DE POETAS Y NARRADORES CHOTANOS
(A propósito del I Encuentro de Escritores Chotanos- 20 junio 2009)
Por Nicolás Hidrogo Navarro
La poesía andina serrana cajamarquina siempre a estado marcado por dos constantes: el arraigo telúrico de recargada identidad por el terruño y el predominio sencillo del cotidianismo familiar y social de hechos del día a día de los pueblos. Tanto en poesía como en narrativa predomina los ejes temáticos el amor dolido, las costumbres pueblerinas, sus fiestas patronales, sus ronderos y el afán de la justicia social. El lenguaje es simple sin mucho artilugio ni pirotecnia verbal, predomina el afán temático aleccionador y un deseo memorizo por exaltar sus hechos ancestrales y lo del día a día. Avivada por leyendas, mitos y anécdotas, en el cuento se funde la memoria de la literatura oral con el hecho vivencial de generar empatía en el lector y cierta identificación y conmiseración por los personajes o el rechazo fortísimo hacia el pillo y maltratador.
Chota, al igual que cualquier provincia andina se percibe relegada por un centralismo regional originado en Cajamarca, sin embargo ellos se abren espacio a punta de ediciones de textos que, si bien tiene una circulación provincial, tienen ya pretensión de hacerlo macrorregional y nacional. Son conscientes de sus limitaciones de lecturas y de manejo mismo del lenguaje, pero hay en ellos la terquedad del que sabe no hay edad para aprender y que no hay límites ni recetas mágicas para la creatividad literaria, sino un contumaz afán por hacer de la literatura el estandarte más grande de la libertad elucubradora. Los escritores saben que no hay partido político, iglesia, autoridad que los pueda sojuzgar. Todos estos se deterioran o pasan, el escritor consecuente pervive en la mente colectica de todos y marca indeleblemente con su pluma los anales de la historia.
Buena cantidad de poetas chotanos están teniendo éxito en sus lugares de afincamiento costeño: Andrés Díaz Núñez, Juan Flores Arrascue, Mario Gastelo Mundaca, Javier Villegas Fernández, Gilberto Maxe Suxe, representan los punta de lanza que han invadido literariamente la costa norte del Perú y han hecho de Chiclayo su reducto de escribidores en proceso de mimetización y sincretismo emocional de una historia andina escrita con un acento y sociolecto costeño.
PONENCIA EN EL I ENCUENTRO DE ESCRITORES CHOTANOS
NUEVAS POSIBILIDADES TÉCNICAS Y TEMÁTICAS EN LA LITERATURA ACTUAL
Nicolás Hidrogo Navarro
I.- EL CONTEXTO DEL CREADOR Y LA OBRA CREADA
Uno de los principios fundamentales del acto creador es que toda obra es un producto elaborado de manera consciente y refundida tantas veces, cuyo efecto final es sentir admiración y valoración estética hasta la emulación, por el producto. No puede haber una obra salida de un tirón como que fue dictada por mandamiento divino. Las mejores novelas han sido aquellas que han logrado pulirse una y mil veces. Inicialmente “Cien años de soledad” del célebre escritor colombiano Gabriel García Márquez, tuvo 1,200 páginas en promedio. Al pasar las correcciones de prueba, se redujo a 480 páginas. Un trabajo de separar el ripio o la paja de la obra, hace que se varíen historias, se supriman párrafos enteros y se fusionen hechos hasta lograr una sintaxis perfecta. El Quijote es otro célebre caso. Se sabe que ya en 1605 existía una continuación preelaborada de la primera parte, pero es recién en 1615 en que se publica la continuación. Diez años de paciente demora para poner a tono. La novela como un rascacielos, no puede construirse en un día, es el resultado de mil y un relecturas por buscar lo mejor de lo mejor. Las cosas que no han trascendido y que son los más, son aquellas que nunca se han trabajado y se han entregado irresponsablemente sin medir el trabajo de cocción estética.
