LITERATURA LAMBAYECANA GEN. 80 Y 90: COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS
Por Nicolás Hidrogo Navarro
Lambayeque es un apéndice cultural del Perú, sigue siendo una colonia cultural de Lima, porque ha copiado sus modas, sus fobias, se ha adherido a las grandes figuras que brillaban en el firmamento literario, se ha acostumbrado a seguir los remanentes de los ideales culturales, filosóficos y políticos con cierto retraso propios del provincialismo de capilla. El siglo XX trae cambios rotundos que demoraron dos mil años para hacerlo. Existen en este espectro marcas que invadieron y estigmatizaron el pensamiento: La revolución rusa de 1916, creó una literatura de protesta que se arraigó hasta la década de los 90; la caída del Muro de Berlín, generó una temática de libertad y esperanza; la revolución de las comunicaciones con la invasión de internet y el cable, ha creado una literatura light, desembarazada de toda identidad, formalidad y más de fobias y filis personales que de aspiración artística, es decir ha roto con el compromiso del fondo (Artecomprometido) y con la de la forma (Verso-esctructura-librismo), con la(ausencia de ritmo, rima,, métrica y todo trabajo artístico como el conocimiento de nociones de preceptiva literaria. La historia de la literatura lambayecana ha tenido ciclos cronológicos que ha comprendido más de una década: El clásico (1910-1960): apegado a las formas de la décimas, odas. silvas, elegías, sonetos, redondillas y al fondo terrígena, de las vivencias “sudadas y trajinadas”: con José Eufemio Lora y Lora, Emiliano Niño Pastor, Nicanor de La Fuente, Juan José Lora; lambayecanidad (1970-1980): caracterizado por un fuerte impulso social del proceso de descomposición social y la aspiración socialista-marxista, guardando las formas clásicas de la vsersificación y el compromiso nostálgico con la tierra, el descriptivismo lírico y costumbrista; con Alfredo José Delgado Bravo, Rully Falla Failoc, Ricardo Rivas Martino, Carlos Bancayán Llontop, Max Dextre, Mario Camino Calderón, Andrés Díaz Núñez, César Toro Montalvo, Enrique Solano Rodríguez, Carlos Ramírez Soto, Alfonso Tello Marchena, José Luis Chimoy Effio, , Coronel Rivas Orfelina, Larcery Díaz Suárez, Ricardo Arancibia Duque, Leonela Másquez Solis, José del Carmen Huerta Medianero, entre otros.; Generación plaqueta o generación milenio: despreocupados del fondo y la forma y más abocado al impacto artificial del intimismo, la ausencia de temas de identidad lambayecana, seudouniversalista y seudocosmopolitas, de escasa difusión y preocupación de recital. Su bandera fue la soberbvia; su ideal trascender con un poema o premio literario, careció de líderes y maestro; tuvieron menos espacio y presencia en la comunidad. Su espacio gravitacional fue el INC y alguna casa de juerga y reunión de conversa de fin de semana. Predominó la poesía sobre la narrativa, En poesía destacaron Luis Hinojosa Valdera, Carlos Alberto Becerra Popuche, Ernesto Benigno Zumarán Alvitez, Ana Cecilia de los Milagros Miranda Salazar, Oalba Lali Pereyra Ramírez, Pedro Almanzor Manay Sáenz, Luis Antonio Noblecilla Rivas, Gustavo Mondragón Hernández, Joaquín Huamán Rinza, Nevenka Waltersdorfer Mendoza y Giulianna Rosemarie Aguirre Zevallos, Stanley Vega Requejo; en narrativa destacan Dandy Berrú Cubas, Rubén Alberto Mesías Cornejo, , Gustavo Antonio Hidalgo Campos y Nicolás Hidrogo Navarro.
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