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viernes, 21 de mayo de 2010

¿POR QUÉ LA LITERATURA COMO ACTO CREADOR AGONIZA?

¿POR QUÉ LA LITERATURA COMO ACTO CREADOR AGONIZA?
Por: Nicolás Hidrogo Navarro
(hacedor1968@hotmail.com)
Si la literatura capitalina se encuentra en franca agonía editorial y flaqueza de lectores, aún más será la provinciana: lo poco que se produce representa una inversión a pérdidas y una aventura de inversión de imagen “para que sepan que somos poetas o narradores”.
En el Perú el promedio de lectura se ha venido reducido silenciosamente desde la década de los 70 que era de 3.7 libros al año; en los 80 , 2.3 libros al año: en los 90 a 1.9 libros; al 2000 a 0.79 libros de lectura anual per capita.
Los métodos de fomento y promoción lectora no han dejado de ser los mismos: lectura silenciosa, exigencia condicionada por una nota académica y hasta la instauración de la hora de la lectura obligada en el aula, obedeciendo a los decretos de urgencia educativa por insolvencia y último eslabón en la cadena de comprensión lectora a nivel mundial declarados por la UNESCO desde el año 2001.
Los diseños curriculares a partir de los 2000 incorporan el componente de comprensión y producción de textos, sin embargo se dijo y consigna el QUE, pero no el CÒMO. Los docentes se debaten en una serie de contradicción de capacitaciones y descapacitaciones, si primero deben los alumnos aprender a escribir caligráfica y ortográficamente a leer o a comprender o a crear. Confundidos en su babel metodológica no se dan cuenta que ya casi no quedan lectores voluntariosos y los pocos creadores que se presentan en los concursos internos de juegos florales sólo lo hace o motivados por una nota, un prestigio del ganar algún premio o reconocimiento personal, pero no se comportan como creadores incondicionales, sino como fugaces escarceadores y diletantes que al poco tiempo migran hacia sus opciones auténticas y motivadas por el prestigio social y el ascenso económico.
El porcentaje de creadores natos o condicionados o motivados en promedio en los centros educativos tanto públicos como privados es de cada 100 alumnos sólo hay dos en el nivel secundario; en el nivel de formación universitaria o tecnológica de cada 100 estudiantes de pre-grado sólo hay 0.6 que finalmente se está inclinando manifiestamente por producir literatura. Los creadores en colegios y universidades son aves raras y con tentaciones fugaces.
Los padres de familia raramente están de acuerdo que sus hijos o se dediquen a la poesía o narrativa como asunto principal, sólo permiten que sea un apéndice o como un pasatiempo, y muchas veces cuando en los pedagógicos o universidades dedican o muestra una inclinación por la literatura, son severamente amonestados o amenazados de quitarles todo ayuda, porque ser poeta o narrador o estas loco chiflado o quieres morirte de hambre.
En el Perú se produce sólo unos 90 títulos de libros literarios anualmente y a nivel nacional; en provincias sólo se produce un promedio de entre 15 a 35 títulos, predominantemente poesía en un 80% y un 20% en narrativa (entendido por libros convencionalemte según UNESCO a todo texto superior alas 49 páginas).
De los 280, 000 maestros que ocupa el Ministerio de Educación a nivel de toda la República, unos 27,000 son maestros de Lengua y Literatura y de este porcentaje sólo un 8% son docentes creadores (publicadores de libros, investigadores, promotores culturales y que coejercen laboral docente con proyección poética o narratològica o crítica literaria.
Esta realidad nos dice que no es cierto el mito urbano que la gente no lee porque los libros sean caros, pues ni aún cuando sean baratos no hay un mercado habitual sino coercitivo: el alumno compra una obra porque se le exige, no por libre albedrío porque tenga germinando la imperiosa necesidad de leer de mutuo propio.
Otro mito: una venta de éxito editorial no garantiza necesariamente que el que compra el libro lo lea: o lo compra por recomendación, por tenencia como elemento decorativo o por moda y prestigio cultural. Hay libros muy hermosos e intactos en bibliotecas que cumplen sólo una función adornativa antes que enriquecedora de cultura lectora.
De cada 10 libros presentados sólo uno es hecho con un rigor crítico hermenéutico, pragmático o deconstructivo y hecho por especialistas. Los 9 restante son hechos por amigos más inflados de biografismo y coheterìa artificial que con un rigor y veracidad interpretativa. Tenemos temor enfrentarnos a la crítica literaria y buscamos a un amigo bonachón que nos edifique un castillo de ditirambos donde el embase resulta más grande que el propio producto. Este autoengaño es un síntoma de inmadurez literaria y trazar caminos fofos por terrenos pantanosos sin un crecimiento y desarrollo cualitativo: sólo es hacer un monumento a la vanidad, el ego y una seudoautoestima. Se hace necesario que los estudios literarios constituyan un socio estratégico que permita construir una cultura de calidad creadora y sostenible en el talento y no en la mera cursilerò o huachafería.
Sin crítica un libro nos trasciende, no crece, no perdura, la crítica es una prueba de consistencia del producto, es una puesta al mercado d e un producto validado que resista la misma crítica del gusto del público lector común y corriente.