Otro elemento fundamental es que no puede haber una obra sin un correlato vivencial ni mucho menos experiencial del mundo. De la misma manera como existe una experiencia y contacto directo con el mundo para generar insumos para la obra, existe una segunda vía de experiencia indirecta que son las buenas lecturas, de maestros consagrados. No puede existir un escritor bucólico de calidad y diversidad sin un contacto con la realidad real ni con la realidad ficcional de los textos. Toda obra, sea de ficción o de prospección futurista, se basa en hechos cotidianos magnificados por la recreación o el afán de darle a la obra una hiperbolización de acontecimientos trascendentes. Por ello el vivir muchas experiencias le da al escritor argumentos y materiales para escribir. Pero también el leer mucho le da al creador las infinitas posibilidades de forjarse su estilo y le abre el universo verbal de la sintaxis y las estrategias nuevas de narrar. Quien lee bien escribe mejor. Cada escritor es un estilo, pero la suma de todos esos estilos forma infinitas posibilidades de estilo. Al inicio a un escritor novel se le pega y queda maravillado con el estilo de un escritor famoso, pero si este quiere crecer deberá desprenderse y forjar su propio estilo, allí está la grandeza de todo escritor que autónomamente lograr abrirse un camino en la historia literaria.
II.- LAS POSIBILIDADES TÈCNICAS
A) En la prosa
Dentro de la narrativa tradicional, lo predominante ha sido la historia argumental y el elemento discursivo. Pero un aspecto que había quedando relegado es la estructuración, el manejo de los tiempos literarios, las técnicas que le dan a la narración su valor agregado. Es a partir de la década del 70 con la irrupción del boom latinoamericano, estos últimos elementos cobran mayor protagonismo y la obra pasa a ser valorara por el planeamiento estructural y técnico de la novela.
Es así, como reviviendo técnicas de inicios de la novela en el renacimiento como los vasos comunicantes, las cajas chinas, el flash back, los saltos cualitativos, los datos escondidos, el clos up, pasan a ser utilizados manera consciente y estratégica, produciéndose así una novela más cerebral y de estudio.
Se rompe toda una tradición aristotélica de casi dos mil años de la disposición del elemento lógico formal de exposición-nudo-desenlace, para alterar este orden lógico de manera provocadora, lúdica y cómplice con el lector (Obras célebres de ejemplo son Rayuela de Julio Cortázar, La Casa verde de Mario Vargas Llosa, Juntacadáveres de Juan Carlos Oneti, Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez etc.).
Considero que no puede un narrador contemporáneo hacer gran cosa haciendo lo mismo que se hizo desde siempre, contar la historia de manera lineal, simple y sin ningún gancho motivacional. Se tiene que trabajar la historia con todos los procedimientos estilísticos, técnicos y estructurales para hacer de ella un monumento granítico, macizo y perecedero y no un simple muñeco de barro que se desborone a la menor llovizna y el olvido del tiempo.
B) En la lírica
En el aspecto poético dos cosas han ocurrido en dos mil años de tradición lírica: el posicionamiento del verso clásico con sus tres elementos fundamentales métrica, rima y ritmo y que prevaleció por 19 siglos, hasta antes del siglo XX, teniendo como especies principales a los epigramas, las odas, los panegíricos, las sixtinas, las elegías; y, las octavas reales las rimas, las endechas, el soneto de origen renacentista.
El segundo momento histórico ocurre con el vanguardismo, fusión de los movimientos dadaístas, surrealistas, simbolistas que rompen la tradición de la métrica y la rima, aminorando la exigencia y dando rienda suelta al vesolibrismo y al predominio del lenguaje y el contenido abstrucionista y caótico, en algunos casos; en otros generando el simplismo que todo lo que alguien escribiera se llamara poesía, por el simple hecho de estar predispuesto en mal llamados versos a líneas sin ningún criterio estético, métrico o rítmico.
