NARRAR: DULCE MANÍA DE VIVIR ESCONDIDO ENTRE LOS PERSONAJES
Por: Nicolás Hidrogo NavarroNarrar te da la categoría de un pequeño dios atribulado: das la vida y despojas de ella a quienes te plazca, literariamente. Puedes esconder datos personales y reales, como escamotearlos y hacer una fusión de ellas hasta desaparecer y confundidor la realidad con la imaginación y fantasía: al final de todo ese proceso de entrucamiento, tienes un producto: literatura, que no es ni verdad ni mentira, que no estas obligado a demostrar la veracidad ni la denotatitividad de las cosas. Siempre hay una tentación de utilizar el elemento autobiográfico como parte del menú literario ofrecido a los lectores, a veces funciona, pero casi siempre al final, cuando el escritor llega a vender una imagen de genialidad o grandeza, antes no. Sin embargo, en todo texto que se precie de poseer una fuerte dosis experiencial, siempre hay un narrador escondido, que muchas veces se disfraza por no parecer ni tan pacato que todos nos decepcionemos de él ni tan calidoscópico que nadie se fije en él. Es que no hay hecho narrado más emocionante que aquel en la que no haya una intervención directa del narrador, pues las cosas vividas tienen mayor nudo y pasión que aquellas donde todo se supone, invenciona o imagina. Esto podría parecer una contraposición a la literatura de ciencia ficción, sin embargo un lector humanizado encuentra entre los muertos literarios un mejor sabor a carne que a hojalatas o hierros retorcidos o un fantasmagórico “quite de la vida”.
Estar y no parecerlo, es quizá una de las maravillas del narrador tácito, pues no sólo crea la intriga sino que aumenta la curiosidad y la motivación de un lector sobre avisado que espera husmear entre las hojas y los párrafos algún signo de quien puede ser juez y parte de un mundo de ficción.
Hay cierta gloria en el narrar, pueden utilizarse con mucha licencia los elementos anecdóticos, ficcionales, vivenciales, emotivos, biográficos y licuarlos de tal manera que salga todo un caldo tan mullido que el lector no atiene a diferenciar un ingrediente del otro: entre la verdad denotativa y la mentira connotativa o literaria. Muchos lectores, carentes de nociones narratológicas cuestionan la vida o la muerte, los hechos o sucesos de los protagonistas con tan juicio y contundencia que es como que estuvieran viendo frente as sus ojos una verdad que sólo le corresponde al mundo de la ficción y se olvidan que no todo es probable en literatura y que ella está poblada de triquiñuelas y de mentiras verdaderas. Algo así como cuando éramos niños y creíamos que las cosas del cine eran ciertas tal como lo registra la cámara, pero que terminábamos desengañados cuando veíamos aparecer al mismo actor que en una película pasada fue arrollado y triturado por un tren y que ahora “regresa como si nada hubiera pasado”. Es obvio que aún en nuestro subconsciente, el lector o espectador, se resiste a creer que tanto en literatura como en el cine: todos son construcciones verbales o icnográficas.
Muchas veces iniciar un cuento puede oscilar entre relatar sin planificar, lo que salga y hasta donde llegue la inspiración de la imaginación, o un suceso que viene bullendo en la imaginación y molestosamente como un moscardón, día y noche, meses o años quizás, puede estar gravitando en la órbita de la espera del añejamiento hasta que no se vea vaciado en una gran masa estructurada y disponible para ser leído por los demás, después de pasar por la simbiosis de un ser imperfecto o amorfo hasta ser convertido en una pieza exhibible.
Iniciar y terminar un cuento, que esté al gusto de uno y de los demás, puede ser quizás una de las aventuras creativas más sorprendentes y prodigiosas, casi como ver nacer de una crisálida una mariposa, casi como ver parir de un diablo, un ángel.
