de haber entrado en contacto con la triada trágica, ¿Qué aprendí de ella?

¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?

Interpretación: La vida a pesar de tener circunstancias dolorosas, posee un significado y sentido que con motivación, fe y esperanza se puede orientar hacia una actitud de aprendizaje y optimismo que fortalece el interior. El sujeto 4 describe su experiencia: “Aprendí que vamos a estar frente a ello inevitablemente, pero podemos elegir ser optimistas antes las dificultades, podemos adoptar una adecuada actitud para afrontar las circunstancias y convertirlo en un valor para nuestra vida”

El sujeto 3 describe su experiencia:

“Lo puedo aplicar en muchas situaciones, pues a lo largo de nuestra vida, las circunstancias no siempre serán las mejores, y en algunas veces eso me puede frustrar y no ver un sentido, sin embargo, hoy esclarecí que las situaciones dolorosas también nos pueden llevar a la esperanza y a la fe”.

El sujeto 2 describe su experiencia:

“Sé que es difícil e inevitable sentirse mal o frustrado frente a una situación límite, pero lo importante es no estancarse, continuar, entonces la mejor manera frente a ello entonces frente a estas circunstancias pues la manera que lo aplicaría en mi vida sería permitiéndome sentir, luego pensar y encontrar un sentido, ya que considero que eso me serviría como motivación para continuar, además de tener un aprendizaje y ser más fuerte emocionalmente”.

En el Programa de logoterapia grupo de sentido, los estudiantes pudieron analizar su existencia a partir de las situaciones límite que sintieron en su vida y desplazar su sentido noético a partir de sus experiencias, en un aprendizaje de optimismo y transmutando el valor del significado de cada circunstancia difícil.

 

Figura 7

Modelo de Logoterapia sobre El Optimismo Trágico

Nota: Figura 7, En el programa de Logoterapia “Grupo de Sentido” se utilizaron técnicas de ejercicios vivenciales como valores de actitud “Menos mal”, cuento “Sentido y significado del sufrimiento” y la lectura “El Optimismo Trágico”; así mismo a través del dialogo socrático se realizaron preguntas para desplazar el contenido noético consciente en los estudiantes de la triada trágica de su vida: culpa, muerte y sufrimiento. A través de estas técnicas se logró un autodistanciamiento de una actitud fatalista ante las situaciones límite, reorientándolos estas circunstancias hacia a la libertad y responsabilidad de elegir desde una dimensión noética. Así mismo, se pudieron transformar las experiencias de la triada trágica de muerte, culpa y sufrimiento en un optimismo trágico con un significado superior que podía desplazarse en la fe, la esperanza o el amor, fenómenos intrínsecamente humanos que son inherentes a la dimensión espiritual.

Fuente: Propia

Frankl (2003b) refiere “el homo patiens puede realizarse incluso en el más estrepitoso fracaso. La experiencia enseña que son perfectamente compatibles el cumplimiento y el fracaso y, por el lado opuesto, el éxito y la desesperación” (p. 95). El homo patiens está representado por el hombre que sufre en la triada trágica pero que puede transformar su vida en cumplimiento y en la entrega. Es así como el programa de Logoterapia se encamino a la búsqueda personal y única de esta tendencia innata de misión personal ante las situaciones límite que toda persona afronta en su existencia.

 

Sesión 6: el sentido del sufrimiento

Preguntas Socráticas:

¿Qué he aprendido de los diferentes sufrimientos que la vida me ha ofrecido?

¿Gracias a mis experiencias de sufrimiento, ¿Qué significa para mi afrontarlos?

¿Cómo el sufrimiento ha transformado mi manera de ver el mundo?

¿Qué ha significado para mí el sufrimiento necesario que implica la vida?

¿Qué podría decirles a aquellos que innecesariamente sufren en la vida (adicciones, obsesiones, dependencia emocional, búsqueda de poder y placer, etc.)?

Interpretación: El sufrimiento tiene un valor de actitud inherente en la propia vida y de los demás, descubrir el significado del sufrimiento nos lleva a un aprendizaje y crecimiento humano, apreciando el sentido de las situaciones difíciles se llega a fortalecer el ser. El sujeto 1 describe su experiencia:

“He aprendido a darme cuenta que en algunas oportunidades era necesario sentirlo, otras veces este sufrimiento fue por vivencias que para mí fueron muy tristes en las cuales con el tiempo fui dándome cuenta de que gracias a esa experiencia y a ese sufrimiento pude aclarar muchas dudas y que gracias a ello pude surgir y no dejarme vencer por el dolor. El sufrimiento tanto mío como evidenciado de otras personas me hizo abrir los ojos ante situaciones que debía comprender para ser más centrada en mis decisiones, acciones y pensamientos”.