Mi posición entorno a este fenómeno mundial de las letras es que uno debe ser permeable a los cambios y transformaciones, peor para mejorar la calidad, no para amenguarla. Si prescindimos de la métrica y el ritmo hacemos el poema más simplista, por lo tanto debe haber una compensación en el majeo tropológico del lenguaje y un trabajo más experimental por la temática.
III.- LA TEDENCIA TEMÁTICA
3.1. Lo que se avizora desde la perspectiva andina
Una tendencia común y corriente en la poética y narrativa andinista es el fuerte arraigo telúrico por la y tierra. Los contenidos argumentales están atrapados por las nostalgias, las vivencias terrígenas, el sentimiento primitivo literario del amor como eje gravitacional sin evolucionar de toda la obra. Indudablemente no es que esté mal empezar a escribir de las vivencias directas y de las primeras emociones del corazón. Lo malo es quedarse sólo allí y no evolucionar. Todo poeta andino a iniciado escribiendo poemas de amor. Todo escritor andino ha dado sus pininos literarios escribiendo historias de injusticias y venganzas pueblerinas por litigios de tierras, agua e injusticias de autoridades prepotentes y avasalladoras. Y eso me parece lo justo y lo correcto. Pero si un escritor precoz tiene 40 o 50 años para hacer vida literaria, su deber es evolucionar dialécticamente y quemar etapas, pasando a la aventura de explorar nuevos universos ficcionales a través del enriquecimiento de sus lecturas para hacer un escritor universal, global y no quedarse atrapado con las historias ya conocidas de su aldea.
3.2. Los que se siente desde la perspectiva urbana
La perspectiva urbana no es más novedosa por su tema, sino por su forma y por las oportunidades que tiene frente al escritor andino. Siete de cada diez escritores en la zona urbana en Lima como en Chiclayo, por citar dos ejemplos, proceden de la zona provincia andina o provincia selvática. Lo que le imprime un fuerte contenido de influencia temática andina que se va costeñizando.
El escritor urbano truca sus historias del trasvase de la zona rural costeña, de mitos, leyendas que logran ser refundas en el aspecto narrativo. En el aspecto lírico hay una cosmopolitización temática experimental hacia temas sórdidos del erotismo, el aspecto filosófico, teniendo como ejes los universales del amor, la muerte, la vida extraterrenal, los conflictos existenciales, etc. Que se dan en la misma andina en su aspecto vivencial, es un hecho, pero no en su expresión.
Que la zona andina tenga una literatura más cándida, simple y terrígena es un hecho justificado por la naturaleza; que en la zona urbana se tenga más un experimentalismo absurdo del caos poético, es parte de una cosmovisión antagónica y parte de la idiosincrasia de cada zona. Pero como la literatura no se sostiene sólo en historias, sino en el lenguaje literario mismo, es necesario que la zona andina entienda que no puede haber una literatura para la zona andina y otra para la urbana, tiene que haber una literatura para el mundo y que compita en cualquier espacio, latitud y tiempo.
COLOFÓN
Leer cien libros de otros para producir un sólo nuestro es un hecho de exigencia en todo buen escritor. Todo novelista o poeta debe vivir 20 horas fuera del mundo de su cuarto, necesita material y dedicarle las cuatro horas restantes del día a escribir. Todos los temas y las historias son posibles: las reales y las fingidas, las ficcionales y las oníricas. Puedes escribir sobre una hormiga como sobre la toma de una ciudad con mil y un personajes literarios, lo importante es cómo lo escribes y cómo lo plantees. Todos podemos escribir en nuestro cuaderno, como todos podemos enamorarnos y despecharnos, pero no todos serán poetas o novelistas. El lenguaje intensificado, prosificado y poetizado es la palanca que mueve a todo escritor y el verbo que mueve al mundo.
Chota, junio 20 de 2009
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