A) Carlos Muro Yovera
En La visita, Carlos Muro continúa parte de su estrategia narrativa de presentarnos una leyenda urbana con un final epifonémico. La historia de los aparecidos, fantasmas cargado a sus víctimas o invitando a emparejarse a su más allá, le da vida a un sabroso cuento que entremezcla el amor y la muerte, el misterio y la intriga. El retorno del bienamado fantasmalmente buscando a su compañero terrígeno, mueve la historia a croniquear un suicidio con la de una asesinada. Le lengua directo y de estilo anecdótico, el cuento tiene el carácter de un monólogo exterior y el final lánguido de una tragedia humana, peor reencuentro celestial y divino para el amado, quien opta por igual las dimensiones y sobreponerse a la frialdad de la recurrente alma. Aún cuando el cuento fascina por la historia, la técnica de los finales de los finados en el autor, debe ser mejor retrucada y delineada con otra estrategia para ofrecernos otro tipo de cosmovisión, la misma historia, pero con diferente final.
B) Arturo Bravo Flores
El cuadro, recrea una leyenda urbana de los fantasmas aparecidos, típicos en el norte del Perú (Piura-Amazonas-Jaén-Lambayeque) a partir de viejas historias europeas sobre el encantamiento de los personajes icónicos de las pinturas encerradas en castillos misteriosos. Con un final abierto y cíclico, combina la pasión lasciva de la duende por el humano provocado y su funesto tributo la locura o algo parecido a ella: el demencial abandono o el deseo de volver a vivir la experiencia a costa de la mendicidad. Con un lenguaje sibilino, directo, anecdótico, traducido de la oralidad, impresiona por la fuerza cuasi experiencial y con ambientación local. Arturo Bravo, no hace sino reafirmar que sus historias son el fruto del pensar y del inquietante relato corto que reobtiene en las conversas de borrachera o las noches de abuelas. Su planeada estrategia de dejar las cosas in crescendo para el final, le da un asidero que son cuentos que no sólo está pensado en su argumento, sino en la planificación de sus partes.
C) Antonio Castro Cruz
Un imperio para su canidad, es una diversifica historia interespacial de ciencia ficción, urdida de experiencias personales de niño, que elucubra una ironizada ridiculización del todopoder, del que en algún momento se siente dueño del universo. Como ciencia ficción tiene sus incongruencias; pero como ficción recreadora tiene el mérito de construir un futurista personaje y su mundo bélicos lleno de intrigas.
Trabajado inicialmente con un lenguaje denotativo y hasta casi enciclopédico astronómico, mezcla nombres de la mitología griega con la historia del siglo XX, razón que le hace perder un encanto natural de narración para parecerse más a una disertación científica trucada.
Sin embrago el valor del cuento radica en su versatilidad del personaje central, constituido en la figura de un perro en la primavera y el otoño de su poder.
Los diálogos le dan cierta agilidad y verosimilitud al relato, peor le restan descripción, dando una impresión de permanente movimiento de una historia de comics o dibujos animados. La fuerza expresiva del lenguaje de la denotatividad, oculta su connotatividad, situación por demás anómala en un relato que oscila entre la ficción, historia y el ensueño de un niño que se quedó dormido cuando su padre intentaba hacerlo dormir entreteniéndolo con un cuento distorsionado.
Lambayeque, octubre 18 de 2005
Nicolás Hidrogo Navarro
Coordinador General Conglomerado Cultural –Lambayeque-Perú
I CUENTO LEIDO
LA VISITA
Por: Carlos Muro Yovera
Llovía y los pasos en el agua sonaban fláccidos, metió nerviosamente la llave y entró, todo estaba oscuro y solo brillaban las gotas de agua sobre el cubretodo negro que llevaba desde hacía tres meses y que juró que siempre vestiría. Dejó las llaves sobre la mesa junto a la puerta y prendió una lámpara con una luz muy tenue, la puso sobre la mesa tardó un poco en acostumbrarse a la luz pero cuando miro a la mesa sus ojos se engrandecieron de sorpresa pero era un híbrido entre rabia y satisfacción,
-Otra vez tú aquí, pensé que nunca más vendrías después de cómo te trate la última vez. Qué es lo que quieres……….. Un silencio invadió la habitación por casi diez minutos, hasta que jaló una silla y el sonido rompió el hielo.
