Raúl Ramírez Soto, maestro eximio de la décima, representa esa vena satírica, costumbrista y muy escrutadora de la realidad lambayecana, sus costumbres y esa fina manera de poetizar con tono zumbón zaherir las costumbres torcidas y anacreontizar la idiosincrasia. Las décimas de pie forzado constituyen su especialidad y desde ya su incesante producción sigue siendo el orgullo de todos cuantos amamos este género.
Tan orgullosa de ser su nieta :D
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