Juan Ramírez Ruiz, a cuatro años de su partida (1946-2007) sigue siendo un poeta desconocido para la gran mayoría de lambayecanos y acaso reclamado con exclusividad enfermiza por un grupo pequeño que lo necesita para justificar sus desbandes, sus estropicios y embotellamientos alcohólicos y alucinógenos.
Juan Ramírez es más que esas justificaciones oportunistas y erráticas, es un poeta socialmente comprometido con una multitud de ideas de avanzada, un teorizador nato, un percutor estético, un diciente filosófico y un fundamentador estético que sorprende. Sus conductas a veces agresivas, al final de sus días en Chiclayo, se dieron, creo yo, porque lo marginaron y no le dieron el lugar que merecía mientras vivo. No tuvo la ocupación laboral que merecía y llevó la literatura hacia cambios románticos de transformación social, de totalización e integralidad vida / literatura, sociedad / historia, revolución / vida. Juan le dio todo a la literatura. Y la sociedad ni los mismos lectores le pagaron con nada. Es la gran deuda que nos toca empezar a pagar: leerlo.
Nicolás Hidrogo Navarro
Lambayeque, enero 06 de 2011
Un hacedor, a diferencia de un hablador, no dice ni ofrece nada, su estrategia es HACER.
"Entré a la literatura como un rayo; saldré de ella como un trueno"- Maupassant
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