Puso sus manos sobre la cara y las movió hasta la cabeza, muy rápidamente y se comenzó a jalonear los cabellos. !!!!Pum!!!! -un fuerte sonido estremeció la mesa- la golpeó con sus dos manos fuertemente, ¿Por qué demonios tuviste que irte?, ¿por qué me dejaste si te amaba tanto?, ¿Por qué tuvo que cursarse ese maldito en nuestras vidas?, ¿Por qué de tantas mujeres en el mundo tuvo que elegirte a ti?
¿Sabes? Te ves muy bella esta noche, esa luz que irradias te hace única. Realmente te sigo amando. Y sus lágrimas comenzaron a brotar, parecía un niño sin consuelo.
-¿Pero por qué no te mueves? Te has vuelto tan fría desde que te fuiste, ¿es que tanto has cambiado? ¿Me has dejado de amar ya? Maldita sea que hago si solo estoy en este mundo deambulando sin saber que hacer, ni siquiera como, casi ni duermo y si duermo, en mis sueños esta tu imagen, en esta casa esta tu olor, tu presencia sigue aquí y siempre lo estará. ¿Por qué no vuelves? Gritaba mientras golpeaba la pared con ambos puños. ¿Por qué no vuelves?, ¿Por qué no vuelves?, ¿Por qué no vuelves?.......... y su voz se fue apagando. Su expresión era cansada tenia ojeras, y la casa estaba totalmente descuidada.
¿Dónde está es Dios al que tanto llamabas por las noches? ¡Bah! Puras mentiras porque si ese Dios de verdad nos amara no hubiese dejado que te vayas.
Al maldito ese no lo he encontrado aun, porque créeme que si lo logro ver lo mato, me ha robado la vida entera, me ha dejado en la más absoluta soledad, no te culpo a ti. Es más tú no tienes la culpa de nada. Puedes venir cuantas veces quieras, puedes estar aquí el tiempo que quieras, pero no te lleves mis recuerdos, que son lo único que me acompañan en las mañanas cuando estoy sentado en la mecedora, aquella junto a la ventana que da al jardín, ¿La recuerdas? Solías decir que la luz del sol hacía ver mis ojos más claros y venias corriendo a mis rodillas a sentarte y me pedías casi como una niña que te cuente una historia. Nunca supe si en realidad te gustaban o solo lo hacías por hacerme sentir bien. ¿Puedes contestármelo ahora? Pero que pasa por que no me contestas. Dime por que siempre vienes a atormentarme, ¿es solo para recordarme que ya no vives conmigo? O tal vez porque un día de estos ya no vendrás más y quieres llevarte una imagen mía y de mi sufrimiento.
¿Qué estoy haciendo? Tienes la amabilidad de venir por mí y me porto así contigo, Perdóname, te pido que me perdones mi amor. Dime algo ¿hoy como siempre te iras cuando den las tres? Pues aun faltan quince minutos y no te he dicho todo lo que sufro por ti, aunque creo que es obvio. El silencio consumió un poco más de la noche y la voraz ansia penetró a Oscar. Solo faltan unos minutos para las tres.
¿Vendrán por ti hoy? o ¿te iras sola rápidamente perdiéndote en la nada como siempre?
No hubo respuesta y una idea nació para matar su pena. – note vayas por favor espérame, quiero ir contigo, solo recogeré algo y me iré contigo, no me hagas esos gestos, ¿No ves que no puedo vivir sin ti? Déjame ir a tu lado, solo espérame un momento.
El sonido de los zapatos contra la madera de la escalera rompía el silencio de la madrugada, llegó a su habitación, se paró frente al armario y dijo “ahora es cuando debo demostrar mi valor y mi amor por ella” abrió el armario y saco una cajita que estaba con llave, se metió la mano dentro de la camisa y saco la llave que le colgaba del pecho, introdujo la llave y abrió la caja, en la parte superior interna de la caja había una pequeño espejo en el cual se reflejó y notó su desagradable aspecto descuidado, metió la mano dentro de la caja y sacó una pistola luego cogió una rosa que estaba en el florero sobre el buró. La casa estaba totalmente en silencio y en la habitación de Oscar se escuchó un disparo. Los perros comenzaron a ladrar y pronto se calló todo otra vez.
Hacía tres meses que la esposa de Oscar había muerto atropellada por un conductor ebrio.
Él fue hallado muerto a la mañana siguiente en su habitación y al lado de él había una rosa marchita.