Casi nadie vive exclusiva y económicamente de la poesía en el Perú. Ser poeta o narrador no es una profesión, sino una ocupación pasionalmente curtida y febrilmente romántica, un estilo de vida marginal: no vamos a la universidad ni avizoramos el futuro antorchado y engomado de poemas como largas avenidas vitoriosas –una vez comprometidos- para morirnos de hambre suicidamente con toda nuestra parentela. La disyunción es o te entierras werthianamente al ritmo de sonatas poéticas con tu estandarte de la poesía en ristre o haces de ella una afición ocasional de apéndice, viernesra o tertuliera cada vez que se puede. O haces de la poesía un templo cotidiano donde todos los días oficies misa poiética o la pegas de un parroquiano que acude a ella cada vez que tengas necesidad catárquica de soltar la represa contenida de tus metáforas.
Nadie compra en el Perú un libro sino es por obligación de requisito académico –escuela, colegio-universidad- o recomendación ex-profesamente estética y de y para especialista y de pasión motivacional de algún autor ya conocido. Hay un agónico y decadente mercado de lectores, no de libros (poseer o comprar un libro no significa necesariamente haberlo leído o pretender leerlo: puede ser un acto decorativo o fetichista). No se puede medir ni equiparar, entonces, un éxito editorial o de gran tiraje, como una ganancia de lectores: un mismo libro debería tener muchos lectores y no sólo un lector para muchos libros.

El sueño ideal de un organizador de un evento es que sus invitados sean todos más uno, que estén sentaditos y concentrados como hipnotizados, que los objetos y sujetos estén media hora antes y que todo esté sincronizado sin que falle ni una palabra, ni un equipo ni que ningún percance empañe la actividad y que nadie se mueva desde principio a fin: ilusorias, que participen oportunamente y no sean un simples convidados de piedra.
En ciudades como, de las cuales tenemos conocimiento sobre el quehacer literario –donde no medie el certificado, el ofrecimiento de una comilona o un tonel de algo espirituoso, como gancho tentador y condicionante-, Trujillo, Arequipa, Cusco, Ferreñafe, Huaraz, Lambayeque, Lima, Tarapoto, Piura, Jaén, Chimbote y nuestro Chiclayo, la concurrencia a un evento literario no sólo es raleado –entre 10 a 40 personas, donde mucha veces, más gente recurrente son los anfitriones a participar o la familia o amigos que sólo hacen cumplidos de mortificada permanencia- cuando los convocados son locales, sino que el nivel de participación del público después de una intervención (poética-narrativa) es pasiva: limitándose a aplaudir –por habitual compromiso o costumbre o efectuar preguntas de respuesta obvia o descontextualizadas.
¿Por qué un estadio con equipos rivales clásicos, una discoteca con mucho trago y humo y chicas liberales, un multicine con película de estreno, una playa veraniega con muchas tangas o las cabinas de internet sin filtro antiporno, en un fin de semana, pueden estar plétoras de jóvenes, más no así un auditorio o aula con una actividad o velada literaria? ¿Es que la poesía o narrativa es algo aburrido, desfasado, anacrónico o una actividad trivial y nada enriquecedora y entretenida? Es evidente que el facilismo, el divertismo, el esparcimiento, la liberación de cualquier regla o canon para desatar pasiones y sentimientos corporales son mucho más fuertes que los intelectivos. Leer, escribir, tertuliar, debatir sobre cultura, política y pensar no está en juego entre los jóvenes en un fin de semana. Y si la asistencia a la escuela, colegio, instituto o universidad, el ingreso al aula o el cumplimiento de trabajos domiciliarios no fueran coercitivos y obligatorios, condicionados por notas o promoción de grado –al libre albedrío-, seguro que las instituciones educativas y las aulas estarían vacíos y el cumplimiento de trabajos sería mínimo
Lambayeque, enero 21 de 2006
Nicolás Hidrogo Navarro
Coordinador General Conglomerado Cultural –Lambayeque-Perú