El sujeto 2 describe su experiencia:

“Significa que le encontrado un sentido y he decidido continuar, no estancarme o metafóricamente ahogarme frente a un sufrimiento, no viéndolo como un enemigo al sufrimiento, sino como un amigo del cual aprender, pero siempre permitiéndome sentir, porque en el momento no puede ser tan fácil para cada uno, además sufrir no es del todo malo, te hace sentir vivo”,

El sujeto 3 describe su experiencia: “Afrontarlos significa crecer como persona, ser resiliente, valiente, y aprender”. El sujeto 4 describe su experiencia: “Les diría que las situaciones difíciles pueden presentarse en cualquier momento de nuestra vida y que debemos rescatar el mensaje que nos deja, aunque no lo encontremos inmediatamente, cada experiencia nos deja algo que aprender, algo que podemos mejorar. Y podemos buscar ayuda profesional y familiar que nos acompañe durante el proceso para poder afrontarlo”.

El programa de logoterapia grupo de sentido, permitió un análisis existencial del sufrimiento como un valor de actitud, mostrando que a través de la reflexión espiritual se puede encontrar el sentido del dolor experimentado en la vida.

 

Figura 8

Modelo de la Logoterapia sobre El Sentido del Sufrimiento

Nota: Figura 8, El efecto de la logoterapia a través del Programa “Grupo de Sentido” ejerció un desplazamiento de la actitud noética a partir de las experiencias de sufrimiento en los estudiantes universitarios. Para tal propósito se realizaron ejercicios vivenciales como las técnicas de valores de actitud: “Por qué a mí”, el cuento “actitud del sufrimiento” y la lectura “El sentido del sufrimiento”; así mismo los diálogos socráticos desde la logoterapia permitieron el encuentro personal y consciente de una actitud noética que se proyectaba con reflexiones para el autodistanciamiento y autotrascendencia ante el dolor experimentado en la vida. Con estas técnicas de análisis existencial se pudo hallar un cambio de actitud frente a las condiciones o determinismos facticos del sufrimiento físico, psíquico o espiritual, por un reconocimiento de un valor superior en el sufrimiento que lleva a un padecimiento humano digno y con sentido. Lo experimentado en el “Grupo de Sentido” afirma lo que Frank (2015) manifiesta parafraseando a Nietzsche con la frase “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”, ya que a través de encontrar una actitud noble al sufrimiento humano, la persona llega a cumplir la tarea más alta de su vida.

Fuente: Propia

 

Sesión 7: el sentido de la vida

Preguntas Socráticas:

¿Cuál es la importancia de encontrar sentido en mi vida?

¿Qué vivencias me ha dado la vida para tomar sentido de ellas?

¿A través de qué formas he encontrado sentido en mi vida?

Actualmente ¿Cuál es el sentido de mi vida?

¿Cómo relaciono mis experiencias con la lectura anterior?

Interpretación: El sentido de la vida es una brújula que nos guía en el cumplimiento de una tarea, nos encontramos rodeados de varias personas y hechos que denotan un significado especial para poder vivir, encontrar en las situaciones un sentido de vida es un camino que nos proporciona una misión en este mundo. El sujeto 1 describe su experiencia: “La importancia es poder esclarecer el por qué estamos en este mundo y cuál es nuestro propósito para seguir viviendo y aprendiendo afrontar los problemas que encontraremos durante nuestra existencia” El sujeto 2 describe su experiencia:

“Es muy importante porque es la brújula que va a guiar toda mi vida, mis metas a corto y a largo plazo, mis expectativas y mis acciones diarias. Sin un sentido, nada de esto sería posible, ya que iría a la deriva, sin tener objetivos claros y sin plantearme si lo que estoy haciendo está bien o no”.

A través del programa de logoterapia grupo de sentido, los estudiantes pudieron realizar un análisis existencial de su sentido de vida y reflexionar sobre el significado de su misión en la vida a pesar de circunstancias difíciles o en la falta de respuestas, desplazando su actitud noética para tener conciencia plena de la singularidad en el cumplimiento de su tarea en este mundo.