II CUENTO LEÍDO
EL CUADRO
Arturo Bravo Flores
arthurbio@hotmail.com
Luego de bailar y beber unos tragos, decidió llevarla a un hotel.
Ya las bulliciosas calles de Chiclayo lucían tristes y vacías, eran cerca de la media noche.
Ingresaron a la Cuglievan una solitaria y oscura calle; ideal para los amantes, a media cuadra estaba el hotel, una antigua casa de tres pisos comprada en remate y ahora acondicionada para ofrecer servicios de hospedaje. Sus pasos hacían eco en la silenciosa calle, donde la tenue luz de los postes dejaron ver a unos hombres que por su aspecto parecían estar locos, caminaban como zombis, como seres sin voluntad, como poseídos por algo, el temor les invadió y apuraron el paso, de pronto; de entre las sombras uno de ellos les salió a su encuentro. Un aire frío le envolvió todo el cuerpo, Diana muy asustada se aferró fuerte al brazo de Miguel que preguntaba a aquel extraño ser que es lo que quería. ¡Regálame unas monedas!, escuchó decir, Miguel recordó que tenía unas cuantas en su bolsillo, las sacó y las tiró al piso, aquel hombre desesperado empezó a recogerlas, esto les dio tiempo para alejarse.
Ingresaron al hotel muy nerviosos, el hotelero les miró algo preocupado. Miguel observó que en la acera del frente había más de esos hombres extraños que miraban como hipnotizados el hotel ¿Quiénes son esos tipos que están en la calle? pregunto Miguel aun consternado, no lo sé, comenzaron a aparecer unos meses después que abrieron este hotel, pero descuide, son inofensivos ¿piensan quedarse a dormir? ¡sí! bueno, aquí tienen las llaves, el cuarto número 308 por favor, que pasen una confortable noche. Gracias contestó Miguel, cogió las llaves y se dirigió hacia las escaleras, Diana lo miraba con ansia y deseo, sentía que un fuego la consumía por dentro y que necesitaba apagar con urgencia. Ya se disponían a subir cuando algo atrajo la atención de Miguel, en una pared del hotel había un enorme cuadro, en cuyo lienzo estaba pintada una hermosísima joven, estaba totalmente desnuda acostada sobre un lecho de sedas; Miguel se quedó lelo al ver tanta belleza, su piel era blanca como la porcelana, unos lindos ojos celestes adornaban su tierno rostro de niña, unos labios rojos y carnosos invitaban a besarla, su larga cabellera rubia caía como una majestuosa catarata sobre sus dos generosos senos que contrastaban con la línea curva de sus perfectas caderas, las cuales descendían por sus largas piernas que parecían envolverlo. No pudo contenerse más y se acercó al cuadro pasó su mano sobre el lienzo, parecía tan real que hasta pareció sentirla ¿vas a subir o no? Le gritó Diana desde las escaleras ¡Sí! Ahora voy.
Ya en el cuarto dieron rienda suelta a sus deseos, hicieron el amor desenfrenadamente, hasta que Diana cayó satisfecha y rendida sumiéndose en un profundo sueño. Miguel se quedó despierto se sentó en una silla frente a un ventanal que daba la calle, su cuerpo desnudo sintió una fresca brisa que ingreso abruptamente al cuarto; prendió un cigarrillo y se puso a pensar en el cuadro que había visto hace algunas horas, de pronto sintió que alguien habría la puerta, de un salto estuvo allí, preguntó quien era y nadie contesto. La abrió lentamente, no podía creer lo que vieron sus ojos, era ella, la joven del cuadro totalmente desnuda; entró al cuarto y cerró la puerta, Miguel miraba preocupado a Diana.
Quiso hablarle pero ella no le dejó, se colgó de su cuello y lo besó apasionadamente, él no pudo resistirse y se dejo llevar por el deseo. Sobre la silla hicieron el amor durante toda la noche, su delicado cuerpo se movía perfectamente hasta arrastrarlo hacia un profundo transe. Cuando despertó ya no estaba, se sentía confundido y se preguntaba si todo había sido un sueño.