COMENTANDO LOS TEXTOS LEIDOS

A) Magaly López Solórzano (Gen. 2000)
Con una poesía de corte intimista, sensorial y emotiva, Magaly López genera una sensación de entrega total, pone a prueba verbal y emotiva su predisposición de general sumisión subyugante. Es ella quien enamora, gime y canta y lanza su flirteo amatorio como un estertor final de desesperación. Aunque sabe que da todo, sabe que su apelante debe tenerlo ya y no escatima en entregar su propia alma y la inmensidad de su amor.
En el acróstico (LEONARDO) hay un vivo retrato infantil de alguien que juega y se regodea en su florecimiento. Es une evocación por una ausencia circunstancial, pero el la prosopopeya sigue allí en el instante, en el silencio de a constructora de los versos.
En el tercer poema hay todo un martirologio hacia el “muso inspirador”, hay la dualidad disyuntiva entre la religiosidad ultraterrenal y el amor mundano. Se produce un conflicto de intereses entre el yo poético ye l yo existencial y así el rezo por el inspirado se torna en una elegía que ruega a madrigal y ese ángel endemoniado no es algo más que un amor imposible, de los prohibidos, de los que se tocan sólo con la mirada y el pensamiento, porque cuando se toca sedosamente con las manos de produce la gran explosión de un tierno pecado poético.


B) Matilde Granados Requejo (Gen. 2000)
Con un estilo apodíctico, sentencioso y conceptual, Matilde, revela una fuerza lírica desprendida de toda panca lexical y someramente va al grano. Con una actitud soberbia y desafiante, propia del egocentrismo Modernista, se auconceptúa irreverente y cosmogónicamente señala el cielo, el mar, la noche, los cerros, a Dios, a la lluvia con su mirada escrutadora, como desafiando la propia inmensidad para eclosionar en la vastedad de alter ego y de su yo poético. El verso de Matilde impresiona por su osadía, por su despatarramiento por su fe en sí misma y por su delirio poético de grandeza, excelsitud.

C) Luis Alberto Hurtado Ramírez (Gen. 2000)
En Soneto I, Hurtado es una especie de jóvenes sonetistas raros y en vías de extinción Con una estructura métrica endecasílaba, propias de la tradición italo-española, de rima consonante, abrazada, engarza una temática de arte poética, explora el ideal y oficio de la belleza y genera una sensación que el oficio de escribir es tan atormentado como el acto mismo de un amanecer, oscuro al inicio pero brillante a la hora de salir.
En Sueño, soñé, apela a la actividad onírica, y vuelve a la descripción de su arte poética y cual La Vida es sueño de Pedro calderón de la Barca, hace su propio monólogo y subucumbe ante el oficio mismo de la creación literaria, como un parto doloroso, pero sublime ala hora de contemplar la creatura.
En Qué canción es esa, hay une avocación y asociación sonido-recuerdo y melancólicamente nos introduce por una avenida de melodías, plétoras de ensoñaciones, animismos. La poesía nación de la lira y se agemeló con ella hasta el punto de ser indisoluble de ella. Eso es lo que Luis Alberto, intenta: hacer metapoesía, reflexión del oficio.
Lic.Nicolás Hidrogo Navarro
Licenciado en Lengua y Literatura por la FACSHE-UNPRG.


I BLOQUE DE POEMAS LEIDOS

Por: Magaly López Solórzano
QUISE

Quise regalarte la luna
pero tienes tu brillar en tu semblante
quise regalarte el sol
pero tienes su fuego incesante
quise regalarte la lluvia
pero su humedad está en sus labios
quise regalarte una flor
pero su perfume está en su cuerpo
quise regalarte mi amor
pero no pudo ser
porque robado ya lo tenía tu piel.

Quise obsequiarte mi aliento
pero es tuyo en cada beso
quise obsequiarte mi voluntad
pero ante ti está rendida
¿qué puedo obsequiarte más?
si ya haz bebido mi sangre
¿qué puedo darte más?
si mi alma acabo de entregarte.