 

Figura 9

Modelo de la logoterapia sobre el sentido de la vida

Nota: La figura 9, En el modelo de la logoterapia aplicado a los estudiantes en el Programa “Grupo de Sentido” se pudieron realizar técnicas como el ejercicio de autotrascendencia Encontrando Sentido, el cuento Una razón para ser feliz, la lectura El sentido de la vida y diálogos socráticos que se proyectaba en los valores de realización personal y en la autotrascendencia y autodistanciamiento de la dimensión noética. Es así como a través de lo trabajado por la logoterapia se hizo reflexionar al grupo focal sobre las neurosis colectivas que se manifiestan actualmente en el fatalismo, la actitud provisional ante la vida, el fanatismo y el pensamiento de masa (Frankl, 1991; 2011). Estos antivalores descritos se promueven hoy en día por los pandeterminismos como es el psicologicismo, biologicismo y sociologicismo que reducen al ser humano a una temporalidad y facticidad de un ser producto del destino, el azar, pulsiones o condicionado por factores psicofisiológicos. Es a través de estos mecanismos que el reduccionismo surge equívocamente como una orientación a la voluntad de poder o placer como fin último del ser humano, quedando el hombre en una frustración existencial al no encontrar el sentido a su vid, ya que el poder solo funciona como medio para un fin, igual que el placer que es el efecto secundario de una razón o sentido de algo superior. Cuando la persona pierde el sentido de sus vida llena su vacío con todo el placer o poder que pueda conseguir, dando como resultado una frustración existencial ya que estos son factores secundarios de una realización de la voluntad de sentido que se da a través de la conciencia reflexiva de encontrar en lo peculiar y singular de cada situación el sentido de la vida a pesar de las circunstancias difíciles halladas en ella. Es la voluntad de sentido un factor superior donde se encuentran los valores como realización de un sentido de vida plena. Es en este modelo descrito de la logoterapia sobre el sentido de vida que los estudiantes llegaron a desplazar su actitud noética para encontrar en sus experiencias el sentido único y personal que tenían como una misión para entregar en su vida a pesar de las circunstancias o condicionamientos psicofísicos.

Fuente: Propia

 

Sesión 8: el suprasentido y sentido último

Preguntas Socráticas:

¿Qué coincidencias he vivido, que más bien parecen Diosidencias?

¿Por qué creo que la vida me está dando la oportunidad estar vivo?

¿Cómo se ha hecho evidente el suprasentido en mi vida?

¿Qué esclarecí y cómo puedo aplicarlo a mi vida?

Interpretación: Las experiencias que no son explicadas por la razón, tienen un fin último para la realización de sentido, ya que a través de esos hechos se logra comprender que tenemos una tarea pendiente que realizar. Valorar las circunstancias extraordinarias que hemos experimentado en nuestra vida es un aprendizaje significativo para nuestra existencia.

El sujeto 1 describe su experiencia:

“Porque he venido a este mundo con un propósito que cumplir, metas y objetivos por los cuales alcanzar y en ellos están incluidos personas que necesitan de mi tanto mi familia como personas que se cruzaran en mi vida y necesito aprender de ellos y ellos de mí”.

El sujeto 2 describe su experiencia: “Se ha hecho presente en diferentes momentos, como creyente siempre diré que no todo tiene una explicación científica, sino que Dios siempre intercede por nosotros, cuidándonos, ayudándonos, y tengo muchos motivos para sentirme agradecida y bendecida”. El sujeto 1 describe su experiencia:

“Cuando me enferme a los 18 años de edad y estuve en cama por dos meses y fue algo que jamás pensé que me pasaría, hasta mi familia pensaba que podría pasarme algo peor, pero fue donde pude darme cuenta que solo era una enfermedad y yo podía salir adelante, así que el agradecer a Dios, al universo y a cada parte de mi cuerpo fue que empecé a mejorar y claro que con ayuda de algunos medicamentos puedo estar aquí y ahora siendo quien soy”.

El suprasentido y sentido último se analizó reflexionando sobre las Diosidencias en la vida y el significado de estas para un sentido de realización. Las Diosidencias son los hechos inexplicables que no se pueden entender con la razón humana y que son interpretadas por la fe y esperanza de un suprasentido superior al que no podemos evidenciar empíricamente.