Bajó las escaleras desesperado a ver el cuadro y confirmó que allí estaba, brillando esplendoroso sobre la pared; no podía entender lo que estaba sucediendo. El hotelero le contó que ese cuadro había estado allí cuando compraron la casa. Ese día Miguel recibió muchas amonestaciones en el trabajo por varios motivos: llegó tarde, estuvo distraído, somnoliento y pensativo; hasta Diana se molestó con él. Pero nada le importaba más, a que llegara la noche, pues había decidido ir nuevamente al hotel a confirmar si todo aquello había sido real.
Pidió el cuarto 308 .Una vez allí se sentó esperar a ver que sucedía, había dejado la puerta entre abierta; al cabo de unas horas de espera la vio entrar toda desnuda, hermosa, delicada no podía salir del asombro pero era real, ya no le importó quien era simplemente se entregó al placer. Esa noche como las posteriores hicieron el amor sin cansancio hasta quedar dormidos, sobre la humedad de sus cuerpos que se separaban cuando llegaba el día.
Al cabo de tres meses Miguel fue despedido del trabajo, Diana terminó su relación con él, pero a Miguel nada le importaba más que llegar al 308. Pero sin trabajo el dinero se le fue acabando hasta que llegó el momento que no tenía un céntimo, entonces empezó su infierno. Comenzó a rondar por las noches el viejo hotel, su aspecto se tornó deplorable, caminaba como zombi como un ser sin voluntad como poseído, entonces sintió hambre, a media cuadra vio una pareja él le salió a su encuentro, y les pidió unas monedas. Aquel joven muy asustado sacó unas cuantas monedas de su bolsillo y las arrojó al suelo, Miguel desesperado se agachó a recogerla, mientras que ellos se alejaban temerosos rumbo al hotel.
III CUENTO LEÍDO
UN IMPERIO PARA SU CANIDAD
Por: Antonio Castro Cruz
V
en, junto conmigo, dame tu mano, deja tus enseres (por ahora), mírame a los ojos, fijamente …
Mira y dime si llegan tus ojos, allá en donde todo se hace oscuro ¡el universo!, estructura total de todo lo que existe, desde un átomo hasta las galaxias. ¿Has observado el cielo en una noche clara y sin nubes?, allí el “Señor Universo” senos presenta como una bóveda oscura en la que hay estrellas, planetas, nebulosas, rocas y polvo interestelar que tienden a agruparse en galaxias.
Las galaxias contienen millones de estrellas, además de planetas, satélites y polvo interestelar.
Las nebulosas son nubes gigantescas y difusas formadas por nubes y polvo interestelar.
Se que todo esto lo sabes porque has llegado a tu sexto de primaria, ¡Pero!, ¡Pero!, la mayor parte, cerca del 90% del universo esta formada por cuerpos y materias aun desconocidas por los científicos.
Oculta, muy oculta entre ese 90% de materia desconocida, se hallaba una estrella que estaba habitada. Es que las estrellas son los cuerpos celestes más importantes del universo. Esta era una estrella supergigante y de color rojo, porque al inicio las estrellas son pequeñas, blanco azuladas, muy brillantes y están muy calientes.
Pero después de millones de años de actividad, gastan su combustible y cambian de color, si la temperatura es intermedia producen luz amarilla y las menos calientes, es decir las más viejas son de color rojo.
En nuestra “estrella roja” habitaban muchos salvajes, barbudos, colmillos grandes, pies fuertes y eran antropófagos; que rendían culto a Selene y sabían que era la diosa de la Luna, ellos eran Selenitas, allí se explicaba toda su historia.
Llegados, quien sabe, de otros lugares del universo, estaban los Perseidas, como su nombre lo indica (Lluvia de estrellas fugaces) una vez más llegarían para iniciar un imperio, curiosamente entendían su destino; pero ya no tenían un líder, su antiguo emperador agonizaba envenenado quizá por algún polvo interestelar, todavía tuvo una brillante idea, hizo traer a su perro (el que más lo amaba) y se lo empezó a comer. Absolutamente nadie vio la metamorfosis y un día apareció:
-Era un ser mitad hombre y mitad perro; guardaba las cejas arqueadas hacia abajo (señal de su maldad) tenía un enorme colmillo (el otro se le había caído) era enorme (dos metros y medio) sus orejas paradas y su cola peluda. Sus garras eran poderosas, llevaba aun el vestido de emperador, sus fuertes pectorales y velludos brazos resaltaban, debía pesar algo de 300 kilos. Todos al verlo se arrodillaron y él con su voz de trueno llamó al comandante:
-Helios, dame el reporte de la situación.