L oco te haces , a veces,
E n cuanto cometes una travesura
¡O h lo siento, dices pero
N o termina ahí
¿Acaso tienes la suficiente energía para
Reír a cada instante?
¿Dónde estás ahora?
O igo silencio, ¡qué raro! Iré a ver.

Eres de quién más
a Dios le he hablado
me cansé de esa conversación,
de ese monólogo sin receptor;
mi alma se siente rendida
al no conectarse con la tuya,
de nuestros cuerpos distantes,
de nuestras miradas inencontradas.
Luego, vuelves a mis ojos
y nuevamente le hablo a Dios
pero no, no responde
¿eres tú el que acciona por Él?
el que da respuesta a mi oración,
el que aparece
a acercarme a su pecho,
el que logra que mis manos
inercicamente rodee su cuerpo.
Ángel que aparece
en el preciso momento
en el que decido hacer mi última oración
¿ese poder te lo concedió Dios?
o te lo robaste del cielo
emulando al ángel de las tinieblas
pero no,
tú no pretendiste tal blasfemia
sólo quisiste tener la facultad
de reavivar mi llama
de mantener mi infierno vivo
en un plano terreno
¡Oh ángel! Decide tu suerte
No puedes estar
entre la tierra y el cielo
no puedes tocar otra piel
y tratar de acercarme a tu cuerpo.
Vuelvo a intentar mi rezo
sin nombrarte
ahora yo no escucho a Dios
¿qué quieres? ¿quién eres?
¿eres mitad demonio y humano
o eres un ángel de rezo?
sólo sé que vives
en un inconcretado beso
¡Oh, mi ángel endemoniado!

II BLOQUE DE POEMAS LEIDOS

Por: Matilde Granados Requejo
ECLOSIÓN
El Cielo a veces se esconde
tras los cerros,
se quiebra
ilumina y canta.
El cielo exprime su dolor
en la lluvia y florece
sobre los campos.
El cielo juega a ser Dios
cuando descubre
nuestros ojos inofensivos.
El cielo soy yo.

Un beso tiene la fuerza de una tierna
y profunda
canción del mar.

Aquí no hay espacio
para nada
sólo para este
constante silencio.

Es la noche
quien nos permite
ver más intensa
la claridad del
sol en nuestros ojos.

III BLOQUE DE POEMAS LEIDOS

Por: Luis Alberto Hurtado Ramírez
SONETO :I
ERES
Eres como una bella fantasía
Que impone en un sinfín de seguidores
Dádivas de gran pompa y de alegría
Derrochando belleza en mil rumores.

En esta vida ruin y tan sombría
Tan llena de aspavientos y temores
Eres fina luz de clara poesía
que deslumbra a los genios trovadores.

Si Neruda, quien fuera el gran triunfante
Descubre que tú existes, yo te digo
Se subleva a la muerte suplicante
Para que ella le deje estar contigo
Escribir de ti poemas insinuantes
Y ser de tu belleza el gran mendigo.

SUEÑO , SOÑÉ
Soñé que estaba despierto
Mi piel era azul
La ilusión de la realidad cegó mi olfato
El viento acaricio mi cabello aguado
Y mis luceros pardos pardos observan el tiempo.

Despierta y añeja está mi mente
El infinito sol alegra mi ser
Nerón incendia mis ideas
Un cuento sobre una mesa narra mi ayer
La inspiración no se quiere marchar
Verso tras verso palabras vacías
Llenan un pedestal.

Lápiz y papel dibujan un edén
Florece la razón en el aire
Una gota de rocío, de locura, brota del papel
Las ramas de la vida innovan su grandeza
La muerte sueña que esta muerta
Sueño que estoy despierto
Despierto pensando que soñé.

QUE CANCIÓN ES ESA

Qué canción es esa
esa que circunda el aire
si las calles no se parecieran
cada vez más a las calles de Europa
diría que esa canción es nuestra.

Qué canción es esa
que narra el olvido
pero nadie lo recuerda
son como sueños oscuros
sin rumbo
solos y perdidos.

Qué canción es esa
todos la escuchan
nadie la recuerda
en ella esta dibujado todo el pesar
con un pincel naturalista
y romántico al vez.

Qué canción es esa
porque no la recuerdo
si narra la vida
tal como es
con lo malo y lo más malo
y no soy el único que se niega a ver.

Qué canción es esa
ahora lo recuerdo
es la canción que narra el mundo
en el que viven seres
que se vuelven ciegos ante su realidad
como un mar que no ve lo vasto
de su soledad.

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