 

 

Figura 10

Modelo de la logoterapia sobre El suprasentido y sentido último

Nota: Figura 10, en este modelo de logoterapia realizado a través del Programa “Grupo de Sentido” se pudieron realizar ejercicios vivenciales como las técnicas de autotrascendencia como “El Oráculo”, el cuento “Fe y esperanza” y la lectura “El suprasentido y sentido último”; así mismo se desarrollaron diálogos socráticos para explayar los valores de realización, autotrascendencia y autodistanciamiento de la actitud noética en la responsabilidad de un sentido de vida último hallado en las Diosidencias de la vida. El suprasentido es manifestado por medio de un sentido mayor al que podamos entender con la razón, el cual nos direcciona hacia la fe y esperanza de un significado único y peculiar de la vida. Esto se pudo reflejar en los estudiantes a través de las técnicas logoterapéuticas aplicadas que hicieron reflexionar sobre sus Diosidencias y el sentido último de estas para su vida.

Fuente: Propia

Para entender el Supraentido y sentido último de la vida Frankl (1995) refiere que nos puede ser útil el símil matemático de la sección áurea, según el cual la parte más pequeña está en relación a la más grande como esta última lo está al respecto del todo. Esto denota que la existencia obedece a una jerarquía ontológica superior, y por ende nos regimos por fuerzas que tienen un sentido último mayor que el que nos pueda proporcionar la razón humana ya que solo es explicado por una dimensión noética en la fe y esperanza.

Como conclusiones de este estudio cualitativo fenomenológico podemos analizar y mencionar que:

A través del análisis existencial en el programa grupo de sentido se pudo profundizar sobre en las experiencias de la actitud noética de autodistanciamiento y autotrascendencia respecto a los fenómenos de libertad, responsabilidad, valores como realización de sentido, optimismo trágico, sufrimiento, sentido de vida, suprasentido y sentido último en los estudiantes universitarios.

El efecto de la logoterapia en el programa grupo de sentido desarrolla una actitud noética de los estudiantes universitarios a través de ejercicios vivenciales en los valores de realización de sentido, cuentos logoterapéuticos, lecturas de logoterapia y diálogos socráticos sobre la autocomprensión, autodistanciamiento y autotrascendencia del ser.


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ÍNDICE

 

DEDICATORIA

06

PROLOGO

08

 

 

INTRODUCCIÓN

09

 

 

CAPÍTULO I: Conceptualización desde el sentido de la vida del hombre del siglo XXI.

16

1.1.

Antropología filosófica personalista

16

1.2.

Logoterapia

19

 

CAPÍTULO II: Los valores como realización de sentido en la educación del siglo XXI

22

 

CAPÍTULO III: Neurosis colectivas: el vacío existencial de nuestra época y los nuevos Homines Sacri

32

3.1.

La Actitud Fatalista

35

3.2.

Actitud Provisional ante la Vida

39

3.3.

El Pensamiento Colectivista

39

3.4

El Fanatismo

41

 

CAPÍTULO IV: El amor en la posmodernidad y el pansexualismo como objeto de consumo

51

4.1.

Postura Personalista de la Sexualidad y el Amor

58

4.2.

La actitud Sexual

63

4.3.

La actitud erótica

64

4.4.

Enamoramiento según la concepción de Freud

66

4.5.

El amor como transcendencia humana

67

4.6.

El Pansexualismo como Objeto de Consumo

70

4.7.

Sociedad de la píldora.

71

4.8.

Perturbaciones de las neurosis sexuales

72

4.9.

El origen de las Perversiones Sexuales.

77

4.10.

Casos de niños transexuales proyectados a objetos de Consumo Pansexualistas

80

4.11.

Orgias sexuales: el nuevo comercio Pansexualista

86

 

CAPÍTULO V: Necesidad de una psicoterapia compleja y encaminada hacia el sentido de vida

89

5.1.

El diagnóstico a través del criterio nomotético

89

5.2.

El diagnostico a través del análisis descriptivo explicativo

89

5.3.

Criterios para una psicoterapia de sentido (logoterapia)

97

5.4.

Los pilares de la logoterapia (primera triada)

100

5.5.

Los valores de realización de sentido (segunda triada) 

101

5.6.

La triada trágica (tercera triada)

101

5.7.

Técnicas de la terapia de sentido

102

 

CAPÍTULO VI: Estudio del análisis existencial en jóvenes universitarios en un estado de emergencia sanitaria

107

6.1.

Programa de Logoterapia: “Grupo de Sentido”

 

108

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

131

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Este libro se terminó de editar en

Ediciones El Hacedor –

Calle Lambayeque Nº 1039-Lambayeque.

Lambayeque-Perú- Mayo-2021.

 

 

 

 


 

 

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