Helios se acercó y haciendo una reverencia expresó:
-¡Su canidad! Los millones de hombres que ves aquí te sirven y estamos próximos a conquistar todo lo que es Estrella Roja … el emperador sacó su enorme lengua y se la pasó por todo su hocico, los ojos le brillaron y recostándose en el trono le dijo:
-Helios, comandante en jefe de mis ejércitos, yo Emperador Supremo y Señor del Universo, te ordeno que una vez que te retires de mi presencia, tomes bajo tu mando un ejército de hombres de reconocida valentía: 120 millones de soldados de infantería y 12 millones de caballería y luego ponte en marcha contra todos los que no quisieron rendirse antes.
-Ve, Helios y ocupa en mi nombre todos los territorios y guárdamelos hasta que yo los castigue. Pero no tengas compasión con los que se resistan, entrégalos a la matanza y al saqueo a donde quiera que vayas ¡cumple mis órdenes sin tardanza!
Apenas Helios salió de la presencia del rey se apoderó rápidamente de casi toda Estrella Roja, solo un grupo de Selenitas, los Ceres, se opusieron tenazmente.
La batalla final tuvo lugar en la constelación de las Tres Marías, allí Helios impuso su caballería e infantería por demás impresionante, pero Perseo, soberano de los Ceres, combinó su reducido ejército en tres partes: una ala derecha defensiva, una ala izquierda ofensiva y un centro de empuje, además de una reserva de caballería. Ese día pelearon hasta muy tarde, se lanzaban meteoritos pequeños, se rociaban con polvo interestelar y se clavaban entre si con rayos finos y largos.
El mismo Helios fue herido y firmó un acuerdo con Perseo, éste había logrado civilizar más a los Selenitas de su grupo Ceres.
Apiadándose del enemigo, Perseo se presentaría como vencido a cambio de recibir más civilización y tecnología.
Los perseidas recibieron a los vencidos con júbilo, por primera vez en su vida Perseo y sus generales vieron a un emperador así.
-¡Su canidad! exclamó Helios, traigo nuevos súbditos. El emperador pasó su lengua por todo su hocico, los ojos le brillaron, se recostó en su trono y rascó suavemente su oreja, entonces con voz de trueno expresó:
-¿Cómo te llamas?, ¿quién eres?.
-¡Su canidad! Señor Supremo del Universo, soy Perseo, soberano del grupo de Selenitas, llamados Ceres y ahora soy tu súbdito.
Estas palabras agradaron al emperador, quien hizo trato con Perseo.
Los ejércitos imperiales de Helios y la táctica de Perseo, fueron materia prima de la conquista de Estrella Roja, por su parte Perseo le enseñó a Helios y al mismo emperador el trato generoso hacia sus subordinados.
Lo que pedían se les daba, a cambio ellos entrenaban para conquistar otras estrellas.
Los súbditos pedían “energón” y esto debía cumplirse, ya no dormía el emperador, todas las mañanas se reunía en el Areópago, aquella colina, en donde se reunía el Consejo Imperial.
-¡Su canidad! le decían a una sola voz, hemos de conquistar el cinturón de asteroides, tan valioso y lejano y al oír esto lavaba con su lengua su hocico y le brillaban los ojos.
Los súbditos pedían traer porciones de lenguas de gases incandescentes que se elevan como llamaradas en la superficie solar y el emperador se los cumplía.
Se atrevieron a pedir colonias modernas, costó millones de trozos de energón, materia que alimentaba a cualquier planeta, pero en un instante estaban construidas sendas colonias, pobladas de lujosos palacios.
Pero sucedió lo inevitable, fieles a sus instintos, los Selenitas, que pasados miles de años, habían olvidado todo, encontraron entre los juguetes del niño Hefestión una maqueta vieja, que mostraba a Selene con una luna en su mano y muchos otros hombres en la otra, se notaba que los iba a depositar en esa luna, cuya letra inicial era “CH”, la llamaron luna CH, fueron a ver a Celón y le dijeron:
-Nosotros, del grupo de Ceres, los más destacados de los Selenitas, vemos como Perseo, el soberano, sirve a su canidad, no tenemos queja de él, pero sabemos que nuestro destino es llegar a la luna CH; tú, Celón, jefe del grupo secreto de resistencia contra los Perseidas puedes derrotarlos, oblígalos a que nos lleven a nuestro destino, marcha adelante y nosotros te seguiremos.
-¡No! ¡No!, replicó Celón, Perseo ha sido siempre fiel a nosotros ¿cómo hemos de traicionarle?
-Entonces habla con él y luego avísanos …
Oculta fue la entrevista entre Perseo y Celón, al siguiente día irían a ver al emperador.
-¡Su canidad!, le dijeron, toda Estrella Roja está descontenta quieren llegar a … y le explicaron todo.
Esta vez el Areópago fue centro de discusiones, Celón, Perseo, Helios, Ascalón, Diógenes; todos ellos generales y consejeros no sabían que decirle al emperador, este disolvió el consejo y se quedó solo.
Día a día se enfermaba, sus ojos legañosos, sus orejas caídas y un leve moquillo que obstruía su nariz … ¡de pronto apareció! ¿Quién le había dado permiso? Era un alienígena de 3 metros, cuyo rostro no se veía, las orejas le arrastraban hasta el suelo, en ves de pies tenía lechugas, sus largos brazos eran torcidos y pesaba a la sazón 30 kilos. Habló con un tono de flauta débil:
-¡Su canidad! me llamo Sputnik, yo tengo la solución a sus problemas, resulta que los Selenitas desean volver a su lugar de origen, deben ir a Plutón, el planeta más pequeño del sistema solar. Además es el más distante y el más frío.
-¿Allí quieren vivir? rugió el emperador …
-No, gran Señor, resulta que Plutón posee un satélite conocido llamado Charonte, que es casi de su tamaño y esta tan cerca de él que algunos llaman a Plutón “El planeta doble”.
-Llévelos a Charonte y desde allí ha de conquistar todo el universo … al emperador le brillaron los ojos y se le retorció la lengua.
-Solo que debe darme 3 billones de trozos de energón. El pacto fue realizado y así como vino el alienígena se fue.
Al día siguiente el emperador reunió a todos los Selenitas y les dijo:
-Yo, Emperador Supremo y Señor del Universo los llevaré a su destino, a la luna de Plutón, de donde algún día los expulso Selene (su diosa), por sus fallas, yo los llevaré a Charonte porque soy más supremo que su diosa y cualquier otro, vengan conmigo y vayamos a Charonte ¡vayamos a Charonte!.
-¡Ha Charonte! Gritó toda Estrella Roja, pero el niño Hefestión preguntó ¿Cómo llegaremos?. El silencio fue total, el emperador valiéndose de la improvisación dijo: -Hagamos una escalera alta que llegue a Charonte.
Miles de horas trabajaron, pero al llegar a millones de kilómetros esta se dobló y billones de Selenitas murieron. Otra vez querían matar al emperador, éste se refugio en su enorme palacio.
Nuevamente la improvisación lo haría salvarse, colgaron una soga de una estrella a otra y fueron deslizándose, luego la colocaron en otra estrella y así sucesivamente, pero luego de millones de kilómetros esta se rompió y millones de Selenitas quedaron flotando en el universo.
El peligro de derrocar al emperador era inminente, pero apareció nuevamente Sputnik:
-¡Su canidad! debes construir un transbordador, tengo los planos y te costará otros billones de energón. Algo oculto hacía que el emperador obedeciera al alienígena.
Después de un intenso trabajo el Columbia fue a cumplir su misión, sin embargo a medio camino explotó.
Ante este hecho el emperador volvió a su moquillo, a las orejas caídas y a las legañas, otra vez el alienígena entró en su sala imperial.
-¡Su canidad! el diseño del transbordador es incorrecto, debe tener una gran bodega de carga y un brazo robótico con control remoto que se usará para lanzar, recoger y reparar satélites en el espacio. La bodega de carga puede llevar un laboratorio espacial. Con todo ello se mantendrá informado y no fallará en nada; le dejó los planos, ahora por muchos, muchos más billones de trozos de energón y nuevamente fue obedecido.
Al fin partió el Discovery, gran expectativa había en Estrella Roja, sin embargo la señal se perdió, de un momento a otro; el emperador se reunió por última vez en el Areópago y llegaron también: Helios, su comandante en jefe, Holofernes, conquistador de Orión, Ceres, segundo al mando de los Selenitas en general, Celón, jefe de la resistencia secreta, Ascalón, el más intrépido de los perseidas, Mir, líder de la más importante estación espacial. De todos fue Perseo quien habló:
-¡Su canidad! Estrella Roja ha entrado en etapa de Supernova, durante esta etapa la Estrella alcanza temperaturas muy altas que la harán estallar.
-Yo Señor Supremo, replicó el emperador, daré solución a esto y la solución fue un engaño tramado con Ascalón y Helios, proyectaron imágenes en las cuales los generales a bordo del Discovery pisaban Charonte, todos los veían por el telescopio espacial Huble.
La muerte de una generación, que se tragó este cuento, fue motivo para que la nueva generación hiciera una revolución más grande, aun los lideraba el viejo Perseo y Ceres; Celón les aconsejó hacer un clon del emperador e infectarlo con sarna, este logró infiltrarse y alegrar los tristes días del emperador.
Cuando todo estuvo consumado entraron al palacio sin resistencia alguna, Helios lloraba, pero la furia se desvaneció porque en su gran sillón estaba un “perro”, por demás cosquilludo, legañoso, sarnoso, los chinches lo devoraban junto a las garrapatas, el moquillo lo ahogaba, los dientes estaban en el suelo, pero aún tenía vida y aullaba de manera lastimosa. Según ellos para honrarlo lo quemaron en una porción de sol.
El resto de la historia es rápida: todos se reunieron, Perseo habló, coordinó, dirigió y toda Estrella Roja se reunió; no para buscar un nuevo emperador, sino para averiguar la manera de llegar a Charonte, deliberaron, discutieron y al rato Perseo y Helios levantaron la mirada, era Sputnik, que entraba un grueso fardo de hojas de metal… todos se quedaron en silencio … al rato Perseo y Helios a una sola voz le preguntaron:
-Y bien alienígena ¿ahora cual es tu plan?, algo iba a decir Sputnik pero se quedó callado por mucho tiempo …
Yo seguía mirando el cielo porque ahora es noche clara y sin nubes y buscaba más en esa inmensa bóveda oscura, ahora que tú estas conmigo desde hace mucho tiempo, pero me mandaron a dormir (mi padre) y por ello hasta más tarde, ya amaneció ojalá mañana sueñes con Charonte o con su canidad.
ANTONIO CASTRO CRUZ
Autor
18/03/05 – 12:30 a.m. – 3:30 a.m.
(Extraído de mi libro: “Nocturnas Parejas Narrativas”-Próximo a publicarse)
ANTONIO CASTRO CRUZ (30/11/79)
Profesor de Lengua y Literatura y Escritor.
Referencias Artísticas:
Miembro activo del Grupo “Conglomerado Cultural”.INC.- Chiclayo.
Publicaciones en las Revistas: “El Parnaso de Apolo”– Mayo 1999, “La Ceremonia de los Maestros”- Julio del 2001, “El Maestrante”-Mayo del 2004.
Jurado Calificador y Declamador en las Instituciones: I.S.P.P. “Ricardo Palma”, I.S.P.P. “Sagrado Corazón de Jesús”, I.S.P.P. “Peruano Canadiense”, Municipalidad de José Leonardo Ortiz y Penal de Picsi.
Dirección de Talleres de Teatro Infantil.
I.E. “COSOME”, I.E. “Ramón Espinoza Sierra”
Ex profesor de Educación Superior en el I.S.P.P. “Peruano Canadiense”.
Actualmente Profesor de Educación Artística en la I.E. “Paula Frasinetti”.
Comentarios o referencias: anthonydesaint@hotmail.com
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